Partida Rol por web

Cuando pasan corriendo por la zona más cerca de vosotros, podéis contar claramente cuatro perros, y además uno se frena y trepa levemente al quitamiedos, que cruje. Ésto os permite verlo claramente.

El animal tiene su vista fija en el cielo más allá del bosque, en dirección a la ciudad, y suelta un tenebroso y grave aullido que os pone los pelos de punta y estremece algo vuestras almas, si bien os parece que podría ser mucho peor. Sin veros, vuelve hacia la carretera y corre para alcanzar a su manada, presumiblemente dirigiéndose todos a la ciudad.

El peligro ha pasado... por ahora.

Vuestra búsqueda por el bosque os lleva a reunir algo de leña, si bien es posible que si buscáis a partir de la carretera tengáis algún sitio para pasar la noche, además de unos pocos frutos. Lamentablemente, éstos no son comestibles a ojos de Lenore. Por lo que sabe, no sólo su sabor sería repelente, sino que fácilmente podrían causar dolores de estómago serios de varios días o algo peor según la cantidad.

Afortunadamente, también logra encontrar al alejarse un poco más del camino unas raíces que pueden comer sin riesgo, pero apenas unos mínimos bocados.

Una vez que aquellos perros infernales se alejan salgo de mi escondite haciendo una seña a Jana para que se acercara.

-Al parecer no habrá problemas, pero al ver a esas criaturas nos podemos dar una idea de porque la ciudad esta en llamas no? Lo mejor será investigar y volver por los otros dos cuanto antes-

Jana se acerca a Leroy solo cuando está segura de que el peligro ha pasado. Ha sido cuestión de pura suerte que la manada de criaturas no siguieran la dirección contraria y encontrasen a Txo y a Lenore. 

- ¿Qué son esas cosas?- Pregunta la muchacha en un susurro mirando en la dirección en la que se han ido los perros- ¿Habías visto alguna vez animales como esos? 

Deja pasar un momento y observa el rostro del hombre.

- La ciudad está siendo bombardeada, misiles... o lo que sea - Señala el cielo donde aún quedan rastros de las estelas de humo - Deberíamos regresar con Txo y Lenore y avisarles de lo que hemos visto, no creo que debamos estar separados mucho tiempo... Menos con esas cosas campando por ahí. 

Txo se alegraba de haber encontrado ciertas bayas rojas, pero Lenore le hizo arrojarlas. ¡Pues qué puta mierda... ! Pensó, por lo que a partir de ahí se limitó a conseguir leña y buscar si tenía la misma suerte que su compañera y encontraba algún tipo de vestigio de la civilización.

-Oye, ¿Esta gente no tarda un poco? Como hayan encontrado un sofá con proyector y se hayan olvidado de nosotros van a ver lo que es bueno...

-No lo se, nunca los vi en mi vida y espero no volver a verlos, sin embargo no se hasta que punto sería bueno volver, terminemos de investigar ahora que ya no hay peligro inminente, al menos hasta un poco más que la entrada y luego volvamos a buscarlos, quizás podamos encontrar algo útil-

Tras decir esto me quedé esperando a ver que quería hacer.

Jana no pareció muy segura, giró la cara en la dirección en la que habían venido y se recordó a sí misma que ella había sido quien sugirió armar una avanzadilla. Lo que sucedía era que la presencia de aquellos perros o lo que fueran, la habían puesto nerviosa, ahora tenía todavía más claro que separarse demasiado no era buena idea. Pero Leroy tenía razón, debían terminar lo que habían empezado. 

- Está bien, vamos - Dijo acercándose a él, bien atenta a todo lo que se movía, sonaba o pasaba a su alrededor. No descartaba la posibilidad de que hubiera muchas más criaturas extrañas por allí, e incluso más peligrosas, y ellos estaban prácticamente indefensos.

Lenore da una paada de frustracion al suelo al ver que no encuentran agua. Aquello si era primordial, una persona puede aguantar casi 1 mes sin comer, pero sin beber solo 5 dias y no recuerda cuando fue la ultima vez que pego un trago.

- Tienen media hora para volver.

No tenia muy claro como iba a medirlo, pero mas o menos seria cuando se cansara de esperar, no iba a deshidratarse por culpa de que otros se hubieran entretenido. La unidad del grupo era importante, pero no mas que ella.

Jana y Leroy finalmente se deciden a salir de su escondite tras el avance de los extraños seres que habían avanzado por la carretera. No existe nada que les llame la atención en las lindes del bosque, y cuando ascienden hacia la carretera pueden ver que el asfalto no está muy gastado: ajado por el tiempo, pero las únicas marcas de paso por esa zona son unas líneas grabadas por las zarpas de los animales, por lo que no hace falta ser muy intuitivo para imaginar que no pueden guardarlas, pero que cortan como pocas cosas.

Ya ni siquiera hay rastro de los demonios, pero en dirección a la ciudad, cerca del borde de la carretera, veis lo que parece una pequeña cabaña que se recorta contra el bosque.

Desde el lugar por el que Jana y Leroy se fueron, repentinamente, se escucha un aullido tenebroso y grave. Es semejante al de un lobo, si ese lobo fuese enorme, monstruoso y tuviera algo de demonio.

Miré a Jana de reojo tras arrodillarme y tocar las marcas hechas en el asfalto.

-Hicimos bien en evitarlas a esas criaturas-

Tras avanzar unos metros me doy cuenta de aquella cabaña y le hago una seña para que nos agachemos y avancemos agazapados hacía allí, debíamos de investigar aquel lugar, podría haber algo útil o en el mejor de los casos tratarse de un refugio.

En la cabeza de la muchacha comenzaron a aglomerarse las ideas. Jana volvió a alzar los ojos hacia el cielo y por primera vez pensó que aquellas marcas como de misiles, tal vez no fueran de misiles, sino de otra cosa peor, quizá algo venido de fuera del planeta, cometas o... Tragó saliva. A lo mejor se estaba volviendo loca, porque no conseguía recordar nada de su pasado ni de ella misma más allá de su propio nombre, pero estaba segura, o creía estarlo, aquellas criaturas no eran algo que hubiera visto antes ¿De dónde habían salido? ¿Qué eran? ¿Qué buscaban?

La silueta de una construcción se dibujó de pronto entre la vegetación del bosque, parecía una cabaña. Leroy le hizo una seña para que se agachase, y ella no discutió, volvió a agazaparse, pero no hizo ningún movimiento más de avance. Miró hacia atrás y pensó de nuevo en los dos compañeros que habían dejado rezagados, cada vez le parecía peor idea haberse separado, si a ellos les ocurriese algo ¿Quién les avisaría? 

Decidió que no quería arriesgar el cuello más de lo necesario ¿Y si en la casa había algo o alguien? Con aquellos perros rondando por allí quizá estuviera vacía, o sus ocupantes muertos, aún así...

No se movió, sentía cómo el miedo la invadía, se quedó allí escuchando los sonidos que pudieran llegar de cualquier parte, observando. 

Ningún sonido apenas, más que el del viento entre las hojas, perturba la tranquilidad del bosque. La avanzadilla ya ha visto la clase de seres que guarda el mundo en el que han despertado, si no fuese por una absoluta certeza de que estaban en la Tierra (y porque dudaban que los alienígenas escribiesen los carteles en inglés), casi podrían plantearse si estaban en un mundo aparte.

Si hay algo atento, está claro que no los ha oído, avanzar o recuperar a los otros primero era la decisión que quedaba por tomar.

-Bueno, me da a mí que ellos no opinan lo mismo. -Sentenció con una sonrisa mordaz.- ¿Llevas contigo tu estoque?

Avanzas veloz y sin interrupción hasta la casa. Observas un poco la zona antes de arriesgarte a mirar por la ventana, y nada ni nadie te perturba. Cuando finalmente miras al interior, tampoco ves nada que te asuste.

Ves cómo Leroy se aleja hacia la casa.

Comenzáis a impacientaros con el retraso del otro par... ¿les habrá pasado algo?

- ¿Les tienes mucho aprecio?

Pregunta sin mirarte, cuando la ves parece que esta seria, se gira penetrando con su mirada en tu alma. Pero no sientes candor como seria lo natural al ver a una niña pequeña, no. Te penetra una gelida indiferencia. No parece que sienta preocupacion por el grupo.

- Te necesito sereno, no carcomido por el remordimiento, asi que dime ¿Les tienes mucho aprecio?

Ciertamente, que hayan tardado tanto, haber oido un aullido estremecedor y la poca equipacion son grandes razones para no ir hacia donde han ido ellos, sin embargo Lenore demuestra una vez mas su poderoso instinto de autoconservacion.