El grupo acepta el trato de "Cuerda" Luntz para encargarse de El Cirujano a cambio de 500 créditos para cada uno y unas escopetas....¿y hacer la vista gorda?
Son las 6:00 AM, Zaddion ha realizado algunas curas y habéis descansado bastante. Nadie ha venido a reclamar el piso que ocupáis, de hecho no habéis escuchado a nadie... Todavía no ha comenzado el ciclo diurno pero parece que el bloque habitacional se va despertando.
¿Vais a esperar para otra cura? ¿Salís ya para el sitio? ¿Otra cosa?
La colonia parece ir despertando. La gente comienza a salir tímidamente de sus apartamentos, con aire resignado ante lo que les espera, la rutina diaria, sin descanso, sin entretenimientos, sin recompensas.
Me recuerda a mis días en la nave... siempre vigilante, siempre alerta... el desgaste mental es horrible, no sé como no me volví loco. Aunque quizá por eso la soledad ahora también es mi compañera...
Me pierdo en mis recuerdos mientras miro por encima del hombro al resto de mis compañeros. A pesar del cansancio, aquella vida en la anve me enseñó que nunca se debía dormir más de lo estrictamente necesario. Por eso me despierto antes qeu el resto, incluso quien está de guardia ha sucumbido al cansancio que sigue a la descagra de adrenalina.
Mis pensamientos vuelven a la noche.
Nos han atacado dos de esas cosas. El cabrón que está haciendo eso sabe que estamos tras él, y además lo suficientemente cerca como para arriesgarse a que le saliese mal el ataque. Vamos bien encaminados, así que no será tan malo el trato que hemos hecho... por ahora. Quizá en algún momento haya una ruptura conveniente del acuerdo...
Si quereis os curo, y yo esperaría a la noche para ir al comedor ese. Contactar con el poli bueno ese creo que no seria buena idea, auqnue si alguno se atreve a arriesgarse...
Pongo aqui parte de la conversacion con el tal Luntz, creo que deberiamos seguir su sugerencia...
Cita:
¿Hay algo de comer por aquí? -pregunto para mí y para todos mientras me dedico a abrir armarios y cajones- Si no alguien tendría que bajar a por comida, sin armas -añado para que a ninguno se le ocurra salir con la escopeta en la mano- Incluso podríamos hacer turismo por separado. a ver cuáles son los últimos cotilleos, si vamos a ir a pedir comida, ¿qué haremos si nos piden opinión sobre los cuernos de Mengano?
Ahora que ya es de día, podemos mudarnos al hotel. Allí acabamos de descansar y de curarnos, comemos algo, y nos preparamos para la siguiente pelea, digo investigación, dice Albrek con una sonrisa ácida, consciente de que su fuerte no es la dialéctica.
Esperando a que tomen una decisión yto ya estoy curado por completo. apoyado en una pared y comiendo de la ración que me había traido desde la nave. Ves Atellus nunca debes salir de viaje in tu alpiste, nunca sabes que te vas a encontrar. Chicos si quereis algo de comer, probad esto, no es que sea nada del otro mundo pero para ir tirando funciona. Una vez ofrecido la ración, sigo pendiente ed la orden de partida.
Master si puedes apuntarme las mejoras en mi ficha, es que no se que narices toqué que lo veo todo en codigo y no veo la tabla para modificarlo....
Vámonos, dice el clérigo recogiendo sus cosas. Aquí no estamos seguros.
Y emprende el camino de la calle.
Dejáis el bloque habitacional 7-17 para adentraros en una calle prácticamente a oscuras y con la visión de siluetas recortadas gracias a vuestras quimilámparas. Cuando llegáis a la plaza que domina la Unión de Trabajadores de Tantalus notáis el bullicio del distrito a pesar de la falta de luz: pasos apresurados, murmullos, ruidos de puertas, ....
El mercado ya está medio montado; hay gente desayunando, colocando mercancía, dando los primeros gritos con las ofertas, ... pero lo que intuís en la parte sur de la plaza principal si os llama la atención. La gente se agolpa en las escaleras vágamente iluminadas por focos que suben hasta el tren, por algún motivo no están subiendo.
Cain, ¿puedes mirar de lejos, por ejemplo con la mira de tu arma?, pregunta Albrek, con pocas ganas de acercarse al asunto.
Los demás, despleguémonos un poco. No nos conviene ir en manada.
La lógica de las palabras del humano Albrek no se le escapaba a Teccus. Su cogitador lógico las había recogido y analizado y las ecuaciónes algoritmicas a las que las había sometido habían dado en un sistema binario un resultado de 1 lo cual significa positivo. Sin embargo en algún punto del proceso de análisis Teccus encontró un dilema que casi le lleva a un bucle infinito arreactivo.
Si Teccus paseara sin escolta podría llamar la atención. Al fin y al cabo él era un tecnosacerdote y eso no es algo común de ver en solitario. Y así lo hizo saber ya que su cogitador lógico reseñaba como importante para aumentar las probabilidades de que un conocimiento se esparciera era promulgándolo.
-Errrr Albrek, si yo fuera solo quizá llamaría más la atención que si fuera acompañado, digamos, por mi escolta. No dejo de ser un tecnosacerdote y los entes de mi estatus suelen llevar escolta.
Cita:
Correcto, concede Albrek, asintiendo.
Vamos a formar un discreto perímetro alrededor de Teccus. Cain, Atellus, delante. Zaddion, tú y yo detrás, a un paso de distancia.
De momento hago lo que me dicen. Estoy de acuerdo con lo que han propuesto. Esperemos que las cosas no se pongan feas...
Me coloco en la "posicion" que me habían otorgado. Esperando a ver que cojenos pasaba.
editado...
¡Cómprate unos prismáticos! No te jode...
Extrañado por la idea rebusco en la pequeña bolsa la mira telescópica, la encuentro junto al silenciador que aún no he usado en mi arma. Lo saco y levanto las tapas de ambos lados, dedico un vistazo a la fila de las escaleras y luego uno más concreto a la parte superior. Gentuza agolpada, apretujada, maloliente y miserable. Como odio los mundos colmena, son un auténtico fastidio.
¿Quieres mirar tú? -digo mostrándole la mira al clérigo, al soldado no, que con lo manzas que es igual me lo rompe.
¿No es un poco cómica la escena?
Caín os informa cuando ofrece la mira a Albrek que los ciudadanos no pueden salir de la división. La policía parece haber decretado un cierre del sector y la muchedumbre protesta bastante nerviosa.
¡Qué divertido!, comenta ácidamente Albrek. Como si quisiéramos largarnos. Venga, vamos al hostal.
Y empieza a alejarse en dirección a la salida de la plaza.
Ignoráis los problemas de la gente y seguís vuestro camino hacia el hostal. Este destartalado edificio residencial está marcado por la estropeada pintura del cartel situado sobre su puerta como el “Hostal Coscarla”. Incluso comparado con el resto de la zona, el hostal está en un estado lamentable, los muros están llenos de humedades, la pintura se pela y los muebles están cubiertos de parches de moho y manchas inidentificables. El propietario del hostal es un sudoroso individuo enfermizo y paliducho de cabeza bulbosa que se presenta como Maxus Drayelok.
Buenos días, dice Albrek.
Querríamos alojarnos aquí unos días. ¿Tiene habitaciones libres?
El tipo sonríe con una boca de dientes medio podridos pero aire de suficiencia.
- Por supuesto, tenemos doce habitaciones dobles libres en estos momentos al módico precio de medio trono la noche...e incluimos generosamente la luz y las camas ¿cuántas quieren?
Como ve, somos cinco. ¿Puede habilitar una habitación para tres? En ese caso, dos habitaciones. Si no, tres.