Partida Rol por web

- Una pena...tendremos que improvisar un contador y realizar una medición... - dice María, luego se percata de la pregunta de Adele sobre esos hombres y le contesta antes de que abandone la sala - ...vamos a interrogarlos y luego tenía pensado entregarlo a la Policía Militar, creo que ellos tendrán más preguntas qué hacerles...el problema es que estos dos hombres no hablarán...si sabes alguna forma de qué hablen... - notas que tu jefa te mira sonriente - ...prueba con tus encantos, les harás un favor...

Luego mira para Elvira y le comenta:

- ¿Un campo energético? Perfecto, porque si es así creo que podríamos encontrarlo...o por lo menos saber cuándo lo activa...y me da que tienes ganas de revancha ¿no? Además si has entrado en contacto con ese campo seguramente tengas los parámetros de su campo en tu sistema aunque para extraerlos no sé como se podría hacer...Creo que va a ser hora que nos separemos para investigar. Ya conoces mi base...

Rebusca en un cajón y saca un comunicador. Se lo lanza a Elvira y le dice:

- Con esto estaremos en contacto, conecta directamente conmigo. Así si descubro algo te avisaré y si tú descubres algo puedes avisarme... - notas que recalca el 'puedes'.

La policía aún no ha hecho acto de presencia así que disponéis de la tranquilidad que da el estar solos para poder charlar.

Del móvil no podéis sacar mucho más ya que es un móvil de tarjeta de los corrientes, aunque si tenéis contactos en las compañías telefónicas podréis sacar más datos si tenéis suerte. Si es de contrato con ese dato podríais encontrar los datos del titular. Lo mismo podríais hacer con el otro teléfono que hay grabado en la agenda, o llamar directamente...

Sobre el cadáver os vendría bien conocer los datos de la hoja que le rebanó el cuello pero eso lo podrán averiguar los forenses del cuerpo de la policía.

En ese momento entra Parkour en la cafetería con cara de sueño. Se ve que esas horas no son las idóneas para él, os saluda mientras pagáis y se acerca a darle dos besos a Lena y luego otros dos a ti. 

Parece que la jornada laboral le ha llevado cerca o ha venido por el interés de cierta pelirroja...

- Buenos días señoritas, ¿preparada para comenzar el entrenamiento? - te pregunta - ...creo que hoy será suave por ser el primer día. Vamos ir a un gimnasio del barrio que nos lo prestan para entrenar...y de paso aprovecho para encargar en una tienda unas cosillas para la pizzería...que andamos corto de especias...

Mira para Elena y le pregunta:

- ¿Te animas a ver cómo recibo? Ya verás que lo de ayer fue suerte...normalmente no salgo tan bien parado... - dice sonriendo - ...y por cierto Penélope tengo un detalle para ti...lo necesitarás...

Saca una bolsa negra de su mochila y se la da a Penélope. En su interior hay dos palos de rattan.

- Si vas a aprender kali, necesitarás estos dos palos. Mi tío en esas cosas es bastante tradicional y con ellos le caerás mucho mejor...además de que ya sabes utilizar los bastones cortos así que será interesante ver como te desenvuelves con ellos.

Al cogerlos notas que son muy ligeros, no parecen tener mucha dureza pero algo te dice que no son frágiles como aparentan.

-¡Guau! -dije con asombro.- S-son... Increibles. 

El regalo me había descolocado por completo. Lo último que me esperaba de Parkour era eso. Desde pequeña, había recibido millones de regalos, pero todo eran por interés. Para ser amiga de una ricachona o para conocer a mi famosa madre. Pero un regalo desinteresado... Esas cosas llegaban

-Muchísimas gracias, Parkour. -dije dándole un puñetazo amistoso en el hombro.

Luego con disimulo, para que no me viesen los demás clientes, lo introduje en mi cuerpo mediante mis poderes. Se fueron transmutando en tinta hasta quedar como dos tatuajes, uno en cada antebrazo.

-¿Me quedan bien, no? -dije mostrando los tatuajes.- Seguro que te acabo apalizando yo otra vez. -y le guiñé el ojo.

Enarco una ceja al ver que Rafael confirma la identidad de la tal Sonia. Ese número me lleva a un callejón sin salida, pero como el número de callejones disminuye, en realidad es una buena noticia. Eso nos deja el número de ese teniente como pista más fiable, de la que tirar.

¿Gato encerrado, en serio? -Salto en cuanto lo oigo, ocultando mi sarcástico humor tras un rostro serio- ¿Nada de "algo huele a chamusquina"? Lo tenías a huevo, por amor de Dios... -Suspiro, lanzando un bufido en dirección al cadáver- Me ofrecía trabajos de vez en cuando, principalmente por temas de seguros. Pasta rápida y fácil, no suelen ser temas complicados. -Me encojo de hombros. Así puedo dedicar más tiempo a mi "caso particular"- Me iba a pasar precisamente un curro sobre esa barbacoa. ¿Qué pasa con ella? ¿Realmente es algo por lo que valiera la pena matar?

Pongo los ojos en blanco por su comentario de la chamusquina, lamentablemente tardaran en sacar algo de ese tal Teniente si es que consiguen algo solo con su núnmero. Los chicos suelen hacer magia con esas cosas pero nunca se sabe.

Una fuente me dijo que dos tipos entraron al edificio poco antes del incendio tiene pinta de ser una buena exclusiva pero aun no tengo nada que pueda mostrar ante  la camara... el testigo no es demasiado televiso, por decir algo. Digo recordando el aspecto. Me digerón que él podría ayudarme pero parece que no va a ser así lo que me hace intrigarme todavía más en esto esperaba que fuera sabotaje a alguna de las oficinas o algo así pero ya no estoy tan seguro... ¿Llamamos a ese tal teniente? posiblemente si no llamamos desde el movil de ese tipo lo podemos asustar..  quizás podemos quedar con él antes de que se de cuenta...

Frunzo el ceño, torciendo los labios hacia un lado mientras dedico a Rafa una mirada de soslayo llena de ironía. ¿Eso es todo? ¿Dos tipos que entraron al edificio? Era un rascacielos de oficinas, por amor de Dios -si es que ese hijo de la gran puta existe de verdad-, no debería llamar tanto la atención. A no ser que los capullos entrasen cargando garrafas de gasolina, claro.

O uno de ellos fuera agitando una varita mágica en llamas. Eso sí sería original.

Se me escapa un bufido al ver cómo se descarta a un testigo presencial por no quedar bien en pantalla. En fin, al menos la idea de llamar al teniente desde el teléfono de este tipo no es mala del todo.

Todo tuyo, Rafita. -Digo lanzándole suavemente el móvil, delante de su cara, para que lo coja al vuelo- Seguro que se te da mejor darle a la sin hueso. ¿Sabrás poner el manos libres? -Pregunto mientras saco un pitillo del bolsillo y comienzo a encenderlo.

Pues sí. Era una lástima pero no podía llevar encima todo lo que me gustaría. Además, que no solía ser yo la que elegía las cosas que tenían que incorporarme, vamos, había sido la empresa. De todas maneras, tampoco me quejaba, porque ahora al menos seguía entre los vivos, aunque fuera convertida en una máquina.

Quizás sí que la empleada pudiera tratar de interrogar por las buenas a los prisioneros, aunque esperaba que tuviera alguna habilidad más que su cara bonita. No creía que unos militares, paramilitares, terroristas o lo que fuera esta gente, se dejaran llevar demasiado por una cara bonita. De todas maneras, si María se lo estaba proponiendo seguro que tenía un as en la manga.

En realidad no creía que fuera tan difícil ¿no? Sería algo así como aplicar una fórmula usando la fuerza que había aplicado yo, la parada que había encontrado al golpearlo... Además, que le había golpeado dos veces y tenía dos datos distintos...

Estaba ya pensando en esas cosas, por lo que sólo asentí a lo que decía María.

- Bien. Si descubro alguna cosa más me pondré en contacto contigo. - Me estaban invitando a irme y casi era lo mejor. - Si dicen algo interesante esos dos avísame también.

Dicho aquello no me quedaba mucho más que añadir.

- Nos vemos.

Me encaminé hacia el lugar por el que habíamos entrado sin activar aún mi armamento. No lo haría hasta estar segura de que nada fuera a intentar derribarme.

Antes de salir, pude escuchar como Elvira negaba tener un detector de radiación, así como su descripción sobre la forma en que aquel hombre iba armado. Tuve que hacer grandes esfuerzos por no abrir la boca por la sorpresa, oyendo todo de lo que ese hombre disponía, mientras mi mirada se desviaba al traje de la señorita Montalbo.

Aún no me lo puedo creer.

Entonces mi jefa me preguntó si conocía la forma de que aquellos dos hombres hablaran, haciendo una nueva alusión a mis “encantos”. Por un momento me sentí molesta. Primero haciendo referencia a que me sería más fácil sacarle información a aquel general retirado si me veía en persona, y ahora pidiéndome que usara mis encantos.

Mis encantos... ¿No querrá decir…? ¿Lo sabe?

No, no podía saberlo. ¿O sí? Me puse algo nerviosa, pero asentí ante sus palabras, echando después una rápida mirada a Elvira. Mientras esta y mi jefa hablaban sobre algo referido a unos campos y acordaban la forma de ponerme en contacto, me acerqué a aquellos hombres.

- ¿Están seguros de que no quieren colaborar? – les dije mientras me acercaba de forma lenta, hablándoles con voz suave. – Ya han oído a la señorita, será mucho mejor que colaboren. – me apoyé en un mesa frente a ellos, inclinándome hacia delante en una pose sugerente, hablándoles como si se tratara de una confidencia. - ¿Qué es eso que no le quieren contar?

Mientras llevaba a cabo aquella pantomima, en la que trataba de leer la mente de aquellos hombres, mi jefa continuaba hablando con Elvira. Puede que no sirviera de nada aquel intento por tratar de disimular que tenía ciertas habilidades, pero tenía que intentarlo. Por un segundo, se me había pasado por la cabeza no intervenir y asegurarme así de que mi secreto continuara oculto, pero por lo que decía la señorita Montalbo, aquel asunto era muy serio e importante; mucho más importante que yo, desde luego.

- Siempre queriendo dar palizas... - dice - ...vamos ir hasta el gimnasio.

Salis de la cafetería rumbo al gimnasio. Parkour se para en una tienda del barrio para encargar lo que le ha pedido su tío y luego proseguís hasta el gimnasio. Es un gimnasio de barrio dedicado al boxeo y a las artes marciales mixtas por los pósters que veis en la puerta. De tamaño es pequeño pero se ve limpio.

Dentro del gimnasio veis a varios chicos entrenando con palos de rattan como los que acaba de recibir Penélope. Entre ellos está el tío de Parkour.

Se acerca a vosotros y saluda a Lena y Penélope mientras le dice a su sobrino que se cambie que toca entrenar.

- Dan, correo a cambiarte. Y señoritas, bienvenidas. Me ha comentado mi sobrino que usted quiere aprender artes marciales tras el ataque de ayer... - notas que pronuncia la palabra 'ataque' con cierta entonación- ...y su amiga querrá ver supongo aunque si desea también puede participar. Señorita puede cambiarse en los vestuarios si lo desea, empezaremos con un calentamiento ligero y luego practicaremos combate por parejas.

Notas algo extraño en ambos hombres. Su forma de soportar tu escrutinio mental te dice que han sido entrenados para soportar que un telépata los interrogue, aunque realmente escarbando un poco logras acceder a su córtex con cierta facilidad. No están lo suficientemente entrenados o no se han esmerado en aprender a defenderse de un telépata.

Escuchas pensamientos inconexos al principio, entre ellos un nombre 'Krüger'. Temen a ese hombre mucho, puedes ver imágenes de él golpeando en soldados que han demostrado cobardía o que no han cubiertos sus expectativas. Ves imágenes de una bandera, puede ser de su organización. Es una bandera de ideología de extrema derecha seguramente.

En ambas cabezas escuchas una frase: Familie zuerst*

Uno de ellos empieza a pensar en una cápsula de cianuro que lleva escondida en una muela falsa, parece que quiere suicidarse....

Caminas hacia el exterior de la base pero ves como la chica intenta hablar con los dos prisioneros...parece que intenta seducirlos y con esa imagen es posible que saque más que vosotras dos con vuestras tecnificaciones.

Tus sistemas te indican que no hay armamento activo que pueda poner en peligro tu vuelo para alejarte de allí, así que en principio puedes relajarte un poco ya que aunque al principio se mostró borde, esa tal María se fue volviendo más educada lo que puede significar que en el fondo no sea tan imbécil...incluso puede que saques algo en positivo de todo esto.

La policía hace acto de presencia, entran como locos en el cuarto de baño del la cafetería y comienzan a acordonar la zona. Dos agentes parecen consolar al camarero y a vosotros os hacen un par de preguntas pero realmente sólo quieren vuestros datos personales. Uno de ellos reconoce a Rafael Silvestre y antes de que se vaya le pide un autógrafo mientras dice:

- Mi mujer no se lo va a creer...he conocido a Rafael Silvestre...

Tras tomar vuestros datos de contacto para llamaros si es necesario, pero parece ser que la presencia de un famoso los ha acobardado para reteneros más tiempo. Y lo mejor de todo es que habéis logrado salir del bar con el teléfono ya que parece que el camarero no se lo ha mencionado a la policía...

Ahora estáis fuera del bar alejándoos de la escena del crimen y planeando el siguiente paso. Si vais a llamar a ese tal Teniente puede que sea el mejor momento ya que dentro de poco la foto del cadáver aparecerá en todos los informativos y periódicos de España.

Antes de darme cuenta la policia ya esta alli, por suerte uno de ellos me reconoce lo que facilita algo las cosas. Le firmo un autografo y le apunto mi número de teléfono.

Por si en algún momento quieres darme algún chivatazo. Digo guiñandole un ojo.

Luego me giro hacia mi extraño compañero.

Supongo que es mejor que llames tu, mi voz es demasiado caracteristica y si quiere ocultarse no soy la mejor opción. Digo encongiendome de hombros, la fama tenía sus costes.

Me di la vuelta para alejarme y di un par de pasos, pero después me entró algo de curiosidad por saber qué iba a hacer la chica para sonsacar información a aquel par de subnormales, por lo que me volví a dar la vuelta y observé con atención qué era lo que hacía. Tenía claro que me habían dicho que me fuera, pero sólo quería ver qué era lo que iba a hacer aquella chica.

Eso sí, después de lo que había visto, mi intuición me decía que en aquella mujer con pinta de no haber roto un plato, se escondía alguna que otra sorpresa, sino, nadie la hubiera dejado acercarse a aquellos hombres. Era simple lógica.

Me quedé un momento en silencio, pensando que esta María tenía bastante suerte, tenía pasta para acceder a los que necesitara y al parecer, se rodeaba de personas con habilidades especiales, o al menos, esto estaba preparada para presenciar. En fin, si tenía un novio de esos con una sonrisa que quitaba el hipo iba a darme envidia de verdad.

Pongo los ojos en blanco al ver el comportamiento de los agentes, especialmente el que no tiene nada mejor que hacer, por amor de Dios en el escenario de un crimen, que pedirle a Rafael un autógrafo. ¡¡Un autógrafo!! Cada vez que dudo de si soy demasiado duro con la pasma, viene un zampadonuts de estos y me recuerda por qué confío tanto en ellos.

Lo bueno del asunto es que no tardamos demasiado en salir del bar, y con el móvil del fiambre nada menos. Pero el chupatintas no parece muy por la labor de ser la voz cantante, a pesar de su evidente necesidad de estrellato. Igual es de los que adoran los laureles pero no mancharse las manos, aunque su excusa es buena, o lo sería si resulta que lo que dice de sí mismo es cierto. Que posiblemente lo sea, en vista de la reacción de la peña.

Pues vale... -Acepto a regañadientes, marcando el teléfono del teniente cuando veo que nos encontramos en una zona poco transitada para evitar ruidos molestos. Antes de que responda nadie, conecto el "manos libres", aunque no tengo intención de responder inmediatamente. Antes quiero ver cómo acepta la llamada, si es que lo hace, este tío, si de un modo familiar o como se le coge el teléfono a un desconocido.

Tras un par de tonos se escucha que descuelgan y luego una voz de hombre de mediana edad que parece no saber que el propietario del teléfono ha muerto.

- Te dije que mejor me llames de noche...ahora estoy en el trabajo que menudo día estamos teniendo...¿ha pasado algo? 

Las ideas, las imágenes, no tardaron en comenzar a fluir tras unos segundos observando a aquellos tipos a los ojos. La información acerca del responsable de lo que la señorita Montalvo y Elvira investigaban parecía ser correcta.

Krüger...

Aquella crudeza hizo que me estremeciera. Casi podía sentir los golpes de aquel hombre sobre mi propio cuerpo, o puede que simplemente se tratase de mis recuerdos, abriéndose paso al presenciar aquella violencia.

No sabía qué quería decir aquella frase, aunque la alusión a la familia estaba clara. No pude dedicar mucho tiempo a reflexionar sobre aquello, y es que en seguida algo más apremiante se cruzó en mi mente.

- No! - grité al abalanzarme sobre el hombre, tratando de impedir que se suicidara. - Lleva cianuro en una muela falsa! - informé alarmada, sin estar segura de cómo proceder, mientras intentaba mantener abierta la boca del tipo.

Parecía que el teniente aun no sabía de la muerte de su interlocutor de lo cual podríamos sacar ventaja de todas maneras es Josu el que tiene que decidir si hacerse pasar por el difunto o darle otro enfoque yo tengo bastante claro que un individuo así la presencia de la prensa solo lo auyentaría asi que prefiero quedarme callado.