Partida Rol por web

Es una tarde agradable primaveral, ideal para quedar con los amigos a divertirse. Sofía ha insistido en ser ella la anfitriona en la buhardilla del chalet de sus padres, en Rivas. Poco a poco váis llegando, entre ellos Miguel, el cual está emocionado ya que quiere mostraros un nuevo libro que ha comprado.

Es buen tomo, grande y bien cuidado. Con una portada de cuero viejo y dibujos artesanales, aunque sin título ni autor.

A pesar de ser quien ha dicho de montar partida, y demás... Es la última en subir a la buhardilla. Y, obviamente, lo hace con una entrada dramática. Cuando abre la puerta activa la música del móvil y empieza a sonar Enter Vril-Ya de Therion. ¿Casualidad o cosa del destino...?

- Compañeros... Estamos aquí reunidos - dice entrando con gesto dramático, su cabello suelto, alocado y mojado de estar recién salida de la ducha, el cual moja la camisa blanca que lleva con estampado de un dragón chino. - Para un mundo de posibilidades... Mágico... ¿Estáis preparados para conocer lo inconnocible...? - Realmente quiere montar una escena, un teatro, quiere... recrearse y, para ello, pone su mejor voz de misterio. - Entonces... Damas y caballeros... - silencio.

Uno de sus dedos toca un botón del móvil para cambiar la canción y la música cambia completamente, suena el opening de Afro Samurai.

- ¿¡QUIÉN QUIERE CINCO CHINOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!? - exclama alzando el brazo derecho. Sí, había durado demasiado el teatro.

- ... - Observo en silencio el espectáculo que Sofía monta como entrada en el cuarto. Ya estaba acostumbrado a esos burdos intentos de chiste y no esperaba otra cosa de ella, así que cuando acaba empiezo a hablar yo como si no hubiera pasado nada. - Genial, ya estamos todos. ¿Os parece probar algo nuevo?

Cojo mi mochila, que estaba en el suelo, y la pongo sobre mis rodillas antes de abrirla y rebuscar entre los libros de su interior. - Hace unos días encontré en ebay un libro antiguo de rol y me pareció interesante. El anuncio decía que era mágico, lo cual es una chorrada, pero tenía buena pinta y ha llegado hoy. - Por fin lo encuentro y lo saco. Lo dejo encima de la mesa para que las chicas y Alfredo puedan verlo claramente y vuelvo a poner la mochila en el suelo. - Solo pensad en la cantidad de partidas e historias que habrá visto este libro... Seguro que es divertido.

Aunque no se me notaba mucho, el grupo me conocía lo suficiente para ver lo emocionado que estaba. Cualquiera que dijera "no" iba a sufrir una diatriba de argumentos hasta que cambiara de parecer; y eso también lo podían ver todos.

Sonrio cuando entra Sofia como un huracan. Siempre me he llevado mejor "o eso creo" pienso, con Victoria porque nos parecemos mucho más, pero Sofía... Sofia es como me gustaría ser a mi, en realidad.

Miro a los demás para ver sus caras. Alfredo, Victoria, Miguel... que no sonrie, tan serio como siempre "¿no deberíamos apellidarnos De Serius? ¿o Pragma Ticos? nos pega un montón" me pierdo en mis pensamientos... y cuando vuelvo, Miguel ha sacado ese libro tan bonito que compró el otro día. Cuando lo deja sobre la mesa lo toco con reverencia.

-¿Cuántos tipos de personajes nuevos creéis que nos dará?- Estoy deseando empezar para ver qué se puede ser.

-¡Ah, lo olvidaba! He traido patatas y galletas saladas - digo mientras las saco de mi mochila, junto con mi bolsita de dados.
No concibo una partida sin comida y bebida

Debo reconocer que extrañaba todo esto, si, no podía faltar la entrada triunfal, aunque me da curiosidad el nuevo libro de Miguel

-¿Me dejas ver ese libro?- Tengo que darle una checada al sistema de reglas, reconozco que es divertido cada que intentamos probar un nuevo sistema, pero al mero principio no puedo recordar una vez en que no se haya hecho un caos.

-Quiero ver de que va, ¿Ya le diste una leída?- 

Victoria miró a su hermana y arqueó una ceja "¿Innconocible?" esa palabra existe ¿y la innconozco? reprimió una risita y sólo la sonrió, la gente dice que las gemelas tienen su propio lenguaje, bueno, Sofía tenía el suyo propio y si no, se lo inventaba. -Ana, he subido bebida y cuencos para la comida- y la ayudó a colocar las comida y los refrescos. 

-¿Pero... de qué es el libro? ¿Postapocaliptico? ¿D&D? ¿Mascarada?¿Qué pone en descripción?- le dirigió la pregunta a Miguel, que siempre traía libros y cosas chulas, parecía un niño con un jugete nuevo, y por un instante la tentó negarle jugar ese día sólo para ver su cara, pero habría sido cruel con Miguel.

Observa todo con ojo crítico, sobretodo el "me la repanfinfla" de Miguel... A veces parece que le hubiesen metido un palo por el culo, era muy buen tipo, pero... Bueno, todos son especiales a su manera.

- Eres un encanto, Ana. - Dice caminando hacia la mesa, la cual rodea para pasar un brazo sobre los hombros de Alfredo, a quien da un beso en la mejilla mientras coge el libro. - Con permiso... - Le guiña un ojo con sonrisa divertida.

Se sienta en una silla y acaricia las portadas del libro. Libros antiguos... Le gustan su olor, su tacto... No es muy aficionada a la lectura.. Pero... Le gusta... Ese algo que tienen.

- Bueno, puesto que he dicho que mastereaba, mastereo yo, le doy una ojeada por encima y os comento, porque si le dejamos el libro a Alfredo... - Le saca la lengua - Venga... es con cariño y lo sabes, tío. - Sonríe en general. - Bien, Pues eso... Si es rol, guai, sino pues.. lo abro, leo y me invento algo sobre la marcha, ¿os parece?

Sus manos sólo esperan la aprobación de sus amigos y compañeros para abrir el libro y empezar a leer por encima y así dar comienzo a una de esas maravillosas tardes que les alejaban de la realidad durante unas largas y maravillosas horas.

Diablos, realmente quería hojear ese libro, pero no puedo decirle que no al beso de una linda chica, sobre todo si es el master.

-Jaja- le saca la lenga en respuesta- Eso quiero creer...- en tono divertido

Aunque si tiene un buen punto, es justo que el master conozca antes el sistema...

-Con que no me vuelvan a enjaretar al healer de nuevo...- Haciendo un ademan para que tome el libro.

Por favor, que no me toque a mi de nuevo ser el healer, todos murieron por eso la última vez... u_u

-Quizás esta vez sean otros personajes, quizás sea... futurista, ja ja ja - No puedo evitar reírme porque, si de algo no tiene pinta el libro es de ser de ciencia ficción.

-Mientras Sofia le echa un vistazo para empezar, quiero proponer algo ¿porque no nos organizamos para ir juntos a ver la nueva de Marvel? La estrenan dentro de unos días... Umm ¿creeis que el libro será de héroes? Igual podemos ser personajes de semidioses que tienen que realizar peligrosas hazañas para conseguir un sitio en el Olimpo- digo guiñandoles un ojo y sonriendo.

-¡Oh si a la era de Ultrón, por favor! Y pronto, que en dos semanas me enclaustro para estudiar los exámenes. 

- Mientras no sea entre semana puedo buscar un hueco. - Digo mientras me encojo de hombros. Entonces sonrío. - Aunque habrá que esperar a que publiquen los horarios antes de hacer planes, así que ya tendremos tiempo. - Empujo el libro sobre la mesa hasta dejarlo enfrente de Sofía. - Ahora centrémonos en lo que estamos.

Me había aguantado las ganas de leerlo para poder hacerlo todos juntos, así que estaba deseando abrirlo por primera vez. 

- Nada de encerrarse, eh... - Advierto a mi hermana dejando escapar una sibilina sonrisa. - ... Las partidas son sagradas, recuerda. 

Su mano sobre la tapa del libro. Escucha lo de la película, a ella todo le parece bien, con tal sea de olvidarse de los estúpidos clientes que no les mandan las facturas para contabilizarlas y, encima, les vienen reclamando... Mejor dejar las cosas del trabajo en el trabajo, ahora está con sus amigos y sólo quieres disfrutar.

- Pues... Sin más dilación...¡NINJAS DEL ESPACIO! - Exclamo abriendo el libro. Malvado Warframe y su perversa influencia...

Sofía abre el libro y éste comienza a agitarse de forma incontrolada. Se le escapa de las manos y se mueve sobre la mesa, haciendola temblar sin explicación alguna. Antes de que podáis decir cualquier cosa, una luz blanca, un destello cegador nace del libro e inunda la habitación.

No podéis hacer otra cosa que cerrar los ojos, algunos incluso os tapáis ligeramente con la mano. Se crea un silencio a vuestro alrededor, que sólo acaba con el claro sonido que se produce al pasar la página de un libro.