Partida Rol por web

Pongo los ojos en blanco al ver a Rafa abordar la barca del teniente de forma tan impetuosa. Espero que se lo tome bien, y no recordándome que el bicho debería ir atado y con bozal.

Huy, sí, juguetón como un cachorro... -Admito con desgana- Debería castrarlo antes de que empiece a ponerse tonto...

Al fin el teniente se presenta, Valladares, y explica de qué va toda esta mierda. Información secreta y un incendio del carajo para tapar el asunto. Cojo la documentación y la observo detenidamente, alzando la mirada con incredulidad al explicar el asunto de la temperatura.

Trescientos grados no es moco de pavo...

¿Metahumanos? Lo de la cafetería ya apuntaba maneras, desde luego. Aguantar temperaturas tan altas no está al alcance de cualquiera, ni siquiera con trajes ignífugos como los de los bomberos.

Acceder a la planta no será problema, pero ayudaría saber dónde andaba esa caja. -Comento restando toda importancia a ese asunto- Ya encontrar al asesino se complicará un poco más, tiene toda la pinta de haber sido un profesional, y no dejan muchas pistas. -Aunque siempre queda la opción de llamar un poco la atención haciendo preguntas y que sea él quien venga a buscarme...- No se preocupe, Valladares, estoy más que acostumbrado a que vayan a por mí. ¿Puedo saber de qué tipo de información se trata? Sin entrar en detalles, sólo por hacerme una idea de quién podría estar tras ello...

Pregunté a mi jefa sobre lo que hacer relativamente tranquila, pero por dentro me encontraba tan agitada que temía que las rodillas comenzaran a temblarme en cualquier momento. Concretar mi labor, recibir una orden sencilla, pensé que podría poner algo de cordura en todo lo que estaba sucediendo; pero otra vez, mi jefa cambiaba de planes.

- Preguntas… - repetí meditabunda, dando de manera inconsciente un paso atrás. – Sí, tengo algunas.

No sabía si frente a un café era la situación idónea, pero deseaba alejarme de aquel lugar y de aquellos hombres. Ahora hombre. Elvira se encargaría de él y tras ello tendrían cosas que negociar.

- Después de usted. – dije a mi jefa antes de salir del lugar, esperando que me indicara hacia dónde quería dirigirse exactamente.

Le dedico una mirada como retando a Josu que lo intentará por otro lado esas fotografías eran interesantes tenía que echarle la mano más tarde ya que podía ponerlas en antena y era algo más tangible que los "rumores" que tenía hasta ahora. Ademas quien sabe lo que podrían hacer los del departamento de imagen con ella eran autenticos magos ampliando y limpiando imagenes.

Por ahora prefiero no convertirme en objetivo asi que voy a dejar que ese detective del tres al cuarto sea la cara visible mientras yo me mantengo en un segundo plano y mi forma perruna era perfecto para ello. 

Asentí cuando me dijo que podía quitarle todos los dientes que me diera la gana, pues eso mismo pensaba hacer como aquel tío me tocara las narices. Puede que me desquitara con él la frustración de las horas anteriores. Eso, o me ponía a dar saltos en el jardín hasta que llegara tan abajo que encontrara petroleo.

- ¿Ya es hora de desayunar? - Había que ver qué rápido pasaba el tiempo.

Las miré un segundo mientras hablaban.

- Vale, intentaré que no se me reviente la cápsula, pero no prometo nada. - Nunca había tenido que hacer algo así.

No había respondido a eso de trabajar a propósito, pues no yo estaba precisamente libre. Siempre tenía que estar disponible para cualquier cosa que necesitara la empresa, a no ser que me pillaran ya comprometida con otra cosa y tenía que notificárselo antes de empezar. Además, a saber qué tipo de trabajo era este.

Simplemente dejé que se fueran y luego miré al hombre.

- Vamos, como si estuvieras en el dentista. Si te la puedo quitar sin hacer demasiada fuerza puede que te sobreviva la dentadura, pero para eso tienes que portarte bien. Ya sabes.

Esperé a ver si colaboraba o se resistía.

- ¿Has escuchado hablar del Proyecto Islero? ¿O del verdadero objetivo del Proyecto Capricornio? Pues ahí hay informes y dossieres de información sobre esos dos y muchos más...la verdad es que desconozco lo que puede haber... - te comenta y parece no mentirte, sabe que mentirte ahora haría que te echaras para atrás y prefiere que aceptes este trabajo - ...para entrar en el edificio tienes la documentación en el sobre, serás de una aseguradora que debe cubrir los desperfectos del despacho de abogados 'Alonso y Asociados'. Es la tapadera que tenía el centro en ese edificio...¿necesitas algo más?

Si, la noche se nos ha pasado muy deprisa replico mientras camino hacia el ascensor. Coge ese aparato que hay encima de la consola, no quiero que alguien se pueda asustar por tu aspecto. 
Sin ofender 

No, realmente no quiero que se asuste nadie que no sepa mi secreto y que este en la casa. 

Haz lo que debas como si se lo tienes que sacar con un destornillado a golpes.  Abro la puerta y espero que entre Adele antes de hacerlo yo y ver el interior del laboratorio mientras se cierran.

Ahora cuando subamos, contestare a todas tus preguntas o al menos a las que te corren mas prisa. Espero que te gusten los desayunos muy largos, Marcos suele preparar demasiado a veces cuando estoy en casa

Lanzo un silbido. Jooooder, proyectos de investigación y desarrollo militar. Al menos, de eso me suenan los nombres, y eso que no estoy muy puesto. A saber qué más secretos ocultarán ahí...

Todo lo demás parece en regla. Parece que no tendré que colarme en el edificio, me facilitan una excusa para que me dejen entrar. No me molesto en preguntar si tendría acceso un "socio" mío, en caso negativo puedo colarle yo igualmente. O igual puede convertirse en una gaviota idiota y entrar él solito.

Todo en orden, creo que no necesito nada más. -Chasqueo los dedos, llamando la atención de Rafita- Canelo, aquí. -En cuanto pasa a nuestro propio bote, vuelvo a mirar al teniente- ¿Como nos ponemos en contacto cuando descubra algo?

Vuelvo a la barca dandole vueltas, esos proyectos parecían militares pero.. ¿el ejercito estaba involucrado en el incendio de un edificio en Madrid? no tenia demasiado sentido. Tendría que ponerme al día con la informción publica de ellos e ir a ese edificio a investigar...

La señorita Montalbo dio algunas instrucciones más a Elvira y la seguí, volviendo a estremecerme cuando esta hacía alusión a usar la violencia con aquel hombre. Yo no era ninguna santa, había usado mis poderes para agredir cuando era necesario, pero oír hablar de aquel modo tan abierto y crudo me impresionaba, y me traía malos recuerdos.

Entré con mi jefa en el ascensor, dejándome esta pasar delante, y al entrar me indicó que arriba podría preguntarle cuanto quisiera. Entonces me habló de los largos desayunos, ante lo que mostré una cortés sonrisa esperando a que subiéramos.

La verdad es que después de ver a un hombre desplomarse de ese modo, hambre precisamente no tengo…

Estaba observando ya al hombre, tratando de pensar en cómo iba a poder sacarle eso, cuando dijo aquello del aspecto.

- ¿Me estás diciendo lo del aspecto a mí?

Me bajé las gafas y la miré a los ojos un instante. El sin ofender llegaba tarde porque ya lo había hecho.

- Ni que tú fueras Miss Universo. - No te jode... - Sólo se pudo escuchar la coletilla de mi frase, porque lo otro decidí callármelo, pero si aquella mujer se pensaba que iba a dejar que me diera órdenes y me insultara encima, la iba a llevar clara. Pensaba que ya habíamos llegado a un entendimiento sobre que si me trataba con respeto nos íbamos a llevar bien, pero parecía que todo habían sido imaginaciones mías.

Decidí volverme hacia donde estaba el hombre, aunque en aquel momento seguro que incluso creyendo fervientemente que alguien le iba a rescatar, se podía ver mi rostro de querer arrancarle la cabeza alguien.

Creo que no la ha gustado la frase, deberia haber dicho que es para que mi invitado perpetuo que no sabe a que me dedico en mi tiempo libre haga preguntas innecesarias.

El ascensor se abre en la planta de arriba en un lado del Hall.
Sigueme Adele, salimos al jardin a tomar el aire mientras desayunamos. Por cierto, agradeceria que por favor no comentes nada de lo de abajo, hay gente que vive conmigo y que no sabe lo de la armadura

Llegamos al Hall, donde la señorita Montalbo me pidió que le siguiera, recordándome que desayunaríamos en el jardín. Tras ello me pidió que no hablara de lo recientemente sucedido, y es que parecía que no todos los que vivían con ella sabía de aquello.

- Sabe de mi discreción, no se preocupe, señorita Montalbo. – le confirmé con voz suave, haciendo mentalmente una lista de todo lo que le quería preguntar.

Rafael cambia de barca de nuevo y en ese momento Valladares aprovecha para sacar un teléfono móvil de uno de los bolsillos de su gabardina y dárselo a Josu.

- Lleva siempre este teléfono encima, está limpio. En la memoria está guardado el número de mi busca por si necesitas algo, si llamas intentaré ponerme en contacto contigo en el menor tiempo posible. - hace una pausa y finaliza con - Ten mucho cuidado.

Tras decir esto, se despide levantando un poco la cabeza y empieza a remar hacia el puesto de barcas. Os ha dado información, y lo que os ha comentado podría preocuparos si los datos que se guardaban en el Windsor eran muy valiosos y han sido robados...¿Qué secretos habrá en esa caja? Por suerte dentro de poco lo podréis averiguar...

Te quedas a solas con el hombre, decides que la mejor forma es que lo hagas detectando la muela falsa y quitarla directamente. Tus dedos son 'finos' para realizar la extracción sin problemas y debido a tu blindaje un mordisco no es un gran problema.

El hombre al ver tu cara no está muy tranquilo, notas que ha empezado a sudar. El estar en una jaula de Faraday ha minado su ánimo, al fin y al cabo ahora sus compañeros no pueden localizarle...y no sabe si ya lo han intentado o lo han dado ya por muerto...

Te mira e intenta negociar contigo:

- Oye...si no me haces daño y me suelta puedo llevarte a nuestro punto de reunión...allí puede que esté Kruger... 

Accedéis al jardín y podéis ver una mesa preparada para dos personas.

Es un desayuno sencillo, en comparación con la arquitectura de la mansión y la amplitud del jardín. Por una puerta lateral que debe dar a la cocina sale un hombre moreno de unos treinta y pico años. En sus mano lleva una cafetera humeante y un bol con magdalenas.

Mira a María y le dice mientras la besa suavemente en los labios camino de la mensa:

- No me habías comentado que tendríamos visita, supongo que se quedará a desayunar ¿no?

Deja la cafetera y el bol sobre la mesa y espera que María realice las presentaciones.

Va a hacer que me sienta un poco culpable por no haber venido por la noche. Encima prepara un desayuno para los dos Paso mi mano por su cintura, sabia que un dia mi mundo iba a chocar. Bueno aun queda mucho que choque, solo espero que mi otra invitada haga lo que la he pedido

Lo siento mi amor, crei que aun estarias durmiendo. Si, se quedara a desayunar y yo me quedare en casa hasta mas tarde. Se que no puede compensar la perdida de la noche, pero al menos es algo 

Te he hablado de ella, mi eficiente ayudante Adele Arjona. Le he contado algunas cosas, no todas, pero si la eficiencia que tiene en el trabajo.
Mi prometido Roberto Mendoza, secreto que espero sepas guardar. Aunque no puedo decirte en que trabaja o ¿Si mi amor?

Tras despedirme de Valladares, pierdo un poco el tiempo en el centro del lago artificial, encendiendo un cigarro sin preocuparme de si al chucho le molesta o no. Quiero dejar distancia entre el teniente y yo, antes de abandonar el lugar. Cuando llevo medio pitillo, empiezo a remar para largarnos también nosotros. Al salir, emprendo camino a través de los paseos más discretos del Retiro, mirando a mi espalda de cuando en cuando por si nos siguen.

¿Vas a seguir en plan Rintintín mucho más? -Increpo a Rafa con desgana, cansado de esta rara situación- Supongo que en algún momento tendrás algo que decir. Sobre el caso, digo. Vas a venir conmigo al Windsor, ¿no?

Yo no era demasiado consciente de la cara que ponía cuando me enfada, pero contando con que mi humor siempre oscilaba bastante, pues tenía demasiados prontos de esos que hacían que la gente se pensara las cosas antes de decirte algo, seguro que daba algo de miedo. Lo que el pobre hombre no sabía era que mis enfados desaparecían prácticamente igual que como habían aparecido, sin mucho esfuerzo.

Eso sí, a su jefe como el decía, ya se la tenía jurada.

En cuanto vi que quería hablar saqué un momento mi mano de su boca, aunque tuvo que hablar como un poco balbuceando, pues no la saqué del todo, que no me gustaban las sorpresas.

- También puedes decirme el punto de reunión y yo prometo dejarte algún diente en la boca.

Sonreí con una sonrisa de esas de "no estás como para negociar demasiado". Además, prefería arrancarle la cápsula de cianuro y que luego la chica esa volviera a leerle la mente. Seguro que le sacaba el punto de reunión.

- Teniendo a gente que como has visto puede leer tu cabeza. - Le dije. - Me da igual que cantes como un pajarillo o no, la verdad.

Lo miré como esperando que se decidiera.

En cuanto el hombre esta fuera de nuestro alcance de visión vuelvo a transformarme a mi forma humana.

No he visto nada raro en su barca. Le comento a mi compañero. Esas fotos, podrían ser interesantes. Tengo un buen equipo capaz de procesar imágenes, ampliarlas y hacerlas más nítidas... no es seguro que vayan a conseguir algo pero no perdemos nada intentándolo...

Ademas necesito hacer una copia para mi reportaje Pienso para mi pero supongo que es algo que el detective dará por supuesto, ningún periodista que se precie dejaría pasar esa oportunidad.

¿Pasamos por el estudio se las dejamos a los "magos" del estudio y seguimos hasta el Windsor? ¿que dices? sugiero

¡Al fin! Una persona... Bueno, parece un maniquí, pero ¡un maniquí con forma de persona! Así al menos se puede mantener una conversación...

Bueno, sinceramente creo que si hubiera algo más de utilidad en esas fotos, los militares ya lo habrían sacado. -Digo encogiéndome de hombros, dando una calada al cigarro. ¿Que hora es? Me apetece una copa- Pero tampoco perdemos nada por intentarlo, así que... -Sin embargo, la idea de dejar las fotos del dossier en manos de esa gente hace que me detenga, rascándome la sien con la mano del cigarro- Ehm... Quizás deberíamos aclarar algunas cosas, antes de ir más lejos. -Bajo la mano y miro a ambos lados antes de continuar- Mira, eres periodista. Lo entiendo, ¿vale? Me hago cargo, necesitas tu noticia. No tengo problemas con eso. Pero necesito tu garantía acerca de dos cosas: -Levanto la mano nuevamente, extendiendo el dedo índice- La primera es que no se hará pública ni una mierda de todo esto hasta que el caso esté cerrado. No quiero que esa gente esté sobre aviso de nada. -Extiendo el otro dedo, quedando el cigarro prendido entre ambos- Lo segundo es que mi nombre y mi fea jeta no salgan a la luz bajo ningún concepto. Puedes tratarme como a una de esas fuentes a las que protegen por su honor de periodistas en las pelis, o esas mierdas, no se, es cosa tuya. ¿Como lo ves?