- Gracias por recordarme las malas noticias Roberto... - dice el teniente - ...al parecer Kruger está animando a la vieja guardia franquista a favor de un nuevo levantamiento nacional para acabar con la tiranía europea. Están diciendo que los ataques fueron provocados por Rusia y mil tonterías más pero lo peor es que mucha gente los creerá y no todos los ciudadanos son tranquilos...al parecer en Valencia ya han salido a la calle ciertos colectivos y se han enfrentado a primera ahora con las fuerzas armadas. Incluso dentro de algunos sectores se está valorando formar un gobierno de concentración formado por militares y ciertos políticos... - escucháis que murmura Blas Piñar y los suyos entre dientes - ...cosa que no tengo pensado permitir así que tenemos que sofocar esto en los próximos días. Que usen radios nos va a permitir localizar a los que están transmitiendo el mensaje y a partir de ahí podremos saber donde se encuentran los que mandan aunque claro no será cuestión de una hora...

Mira su reloj y mueve el bigote mostrándose un poco disconforme:

- Joder mira que le dije a Isaac que estuviera aquí puntual...pero se ve que al general le gusta hacerse de rogar... - mira a Roberto y le dice - ...ve a centralita y que nos digan cuánto falta para que llegue...

Roberto se despide rápidamente y sale corriendo hacia centralita para ver si puede decir la hora de llegada exacta. Valladares os lleva hasta una sala con sillones y una mesa central y se dirige a Josu:

- ¿Qué plan tienes para Ángel Negro? Sé que algo te ronda en la cabeza pero necesitaría saber si necesitas hombres para cumplir ese plan...sin él estaríamos mucho más tranquilos. 

Empezaba a tocarme los cojones la puñetera sensación de que trataban de mentirme en los morros, con todo el descaro y tomándome por tonto. Con el ceño fruncido, paseé mi mirada entre Mendoza y Valladares, deteniéndome sólo para echar una calada al cigarro. El viejo había dicho que las bombas no tenían nada que ver con el incendio porque en aquella caja sólo estaba el proyecto Islero, y ahora el guaperas decía que las bombas se basaban en la tecnología del proyecto Islero. Las piezas no cuadraban, y empezaba a sentirme dentro de una mala película de espionaje. O en un tebeo de Mortadelo y Filemón.

¿Un alzamiento militar? ¿En serio? -Repliqué de mala gana, dejando aquel asunto para otra ocasión. No me gustaba que jugasen conmigo, y no lo pensaba olvidar fácilmente- ¿Y qué proyecto es, exactamente, el que quieren replicar, jefe? ¿El del DOSSIER SHAIRE? Creía que eso dependía de que tuvieran a AIRE... -Recordé de nuestra conversación en la comida del día anterior- ¿Podrían usar a otra persona para eso? -Si era el caso, las cosas se pondrían chungas. Sabiendo que únicamente con la "sobrinísima" podrían crear ese arma de destrucción masiva, bastaba con mantenerla a salvo y lejos de ellos. Sin embargo, si tenían la posibilidad de hacerlo con alguien más...

Nos trasladamos a una sala donde, con suerte, el jefazus máximus se reuniría con nosotros. Si conseguía llegar, claro. En cualquier caso, Valladares no tenía ganas de perder el tiempo. Yo, en cambio, sentía que tenía todo el tiempo del mundo, porque no tenía una mierda para hacer. Lo curioso era que empezaba a incomodarme el mutismo de nuestros compañeros. Parkour y su amiguita rubia no parecían de mucho hablar, aunque a él se le iba la lengua de vez en cuando. Lo de ella era otra cosa. Ni siquiera recordaba haberla oído decir "esta boca es mía" más allá del saludo al llegar, ni siquiera el día anterior con todo lo que pasó.

Claro que tampoco le prestaba especial atención.

¿Planes? No tengo muchos planes... aún. -Admití, mirando alrededor en aquella sala. ¿Habría un mueble-bar? Nah, cómo iba a tener tanta potra...- Obtiene sus poderes de fuentes místicas, de eso estoy seguro. Tengo un contacto experto en esos rollos, y por sus características parece que conocemos la fuente de su poder. Le tengo currando en la búsqueda de un ritual con el que poder pararle. Podría ser definitivo o temporal, aún está por verse. -Admití encogiéndome de hombros- La cosa es que aún no se nada del ritual, y no lo sabré como pronto hasta esta noche, si consigo contactar con él y tiene la información. Si el ritual le invoca y le hace venir, puedo celebrarlo aquí mismo, en el tejado de este edificio. O donde me digan, eso me da igual. De lo contrario... tendré que buscarle e ir a donde él esté, y la cosa se complicará. Necesitaré transporte, y ayuda para entretenerle mientras lo celebro. Y no me refiero al entretenimiento que puedan hacer sus hombres, con todo el respeto. Prefiero a los ninjas éstos. -Añadí señalando a Parkour y su amiga Inezumi, ignorando a Adele. No estaba seguro de que enfrentarse a Ángel Negro estuviera dentro de sus posibilidades, salvo que fuera extremadamente buena esquivando como aquellos dos. Dudaba que ni su escudo mental ni los míos místicos pudieran soportar la fuerza mágica del alado.

- Sí es ese proyecto. Con Aire tendrá el resultado deseado, con otros metahumanos...temporales o fracasos, es algo que no sé a ciencia cierta pero podría intentar replicarlo...y si es con otra persona podríamos localizarlo. Necesita una fuente de energía muy grande para hacer eso.

Hace una pausa y cuando comentas lo de Ángel Negro y el ritual que tienes en mente, incluso puedes ver que sonríe débilmente.

- Perfecto, tendrás transporte a la espera de que contactes con tu amigo. Si es necesario podría localizarlo y llevarte hasta él, sólo necesito su nombre o su dirección y pondré a un equipo a rastrearle y ofrecerle ayuda si la necesita. - señala a una sala en la que hay muchas personas ojeando pesados volúmenes y repasando datos en pantallas de ordenador - ...tengo a gente especializada en magia, aunque no a tu nivel seguramente. De todas formas puedes contar con ellos. 

Mira a Parkour e Inezumi y te pregunta:

- Si quieres contar con ellos no hay problema, los equiparemos debidamente porque no pueden ir a cuerpo a enfrentarse a alguien como Ángel Negro. Tenemos armamento que podría ayudaros y el GEOM tiene unos lanzarredes de Acero-Vanadio que os podrían servir de ayuda. Pueden inmovilizar a moles como Gargantúa y Varano como han testeado para detenerlos. Emiten corrientes eléctricas de alto voltaje. Además van equipados con el CETME Cazador que es el nuevo arma estándar y posee además de la red un emisor de partículas y munición perforante... - el hombre parece estar orgulloso de esa tecnología pero con Ángel Negro es posible que no sirva para nada de nada. - ...y Gavilán está de camino.

Gavilán en metahumano oficial del Gobierno de España. Es capaz de volar, y posee una fuerza y aguante sobrehumanos. Se cree que puede emitir algún tipo de energía pero no está confirmado por medios oficiales (aunque en los foros de internet dicen que sí).

Lunes 14, Sede del CNI

Día de San Valentín, aunque hoy Madrid amanece con dolor y no con ganas de entregar flores y regalos. Os encontráis en la puerta del edificio, observáis que la seguridad es muy alta. Hay francotiradores observando desde los tejados y los pocos vehículos que pasan son revisados por un equipo de TEDAX. El general Saavedra ha dado orden de permitir la entrada a María Montalbo y a un acompañante, o a dos tecnificados por si decidís aparecer con el traje de batalla.

En la puerta podéis verlo, está ciertamente nervioso y ya fuma el que parece su tercer cigarro. Se ve que está ansioso por veros pero todavía no se ha percatado de vuestra llegada.

Continuamos esperando al general Saavedra en una especie de salita con sillones, donde Valladares se dirigió únicamente al detective, preguntándole por su plan para Ángel Negro. Me mantuve en pie, a pesar de continuar a la espera, escuchando la conversación de ambos hombres.

Tras preguntar por el famoso proyecto, Josu dejó claro que hasta la noche no podría tratar con su contacto y que no contaba conmigo para aquello. Mi mirada en seguida se clavó en él, aunque sus ojos continuaban en Valladares, quien pronto le respondió y ofreció lo que necesitara para su cometido. Definitivamente, parecía que se habían olvidado de mi.

- Ejem… - carraspeé cuando el teniente terminó. - ¿Hay algo en lo que yo pueda ayudar? Porque he venido a eso, aunque el señor Bergara no quiera mi ayuda. – dije ligeramente molesta. – Insisto en la importancia de dar con esas listas de metahumanos. Si pueden reproducir el experimento con alguien con un poder de similares características a las de Aire, ya lo estarán buscando, deberíamos adelantarnos. – sugerí, aunque algo me decía que de poco iba a valer, pues la burocracia mandaba en aquel lugar. - ¿Gavilán también irá con ellos? – terminé por preguntar, pues no sabía exactamente a qué iría allí el metahumano.

Parecía que, aún no teniendo a la "sobrinísima", era posible que pudieran replicar el proyecto aquel. Sin embargo, parecía algo que tenían bajo control, si me fiaba de lo que decía Valladares, que cada vez me fiaba menos. En cualquier caso, y dado que decía que podían localizar a cualquier mutante que pudieran usar, alcancé la conclusión de que dejaba de ser, por el momento, asunto mío. Si más adelante me necesitaban para ello, ya me lo diría el jefe.

De hecho, parecía que Valladares consideraba prioritario que me dedicase a Ángel Negro. Pondría transporte, ofrecía efectivos para buscar a Salva, y hasta estaba dispuesto a equipar a los dos ninjas con tecnología punta de esa para que me acompañasen. Joder, parecía que estuviera de liquidación, librándose del stock a precio de saldo.

Siiiii, sí, todo ese rollo armamentístico en plan Castigador, sí. No es lo mío, pero igual a ellos les mola. -Dije señalando a la pareja, antes de dirigirme a ellos de medio lado- Si es que queréis venir, claro. -No sabía muy bien a qué venía lo de mentar a Gavilán, si tenía intención de hacer que nos acompañase, lo mantendría como apoyo auxiliar por si algo se torcía, o si tendría otros planes. Era un superhéroe gubernamental, por lo que a mí concernía un policía con poderes, pero podía ser útil- Este es mi contacto. -Le dije al jefe, anotando en una libreta su nombre, apellido y dirección, para arrancar la hoja y tendérsela a Valladares- En teoría, debería estar disponible en su casa esta noche. Creo que ha ido a poner a salvo a su familia, o algo así. Pero si le encuentran antes, y le ayudan con eso, de puta madre para todos.

En cualquier caso, la cosa estaba en marcha, y lejos de obligarme a incluir a Adele en el plan, Valladares guardó silencio sobre el tema. Aquello me tranquilizaba, puesto que dudaba mucho que la pinup estuviera preparada para algo así. Estaba sumamente convencido de que el poder del alado podría atravesar sus escudos, tanto como lo estaba de que derribaría los míos. El truco iba a estar en esquivarle, por eso los mejores para ayudarme eran aquellos dos ninjas urbanos. Por supuesto, a ella no le sentó nada bien, pero no necesitaba caerle bien. Es más, era mejor para ella.

Señor Bergara, también habla con los muertos, está sobrecualificada para esta operación... -Mascullé entre dientes, disfrutando mi cigarro mientras miraba al techo de aquella sala, fingiendo estar distraído. Ya le había dicho la primera vez que el señor Bergara era mi padre, y que estaba más que fiambre. La primera muerte, junto con mi madre, que había perpetrado mi infierno personal- Y hablando de ser útil, en serio digo que tardo menos de dos minutos en traer unos cafés de la máquina para todos. A no ser que el general esté entrando por la puerta...

Por mi parte ni me había dado cuenta de que era San Valentín. La verdad es que cuando te has pasado la mayoría de la vida de quirófano en quirófano, no es que haya muchos hombres dispuestos a regalarte flores y bueno, ya cuando se enteran de que puedes darles una patada en el culo sin mucho esfuerzo, pues la cosa aún se ponía más complicada.

- Acabaré teniendo muchos gatos y el teléfono de algún acompañante que cobre para que me quite las telarañas.

En esas cosas iba pensando mientras volábamos hasta el edificio en cuestión.

Los francotiradores no estaban demasiado escondidos la verdad, pero quizás fuera precisamente esa la idea, una simple medida disuasoria.

- Buenos días. - Dije en cuanto llegamos.

Como muestra de respeto, pulsé el botón del casco para quedarme únicamente con las gafas puestas.

San Valentin, la verdad es que en circunstancias normales estaria con Roberto disfrutando del dia. Yo sin ir al trabajo y llevandole a pasar el dia fuera, un dia en pareja. Pero hoy, no se ni donde esta o si esta bien.
Hice una comprobacion antes de ponerme la armadura y de salir volando hacia la sede del CNI. María Montalbo poco tenia que hacer alli, bueno si pero tenia mucho mas que hacer con la armadura, asi que alli que ibamos las dos con el traje de combate preparadas para lo que pudiera ocurrir.

Aterrizo, no he podido ignorar los franccotiradores o los TEDAX que estan esperando. 
-Buenos dias general, deberia dejar de fumar. Sabe que no es bueno para la salud. 

La voz sale distorsionada por el casco y su altavoz. Demasiada gente a mi cargo y demasiados problemas si se sabe quien esta bajo esta tecnoarmadura.

El general tira el cigarro tras sonreír tras el comentario del tecnificado. Luego saluda amablemente a Atta mientras comenta:

- Un placer conocerla en persona aunque ya he escuchado algunas de sus hazañas. Debo agradecerle que ayer ayudase a mis hombres, si no seguramente lamentaríamos muchas muertes. Si un día necesita algo y podemos ayudarla, por favor, recurra a nosotros. Estamos en deuda con usted.

Dicho esto accedéis al edificio con el general os lleva a través de varios pasillos hasta una sala donde podéis ver a un grupo de personas. Antes de entrar os dice:

- Ahora conocerán al Teniente Valladares, director del CNI y un viejo amigo mío. Él ha reunido a un grupo de metahumanos para ayudar a solventar el problema. Ustedes dos se unirán a ellos y esperemos que entre todos podamos atrapar al causante de este brutal ataque.

Antes de que Valladares conteste hacen acto de presencia el General Saavedra que viene acompañado por dos tecnificados y varios mandos que en vez de acceder a la estancia donde estáis se quedan fuera custodiando la entrada a la sala.

- Perdonen la tardanza. - dice al entrar - ...encantado de conocerles a ustedes. Disculpen que no me ande por las ramas, no sé si conocerán a las personas que me acompañan pero también son parte de esta situación ya que se vieron implicados en el ataque a un convoy militar que parece que fue uno de los hechos que desencadenaron la oleada de ataques sufridos por este país. Les presento a Dragoon y Atta.

Luego señala a Valladares y les indica a los recién llegados:

- Él es Valladares, como les comenté antes el director de la inteligencia nacional. Le acompañan, y perdonen si me equivoco, el detective Josu Bergara, la señorita Adele Arjona y dos justicieros llamados Parkour e Inezumi. Ellos impidieron que el ataque de ayer en Madrid fuera más trágico. Lograron detener a dos de las moles enviadas por Kruger para provocar el caos. A partir de ahora colaborarán para capturar o eliminar la amenaza que nos acecha. 

- Bienvenida y bienvenido -  dice el teniente. - Ahora ya estamos todos así que podremos empezar con la primera fase del plan a sugerencia del señor Bergara. No sé si conocerán al asesino metahumano Ángel Negro, ha sido contratado por Kruger y debido a sus capacidades es necesario eliminarlo o neutralizarlo en primera instancia antes de ir a por Kruger. Ahora mismo Mendoza, uno de mis mejores hombres está intentando localizar a algunos mercenarios que colaboran con el terrorista y espera poder localizarlo en las próximas horas para ir a por ellos. 

Hace una pausa y comenta:

- Si quieren presentarse háganlo ahora, luego espero que el señor Bergara explique su plan de acción mientras mando que le traigan los elementos que necesita para que todo salga bien. - se acerca a la puerta y susurra algo a un agente que sale corriendo como alma que lleva el diablo.

Al ver entrar al general, puse los ojos en blanco. De veras creí que lograría convencer a Valladares de que me permitiera ir a por café. Sigo creyendo que, un par de minutos más, y lo hubiera logrado. Pero no, el general apareció allí con dos personas... o lo que fueran, bajo todo aquel metal, y la reunión dio comienzo por fin. 

Al parecer, aquellas máquinas se unirían a nosotros, no estaba muy seguro de para hacer qué. Anoté sus nombres clave, antes de alzar las cejas en una expresión de incredulidad cuando el general dijo que habíamos impedido que la jornada anterior finalizase de un modo aún peor.

¿En serio...? -Murmuré, entre dientes- ¿Podía haber sido aún peor...?

Para mí, habíamos luchado y habíamos perdido. Kruger y los suyos se habían escapado, su artefacto había explotado, así como todos los demás. Nuestro único mérito era haber capturado a aquellos dos mercenarios, y a saber si sabían algo de utilidad que pudiéramos sacarles.

No habíamos evitado una puta mierda.

Vale, ehm... Como ha dicho el jefe, me llamo Josu Bergara. Detective privado y... no se si decir "experto", pero estoy, digamos, especializado en ocultismo. -Me presenté, con escasas ganas, sin sacar las manos de los bolsillos- No creo que tengamos lo que se diría un plan, aún. Pero si acabamos rápido con las presentaciones os explicaré lo que tenemos hasta ahora.

La verdad es que no había acudido allí para que me dieran las gracias, sino porque esos cabrones alemanes me habían tocado los ovarios y aquello ya había pasado al tema personal. El día del asalto a los camiones militares ya me habían cabreado, pero con lo de mi hermano... Ahora iba a dedicar todo mi tiempo a hacérselo pagar y a cabezona cuando me proponía algo, no me ganaba nadie.

- Gracias general. - Fue mi única respuesta. Yo no era tan dada a las palabras y prefería no hablar tampoco demasiado no fuera a meter la pata o ofender a alguien.

Eso sí, asentí cuando dijo aquello de atrapar a los que habían hecho aquello, pues estaba deseando ponerle las manos encima al gilipollas del exoesqueleto.

- Como me lo vuelva a encontrar se va a cagar.

Seguimos al general hacia donde estaba el grupo que había reunido y desde luego, así a primera vista, no es que pareciera demasiado "peligroso". De todas maneras era lo que tenían los metahumanos, que uno nunca sabía lo peligrosos que podían ser hasta que los veías en acción. De todas maneras, como hermana de uno, no tenía problema alguno en trabajar con ellos.

Eso sí, no me pasó desapercibido el hecho de que a una de ellas ya la había visto en casa de mi compañera.

- No sé por qué te sorprendes.

Mientras el militar preguntaba a ver si conocíamos a ese tío, yo buscaba por internet a ver qué era lo que se sabía de él y qué podía hacer. Una cosa era que me hubiera "quitado" el casco y otra que me hubiera quitado las gafas, cosa que no hacía casi nunca para que no se me viera el ojo. A la gente normal le solía dar algo de "yuyu" mirarme sin gafas.

- ¿Experto en ocultismo? - Mi expresión, de no haber llevado las gafas puestas hubiera sido una de extrañeza total.

- ¿A qué había dicho María que se dedicaba el nazi ese? - No me acordaba, la verdad, pero algo me decía que me iba a entrar en breve.

- Yo soy Atta, o Elvira, como prefiráis y trabajo en seguridad en Industrias Valle. - No sabía qué más hacía falta que dijera así que me callé.

Valladares, he oído su apellido varias veces en boca de Roberto, la verdad es que tenia ganas de conocerle pero estas no son las circunstancias en las que me gustaría.

Miro a las personas que hay dentro, al menos una de ellos esta aquí por culpa mía y me alegro que se encuentre bien. 

-Caballeros, señoritas. -digo con una voz metalizada y algo distorsionada que no permite discernir quien esta bajo el casco, podría ser hombre o mujer, aunque dos aquí juegan ya con ventaja que lo saben. 

Mi cuerpo dentro de la armadura se tensa al oir el apellido de Roberto, esperaría que hubiera estado aquí haciendo trabajo de oficina. Pero soy una auténtica ilusa.
-Se que mucha de la tecnología ha sido apagada en la mayoría de las principales ciudades de la península. Si necesitan ayuda para esa localización desde el aire, puedo ayudarles.

Tengo conexión con mi IA, pero con este apagón es un poco difícil de acceder a algunas cosas. La presentación solo hace que me gire al hombre, le miro mientras mis sensores graban su imagen y le ponen un nombre asociado.
No se me pasa el sutil gesto de Atta al ser nombrado nuestro "amigo" alemán.

-Dragoon, dependo de las empresas de la señorita Montalbo. Es un placer conocerle señor Bergara, la señorita Arjona y yo ya nos conocemos. Espero que esté bien tu familia tras los acontecimientos que ocurrieron ayer y me alegro que estés bien...
 

Mi mente ya estaba trabajando pensando en qué podía ayudar. A parte del asunto de los interrogatorios, todo aquel tema de las listas me parecía importante; sin embargo, escuchar aquel murmullo de Josu hizo que me decantara de inmediato. Entrecerré los ojos, mirándole de soslayo al escucharle decir que estaba sobrecualificada. No entendía qué le había hecho a aquel tipo. Vale, estaba ese asunto del que me había hablado… Pero ni siquiera sabía qué había detrás de todo eso. Si realmente fuera así, no estaría trabajando con otra gente, ¿No?

- Definitivamente, creo que debería ir a ayudar a los demás con Ángel Negro. – dije a Valladares, mirando después al detective con desafío y una media sonrisa en mis labios.

Josu pretendía ir a por café, pero entonces llegó el teniente Saavedra y dos personas más a quienes ya conocía. Me alegro verles allí sanos y salvos, sobre todo a mi jefa. Saavedra y Valladares se ocuparon de las presentaciones y de poner a todos en situación, tras lo que el investigador se presentó, comentando también que después explicaría lo que teníamos hasta ahora.

Llegó el turno de las mujeres, aunque en el caso de mi jefa ni siquiera se sabía cuál era su género. Ambas se presentaron, y Dragoon en seguida dejó claro que ya nos conocíamos, interesándose por mi estado y el de mi familia.

- A mí ya me conocen, así que no hace falta que me presente. – expuse para que el resto supiera que no era la primera vez que veía a los recién llegados. – Me alegra ver que se encuentran bien. – dije mirando a estos, antes de fijar mi mirada en aquel casco metálico que llevaba Dragoon. – Todo bien en mi familia, espero que en la suya también. - le respondí con una amable sonrisa.

El joven se muestra inquieto, y al final se presenta:

- Yo me llamo Parkour, y si os soy sincero me encuentro con ganas de hacer algo...aquí se está calentito pero prefiero el frío y conocer a ese Ángel Negro al que tenemos que cargarnos... - mira a Josu  y añade - ...te entendí que quieres que seamos blancos móviles o algo así ¿no? ¿Es muy rápido el hijo de puta ese? Inezumi y yo somos rápidos pero si es un sitio abierto es posible que me pille...pero en un sitio con obstáculos como una obra, un bosque,...o algo así no creo que pueda tocarme...ahí mi agilidad me ayudaría sin duda a no ser un blanco fácil...

Parece que el joven metahumano ya ha empezado a pensar en el enfrentamiento. Demasiado ímpetu, seguramente propio de su juventud. A su lado Inezumi asiente, piensan igual.

- Cuéntanos qué tienes en mente o qué necesitas exactamente...y pensemos ya en hacer algo...

Claro, ¿cómo iba a quedarse la pin up al margen de aquello? No tenía ni idea de qué iba el asunto, ni de los muchos motivos por los que no la quería allí, pero ella ya había decidido que sí, que por sus santos ovarios iría aunque sólo fuera por llevarme la contraria. Tanto que quería participar en otros asuntos, todo eso quedaba en segundo plano si podía venir a su probable funeral. Ahogué una carcajada sarcástica, evitando mirar a nadie, tan sólo con la mirada ensombrecida clavada en el centro de la mesa de aquella sala de reuniones. No era mi culpa. Era culpa del de arriba y su puto libre albedrío, ese que le concedía a algunos para decidir su futuro, esa ficción que se había inventado para hacernos creer que éramos libres y no peones en su guerra personal en la que nos dejaba caer en las garras de su adversario sin inmutarse. No era culpa mía. No sería culpa mía, nada de lo que sucediera. A tomar por culo.

No pensaba ir al puto infierno por ello.

Todos fueron presentándose. Bueno, no todos, pero empezaron las chatarras andantes. Una lo hizo de forma escueta, como "segurata" de Industrias Valle, nada más. La otra chatarra no dijo u nombre real, sólo el clave, y tras ofrecerse a ayudar con la localización aérea, se presentó también como "currela" de esa empresa. Al parecer, ya conocía a Adele. Igual era buena señal, y ese tipo se encargaba de cuidar de ella. Llegó el turno del saltimbanqui, quien parecía empezar a impacientarse entre aquellas cuatro paredes. Buenas preguntas y mejores propuestas, que me hicieron pensar, mientras se hacía el silencio.

Un tenso silencio.

Me di cuenta de que aquellos rostros me estaban mirando, expectantes. Sorprendido, busqué a la rubia con la mirada. No se había presentado, simplemente se había mantenido en silencio al lado de Parkour, asintiendo a sus palabras. Esperaba que lo hiciera, como los demás, que al menos ofreciera su nombre a los recién llegados, incluso aunque el general ya lo hubiera dicho. Finalmente, me encogí de hombros.

Tú no hablas mucho, ¿verdad? -Apunté, suspirando, antes de dar un paso para situarme casi pegado a la mesa, asumiendo que debía tomar la palabra y poner las cartas sobre la mesa. El tarot se me daba realmente mal, especialmente cuando me echaba las cartas a mí mismo. Siempre me salían las peores posibles, como a todo hombre cuyo futuro es tan negro como el chapapote que el Prestige regaló a los gallegos- Vale, empezaré por el principio. Como he dicho, lo que tenemos ahora mismo no es un plan propiamente dicho, porque estamos a la espera de ciertos datos que nos ayudarán a concretar un plan de verdad. Ahora mismo, lo que tenemos son diferentes posibilidades a valorar, y algo de curro por delante. -Me llevé una mano a la nuca, rascándome el cuero cabelludo con los ojos cerrados antes de continuar- Ángel Negro es un metahumano asesino a sueldo y un mercenario, y ahora mismo por lo que sabemos trabaja para Kruger. Es un hueso duro de roer, y hay que quitarlo de en medio. Sus poderes son de origen místico. Que creáis o no en esas cosas me importa un carajo, pero es lo que hay. Por lo que he podido averiguar, el tío podría ser un ángel de verdad, un ángel caído. O al menos ser descendiente de uno.

Me detuve un instante, dándoles tiempo para procesar aquello. La gente creía en la ciencia a pies puntillas, pero les hablabas de magia y ponían cara de vaca mirando a un tren. Miré de reojo al tal Dragoon, a aquella armadura tan bien equipada, y sin pensarlo arrojé lo primero que se me pasó por la cabeza.

Oye, ahí no tendrás cafetera, ¿no? -Con un café, al menos no tendría tantas ganas de un carajillo- Ya, tenía que intentarlo... Bueno, como iba diciendo... Tiene poderes mágicos, posiblemente sea fuerte de cojones y duro que acojona. No se cómo de rápido será, pero no me hagáis mucho caso, no tengo lo que se dice tendencia al optimismo. Hasta donde se, invoca fuego, y sus alas no deben ser sólo para volar porque es capaz de volverlas metálicas. Una joya, vamos. -Y la verdad era que, enumerando sus "virtudes", se le quitaban a uno las ganas de intentar nada- Es incluso posible que sea inmortal. Así que un ataque directo podría ser del todo contraproducente. Que palabra más larga, joder. El caso es que estamos en proceso de establecer una vía alternativa. Tengo a un contacto trabajando en ello, un antiguo ritual que debería servir para sacarle de circulación, definitivamente o al menos por una temporada. Creo que le manda de vuelta al Cielo, o alguna mierda así. Pero mi contacto está ilocalizable ahora mismo. He quedado con él esta noche, aunque si aquí nuestros amigos le encuentran antes, pues de puta madre. -Sonreí un instante a Valladares- Con los datos de ese ritual sabremos exactamente lo que podemos hacer. Si el rito le invoca y le hace venir, podemos celebrarlo donde nos salga de los cojones. Así que la idea de Parkour sería cojonuda. Estoy seguro de que podemos encontrar algún edificio en obras, aislado y al que podamos ponerle un perímetro de seguridad. Uno de esos llenos de pilares de hormigón y huecos donde los ninjas puedan aparecer y desaparecer, y mantener a ese capullo distraído. Debe de pegar la hostia de fuerte, por eso evitarle es más importante que aguantarle. -Apunté, dejando claro el motivo por el que quería a los justicieros en el tema, frente a una Adele cuyas capacidades no me inspiraban mucha confianza en un meollo sí- Si el ritual no le invoca, habrá que desplazarse a donde él se encuentre, y ya veremos cómo podemos celebrar el ritual, porque no se lo que se tarda ni lo que requiere. En fin, que hasta que encontremos a mi contacto, estamos un poco a ciegas. Y bueno... -Sorbí por la nariz, dando un paso atrás- ...eso es todo, creo.

-No, no tengo una cafetera incorporada, pero se lo expondre en un informe para que lo tomen en cuenta. 

Si pudiera ver mi gesto debajo del casco es de absoluta incredulidad. Me giro a Adele

-Hasta donde se, perfectamente. Muchas gracias, cuando todo termine puede que tengamos algunas sorpresas.

Escucho la disertacion de nuestro experto en lo sobrenatural, deberia en pensar en tener uno por si pasan cosas raras. Pero soy demasiado cientifica.

-Si consiguen encontrar a su amigo, puedo llevarle volando hasta alli para que pueda recoger ese ritual. Respecto a donde invocarle, hay un campo de pruebas de las empresas Montalbo.
Es donde solemos hacer las pruebas de mis nuevos gadgets, hay lugares donde escondernos y parapetarnos

Un campo de pruebas de armaduras de combate. Podría ser un buen sitio.

- ¿Ese campo de pruebas tiene trampas o elementos que podamos usar como distracción? - pregunto al metalizado - ...creo que nuestro factor clave es la sorpresa. Si convocamos a ese tipo sabrá que tramamos algo, pero si hay cosas que puedan sorprenderlo como trampas o algo que le impida moverse o volar... Si no vuela...mejor para todos nosotros.

No conocía demasiado al metahumano del que hablaban, sólo lo que me había comentado Parkour y él lo había sacado de las noticias. Lena sí que sabía algo más porque estaba más enterada del mundo metahumano pero ahora no podría hablar con ella, al salir de aquí será lo primero que haga si me permiten moverme libremente.

Por fin habla la muda, la miro y asiento levemente.

-Está preparado para probar todas y cada una de mis actualizaciones, además de algunos prototipos para el ejercito. Si no recuerdo mal, creo que íbamos a empezar a probar esta semana un sistema de seguimiento térmico de ultima generación.

El prototipo estará montado allí. Hay huecos, un par de edificios en ruinas, escombros y se puede modificar si hiciera falta. Hay zonas que el suelo se mueve para reconfigurarlo.