Partida Rol por web

Vuelvo a mi forma humano estirando los musculos después de mi transformación 

Lo de la tortuga no fue idea mia, pero el lince es un animal precioso y lo suficientemente ágil para una carrera por los tejados. Protesto. 

Parece que Adele no esta por la labor de entrar pero yo asiento a las palabras de Josu. Casí seguro que hay que echarle una mano además que necesito más datos para publicar la noticia.

La única duda que tengo es si no será mejor hacer un reconocimiento antes. No me gusta entrar a ciega ni perderme ningún dato importante.

Os escucha con atención, la idea de Josu parece gustarle ya que sonríe con la mención de esperar a que se joda la operación y así poder entrar y vengar a su amigo.

- Me gusta tu idea... - dice simplemente para luego añadir - ...para mí es algo personal darle una paliza a un neonazi, el resto me da igual...pero hay uno que lleva tatuado la palabra Ogro al que le tengo que ajustar las cuentas. Ese es el único que me importa, es el que le dio una paliza de muerte a mi amigo...

Luego mira a Adele:

- Que sea oficial o no la verdad me la trae al pairo...como mucho me caerán unas noches de calabozo y poco más siendo un neonazi. Aunque si dices que van armados...eso puede dificultar todo un poco. Me alegro que os preocupéis por mi integridad pero la verdad es que no me conocéis de nada...¿o sí?

Ve a Silvestre sin transformar y añade:

- ¡Ei! Tú eres el presentador famoso de la tele...joder...cuando se lo diga a mi vieja va a flipar, no se pierde ningún programa tuyo. Y lo del reconocimiento lo veo bien...yo sólo quiero enfrentarme a uno, el resto se los iba a dejar a mi amiga pero si ayudáis podemos hacer un reparto justo...

La enmascarada se sienta en la otra azotea aunque observando la calle, ya que parece que hay movimiento ya que hace gestos con la mano.

Si os asomáis a la calle veis que los grupos de operaciones especiales van a entrar en el piso. Contáis al menos quince hombres. Parkour se levanta y echa un vistazo.

- Parece que trajeron a toda la comisaría...joder...debieron montarla bien esos neonazis...puede que no nos dejen ninguno... - parece lamentar esa opción aunque sería la perfecta para vosotros. - ...Habrá que prepararse para echarles un cable...

No sabría decir que me molestó más, si la perdonavidas de Adele o el incongruente tolai de Rafita. El caso es que, cuando empezaron a hablar, tuve la irrefrenable necesidad de girarme y rascarme la cabeza torciendo el gesto hacia un lado, incómodo.

Al menos, la pin up claudicó solita sin tener que decirle nada, aunque sólo fuera porque ya empezaba a darse cuenta, y ya era hora, de que me la soplaban las normas.

Se llama "enfoque constructivo", guapa. -Le repliqué con desgana- No le vamos a convencer de dejarlo estar, mejor que lo haga en el momento adecuado y con apoyo. Y por cierto, no se si te lo he dicho antes, pero no tengo ni busco madre ni parienta, así que deja de usar ese tonito conmigo, ¿vale? -Le advertí de mala gana.

Mi mala leche se entremezclaba con la incredulidad de oír a Rafa asegurar que lo de ponerse en plan tortuga ninja no había sido idea suya. Yo no había dicho nada de eso, así que miré torciendo el gesto a Adele. ¿Le había dicho que hiciera eso, con sus truquitos de jedi? Al menos dio una buena idea, la de reconocer el terreno antes de entrar. Asentí, pensativo, mientras Parkour se mostraba favorable a lo que íbamos a hacer.

Ogro, ¿eh? ¿De qué me suena ese nombre...? ¡Ah, sí! El Harrelson que manda a esos hombres de ahí abajo dice que es un metahumano hijo de puta. -Informé al saltimbanqui- Que si quieres darle estopa me parece guay, no me entiendas mal, pero si la cosa se pone chunga no te pongas en plan "ésta es mi guerra", no se si me explico. -Le dije mirándole fijamente a los ojos- Acepta ayuda. No te conozco, pero me han encargado intentar que no te suicides, y prefiero que no lo hagas no sea que me des envidia. -Afirmé con cierto cinismo y humor negro.

Me asomé por el bordillo de la azotea, comprobando que los polis iban a entrar. Eran bastantes, pero tampoco me resultaba impresionante. No sabíamos cuántos cabrones había dentro, y un metahumano ya podía decantar la balanza.

No creo que puedan ellos solos, tranquilo. -Renegué- Bueno, ¿reconocimiento? -Pregunté mirando a Rafa- ¿Y si te cuelas dentro como un bichejo, y le chivas la situación a la cabecita de Adele, para que todos sepamos por donde entrar y qué nos vamos a encontrar? Yo me encargo de abrir la puerta...

Los agentes acceden a la casa y la situación parece estar controlada hasta que tras escucharse un estruendo veis como un policía sale volando a través de una ventana, aterrizando sobre el capó de un coche.

Tras el agente sale un hombre calvo de más de dos metros de altura, con la cabeza rapada y sin camiseta. Parece estar muy furioso. En su nuca lleva tatuada la palabra "Ogro". Parece que es el metahumano peligroso del que os hablaron.

Varios agentes que estaban en la calle abren fuego contra él pero sus balas no parecen hacerle mella alguna. Levanta un coche y lo lanza contra una furgoneta destrozándola y provocando una explosión.

Dentro del piso empiezan a escucharse disparos, parece que la situación se está volviendo tensa. Gritos de dolor se escuchan a través de las ventanas. Hay una batalla dentro y los neonazis parecen estar plantando cara...

Cuando estás a punto de montar en el coche y largarte de allí escuchas que el teléfono móvil de María empieza a sonar, parece que es importante. Descuelga el teléfono y ves que pone caras de circunstancias.

- Espera un momento por favor... - te pide María - ...parece que hay un problema en Madrid con un metahumano relacionado con el que detuviste esta mañana. 

Sigue al teléfono y lo que le están contando no parece dejarle muy contenta.

- Hay problemas serios, un metahumano conocido como Ogro está atacando a un grupo de agentes de policía. Al parecer forma parte del grupo de mercenarios que conocimos. Kruger puede estar cerca...Creo que vas a tener que dejar el coche aquí e ir volando...

¡Ayvalahostiaputa!

Toda la idea de infiltrarse y demás se va a la mierda en lo que tarda una lluvia de cristalitos de mierda en caer desde lo que era una ventana y ya sólo un boquete en la pared. Veo a un Vin Diesel gigante y hormonado salir en plan King Kong dando gritos y arrojando vehículos por los aires mientras las balas de la pasma caen a sus pies como si fueran gominolas arrojadas por niños.

Y... dices que quieres darle de hostias a ESE en concreto, ¿no? -Le digo a Parkour, señalando al puto Ogro- Joder, macho, espero que tus patadas sean como las de los chistes de Chuck Norris... En fin, si tuviera una lámpara maravillosa le pediría que el tipo comenzase a flotar en el aire, para que no pudiera agarrar, lanzar ni golpear nada. -Comenté con ácido humor- O que le cayera una ballena azul encima, eso tiene que pesar un huevo. Pero no va a ser el caso, aquí el menda no tiene tanta suerte... -Comencé a describir círculos con las manos, encogiendo algunos dedos de las mismas mientras otros los mantenía estirados, alternativamente. En el suelo frente a mí se abrió un postal, a través del cual podía verse una pequeña caída de apenas metro y medio hasta el asfalto de la calle- Los de las pistolas pueden apañarse entre ellos, creo yo. A ver si puedo, al menos, entretener un poco al capullo ese chamuscándole el culo. -Torcí la cabeza hacia un lado, murmurando de mala gana- Chistes sobre "lanzar bolas de fuego", ja. -Aún conservaba el conjuro de escudo místico, pero tenía serias dudas de que fuera suficiente para parar un coche por los aires. Mientras saltaba al portal y rodaba por el asfalto de la calle al llegar, sólo podía rezar porque un par de descargas de energía mágica en bruto sirvieran... de algo.

Tracé un selló ante mí con cada mano, invisible para todo aquel no iniciado en las artes arcanas, y me dispuse a arrojar sendos rayos contra el gorila pelón.

Puse cara de circunstancia cuando dijo aquello de Ogro, pero no me pilló mucho por sorpresa, pues ya había buscado información sobre aquel tipo y me habían salido juntitos, como un pack de dos.

- Estará tratando de localizar a su amigo - y bueno, un tío que se llame Ogro no tiene pinta de hacer las cosas de otra forma que arrasando los sitios.

Ya estábamos otra vez recibiendo órdenes y no me gustaba. Yo ya tenía un jefe y desde luego, no se parecía a ella.

- ¿Y qué es exactamente lo que quieres que haga? ¿Ir a ayudar a los policías o ir dónde mi hermano? Si voy volando me van a derribar.  - Igual me había visto pintas de suicida por alguna parte. 

Sí, no podía evitar tener ese humor volátil, como imaginaba, que esta mujer no podía de hablar como si todos trabajaran para ella.

Todos parecían de acuerdo con la propuesta de Josu, así que estaba claro lo que íbamos a hacer. Parkour agradeció mi preocupación por él, aunque dejando entrever que esta no era necesaria, el chico debía tener más de un truquito bajo la manga. Nos dejó claro cuál era su objetivo, cosa que aceptamos, aunque apuntándole el detective que no actuara completamente en solitario.

Antes de eso, Josu respondió a mis palabras de muy malas maneras, provocando que diera un paso atrás; mientras que su posterior amenaza me procuró un escalofrío. Ni siquiera acerté a abrir la boca, no podía hablar, así que empleé la conexión mental ya establecida para dirigirme a él.

Rafael propuso hacer un reconocimiento, cosa que el investigador aceptó de buena gana, comenzando a organizar el “operativo”. Se jactaba de ir por libre, pero tendía a tomar la iniciativa y a ejercer de líder; aunque seguramente sólo fuera su impulso de asegurarse así que las cosas se hacían como él quería, de ser el macho dominante.

Los agentes entraban entonces a la casa, pero pronto vimos a uno de ellos salir por una ventana y caer sobre el capó de un coche, seguido de una mala bestia; aquella de la que quería ocuparse Parkour. Los agentes del exterior abrieron fuego, mientras dentro se daba otro tiroteo, pero el hombre calvo no parecía ser afectado por las balas.

- ¿P-pero qué…? – musité al verle levantar un coche y estrellarlo contra una furgoneta.

A pesar de que aquel era el tipo al que Parkour había dicho querer enfrentarse, Josu se apresuró a intervenir, tratando así de frenar a aquella bestia. En seguida se trasladó abajo, al parecer queriendo atacar al hombre haciendo uso de su magia. Temía por el detective, sin saber hasta dónde podía llegar el tipo calvo, así que quise echarle una mano antes de dirigirme al interior.

Rompí la conexión con Josu y Rafael y traté de contactar con la bestia, dirigiéndole unas pocas palabras antes de elevarme en el aire. Haciendo uso de mi capacidad de vuelo, me trasladé a la otra azotea, dispuesta a entrar.

Mi tono, aun tratándose de un reflejo mental de mi voz, se sentía tembloroso.

"T-tienes razón, no tengo derecho a hablarte a si. Y-yo sólo... El chico es nuestra responsabilidad, no quería que le pasara nada... Puede que tengáis razón y sea una inútil, pero intento hacer las cosas bien..."

Con la intención de distraer a Ogro y que Josu tuviera más facil detenerle, le hablé directamente en su cabeza.

"Eh, grandullón, detrás de ti..."

Veo la rotura de cristales y la salida del mastodonte... todo apuntaba que era el metahumano que estaba en el incendio capturarlo e interrogarlo podía resolver muchas incongnitas sobre el caso pero iba a ser realmente dificil contenerlo.

¿A que ahora preferís que tenga un aspecto menos normal para mantener ocupado a ese animal? Digo a modo de queja con una sonrisa algo sarcastica.

Vere lo que puedo hacer para contenerlo pero agradecería que pensarais algo más definitivo mientras lo hago... Sugiero ya que el poder de ataque de una tortuga es realmente bajo.

Bajo de la azotea en forma de pequeño pájaro y al llegar al suelo vuelvo a tomar la forma hibrida de tortuga.

Enfrentte a algo de tu tamaño... Digo incitando al animal dudando s será lo más sensato espero que mi caparazón me proteja mientras se le ocurre algo a los demas.

El mago se teletransporta y lo primero que hace es lanzar dos descargas de energía contra Ogro, pero este no se inmuta antes aquellas descargas. Parece que su aguante es muy alto.

Adele lo intenta contactando mentalmente con el villano y logra que mire a su alrededor aún así eso no cesa en su empeño en destruir coches y mobiliario urbano. Veis como Ogro coge una de las furgonetas del equipo de Valladares y la levanta para lanzarla contra un grupo de agentes que tenían pensado abrir fuego contra él.

En ese momento Rafael aparece en la calle, a medio transformar. Parece que por fin Ogro ha encontrado un rival interesante, observáis como el tamaño de Ogro aumenta de tamaño hasta llegar a los tres metros. Ahora es una mole de músculo con ganas de aplastar a su enemigo...

Parkour intenta descender a la calle pero le lleva más tiempo ya que sus habilidades son más naturales, lo mismo que su amiga que utiliza un garfio extensible para hacerlo y llegará en el siguiente turno.

- Por fin una cara a la que partir sin abusar... - dice mirando a Rafael. Su tamaño aumenta hasta los tres metros y medio, su peso alcanza los seiscientos quilos de peso seguramente. Una mole difícil de mover sin lugar a dudas, y parece disponer de una buena pegada.

Podéis ver que lleva un intercomunicador en la oreja y dice a través de el:

- Kruger trae refuerzos...la bofia acaba de llegar...y tienen amigos interesantes...

- Pues tendremos que ayudarles...Si Kruger está allí...no creo que muchos puedan enfrentarle y más si son personas normales. ¿No tienes ganas de revancha? - te pregunta María. - General Saavedra, indique a sus hombres que dos tecnificados se dirigen volando a la zona de combate...que no abran fuego contra ellos. - te mira y añade - Yo iré a ayudarles...deteniendo al alemán podemos saber qué están tramando. Es nuestra oportunidad de oro...la pelea está a tres minutos volando de aquí...

Espera a tu respuesta para salir corriendo a ponerse su armadura de combate.

Cara de gilipollas.

Eso se me quedó, viendo el modo en que la energía mágica en bruto impactaba contra el cuerpo de aquella mole sin causarle el más mínimo rasguño. Mi control de aquellos chorros de energía no suponía ni una simple molestia para él, y aquello me hizo dar un paso atrás. Sí, estaba acojonado, ¿para qué negarlo? Aquella impotencia me traía recuerdos, y esos recuerdos me hicieron tragar saliva mientras un ligero temblor se adueñaba de mis manos. No era rival para él, como no lo era para Ella, del mismo modo en que jamás había logrado detenerla, ni siquiera con la ayuda de Baskerville, aunque él sí lograse hacerla huir. Pero no era suficiente, nunca era suficiente, tal vez nunca lo sería...

Miré alrededor. No sabía donde estaba la pinup, pero el periodista se plantaba ante Ogro con el aspecto de una tortuga ninja. Sólo le faltaba la cinta en los ojos. Le pegaba el rojo, claro. Aunque hablando de ninjas, los dos justicieros trataban de bajar a la calle. ¿Qué iban a hacer? ¿Qué iba a hacer ninguno? Si no había manera ni de hacerle cosquillas, y encima ¿estaba creciendo?

Mis ojos se desorbitaron al verlo. Di otro paso atrás, mientras mis dedos se movían instintivamente trazando sellos que no llegué a terminar. ¿Para qué intentarlo? No podía hacerle nada con aquellos rayos. ¿Podría la tortuga soportar uno sólo de los puños de aquel monstruo? Elevé la vista al cielo, cagándome en la puta madre del de arriba, que permitía aquel tipo de cosas, monstruos, demonios, lo que le pasó a...

E-espera... -Dije con un hilo de voz, mirando a las nubes del cielo- El cielo...

Tomé aire profundamente, soltándolo en un potente resoplido y torciendo la cabeza hacia un lado, en un gesto con el que intentaba convencerme de actuar de una puta vez. No, yo no podía hacerle daño, al muy cabrón. Pero puede que lograse que lo hiciera la gravedad. Tracé un sello ante mí con ambas manos, uno bastante grande, pues el portal que quería abrir debía ser lo bastante grande como para dejar caer a aquel gigante al vacío bajo sus pies... y precipitarse a una caída de diez kilómetros.

Oleic la selatrop... -Recité, apoyando a mis gestos místicos- Oleic la selatrop...

- ¿Ganas de revancha?

En realidad de lo que no tenía ganas era de volver a quedar de nuevo en el más absoluto de los ridículos, pero vamos, que sólo le había faltaba sentarse y ponerse a comer palomitas mientras yo intentaba detenerlo.

No respondí antes de que se pusiera a hablar con el general, pues me lo estaba pensando.

- Está bien. - Dije tras soltar un sonoro suspiro.

- Debo ser un poco gilipollas, porque siempre protesto, pienso que no me apetece hacer las cosas y luego siempre acabo haciendo lo que esta tía ordena.

No me acordaba de cómo se rezaba, pero iba a tener que empezar a aprender, pues estaba deseando pedir que mi hermano me llamara para algún trabajo de la empresa y así alejarme de la sargento O'Neil esta y de la mierda en la que veía que me estaba hundiendo cada vez más.

Antes de entrar en el edificio, me di cuenta de cómo aquel tipo no sólo había salido completamente ileso de aquellos rayos, sino que comenzaba a crecer como si nada, tomando unas dimensiones que parecían aún más difíciles de combatir. Fijó su atención en Rafael, quien adoptó otra de esas extrañas formas, antes de pedir refuerzos; lo que junto al monstruoso tamaño del tipo me hizo desistir de entrar.

Sin embargo, antes de bajar, observé cómo el detective trataba de hacer algo. Creí intuir de qué se trataba, pues ya le había visto realizar aquellos gestos antes, y efectivamente, algo comenzó a generarse bajo los pies del llamado Ogro; ahora más ogro que nunca. Sin tan siquiera bajar, intenté ayudar a Josu en lo que pretendía, pero la habilidad que de tantas otras me había salvado, ahora no respondía. Aquel tipo parecía pesado, pero no imaginaba que lo fuera tanto.

Hice un segundo esfuerzo, pues había factores externos que a veces lograban afectar a mis poderes, pero resultó inútil. No conseguía afectarle.

Quizás acercándome...

El tipo aumenta hasta tres metros y me empieza a preocupar un poco el aguantar un golpe quizás debería haber empleado un enfoque de no dejar que me alcanzará pero en ese caso con animales agiles el más minimo roce habría sido sin duda mortal. Es una lastima no poder convertirme en elefante o rinoceronte animales que desde mi forma de ver a pesar de tener una defensa decente también podrían atacar no como la tortuga que es netamente defensiva.

Ante la imposibilidad de hacer daño a algo de esas dimensiones en mi actual forma me decido a defenderme y intentar evitar que me golpee. Estoy bastante seguro de mi caparazón como tortuga pero prefiero no ponerlo a prueba contra ese tipo de más de tres metros. Dejemos que los otros dos se encarguen del ataque mientras yo me concentro en seguir con vida...

Ogro se lanza a por Silvestre pero no le da tiempo ya que un portal del mago del grupo y la ayuda de la telequinesis de Adele hacen que se cuele por el primer portal sin que el villano pueda evitarlo. Podéis ver en su cara justo antes de desaparecer que no se lo ha tomando demasiado bien...

En ese momento os preguntáis ¿a dónde lo ha mandado Josu? La respuesta tarda poco ya que unos veinte segundos después escucháis un leve silbido y luego podéis ver una trayectoria en diagonal de un objeto volante identificado claramente como Ogro que se estrella contra un edificio cercano a vosotros. Por la fuerza el impacto es posible que no haya sobrevivido pero su fuerza y capacidad de resistir daño hace difícil al cien por cien esa afirmación. El impacto provoca que la calle tiemble y sabéis que no se ha quedado en la azotea, sino que ha atravesado más de un piso seguramente...

Llega al suelo mientras aún se escuchan disparos dentro del edificio. Parece que la situación de peligro todavía no ha terminado.

- ¡Joder! Sí que sois fuertes...no os duró ni diez segundos... - exclama para luego añadir - ...bueno voy a ver si aún tengo algún neonazi para desquitarme porque para venir para nada...

Podéis ver que se lanza a correr hacia el edificio pero varios agentes van detrás de él para impedir que entre, aunque con su agilidad lo tendrán difícil.

Ogro seguramente esté muerto o poco le faltará para estarlo ya que la caída ha sido impresionante. Pero parece que no es el único enemigo de la zona ya que ha hablado con otro a través de un comunicador.