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El hombre del traje gris

Pongamos que hablo de Madrid: Macarena

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24/03/2008, 15:37
Director

Las niñas ya no quieren ser princesas,
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra,
pongamos que hablo de Madrid.

J. Sabina, Pongamos que hablo de Madrid

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24/03/2008, 15:42
Director

El infierno tenía que ser un lugar siniestro y oscuro en el que una persona se levantaba una y otra vez sobresaltada por el insistente pitido de un despertador digital. Al menos eso pensaba Macarena al mirar con rencor la agresiva lucecita roja que se encendía intermitentemente recordándole, al son del agudo pitido, que la hora del descanso había llegado a su fin. Las 8:00 AM. Por un momento sintió un ligero sobresalto producto del despiste al pensar que llegaba tarde al trabajo. Luego vino una mezcla extraña de alivio y tristeza al pensar que ya nadie la esperaba en el supermercado. Había cogido la baja permanente obligatoria. Menuda racha...

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25/03/2008, 08:50
Macarena

Apagó el maldito despertador de un manotazo y se incorporó. Pudo ver su reflejo en el espejo, la noche anterior no se había quitado el rimmel y ahora parecía que le hubieran dado una paliza.

Miró la almohada, tenia grandes manchas negras.

-Mierda

Cogió la funda de la almohada y fue a la cocina, todavía medio dormida. Se quito las bragas, lo único que llevaba encima, y las metió con la funda en la lavadora. Puso los restos del café de ayer al fuego y se metió a la ducha.

Después de una ducha demasiado larga salió envuelta en la toalla para encontrarse el café hirviendo.

-Joder

Lo tiró por el desagüe, ya desayunaría en La Perdida, había vuelto a quedar con aquel navajero.

Cogió una galleta reseca de un bote y bebió un trago de agua para hacerla pasar, después fue a su habitación para terminar de secarse el pelo y vestirse.

Entonces la vio, sobre la mesa. Era la llave que su abuelo le había dejado. El día anterior no había pensado que fuera nada importante, pero ahora... La cogió y la puso en uno de sus collares, era una llave pequeña, y el collar estaba lleno de cosas de metal, incluso alguna otra llave vieja. "Así pasará desapercibida", pensó mientras se lo ponía.

El reloj infernal marcaba las 8:34, tenía que coger el siguiente autobús si no quería llegar tarde.

Notas de juego

En principio si no pasa nada más voy al bar.

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25/03/2008, 22:10
Director

El autobús estaba atestado de gente, como siempre a esas horas. Macarena sufrió los empujones habituales, el malhumor de los golpes... el pan nuestro de cada día. Alguna señora la miraba de reojo, sin duda esperando tan solo a bajar del vehículo para comentar, con sus compañeras de tertulia durante la compra, las pintas que las jóvenes se gastaban ahora. Con Franco esto no pasaba. Y así como siempre ha sido y será. Macarena estalló un globo de chicle desafiante a pocos centímetros de la cara de la señora, que se limitó únicamente a rosmar por lo bajo.

Y en ese momento sintió un escalofrío en la nuca. Alguien la miraba. No sabía por qué pero la Maca intuía que la mirada no era de lascivia, ni de curiosidad. Era una mirada de odio puro. ¿Cómo podía saber eso si ni siquiera se había girado para ver quien era el misterioso observador? Lo sabía. Era una mirada que rezumaba rabia, resentimiento, un odio tan grande que por un momento tuvo miedo. Miedo físico, de sufrir daño. Macarena se volvió casi aterrada, como un cervatillo atrapado, al sentir la parada del bus. Miró hacia atrás con el corazón desbocado. Una figura descendía en ese momento del autobús. Un hombre vestido de gris, con un traje arrugado, enjuto. Por algún motivo extraño la chica no era capaz de vislumbrar claramente sus facciones. ¿Era por la gente que se cruzaba alrededor? ¿Era por los nervios? ¿Por qué le producía esa desazón tan grande?

El autobús arrancó mientras Macarena seguía aferrada al pasamano. La figura gris se confundía ahora entre la gente de la parada, pero ella sabía que su mirada seguía fija en el vehículo. ¿Quien era? ¿Por qué provocaba aquella angustiosa sensación su presencia?

Incluso cuando diez minutos después se bajó en su parada la Maca miró alrededor temerosa, como si esperase encontrar una sombra gris acechando en alguna esquina. Sus pasos se encaminaron hacia la Pérdida. Al meterse en el primer callejón que conducía al local vio desde atrás a su primo que caminaba bamboleante, como si fuese borracho.

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26/03/2008, 09:36
Macarena

Todavía tenía la sensación de angustia en el cuerpo cuando vio acercarse su primo. Le esperó un instante, mientras observaba como se acercaba dando torpes pasos.

-Joder tío, ¿estas borracho? No me digas que has estado toda la noche por ahí...

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26/03/2008, 15:12
Ricardo el Chapas

El rostro de Richi estaba crispado, cubierto de sudor. Al bajar la vista la Maca vio que se aferraba las costillas y que una mancha rojiza, no muy grande pero preocupante, se dibujaba en su camisa. La muchacha se acercó rápidamente a su primo, agarrándolo por el brazo. El Chapas temblaba ligeramente pero su temblor no parecía provocarlo la herida.

- No pasa nada...- acertó a decir el chico con un tono de voz que desmentía su aseveración - Es... un tajo pequeño... Si vamos a la Pérdida igual Braulio tiene para vendarlo...

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28/03/2008, 09:25
Macarena

Maca no pudo evitar llevarse las manos a la boca cuando vio la sangre en la camisa de su primo.

Mecagüen la puta de oros Richi! ¿Que te han hecho! - se paso el brazo de su primo por encima del hombro para ayudarlo a caminar.- vamos dentro, joder, tenemos que ver como estas. ¿Es profunda?

Con su primo al hombro entraron al bar en busca de algo de ayuda. Ni se paró a mirar quien andaba por allí

-¡Braulio! ¿Tienes alcohol? ¡Y unas vendas o algo!

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28/03/2008, 19:33
Director

Al entrar en el bar la Maca sentó a Richi en la silla más cercana. Mientras buscaba con la vista a Braulio, que ya se giraba hacia la pequeña cocinilla del local, se dio cuenta de que estaba sentado en la barra el poli de la tarde anterior. Al principio casi no lo reconoció porque iba de paisano, pero era él sin duda. Genial. La policía.

Notas de juego

Pasamos a la escena: Pongamos que hablo de Madrid: Domingo. donde ya te espera Adjany. Cierro ésta.

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07/04/2008, 22:58
Director

La marcha del policía por la puerta dejó a los chavales en un extraño estado de emoción y curiosidad. Parecía como si, de pronto, estuviesen protagonizando una película de misterio. Lástima que el inicio de la trama fuera tan dolorosamente real.

Notas de juego

Seguimos en esta escena después de vuestra breve estancia en Pongamos que hablo de Madrid: Domingo. Rais, te traigo para aquí también ya que tu sigues con la Maca.

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07/04/2008, 22:59
Ricardo el Chapas

- ¿Qué opináis del madero? - preguntó el Chapas mientras se levantaba acariciando su herida - ¿Será de los legales? Braulio ¿se debe algo?

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07/04/2008, 23:00
Braulio

- Nada chaval, Domingo lo pagó todo e incluso dejó propina, no como otros.- dijo con cierta sorna el tabernero.

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09/04/2008, 09:51
Macarena

La Maca dijo adiós a Braulio con un gesto de cabeza y salió del Bar con los dos chicos.

-La verdad es que el tío parece legal. Además, no creo que el abuelo fuera amigo suyo si no era de fiar ¿no? Dijiste que le habías visto con el alguna vez...

Dio una calada al Ducados, ya estaba más tranquila, podía notar como la nicotina se extendía por su cuerpo, relajándola. Aun así no pudo evitar que un escalofrío recorriera su cuerpo al recordar al hombre del traje gris.

-Todo esto empieza a parecer una novela negra, con los símbolos extraños, y ese tipo que dice que son esotéricos, los clavos, el circulo con letras raras... y ahora el tipo ese de gris... Espero que en la habitación del yayo encontremos algo interesante.

Miró a ambos lados de la calle y luego a su primo.

-¿Por donde?

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09/04/2008, 20:39
Ricardo el Chapas

- A poca distancia. El abuelo nunca se alejaba demasiado de la Pérdida.- contestó Richi con una sonrisa melancólica.

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09/04/2008, 20:40
Director

Caminaron poco más de diez minutos entre callejones llenos de suciedad y pintadas. Finalmente se pararon delante de una escalera mugrienta. Una chapa media rota en el portal ponía:

Cita:

Pensión Caridad - 2B
Hay camas

El Chapas llamó al telefonillo un par de veces, insistiendo. Se oyó el ruido del motor del portal y la puerta quedó abierta. Los tres entraron en el oscuro portal. Un viejo ascensor OTIS, en el que apenas cabían, los llevó a la segunda planta.
La pensión era un simple piso grande cuyas habitaciones habían sido divididas por su dueña, Caridad Marquez, para alquilar por separado. La vieja, media sorda y algo cegata, recibió al Chapas con una muestra afectuosa de cariño de la que el chaval intentó librarse. Para ella todos seguían siendo unos niños. Cuando el Chapas le pidió las llaves de la habitación del abuelo un gesto de tristeza recorrió el rostro de la anciana al dárselas.

- Recoged todo bien, niños. Mañana tengo que alquilarla si puedo.- fue lo único que dijo antes de irse a la salita a ver la tele.

Los tres recorrieron el pasillo hasta la puerta indicada y la abrieron. El interior olía a humedad, a tristeza, a vejez. Era un olor extraño, penetrante, que transmitía un respeto por el muerto. La habitación era pequeña: apenas una cama deshecha y un armario de pared, cerrado pero con sus llaves puestas. La ventana, con la persiana cerrada, parecía aguardar todavía a su inquilino para que le permitiese ver la luz del sol. Una mesita medio coja se apoyaba en la pared, con una silla delante sobre la cual descansaba uno de los abrigos del abuelo, un viejo abrigo de hilo que usaba solo para ir a los entierros de los amigos. Irónicamente al único entierro que no lo llevó fue al suyo.

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09/04/2008, 23:10
Macarena

Maca cogió el abrigo de su abuelo. Le trajo muchos recuerdos. Era su abrigo elegante, se lo había puesto las veces que había ido a ver a su madre. Iba a dejarlo de nuevo en la silla cuando se dio cuenta de que tenían que llevárselo, como todo lo demás.

-Oye Richi, ¿por qué no buscas una maleta en el armario? Tenemos que llevarnos todo esto. Y tu,- dijo a Agustín- cuidado con esas manos...

Lo siguiente era sacar toda la ropa de los cajones y el armario. De paso podrían ver si el abuelo tenía algo que les sirviera de pista.

Miró los bolsillos de la chaqueta, sin estar muy segura de que buscaba...

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10/04/2008, 15:30
Director

Macarena rebuscó en los bolsillos del abuelo, con la esperanza de encontrar... ¿que? ¿un significado a todo lo sucedido? ¿un recuerdo? No lo sabía a ciencia cierta pero le pareció lo más normal. Mientras tanto Richi estaba abriendo el armario, en el que solo había una manta y un par de camisas colgadas. Agustín contemplaba la escena apoyado en el marco de la puerta.

La Maca solo encontró un papel encartado en uno de los bolsillos del abrigo. Con cierta curiosidad y algo de cuidado - el papel parecía viejo y frágil, casi etéreo - lo desencartó para leer su contenido. Era una carta manuscrita:

Cita:

Eindhoven, 12 de enero 1935

Querido amigo,

seguramente te extrañará recibir una carta desde Holanda sin remitente. No te culpo. Todos estamos perdidos en un laberinto del cual no tenemos pistas, aunque por lo que parece tu empiezas a intuir algunas. Sigue el camino que te has marcado. No es el azar lo que te llevó hasta el 'Unaussprechlichen Kulten' y su lectura. En esta vida, como comprenderás pronto, nada está más marcado que el camino de retorno. Sin embargo debo advertirte que se aproximan tiempos difíciles para ti y para el mundo tal y como lo conoces. Abandona Madrid cuanto antes y cruza la frontera a Francia. Confía en las palabras de este desconocido que, sin embargo, te conoce tan bien como a su propia sombra.

No puedo contarte más por el momento. No estás preparado para saber más puesto que los carceleros te encontrarían. No menciones esta carta a nadie, ni les comentes el curioso hecho de que sepas leer alemán aunque nadie te lo haya enseñado. Con el tiempo descubrirás muchas más cosas sobre ti mismo que ni siquiera imaginas.

Un saludo desde las sombras del camino,

El Precursor.

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11/04/2008, 12:14
Macarena
Sólo para el director

Notas de juego

¿La carta está en castellano?

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11/04/2008, 23:17
Director

Notas de juego

Sí.

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13/04/2008, 18:01
Macarena

Maca leyó la carta en voz alta. No estaba segura de si podía confiar en Agustín, pero tenía la impresión de que era el único con el que podían contar ella y su primo. Puede que también con el policía...

-¿Creéis que ese libro es del que habló el Argentino del bar? Parece que el abuelo tenía una copia...

Maca miró el armario que había abierto Richi, parecía que su abuelo no tenía demasiadas cosas. Se preguntó donde estaría el libro, cuando...

-Creo... creo que se donde puede estar ese libro.- sentenció

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13/04/2008, 20:31
Ricardo el Chapas

- ¿Qué? - el Chapas parecía algo confuso con el devenir de los acontecimientos. Mientras Maca leía la carta había encontrado un enorme maletón debajo de la cama y estaba procediendo a su apertura - ¿Qué quieres decir con eso de que sabes donde puede estar el libro ese? Del tipo raro del bar tengo su teléfono por si hay que llamarlo...

Richi puso la enorme maleta sobre la cama y revisó los cierres. Era un maletón viejo de cuero duro, de tamaño considerable:

- Joder, aquí coge un puto muerto.- dijo abriendo los cierres.

El interior del maletón estaba lleno de ropa vieja, pulcramente encartada. Richi la iba sacando con la esperanza de encontrar algo en medio de ella, pero pronto todo estuvo esparcido sobre la cama sin que descubriesen nada raro.

- A ver,- repitió - ¿qué coño es eso de que sabes donde está el libro ese?