Partida Rol por web

Dicho esto el cristal se vuelve opaco lentamente hasta que de nuevo es un espejo. Los chirridos y traqueteos anuncian que la puerta se ha abierto de nuevo. Al daros la vuelta percibís que los globos de los hachones que sujetan los angelotes se han encendido, todo indica que vuestra misión ha comenzado.

Deshacéis el pasillo hasta la plataforma elevadora controlada por el servidor. Esta vez no dice nada, espera a que subáis y entonces comienza el ascenso a la altura de la calle. Vais en silencio, recapacitando sobre los datos de la misión y los comentarios de Sand. La compuerta se abre cuando estáis a una decena de metros y la plataforma llega a su fin.

Estáis de nuevo en las calles del Administratum, Colmena Sibellus, Scintila, Sector Calixis, el Imperio.

Albrek recoge sus cosas y se prepara para marchar.

Vamos, gente, hay una investigación que hacer en la colmena Sibellius.

Bueno, sin miramientos, directo al grano. Nada de formalismos, ni preguntas vanas. El trabajo es el trabajo, y ahora formamos parte de la Inquisición, por lo que deberemos a costumbrarnos a recibir órdenes. ¿Me llegaré a acostumbrar? Tanto tiempo solo, simepre teniendo que tomar yo las decisiones... aunque por otro lado, estaría bien que alguna vez alguien decidiese por mi, no tener yo siempre toda la responsabilidad...

Me pierdo entre mis pensamientos mientras volvemos a subir a la calle.

Bueno, nos encaminamos hacia el ferrocarril para ir a Cosacarla, ¿no? Por cierto, podéis llamarme Zaddion.

Caín, nobilitas del mundo imperial Thenius. Tirador, o al menos lo intento- añado señalando el fusil de mi espalda.

Dado que el viaje dura varias horas no debemos perder tiempo y evitar que desaparezcan pistas. Una vez dentro del lugar esperemos no ser recibidos por demasiados hostiles.

¿El ferrocarril es el medio más rápido de este mundo? Si es así debemos cogerlo.

Mientras salimos del edificio. Sigo contemplando la ornamentación de los edificios, pensando en el derrochede estas ciudades. Si podiamos coger el ferrocarril, respondo a Caín. Aunque todavia no me he acostubrado a él.

Aunque no soy de estemundo, creo que deberiamos ir siempre en grupos, ya sean parejas o un grupo de tres, nunca hay que quedarse sólo.

Me acuerdo de unas palabras de mi padre Cuando te quedas solo, te quedas sin los ojos que cubren la espalda.

Al salir del edificio, hecho una mirada, para ver si hay algo sospechoso, o alguien que estuviese por ahí desde que entramos.

Albrek coge la placa de datos y entre la información de Coscarla encuentra las líneas de ferrocarril necesario para llegar así como los horarios. Buscando trasbordos encuentra una estación a varias calles de distancia en el propio Administratum. Os dirigís hacia ella esquivando a la multitud de gente que va de un lado para otro, predicadores del fin de la Humanidad, clérigo pregonando el Credo Imperial, estafadores que ofrecen gangas o patrullas de policía local de la colmena.

La estación es un hervidero de gente, pasáis por un torno en el que introducís vuestro pase de la División Coscarla y lo recogéis en una ranura un par de metros después. Varios guardias patrullan los túneles de acceso incluso una pareja se os acerca para que os identifiquéis. Mostráis los cognomen de la Alianza Coblast y no hacen más preguntas. En el andén esperáis unos minutos y por fin llega vuestro tren. Entráis entre empujones y casi debéis contener la respiración debido al poco espacio.....

Las estaciones se suceden, varios revisores van comprobando vuestros pases, trasbordos, cambios de anden, ... el caudal de gente se reduce, el mantenimiento de los trenes decae, la suciedad de las estaciones aumenta y cada vez bajáis más. Pasadas tres horas estáis solos en un único vagón destino a Coscarla Sur; quizá sea un buen lugar para poneros al día y decidir un plan de acción.

Una vez lejos de oídos inquisidores, Albrek empieza a esbozar lo que más adelante será un plan.

Cita:

Somos 5, mal número para dividirlo, pero estoy de acuerdo contigo. Por otra parte, si llamamos 5 personas a la puerta de esa mujer, no sé si será muy sensato. Presupongo que tú, Atellus, aportas potencia de fuego al grupo, y tú, Cain , la eficacia sutil, pero me pierdo más con las habilidades de Teccus y de Zaddion. ¿Podéis explicar un poco qué sabéis hacer?

Ya soilos, esto sería más fácil. Nadie nos interrumpe, por lo que tenemos libertad al hablar.

A mi no se me da mal patear culos de mutantes, por lo que esto me vienen bastante bien... Pero lo que mejor sé hacer es moldear la disformidad para conseguir hacer lo que me proponga. Y si queréis comerciar, bien sea comprar o vender algo, yo soy vuestro hombre.

Cita:

Disculpa mi ignorancia. ¿Qué es exactamente "moldear la disformidad"?

¿De verdad a alguien le interesan mis poderes mentales?

Pues... soy capaz de hacer cosas mejor de lo que parecería por mi aspecto, y te podrías legar a sorprender... por ejemplo, querrás que yo esté vivo si a ti te disparan...

Moldear la disformidad. Mi respuesta: dos pasos atrás y uno a la izquierda, sentánome en un hueco más limpio que los de alrededor. Observo los gestos de mis compñaeros, y hago la pregunta más lógica en mi opinión.

¿Puedes detener las balas?

De ser así tenemos entre nosotros un poderosísimo y utilísimo aliado, un auténtico guardian protector que podría inclinar la balanza a nuestro favor. Un arma de gran potencial, y temible. Mejor no acercarse a él, por muy humano que sea su comportamiento.

¿Qué haremos una vez lleguemos? Mi capucha puede disfrazarme como un clérigo, o un iniciado al menos, así que podría acompañar al señor Albrek; para no ir todos juntos. La comunicación sería posible gracias a los vox, facilitando las reuniones.

Me temo que aún no, ese poder solo es dominado por los grandes psíquicos del imperio. Pero algún día lo haré.

En cuanto a los grupos, a mi me da lo mismo. Es cierto que no debemos ir solos, pero no me importa con quien. Y como bien dices, estaremos comunicados...

Mientras estamos solos en el tren, cierro los ojos y voy disfrutado del silencio que hay, mientras escucho como hablan mis compañeros. No comento nada hasta que se me pregunte, estoy disfrutando el momento de haber sido elegido por la inquisición para una misión y aparte tengo una sensación que no habia sentido en todo el tiempo que llevaba en este planeta, el sentirme solo.

Y esa habilidad psíquica que tienes, ¿te permite saber si alguien miente?

Quizá... pero creo que no como intuyes. Puedo hacer que la disformidad mejore mis aptitudes, pero aún no tengo tanto poder como para realizar cosas imposibles de hacer para cualquiera. No soy un detector de mentiras andante, digamos que mi percepción y empatía son mejoradas por la disformidad. Además, puedo hacer que mi puntería aumente, pero no hacer que el enemigo caiga a mis pies. Lo que si puedo hacer es cerrar heridas sin necesidad de instrumental quirúrgico.

Cita:

Eso definitivamente va a ser útil.

Asiento con la cabeza tras las últimas palabras de Zaddion, su voz algo mecánica me transmite algo de confianza, algo más que el resto de "compañeros".

Cuando termina de hablar Albrek me digno ha hacerlo yo. Mi voz suena sorprendentemente potente y sana, como la de un chaval de 20 años, pero carece de la versatilidad de un buen orador. El timbre no cambia, y solo expresa algo que recuerda vagamente al énfasis cuando alza un poco el volumen.

- Teccus, para quien lo ignore, es mi nombre - Digo levantando la cabeza y moviendo mis lergos dedos - Y, para quien lo ignore también, soy un miembro del tecnosacerdocio. En cuanto a mis habilidades... Bueno, sabed que no fallará ningún arma a quién esté a mi lado, ni información si la buscais, no suelo fallar un tiro y puedo ver sin luz, puedo respirar sin aire... bueno cosas de la tecnología.

Sonrío tras mi máscara tras hacer el último chiste (chiste por lo menos para mí, auqnue no tenga gracia) y me acomodo un poco mejor en el asiento, pero manteniendome rígido y erguido.

Son extraños, peligrosos y difíciles de tratar, peroe stoy seguro de que son prácticos, y eso es lo importante. Un sanador sí que es muy útil.

No se ofendan pero en ese caso sugiero que los que vayan a interrogar a la hermana del cadáver sean algo más...normales; el señor Teccus y el señor Zaddion, acompañados de alguen más, podrían investigar otras pistas.

Por fin abro los ojos.

Pero que otras pistas tenemos, ¿aparte de la estación del tren donde murió y su lugar de trabajo?. Creo que hay que dejar claro los pasos iniciales a seguir. Sin contar a la hermana, eso cre que son tres pistas. Y de momento solo podemos hacer 2 grupos.

 Empiezo a rebuscar en el abrigo y saco un pequeño libro que empiezo a ojear.

Seguro que aqui hay algo que me pueda explicar los pasos a seguir o como me deberia comportar.