01:17 am

La noche es fría en la capital. Nada de extrañar ya que aún estamos a principios de Febrero y es uno de los meses más fríos del año. Los meteorólogos han predicho que en los próximos días las temperaturas bajarán todavía más y de manera brusca ya que se acerca una masa de aire polar. El frío no es algo que te importe demasiado, pero aún así es un factor a tener en cuenta cuando no eres humana al cien por cien.

Conectas la televisión para ver si hay alguna noticia interesante y ves que que en las cadenas locales están dando la misma noticia: el edificio Windsor está en llamas y los bomberos lo han dado ya por perdido y están concentrando todos sus esfuerzos en impedir que se propague a los edificios cercanos. Muchos en la televisión lamentan que las unidades de Tecnored que había en la capital hayan sido enviadas a Bruselas tras el cambio de gobierno, las unidades tecnificadas españolas aún están en paños menores y no han podido ser desplegadas aunque otros indican que poco se podía haber hecho con ellas ya que el incendio parece tener vida propia. Se ha anticipado a todos los intentos de los bomberos en atajarlo, impidiendo a éstos hacer algo.

En ese momento ves una imagen de una lengua de fuego que casi coge a varios bomberos que bajaban por las escaleras hacia un camión. Por suerte ninguno de ellos ha sufrido daños a pesar de que la deflagración casi los envuelve.

Piensas en si podías hacer algo o no en esta situación...y mientras estás dudando si acudir a ayudar a los bomberos captas un mensaje por una frecuencia usada sólo por el ejército de tierra que habla de un ataque en curso a un convoy militar en la sierra madrileña. Al parecer un grupo de fuerzas desconocidas han atacado al convoy que transportaba equipamiento militar por una ruta segura. Han perdido ya un camión pero los otros cuatro sigues huyendo mientras las fuerzas enemigas siguen disparando contra ellos...

Solicitan ayuda desesperadamente...el problema es que los helicópteros de la base de Colmenar Viejo no llegarán a tiempo...pero tú podrías llegar sin problemas...

A aquellas horas estaba sin demasiado que hacer. Aún no me había metido en la cama, tampoco tenía que madrugar demasiado al día siguiente y estaba cotilleando cosas por internet y por la radio, pues era la mejor forma de pasar el tiempo. La otra forma era ver la tele y la verdad es que a esas horas tampoco había mucho que ver.

Lo primero que llamó mi atención fue el tiempo. No me gustaba que hiciera demasiado frío, no porque fuera a sentirlo, ya que hacía tiempo que había dejado de servirme el termómetro para medirme la temperatura, sino porque con demasiado, podría fallarme algún sistema o a saber qué. De todas maneras, no creía que fuera a hacer tanto frío en Madrid como para llegar a esos extremos, que no estábamos en Siberia.

De repente una noticia llamó mi atención y entonces sí que conecté la televisión para ver el incendio. Sólo esperaba que a esas horas no hubiera demasiada gente en el edificio. Seguramente podría haber sido una catástrofe pero de haberse producido durante el día.

- No voy a quedarme aquí mirándolo por la tele.

Me levanté y me fui a vestir: Unos pantalones negros, una camiseta del mismo color, un jersey y una cazadora, incluyendo una de esas botas militares... Sí, iba de forma que no llamara mucho la atención de no ser porque me había puesto el casco, aunque de forma que parecieran gafas, lo que me dejaba con pintas de esquiadora pero sin esquíes.

Cogí la pistola y la guardé entre la ropa y justo cuando iba a salir por la puerta escuché la otra llamada, ya que me había mantenido alerta después de ver lo de la tele.

- Esto...cambio de planes.

Iba a ir con la mismas pintas y llevando lo mismo encima, así que cuando salí del piso en el que vivía, lo hice pensando en que los militares parecían necesitar más ayuda. Además, tampoco se podía dejar que la gente fuera por ahí robando equipamiento militar, que las desgracias no solían ocurrir solas.

Vivía en un último piso, a posta, así que salí al balcón, cerré la puerta desde fuera y luego simplemente activé los propulsores para acudir a la llamada. Sí, puede que aquello no fuera mi trabajo, pero de vez en cuando echaba una mano.

Sales volando en dirección a la Sierra. Localizar el convoy no es difícil ya que con la visión infrarroja del casco puedes ver en condiciones de baja luminosidad. Lo primero que detectas son dos vehículos en llamas, por lo que puedes ver al pasar sobre ellos son VAMTAC del ejército de Tierra. Poseen un blindaje bastante poderoso, por lo que no es normal que los hayan podido destruir fácilmente. No ves supervivientes en dichos vehículos, parece que todos han muerto en la explosión.

Por la disposición de los vehículos se dirigen hacia el norte. A unos veinte kilómetros de esa posición localizas al resto del convoy. Son camiones militares IVECO, los normales del ejército español. Contabilizas un total de cuatro camiones que huyen de varios vehículos todoterreno de color negro. Pero algo llama tu atención, entre esos vehículos ves a un hombre corriendo a una velocidad superior a los cien kilómetros por hora...

Lo examinas detenidamente con el amplificador de imagen y puedes ver a un hombre en una servoarmadura.

De todos los que persiguen al convoy es el adversario más peligroso al que se enfrenta el convoy. Sin él puede que tengan alguna oportunidad...

Aquellos camiones estaban destrozados así que no merecía la pena detenerse, a fin de cuentas, no parecía posible ir a encontrar a ninguno de los ocupantes con vida. Lo mejor sería continuar y tratar de localizar a quienes aún estuvieran con vida y así procurar que salieran de aquella aún respirando.

No tardé de localizar a los camiones que aún estaban en movimiento, pero también vi lo que les estaba persiguiendo y aquello no me gustó nada, sobretodo, porque conociéndome a mí, era casi imposible saber qué era lo que podía hacer un tipo como aquel, que la verdad, es que corría que se las pelaba.

- Vamos a comprobar en seguida qué eres capaz de hacer...

Al menos, contaba con que mientras ese tipo estuviera entretenido conmigo, los camiones podrían seguir su curso y tratar de llegar a algún sitio seguro, aunque en mitad de dónde estábamos, no tenía muy claro dónde podía ser eso.

Así, una vez decidí el plan a seguir, que no era otro que enfrentarme al que parecía ser el más peligroso, me acerqué a una distancia en la que pudiera disparar, mientras iba cargando los repulsores y ya cuando estuve a una distancia en la que poder disparar, no me lo pensé. No iba a caer la breva de que se muriera antes de darse cuenta de que yo estaba allí, pero iba a poner todo mi empeño en ello.

Tu disparo impacta de lleno en tu objetivo y puedes ver como sale disparado hacia el campo que rodea la carretera. Puedes ver el cuerpo a unos cien metros de distancia del sitio donde le has dado. En el mismo impacto uno de los coches que perseguían a los camiones resulta dañado y acaba volcando en la cuneta. El resto de vehículos se paran y varios hombres armados salen y empiezan a apuntar a todas direcciones ya que todavía no saben quién les ha disparado o desde donde...

Uno de los hombres armados parece detectarte y avisa al resto, no entiendes en qué idioma están hablando. Te suena a un idioma del este, puede que sean eslavos.

Varios de ellos te apuntan pero ninguno te dispara, puede que hubieras alcanzando al líder y les cueste tomar decisiones sin él o que estén esperando a que actúes para atacarte. Su armamento es básico: fusiles de asalto, subfusiles...pero te preocupa ver que varios llevas lanzacohetes RPG-7. Esos sí que te pueden hacer daño...

Algo me decía que el hombre que había salido despedido no tardaría en volver a aparecer, pero por el momento me había librado de él lo justo para poder deshacerme de los que estaban ahí abajo, que con las armas que llevaban no podían hacerme nada. Esperaba no llevarme una sorpresa al bajar al suelo, pero de todas maneras, no tenía más opciones.

Volé hasta estar cerca de los camiones y luego me posé en suelo, echando a correr hacia donde estaban aquellos cabrones que habían intentado llevarse el armamento militar.

De todas maneras había algo en todo aquello que no me gustaba y era que estaba sola y para cualquier cosa no contaría con nadie que me cubriera las espaldas. Además, las cosas estaban demasiado tranquilas para nada bueno, aunque esperaba que sólo fuera porque se habían asustado un poco porque les había disparado con bastante caña sin que se lo esperaran.

Eso sí, no pensaba bajar la guardia en ningún momento, por cosas más tontas se había muerto gente.

Los hombres te siguen apuntando mientras desciendes, ahora mismo eres su centro de atención. Puedes ver que no tienen miedo de ti, sólo están esperando órdenes o simplemente el momento oportuno. Los estudias un instante, todos poseen cortes de pelo de estilo militar y por su forma de coger las armas tienen entrenamiento. Seguramente sean mercenarios, antiguos miembros de fuerzas especiales de países en guerra.

Ves a los que sostienen los lanzacohetes que están tomando posiciones, preparan un ataque inminente. 

El hombre al que disparaste aparece en escena andando hacia ti. Parece cabreado aunque mantiene la calma. No parece hundido

- Buen disparo...

Dice castellano aunque con un fuerte acento alemán.

- No esperábamos que nadie nos estropeara la operación con el incendio en curso... - hace una pausa y mira a sus hombres, los ve dispuestos así que sonríe - Sólo quiero saber un par de cosas...¿quién eres y qué nombre quieres que pongamos en tu lápida?

En su mano derecha sostiene una espada. En ese momento no lleva ningún arma de fuego aunque puedes ver que posee un par de pistolas automáticas. Puede que te esté invitando a luchar cuerpo a cuerpo...

Sus hombres siguen en posición y te tienen todos a tiro. En el caso de que alguno de los lanzacohetes te impactara de lleno podrías pasarlo mal aunque tienes una ventaja muy importante contra ellos: puedes volar y ellos no tienen alas.

Sonreí mientras me daban el ultimatum. No había querido seguir disparando porque no sabía qué contenían los camiones y no quería que ocurriera ninguna clase de desastre. No quería arrasar medio Madrid en el intento, por mucho que estuviéramos a las afueras, pero claro, no es que hubiera tenido muchas posibles estrategias teniendo en cuenta en que seguían llevándome bastante ventaja.

Mientras empezaban a hablarme activé la cámara y conecté vía satélite con la base de seguridad de mi empresa. Desde ahí mandarían después las imágenes a la policía. Si yo no conseguía deternerlos al menos tendrían algunas caras para poder perseguirlos después.

- Sabes que ahora mismo tu cara está siendo transmitida ¿verdad? A menos que no quisieras reivindicar esto públicamente, en este momento todo el mundo a visto tu cara. - Fue mi única respuesta. Si quería mi nombre la llevaba clara. - Puedes poner en mi tumba " Murió intentando meterle la bota en el culo a un gilipollas ". - Ahí, encima yo iba provocando, cómo me gustaba el riesgo o quizás, era que no pensaba demasiado bien lo que decía antes de abrir mi bocaza. 

Era el momento de ponerse a pelear y bueno, la verdad es que los lanzacohetes que estaba viendo sí que era algo que me preocupaban, aunque estaba claro que si estaba lo suficientemente cerca de ellos no dispararían o la onda expansiva acabaría también con ellos.

- ¿Vas a seguir hablando mucho tiempo o es que te mola el rollo de ser el centro de atención?

A mí lo de hablar demasiado no me apasionaba, por lo que pensaba pasar a la acción en breve.

El hombre se queda mirando y sonríe. No parece amedrentado, además tiene muchísimos hombres a su lado. Además a pesar de tu ataque no tiene ningún síntoma de estar herido...y eso que no lleva una tecnoarmadura.

- Me da igual que mi cara se vea precioso...total ya me conocen y saben de lo que soy capaz.

No teme que lo vean, si conocen su cara puede que sea conocido y entonces habrá información sobre él y sus conocidos lo que te podría venir bien para saber qué sacan de esto y sobre todo qué hay en esos camiones del ejército español.

Notas que él también se prepara para el combate también, aprieta con fuerza la espada y tensa los músculos. En su mirada ves la sed de sangre y una sonrisa diabólica se dibuja en su cara.

La idea de que se fuera a achantar un poco cuando le dijera que le estaba grabando no había hecho mella, es más, casi había conseguido ponerlo más farruco. Y no, no creía que ningún hombre fuera tan fanfarrón si no sabía pelear o hacer daño de alguna manera. Nadie en su sano juicio estaría vacilando así a alguien que acababa de disparar como lo había hecho yo a no ser que fuera idiota, que no parecía el caso, o que tuviera un as en la manga, lo cual, no me gustaba nada.

De todas maneras, algo estaba claro, era el momento de dejar de hacer conjeturas y ponerse mano a la obra. Directamente decidí que lo mejor sería comprobar qué tal se las arreglaba en el combate cuerpo a cuerpo, así que opté por todo un clásico y estampar mi puño en su cuerpo.

Lo primero era lo primero y prefería tantear a mi enemigo primero no tuviera que enterarme de que tenía alguna habilidad de esas que cuando una descubre ya es demasiado tarde.

- Mira como tiemblo... - No iba a decirle que me producía mucha intranquilidad. Vamos, eso sería ponérselo en bandeja.

No me hice de rogar más y salté directamente al combate.

El golpe impacta de lleno en tu rival pero parece que su armadura está rodeada de un campo de fuerza energético y éste parece no gustarle la interacción con tu cuerpo. Notas como la corriente de ese campo recorre tu puño...aún así tu puño impacta de lleno en su cara.

Tu golpe parece dañarlo y notas una mueca de dolor en su rostro además de que su cuerpo retrocede unos metros aunque no tanto como te gustaría. Te mira fijamente, ya no sonríe.

- Ha sido un buen intento hija de puta...pero ahora me toca a mí... - dice mientras se lanza hacia ti a tumba abierta. 

Lanza su ataque contra tu rostro para equilibrar la balanza. Su ataque es contundente y te lanza hacia atrás unos metros. Ahora ves que sonríe. El cabrón parece que pega duro...el cuerpo a cuerpo será jodido contra él.

No me gustó absolutamente nada la sensación de aquel campo de fuerza que lo rodeaba, pues me hizo sentir un cosquilleo que sabía perfectamente lo que significaba y aunque cuando aparté el puño después de golpearlo me sentí bien, sin que nada hubiera sucedido, sabía que había sido una cuestión de suerte el hecho de que no me hubiera frito ningún sistema.

- ¿Por qué siempre me meto en estos líos? Tenía que haber ido a ayudar a los bomberos y que los militares se buscaran la vida. - Porque sí, allí estaba yo, en mitad de la nada, sin ayuda alguna, con un tío delante que iba aún más armado y protegido que yo y tíos apuntándome con un lanzacohetes. Estaba claro que me gustaba el riesgo.

Aprovechando que me había desplazado unos metros hacia atrás, di un salto para alejarme aún más de él y usé los repulsores. Corría el riesgo de no contarlo si iba al cuerpo a cuerpo, así que tendría que comprobar qué era lo que podía hacer disparándole desde lejos.

- Eres un bocachancla...

Sin necesidad de decirle más, disparé, necesitaba tantear también aquello.

Tu disparo de energía se diluye en su campo de energía. Kruger sonríe ante la perspectiva que tus armas no pueden perforar apenas el campo de fuerza que lo protege.

- Creo que deberías volver a casa y mejorar tu armamento guapita de cara... - dice despectivamente - ...no voy a gastar mi tiempo contigo... - mira a sus hombres y les dice en alemán - Töten Sie dass die Hündin!

Sus hombres cargan sus armas y te apuntan. Son demasiadas y los lanzacohetes te pueden hacer verdadero daño. Kruger te da la espalda y empieza a correr hacia los camiones. Parece pasar olímpicamente de tu presencia, pero bueno ahora mismo tienes otras preocupaciones...unas treinta para ser exactos.

Me dio mucha rabia escuchar sus palabras, sobretodo, porque estaba viendo que tenía razón y que estaba haciendo un poco el gilipolllas intentando combatir contra él, pues prácticamente desde el primer ataque ya había visto que no iba a poder hacer nada contra él, pero si pensaba que me iba a tirar de los pelos porque me diera la espalda la llevaba clara.

- Como prefieras... - Dije encogiéndome de hombros.

No tenía ni puta idea de alemán, pero no iba a quedarme a comprobar que lo que había dicho significaba algo así como acabad con ella o lo que fuera. Puede que no pudiera con él, pero podía convertirme en una mosca cojonera y eso era lo que iba a hacer.

Antes de que empezaran a disparar salí volando hasta alejarme lo suficiente como para que no pudieran alcanzarme y luego simplemente sonreí. Ahora estaba bastante enfadada e iba a buscar la manera de putearlo aunque fuera lo último que hiciera.

Esperé para ver si seguían avanzando, aunque en mi mente ya se había dibujado un plan.

Los hombres empiezan a disparar contra ti, al alzar el vuelo esquivas las balas poniéndote donde no pueden llegar. Es fácil esquivar esas balas aunque los lanzacohetes son harina de otro costal. Mientras vuelas sufres el impacto de tres cohetes, haciendo que tu vuelo termine abruptamente y caes a un par de kilómetros de distancia de donde están los alemanes.

El daño de los cohetes es bajo para los estándares que tu cuerpo suele aguantar. La verdad es que has tenido mucha suerte en esta situación, los RPGs que eran tu principal miedo no parecen ser lo más peligroso.

El suelo está húmedo y amortigua tu caída aunque tu orgullo claramente está herido...va siendo hora de que te vengues de esos mercenarios...

- ¡Coño! ¡Joder! - Exclamé cuando caí sobre el suelo después de recibir aquellos impactos. - ¡Me voy a cagar en la puta madre de todos los alemanes! ¡Panda de desgraciados! - Aún salieron de mi boca algunos insultos más, pero tras eso y un par de gruñidos decidí que quizás no pudiera matarlos a todos, pero era una mujer muy paciente y cabreada, pues era como todas, alguien con ganas de tocar mucho las pelotas.

Me puse en pie, me sacudí mínimamente el polvo con las manos y volví a ponerme a volar, aunque esta vez mi idea era avanzar un par de kilómetros por delante de donde iban ellos. La idea era sencilla. Ellos llevaban camiones y se los tenían que llevar a alguna parte, si no podían pasar por el camino con los camiones, se iban a quedar allí atascados y pensaba hacer tantos agujeros en el camino que como mucho iba a poder pasar el jefecillo listo de los cojones y usando la fuerza. Si después volvía hacer lo mismo atrás y en los desvíos que pudiera haber, que para eso ya estaba buscando el mapa de la zona, la única posibilidad que tendrían serían llevarse las cosas encima o volando...

Decidí activar también el radar. Quería salir viva de allí, aunque iba provocando, todo fuera dicho.

La zona sólo tiene una carretera por la que puedan circular camiones, en cambio vehículos todo terreno podrían circular por muchas carreteras secundarias y también monte a través. Los camiones están en su misma posición, parece que no los han desplazado. Cuentas la mitad de vehículos; el resto ya no están...y tampoco ves al cabrón de su líder.

Pero la otra mitad de mercenarios sigue disparándote aunque tras elevarte no logran acertarte. Puedes ver que han tomado rehenes, tienen a los soldados que conducían los camiones. Otros están descargando cajas de los camiones y puedes ver que las cajas ponen lo siguiente: 'H&K G3'.

Examinas la zona pero no logras encontrar a ninguno de los otros vehículos, parece que han desaparecido...puede que usen algún sistema de ocultación o los haya tragado la tierra. Activas tu radar para detectarlos pero sin éxito; en cambio detectas algo interesante. Hay dos señales claras que se acercan a tu posición a toda velocidad. Están a un par de minutos de tu posición, y tienes la extraña sensación de que no van a ser nada amistosos, por su dirección vienen de Torrejón de Ardoz.

Ya había visto que pelear no servía de nada, lo cual, aunque me daba algo de rabia, siendo un poco sensata, estaba claro que por muy bruta que fuera no tenía nada que hacer contra un ejército, que era lo que había hecho. El hecho de que tampoco pudiera cortarles los caminos, ya me tocó un poco más los ovarios, porque claramente, a lo que estaba haciendo ahí arriba ya lo denominaría perder el tiempo.

- Debería irme y pasar el tiempo como la gente normal, viendo la tele o yendo al cine.

Definitivamente cualquier cosa sería mejor que estar en un sitio en el que no podías hacer nada más que tener ideas para nada, lo cual, era más frustrante incluso que aquel hijo de puta hubiera pasado de mí.

Encima, no sabía por qué hostias el radar no estaba funcionando, lo cual, seguía acumulando cosas a la mala hostia que ya me recorría el cuerpo.

Al detectar lo que venía a mí a gran velocidad, tuve serias dudas sobre si irme, o quedarme a ver qué era lo que estaba llegando y decidí quedarme a cotillear, aunque estaba segura de que no me iba a quedar a ver el desenlace de aquello. Para no poder hacer nada no iba a perder el tiempo en mitad de la sierra, al menos, no sin una barbacoa y cerveza.

Usé el amplificador de imagen y Visor de banda ancha con HUD y CTI. Al menos, esperaba que así no me pillaran en bragas.