Partida Rol por web

Cada mañana bostezas, amenazas al despertador
y te levantas gruñendo cuando todavía duerme el sol,
mínima tregua en el bar, café con dos de azúcar y croissant,
el metro huele a podrido, carne de cañón y soledad.
Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal,
¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar?

J. Sabina - Caballo de Cartón

El sol no se atrevía a esquivar el cemento que formaba el bloque de edificios donde vivía la Maca, pero el despertador, que todavía no se acordaba de que ya no había supermercado donde ir a trabajar no tuvo piedad. Resonó por todo el pequeño piso con la fuerza de un leviatán rugiente... Tanto la Maca como Agustín, una en la cama, el otro en el sofá, se dieron cuenta de que era inevitable el levantarse. Aparte de eso los extraños sueños de la noche no invitaban a dormir nuevamente...

Abrió los ojos y se puso boca arriba mirando el techo mientras pegaba un largo suspiro, se froto los ojos, y comenzó a levantarse lentamente, aun un poco conmocionado en sus pasos a causa del sueño buscando el baño por el piso, empezó a hablar en un tono lo suficientemente fuerte para que se oyera desde cualquier lugar del pequeño piso

-Por casualidad Maca... no tendrás algo de ropa de hombres de mi talla, no??? Me gustaría bañarme y cambiarme lo que tengo puesto

La Maca asomó por la puerta de su cuarto vistiendo una camiseta varias tallas más grande con una cara sonriente amarilla enorme.

-¿Que?- todavía estaba un poco dormida- ¿Ropa de tío? Hombre algo tiene que haber... aunque no se si te valdrá. Déjame echar un vistazo.- la Maca salió de la habitación.- Pero primero preparó el café, el desayuno de los campeones.

Se metió en la cocina y puso agua y café en el recipiente. Encendió la llama del fuego y puso encima la ennegrecida cafetera italiana.

Después regresó a su cuarto con cara de cansada,debido a la poca tregua que había tenido aquella noche con las pesadillas, y se puso a rebuscar en el fondo de su armario. Estaba casi segura de que tenía que haber ropa de alguno de sus ligues. ¿De Miguel? O puede que de Carlos...

Luego de abrir una puerta equivocada, la segunda que abre es la del baño, entra y se mira al espejo, echándose un poco de agua a la cara... para luego abrir la ducha, la caída de la lluvia artificial comienza a inundar el piso con su sonido constante Agustín se quita la ropa y la tira por un rincón, se mete debajo de la ducha y corre las cortinas

En el fondo del armario de Maca había una variedad inesperada de ropa de hombre. Así que la chica escogió una camiseta con las mangas arrancadas y unos pantalones vaqueros. También había un calzoncillo algo pequeño y dos calcetines que no era pareja.

Abrió la puerta del baño lo justo y dejó la ropa dentro con una toalla limpia. Después fue a la cocina y se sirvió una taza de café. Sabía a rayos, pero necesitaba despertarse.

Cuando escuchó que Agustín había salido de la ducha salió al pasillo y en voz alta le habló.

-¿Crees que el argentino habrá encontrado algo en la libreta?

Cuando sale de la ducha y empieza a extender la ropa, no hace muchas muecas, pero no puede levantar una ceja y sonreír cuando ve el par de medias que no son iguales.
Abro la puerta de baño y el vapor comienza a inundar mi salida de el...

-Pues si a estas alturas no se encuentra en la mitad de las frías estepas rusas con el libro, espero que haya encontrado algo útil... por cierto

mientras se acerca a ella y por primera ves su seriedad desaparece por una sonrisa agradecida y cálida

-Muchas gracias... me alegra que la sobrina del gallego sea tan amble conmigo como lo era el

Se da media vuelta y toma sus gafas de la mesa cercana al sofá y se las colocas, volviendo al mismo tiempo a su seria mueca

-No iba a dejar que durmieras otra vez en un cementerio...- dice la Maca mientras entra al baño con una toalla en la mano. Abre la puerta un poco y le grita a Agustín.

-Tienes café, pero no te lo acabes todo. Y seguro que hay alguna galleta o algo en algún armario.

Después vuelve a cerrar la puerta y pronto se escucha el agua caer en la ducha.

La Maca salió de la ducha envuelta en una toalla. De camino para su habitación sonó el teléfono del recibidor. Los ojos de ambos se centraron en el aparato. ¿Quién podía llamar tan temprano? No le habían dado el teléfono ni al poli ni al argentino... ¿o sí?

Macarena descolgó el auricular.

Descolgó el teléfono mientras agarraba la toalla y se ponía bien el pelo. Una de esas cosas que solo saben hacer las mujeres.

-¿Digame?- preguntó intrigada.

Una voz desconocida le habló al otro lado de la línea. Era una voz joven de hombre y parecía nerviosa. Hablaba de forma atropellada, casi frenética:

- ¿Macarena? Me dijo el Chapas que te llamase... Mira... necesito... necesitamos una movida que tienes tú y que le puede molar al Portugués... Una carta o un rollo así... ¿La tienes? Mira... Estamos metidos en un lío y a lo mejor con eso nos zafamos... Si no a tu primo le va a pasar algo muy chungo... Chungo de veras...

Curioso mira la escena de la mujer enredada en la toalla cogiendo el teléfono, se apoya sobre el marco de la puerta de la cocina mientras toma el café caliente que comienza a empañar sus lentes a causa del vapor

La cara de la Maca se torna preocupada cuando su interlocutor habla.

-¿Quien coño eres? Mira... ¡como le toques un pelo a mi primo...!- intenta parecer segura, pero la voz le tiembla. Mira a Agustín asustada, no está acostumbrada a tratar con criminales.

Le hace un gesto a Agustín para que se acerque y pone el auricular del teléfono entre los dos.

-A ver, a ver. Entonces, ¿quereis la puta carta?

La cara de curiosidad se transforma en una de molestia cuando ve la gravedad de la llamada, con dos o tres largos pasos se acerca a Maca y calla tratando de entender un poco mas la situación pese a que ya vea por donde vienen los tiros

- Eh tía, que yo no le quiero hacer nada a tu primo... Que fue él quien jodió la marrana...- la voz del otro ahora suena agresiva, nerviosa - ¡Yo solo quiero sacarlo de la mierda! Me dijo... Me dijo la movida de la carta y si al Portugués no le devolvemos su movida al menos con la mierda esa de carta lo apañamos... Oye tía... Tía, que no es broma... ¿Vale? Yo... Yo también estoy jodido si no le damos algo al tipo ese... Pero a tu primo lo ha pillado el toro... Cagondiós para que le haría caso al liante... Cagondiós... Te espero en la estación de Metro de Atocha dentro de una hora... Trae la carta y a ver si dándosela al capullo ese nos salvas el cuello... Que ya puede tener razón tu primo porque sino estamos jodidos...

-Joder Richi- la Maca no le hablaba a su interlocutor, más bien se lamantaba al aire.- Bien, bien. Nos vemos en Atocha y me cuentas en que puta movida se ha metido mi primo. Joder, que marrón. Nos vemos en el estanco que hay dentro de la estación, llevaré una chaqueta roja.

La Maca no tenía más que decir y estaba bastante cabreada. Así que colgó el auricular del teléfono y se dejo caer en el sillón.

-Joder Richi- repitió de nuevo- esta vez la has liado pero bien.- Miró a Agustín un instante antes de contarle lo que le había dicho aquel tipo.- Era un colega del Chapas. Parece que a han liado parda con El Portugues, y no se les ha ocurrido otra cosa que darle la puta carta del Tarot...- la Maca miró a todos lados en busca de su cajetilla- Joder, necesito un puto cigarrillo.- al ver que no había ninguno cerca se levantó a buscar uno del cajón de la cocina, donde guardaba los de emergencia. Mientras lo hacía siguió hablando.

-Hemos quedado en una hora en Atocha, a ver que nos cuenta. Pero no me hace ni puta gracia darle la carta así sin más. ¿Llamamos al Argentino? ¿Y al poli? Por lo menos Elías tiene algo que decir en esto. la carta es suya. Además él conoce al Portugues, igual puede echarle un cable a Richi.- la Maca terminó la frase con un cigarrillo entre los labios. Lo encendió con una de las cerillas que tenía para el butano y volvió al salón mientras encendía un segundo cigarrillo con la brasa del primero y se lo tendía a Agustín.

Comienza a caminar de un lado a otro frente al sillón mientras piensa, para luego frenarse y señalar el teléfono

-Llama a Richi, fíjate si esta en su casa y preguntaselo, no caigamos en un posible farol, si esta en su casa dile que se valla a algún lugar seguro que solo tu y el conoce algún familiar o algo, una hora... no creo que tengamos tiempo a hacer una falsificación decente de la carta... llama al madero y cuentale la situación, necesitaremos ruedas para seguir al intermediario y ver si se encuentra con el Portuges

Luego se queda pensando nuevamente...

-Yo iré a entregar la carta tu te quedas esperando en el coche con el poli

La Maca coge una libreta negra del cajón de la mesa del teléfono gira rápidamente la rueda del teléfono marcando el último número conocido de su primo.

-A ver si hay suerte, el Richi no es de los que paga puntualmente, ¿sabes?- mientras espera a ver si da tono y hace un par de intentos habla con Agustín sujetando el teléfono entre la cabeza y el hombro.

-Puto Richi... siempre se mete en movidas en el peor momento. ¿Sabes que pienso yo? Que igual es mejor que vayamos nosotros a ver al Portugues con el tipo este amigo de mi primo. Ya que vamos a usar la baza de la carta mejor intentar sacar algo en claro ¿no crees?- La Maca, sin duda, no era consciente de como de grande era el pez que quería pescar. Nunca había tratado con narcotraficantes.

A la Maca le sorprendió que el número continuase activo. Al menos había pagado las últimas facturas. Sin embargo nadie descolgó el teléfono. Es cierto que Richi podía haber dormido fuera de casa, cosa nada inhabitual en él, pero sumando los factores... no pintaba nada bien la cosa.

Decididamente Richi no estaba en casa... La Maca colgó el teléfono...