Partida Rol por web

Oír la voz a mi espalda me sobresaltó. Sin embargo, no me giré hasta que fui realmente consciente de la identidad de quien hablaba. En un principio, creí que Gavilán había logrado regresar mucho antes de lo esperado, quizás incluso a través de uno de mis portales. Sin embargo, la naturaleza de quien hablaba así era muy diferente. Y no me hacía falta consultar el encendedor para saberlo.

Me giré y allí estaba. Ángel Negro, el maldito mercenario, ángel caído, a quien deberíamos haber despachado hacía tiempo. No cabíamos en casa y parió la abuela, como se solía decir. Pero, para mi sorpresa, no venía a por nosotros. Al contrario, sentí una puñalada en el vientre al oírle mencionar que le habían contratado para evitar mi muerte. Porque supe inmediatamente quién lo había hecho.

Ella nunca se alejaba demasiado, nunca dejaba de observar, ni de buscar la manera de torturarme...

Ni siquiera pude saber a qué se refirió como "la anterior". ¿Creía que la última mujer en mi vida había sido Sorgina, o conocía el destino de aquella amiga a la que la demonio había matado? Poco importaba, si aquel capullo marcaba a Adele como una nueva mujer en mi vida, y la demonio actuaba como si lo fuera.

¿A qué estáis todos esperando? -Pregunté girándome a encarar a toda la gente que continuaba allí plantada- ¡Largo, joder! -Exclamé, y al mirar a Adele me señalé la sien un instante, esperando que comprendiera el gesto y estableciera una comunicación mental de esa de mierda. ~Si dejamos que estos dos se zurren, al ganador podría rematarle ese equipo portugués de TecnoRed. Dos pájaros de un tiro. Mantén comunicación con los agentes del viejo para saber cuándo están listos los tecnificados~

Gavilán terminó desapareciendo por el mismo portal que Josu, mirando atónita en aquella dirección mientras la puerta mágica se cerraba. Mi rostro en seguida se giró hacia Parkour, quien planteaba la necesidad de organizarnos y me preguntaba si el detective podría mantener entretenido al héroe nacional un buen rato.

- No lo sé. - Me encogí de hombros, preocupada por aquel fumador empedernido. - Pero espero que sí...

Por el bien de todos, incluido el suyo.

Habíamos comenzado a planear cómo abordar la situación cuando Josu volvió a aparecer, increpándonos porque continuáramos allí, cuando apenas habíamos tenido tiempo de reaccionar. En seguida se puso a indicarnos cómo debíamos proceder. No estaría acostumbrado a trabajar en grupo, pero daba órdenes con una soltura que ni el militar presente. Algo de agradecer en aquella situación, pues parecía el más experimentado en tratar asuntos tan surrealistas como aquel.

Y eso que esta el GEOM presente.

- Alguien tiene que impedir que hagas estupideces. - respondí al detective cuando habló de que no querría irme con los demás, asintiendo ante sus posteriores indicaciones.

Abrí aquel canal mientras seguía a Josu hacia el edificio, pero entonces escuchamos una voz proveniente del cielo. Alguien descendía hacia nosotros, y en seguida comenzó a dirigirse al detective diciendo cosas que no terminaba de comprender; aunque lo que quedaba muy claro es que ese individuo pretendía acabar con Gavilán y evitar que Josu muriera.

Por aquellas alas, terminé imaginando que se trataría del llamado Ángel Negro, aunque no me cuadraba aquello de que llamara “antiguo enemigo” al detective; pues no me había parecido que lo conociera desde hacía tiempo al hablarnos a Valladares y a mí de él. Lo que parecía cada vez más claro si aquel tipo resultaba ser Ángel Negro, era que Josu no se lo había encontrado en el Windsor por haber sido contratado por Kruger.

Miré sorprendida al tipo cuando comenzó a hablar sobre mí. ¿Cómo sabía qué era una metahumana? Y aquello no era todo lo que sabía, dando a entender que era conocedor del pasado del detective tras hablar de mi aspecto y los gustos del mago.

¿De dónde ha salido este?

Continuó hablando con aquella vomitiva prepotencia, dejando claro que lo único que le importaba era que Josu no muriera rápidamente, tras lo que el detective comenzó a gritar a quienes continuaban allí en pie que se marcharan; indicándome después que hiciera uso de mis habilidades, o al menos eso entendí.

- ~Te escucho, tenemos un canal abierto.~ - le hice saber mentalmente, escuchando a continuación lo que tenía que decirme.

Amplié tras ello el canal que había establecido con Valladares, incluyendo a sus hombres en él.

- ~Avísennos cuando estén listos los agentes de TecnoRed.~ - les pedí antes de establecer conexión nuevamente con Josu. - ~Es buena idea lo de dejar que se maten solos, pero por lo que ha dicho el tipo de las alas, esa no parece ser su intención. Creo que, o no se ve capaz de derrotar él solo a Gavilán, o pretende divertirse mezclándonos en ese combate.~

Me volví entonces hacia Parkour, convencida de que seguiría allí el muy cabezota.

- Tienes que irte. Y asegúrate de que los demás también se van. No podemos estar pendientes de que no os pase nada, ¿entiendes? - le expliqué al chico, esperando que así accediera a retirarse, tras lo que me volví hacia el tipo de las alas. - ¿Y cuál es tu plan?

El chaval parece meditar la situación, se le ve con ganas de quedarse pero entiende que no puede rivalizar con Gavilán. Lo mismo que Inezumi, por lo que ambos deciden alejarse junto a Valladares al que sus hombres le piden que se vaya tras recibir esas heridas. Los miembros del GEOM abren más el perímetro pero continuarán en posición y se ve claramente que ellos no van a retroceder, poseen armamento para neutralizarlo si está debilitado ya que uno de ellos os dice:

- Nos alejaremos un kilómetro más o menos, a esa distancia podríamos atacarlo con la artillería de los vamtac si es necesario y nuestros tiradores podrían intentar neutralizarlo con las redes para metahumanos. Espero que vosotros tres logréis debilitarlo, entonces será asequible que lo neutralicemos. - comprueba que el resto está ya evacuado y añade.

Mentalmente le comunican a Adele:

- El grupo de Tecnored llegará en 15 minutos, están ya a punto de alzar el vuelo. De todas formas por si no llegaran, hemos dado aviso a la base de Colmenar Viejo y Torrejón para que pongan en el aire todo lo que tengan y vengan para aquí si la cosa se tuerce...si no damos señales de vida en media hora reducirán esto a cenizas...

- Marcho...tened cuidado... - dice y notáis cierto pesar en su voz. Quería estar hasta el final, valor no le falta pero sí superpoderes. 

Veis como ayuda a Valladares junto con Inezumi y se marchan.

- Gavilán se acerca...preparaos... - dice el metahumano - ...me ocultaré para sorprenderlo ya que no cuenta conmigo...creo que será una sorpresa para él... - su sonrisa es malvada, hay maldad inherente en toda su persona.

Ángel Negro es un metahumano conocido, un mercenario se podría decir. Su aspecto es el de un hombre caucásico bien parecido que posee dos alas negras a su espalda. Mide alrededor de uno noventa y posee una complexión atlética, sus alas le dan una envergadura de unos cuatro metros. 

Sobre los poderes que se le conocen y son de dominio público es la capacidad de volar, posee fuerza y aguante sobrehumano y es capaz de proyectar un fuego de color violáceo aunque no existe ningún superviviente que pueda atestiguar qué daño hace ese fuego. Además se sabe que puede usar su alas como cuchillas y lanzar sus plumas a gran velocidad.

El "plan" de Ángel Negro consistía en pillar a gavilán por sorpresa. Era un plan de mierda, en realidad, tan malo como la mayoría de los que yo mismo hacía, siempre un paso por detrás de mi negro destino. Pero oye, cuando no hay más... Al menos los idiotas del GEOM parecían muy convencidos de tener algo que hacer, usando artillería y redes anti metahumanos si lográbamos debilitar al puto héroe. Como si fuera tan sencillo. No había forma de que yo hiciera un mínimo rasguño a aquel superman facha de los cojones. Quizás si hubiera entrenado mi canalización de energía mística, en lugar de perder el tiempo creando ilusiones que no engañaban a nadie... Pero los soldados se quedarían lejos, y eso era lo que me valía. Y los dos ninjas urbanos también.

Al menos, sólo palmaríamos los más gilipollas. Quizás pudiera lograr alejar a Adele en medio de la escaramuza, y caer yo sólo. Y llevarme al angelito conmigo.

O todo saliera bien, los dos cabrones se matasen entre ellos, y viviéramos felices en el mundo de la piruleta. ¡Qué cojones!

Vale, vamos a suponer que le he cabreado lo suficiente y es a mí a quien quiere... -Sugerí, mirando a Adele de reojo- No necesitas estar en su punto de mira para usar tus poderes, ¿no? ¿Qué tal si te escondes como el angelito y jugamos a las sorpresas con él? -Saqué una cajetilla de tabaco, a la que le quedaban apenas un par de cigarros solamente, y saqué uno, llevándomelo a los labios con un gesto de molestia. Odiaba cuando el tabaco se acababa, aunque también podía ser que no llegase a fumarme aquel último. Saqué el encendedor y prendí el pitillo, pacientemente- Total, se trata de ganar tiempo, no de ganarle. Que se encarguen de eso los portugueses.

Cogí el cigarrillo y tracé unos sellos en al aire a mi alrededor, tratando de generar un escudo místico que seguramente sería insuficiente con una bestia parda como aquella. Pero esperaba al menos poder soportar un primer envite. Pude sentir la energía que moldeaba la esencia misma de la realidad solidificándose a mi alrededor. No era el escudo más resistente que había creado, pero no estaba mal del todo. Pero no me detuve ahí, y seguí trazando sellos en el aire. Uno de ellos abrió un portal a mi espalda, con destino incierto, un punto lejano. No, al abrirse me di cuenta de que no era incierto. Era una playa, aquella playa donde yo practicaba surf cuando no era más que un puto crío, cuando creía que el mundo era maravilloso, y tenía esperanzas y sueños. Una playa fría, bajo un cielo encapotado, con olas altas y ruidosas. Todo un espectáculo. Como la imagen que creé al otro lado del portal, apenas un par de pasos más allá de éste. La imagen de Valladares, una ilusión, sosteniendo una pistola en la mano y sujetándose una gasa en la herida que mostraba en su frente. Con algo de suerte, si el engaño funcionaba, Gavilán creería que estaba evacuando al jefe, y trataría de evitarlo.

Me alegró ver que Parkour aceptaba marcharse junto a Inezumi y Valladares, asegurándonos así de que al menos ellos no corrían ningún peligro. El GEOM se quedó a cierta distancia para servir de apoyo si lográbamos debilitar a Gavilán, preguntándome si aquello sucedería.

Justo después me comunicaron cómo estaban las cosas respecto a Tecnored, dándome una información que trasladé en seguida a Josu, segundos antes de que Ángel Negro expusiera su plan.

Si es que a eso se le puede llamar plan.

- Tecnored saldrá en cualquier momento, estarán aquí en unos 15 minutos. El GEOM ha avisado a las bases de Colmenar Viejo y Torrejón como Plan B. Si Tecnored no aparece tienen órdenes de poner en el aire todo lo que tengan, sea lo que sea eso, y venir hacia aquí. Al parecer reducirán esto a cenizas si el GEOM no da señales en media hora. - transmití telepáticamente al detective.

Josu sugirió que me escondiera, como pretendía hacer Ángel Negro, y así ambos le atacáramos por sorpresa; imaginándose un escenario en el que Gavilán estuviera especialmente interesado en él al haberle cabreado mucho. Actuar de aquel modo tenía sentido, pero no me hacía ninguna gracia que insistiera en exponerse él una y otra vez.

- Está bien, me esconderé. - acepté a regañadientes, aguardando por si tenía algo más que decir mientras veía cómo sacaba un cigarrillo para llevárselo a los labios y encenderlo con aquel peculiar mechero; escuchándole después afirmar que lo que teníamos que hacer era ganar tiempo, siendo cosa de Tecnored el acabar con el supervillano con nombre de ave. - Sólo sabemos cómo empieza esto, quién sabe cómo terminará. - señalé antes de elevarme en el aire, volando hacia un lugar en el que poder esconderme y tener una buena visión de lo que allí acontecía.

Mientras el detective se preparaba, extendí mi campo telequinético para que también le alcanzara a él, tras lo que mi mirada se mantuvo pendiente de los alrededores; lista para usar mis poderes cuando Gavilán apareciera.

Los siguientes minutos pasan a cámara lenta para la mayoría de los presentes. Ángel Negro se oculta en el tejado del sanatorio, esperando su momento. Adele hace lo mismo pero antes protege al mago con su escudo telequinético. Toda ayuda es poca para resistir a Gavilán.

El héroe caído no tarda en aparecer de nuevo, visiblemente más enfadado que antes y con ganas de ajustar cuentas. Aterriza en el suelo provocando un pequeño socavón debido a la velocidad a la que volaba.

Mira al mago, ya que es el único presente al que divisa.

- Buen truco...tengo que reconocerlo... - se mantiene a distancia del detective, pero no aparta su mirada de él. - Ahora en serio dime donde está y me iré...no quiero perder más tiempo. He visto al volar hacia aquí que las bases áreas están con actividad frenética...eso es que los cabrones de los amigos de Valladares han parado todo y que en nada seré perseguido por todo el mundo. - mira a su alrededor un momento y añade - ...el GEOM se ha alejado y tomado posiciones, eso es que tenéis un plan. Por eso te has quedado como señuelo. Interesante...pero no tengo tiempo. Donde está Lars y me iré...última oferta.

Las palabras que me transmitió Adele a través de sus silenciosos poderes me dejaron con los ojos desmesuradamente abiertos, por la impresión. Ella no tenía la culpa, claro, pero era la única que escucharía en su cabeza lo que pensaba sobre el tema.

- ¡Cago en mi puta calavera! ¡¿Cómo que van a salir y hay que esperar a que lleguen?! ¡¿Esos gilipollas aún no han entendido que puedo abrir un puto portal y que estén aquí en menos de un chasquido?!

Quince minutos. Quince putos minutos. Un asalto de boxeo eran tres minutos, y bastaba para que dos contrincantes del mismo peso se dieran de hostias. ¿Quince minutos aguantando al puto superfacha? Intenté apurar el cigarro antes de que llegase, pero ni eso me permitió el muy cabrón. Y claro, ignoró la ilusión que creé a través de aquel portal, y el portal mismo. Como siempre pasaba. Menuda pérdida de tiempo habían sido todos aquellos tomos místicos acerca de la transmutabilidad de la imagen de la realidad.

Ha sido un placer, jefe. -Me despedí de aquella ilusión, cerrando el portal y girándome a encarar a Gavilán, con resignación. El tío ya sabía todo lo que se estaba preparando a nivel nacional, tanto las posiciones del GEOM como lo que se cocía en las bases militares. Con dos cojones, como tratar con un puto dios- ¿No es verdad, ángel de amor, que en esta apartada orilla, más pura la luna brilla, y se respira mejor? -Recité, ignorándole y mirando al cielo- Si se viera la luna habría quedado que te cagas, ¿verdad? Antes se me daba mejor eso de recitar literatura...

¿O qué? -Pregunté girándome hacia él, desafiante. Le di una nueva calada al cigarro y proseguí- Es una mierda de oferta, si no me dices qué vas a hacer si la rechazo, ¿no crees? Dices que me he quedado como señuelo... ¿Sabes lo que hace un señuelo, gilipollas? Ni una puta mierda. No vale nada, como yo. ¿Por qué crees que me he quedado? Porque me importa una mierda lo que puedas hacer. Ya he enviado lejos a quienes verdaderamente importan, y tú vas a caer tarde o temprano. Ya te buscará algún Batman de pacotilla para darte lo tuyo. Yo, como buen pringado que soy, tan sólo quiero ver la cara que se te queda al saber que has perdido y te he tenido haciendo el imbécil mientras todos escapaban. -Le di la última calada al cigarro y lo tiré al suelo, pisando la colilla, y sonreí sarcásticamente- Pero, si quieres saberlo, Lars va camino de la base de TecnoRed en Portugal. ¿Cómo te quedas, genio?

Tal y como Josu había supuesto, Gavilán apareció bastante cabreado, algo que pagó el suelo sufriendo un gran socavón durante su aterrizaje. Desde mi posición en el tejado del sanatorio podía presenciar a la perfección cuanto ocurría.

Haciendo caso omiso a la ilusión creada por el detective, el supervillano volvió a insistir en que este le revelara el paradero de Lars. No parecía haberse dado cuenta de que Ángel Negro y yo estábamos cerca, pero sí de lo que los militares y el GEOM pretendían.

La respuesta del detective no se hizo esperar tras cerrar aquel portal, una respuesta con un más que curioso comienzo, algo muy habitual tratándose de Josu; pero aun así me sorprendió que se pusiera a recitar El Tenorio para ganar tiempo.

La replica no tardó en llegar, queriendo dejarle claro Josu a Gavilán que su plan era una porquería. No sabía cómo se tomaría el metahumano la chulería del detective, pero seguro que bien no. La intervención de Josu dio un giro al final, haciéndome abrir los ojos como platos.

El tipo era un poco capullo, bueno, bastante cuando se lo proponía; pero estaba visto que también muy inteligente. Poseía esa inteligencia propia de quien no había tenido más remedio que espabilar para que el mundo no se lo llevara por delante.

No había nada que pudiera hacer por el momento, así que me mantuve a la espera, atenta a la reacción de Gavilán.

Aunque no lo estás haciendo puedes leer sus pensamientos, la noticia que le acaba de dar Josu lo ha descentrado totalmente.

Tecnored...eso es viable...entonces es posible que estén llegando hasta aquí...tengo que darme prisa, sin el suero no podré recuperarme...Lars es el único que puede hacer perfecto siempre...

Sus pensamientos son de una persona muy preocupada, desesperada en parte.

La cara de preocupación de Gavilán es innegable, las palabras de Josu sobre la base de tecnored lo han preocupado.

- Tecnored...muy buena jugada. Casi diría que un jaque mate. Si ha llegado allí es difícil que pueda con ellos, alguna armadura caería pero no todas...y sería meterme en la boca del lobo. Además si va camino es posible que algún grupo operativo venga de camino. Por eso el GEOM sigue en la zona.

Otea a su alrededor, como si tuviera un presentimiento pero no logra atisbar el peligro que se avecina. Alzando el vuelo desde el tejado del edificio veis a Ángel Negro lanzarse sobre Gavilán. En las caras de villano (ahora aliado momentáneo) podéis ver una sonrisa diabólica. 

Sangre brota de su rostro mientras va volando

En el último momento se da cuenta de que algo pasa a sus espaldas. Logra esquivar el primer golpe de Ángel Negro, incluso el segundo que parecía que tener que haberle alcanzado pero no el tercero. Un directo a la cara que lo lanza volando varios metros y choca contra el suelo arrastrándose durante otros metros.

Ángel Negro os hace un gesto para que lo ataquéis con todo lo que tengáis. Ahora es el momento de darle con todo...

La cara de "me la han jugado" que puso el antiguo héroe no tenía precio, una pequeña victoria en medio de tanta mierda. Sus esperanzas de conseguir ayudar a su jefe se desvanecían, y se estaba quedando sin opciones y sin tiempo. Eso era bueno, en parte, pero también tenía su lado negativo. Después de todo, y yo lo sabía bien, el que lo tenía todo perdido dejaba de tener miedo, y por tanto era capaz de hacer muchas tonterías. Como quedarse en busca de venganza en lugar de escapar. Lo mismo debió pensar Ángel Negro, pues no esperó un instante más para salir a por su presa. Sin duda, calculó que Gavilán no tardaría en darme un escarmiento por haberle tocado tanto las pelotas. En cierto modo, también era bueno que lo hiciera, o escaparía de los agentes con tecnoarmaduras que debían detenerle. Yo era un cebo, eso todos lo teníamos claro.

¡Acigam noicceyorp! -Exclamé acumulando rápidamente la energía de la realidad que se acumulaba a mi alrededor, arrojando sendos rayos contra el héroe. Tal como ya me esperaba, a pesar de que impactaron en su cuerpo no hicieron más que hacer saltar unas chispas que no parecían hacerle ni cosquillas. A lo sumo, o eso esperaba, podían sacarle de quicio- ¡Eh, gilipollas, acaba de jugar conmigo antes de empezar un partido con otro! ¡Recuerda quién te ha hecho jake mate!

Sólo buscaba provocarle, claro. No con la intención de que me aplastase como al gusano que era a su lado, pero si para que al menos levantase la bota. Aún tenía un as bajo la manga, y si bien no era capaz de hacerle daño, quizás sí podría ayudar un poco a Ángel Negro en su duelo personal.

Mientras aguardaba el momento de entrar en acción, me sorprendí escuchando los pensamiento de Gavilán. Parecía muy preocupado, mucho más de los que aparentaba, incluso diría que algo desesperado. Aquello fue lo primero que llamó mi atención, pero pronto lo hizo otra cosa.

Joder... Qué engañados nos han tenido...

Todo sucedió muy rápido entonces. Gavilán apenas terminaba de hablar cuando Ángel Negro se lanzó a por él. Su primer y segundo ataque fallaron, pero no el tercero, dejando claro que aquel enviado del infierno era alguien temible.

- ¡Josu, no es invencible! - grité telepáticamente al detective, mientras buscaba algo pesado que arrojar al “supervillano” tras haber visto la señal de Ángel Negro. - ¡Al parecer necesita un suero para poder recuperarse, uno que hace Lars!

Obviamente no era necesario alzar la voz, pero la adrenalina mandaba ya en aquellos momentos, en los cuales el detective ya se encontraba atacando a Superfraude y provocándole para que fuera a él a quien atacara. Hice un gesto con mi mano desde donde me encontraba y moví un contenedor de escombros que se encontraba en las inmediaciones del sanatorio abandonado, lanzándolo en dirección Gavilán, que aún continuaba en el suelo.

Los impactos del mago queman parte de su ropa dejando a la vista su piel desnuda. Ha sentido las descargas de energía mágica

Un contenedor lleno de escombros cruza entre vosotros para ir a caer encima de Gavilán desde una altura considerable (100 metros) que al chocar contra él se parte en mil pedazos y crea una especie de neblina de polvo alrededor del sitio donde yace. El golpe ha sido brutal, y cuando la niebla se disipa podéis ver que Gavián está sangrando profusamente por nariz y boca. Tiene heridas en los antebrazos y manos de intentar evitar el golpe de la escombrera.

Se intenta levantar y con suerte lo consigue aunque podéis ver que le ha costado. Ahora tiene tres enemigos delante, un par de ellos con una gran pegada y eso le preocupa. Veis auténtico miedo en sus ojos. La situación que él creía tener controlada se ha descontrolado totalmente.

Sus opciones menguan y podéis notar que los miembros del GEOM se están envalentonando en la distancia y empiezan a encender sus vehículos. Gavilán se da cuenta de eso y alza el vuelo para intentar escapar...pero vosotros aún podéis darle caza...

Mis ojos se abrieron de par en par al ver cómo reaccionaba Gavilán al impactar sobre él mis descargas de energía mística. Las había sentido, y yo no tenía la impresión de que fuera a sentirlas. Algo no cuadraba, a pesar de que eso no terminaba de cambiar las cosas. Pero sí lo hizo oír las palabras de Adele en mi cabeza.

- ¡Hijo de puta! ¿Lo que le hace tan especial procede de una probeta?

¡La hostia! -Exclamé sobresaltándome y dando un paso atrás, al ver aquel contenedor volando contra el héroe- ¡Eso se avisa, joder!

Pero el contenedor no era suficiente. Le había hecho daño, eso sí, y en la mirada de aquel Supermán de pacotilla se veía lo mucho que él lo sabía. Que estaba en desventaja, que perder era una posibilidad, que dos de los tres cabrones presentes podían darle para el pelo. Y al tercero le encantaba dar por saco, era como un grano en el culo.

¿¡Dónde vas, Supercoco!? -Grité al ex héroe, moviendo mis manos ante mí como si estuviera modelando en arcilla una enorme figura. Realmente estaba modelando el tejido de la realidad, del espacio, creando un portal sobre Gavilán justo en su línea de ascenso. Si pensaba salir volando, ascender no le serviría para subir. Muy al contrario, encontraría un portal en cuya salida sólo encontraría el suelo. Un muro macizo contra el que estamparse- ¿¡Te explico la diferencia entre arriba y abajo, gilipollas!?

Esa sería la estrategia. Tanto Ángel Negro como Adele tenían la suficiente pegada para hacerle daño, así que yo me ocuparía de retenerle en aquel punto, la jodida zona cero, para que ellos hicieran su parte.

Ver aquel contenedor romperse en mil pedazos estuvo a punto de hacerme pensar que mi intento de nada había servido. Sin embargo, cuando la polvareda provocada por los escombros se disipó, pude ver que el supervillano no sólo sangraba por nariz y boca, sino que también tenía varias heridas en manos y antebrazos; seguramente fruto de haber intentado parar el golpe con ellos.

Sonreí, casi sintiéndome culpable por ello. ¿En qué momento herir a alguien se había convertido en una alegría? Supuse que en el momento en el que de ello dependía la seguridad de mucha gente, aunque puede que se tratara de algo más.

Gavilán se puso en pie, aunque con dificultad. Parecía tener miedo, y ante el movimiento del GEOM echó a volar, parecía querer escapar. Desde luego, aquello no le resultaría sencillo, algo de lo que me convencí aún más cuando al empezar Josu a gritar vi cómo abría aquel portal en la trayectoria de Gavilán.

Mi mirada viajó rauda hasta una pieza de maquinaria de construcción, ¿era eso una hormigonera? Quién sabía, no tenía ni idea de esas cosas, pero parecía lo suficientemente pesado como para servir a mi propósito.

- ¡Allá voy, apártate! - anuncié al detective mentalmente antes de mover el brazo en dirección a nuestro adversario, lanzándole aquella máquina.

No creía que aquello fuera a ser suficiente, así que cuando la “hormigonera” impactó contra el supervillano, busqué otra pesada máquina que arrojarle; atacándole con ella acto seguido.

La huida de Gavilán no pudo ser más penosa...un portal abierto en el momento oportuno y Gavilán se estampa contra el suelo provocando un pequeño boquete y un golpe fuerte en la cara. Gavilán ya sabe que está jodido y que escapar no será fácil...

Pero su desgracia no terminaba en ese momento, al alzar la vista para observar la situación ve como un camión hormigonera se abalanza sobre él sin poder remediarlo. El camión cae como un plomo sobre el héroe caído en desgracia.

Ángel Negro revisa la situación en la distancia y dice darle el golpe de gracia golpeando a través del camión atravesándolo por completo y dejando KO a Gavilán.