Partida Rol por web

Veo como sale de la tienda.

Maldito malandrín.

Comento a los contertulianos:

-Señores, voy a la letrina, a ver si este combate lo puedo ganar, que la tortuga está asomando la cabeza.

Jejeje, así no sospecharan de ver como salgo con pasos rápidos.

Salgo disparado detrás de nuestro paje, y cuando estoy muy cerca de el, le pongo una mano en el hombro, y le digo:

-Buenas noches, tu y yo tenemos una charla pendiente.

-Creo que he visto a..-el joven se quedó a medias en la frase cuando Edgar aparece buscándoos.-....Sir Beltrán.-

-Es cierto, por ahí lo veo,-dice Eliott.- Edgar, ¿que tal vosotros?.¿Habeis conseguido hablar con el hijo del difunto?.

Si- responde- a decir verdad tenemos nuestras sospechas hacia él. Durante el interrogatorio estaba claro que nos estaba ocultando información y el trozo de cinturón le pertenece a él, puesto que lleva uno igual.

Tenemos intención de vigilarle, pero a Gallowain y a mi nos conoce. Por eso estoy aquí, para que uno o dos de vosotros vaya a donde se encuentra Gallowain y se encargue de la vigilancia. El resto podemos ir a intentar interrogar al escudero de Sir Doalen. Quizás podamos sacar algo de él. ¿Que os parece?

Por otro lado, ¿que tal os ha ido a vosotros?

El asustado escudero mira alrrededor como buscando una salvación.-Ho....ho..la.- dice tartamudeando.

-Pues nosotros hemos sacado la misma conclusión. Según sir Fadoban, el hijo heredará todo los bienes de su padre, tierras y castillos, por no hablar de que van a nombrarle caballero dentro de poco... es el más beneficiado de la muerte de su padre.

Waldon se quedó meditando las palabras de Edgar.

-Entiendo que haya que vigilarle, pero, ¿qué esperamos encontrar en esta vigilancia? No podremos estar todo el tiempo junto a él, y no creo que sea tan tonto como para tratar según que temas en público.

Detengo al chico, y le digo:

-Alto ahí, tu y yo tenemos que hablar sobre unos asuntos.

Lo agarro del cogote, y lo llevo hasta un sitio que estemos mas a solas.

Todo esto se lo digo con un gran tono imperativo, ya que en la cadena social, el está por debajo de la mia, y estará acostumbrado a obedecer.

-Lo primero de todo, es que no intentes ninguna tontería, -le echo una mirada a mi espada-, ahora mismo, por tu honor y el de tu familia, me vas a ayudar en la investigación que está llevando a cabo uno de los grandes del reino de Arcturus.

Hago una pausa.

-Me vas a explicar la discusión que mantuvo Daoleon con su padre la noche de los actos, ya que eso es vital para poder demostrar su inocencia (o culpabilidad), y en cuanto termines, me vas a decir, el por qué le falta un trozo al cinturón de tu amo, y donde lo perdió, y si fue su padre el que se lo cortó. Por ahora se que estuviste presente en todo momento de la discusión, ya te viesen o no los cortesanos.

Puede ser, pero no creo que dejándole solo por el campamento sea lo más adecuado. Nuestra mejor pista ahora es hablar con el escudero y ese cinturón que tiene y del que no se ha librado. Es lo mejor que tenemos- responde- creo que la vigilancia puede ser bastante útil. En cualquier caso no obligaré a nadie ha hacerlo, si se considera que no se saca nada con ello. En cualquier caso, buscar al escudero es algo prioritario. 

-Bueno, de todas formas, le vigilaremos hasta que habléis con el escudero. Luego nos reuniremos y veremos que conclusión sacamos con todo esto. Pero tengo que decir que todo le apunta a él como asesino. Iremos donde está Gallowain, nos reuniremos en la posada más tarde.

Con Jerrod y Eliott junto a él, se acercaron donde se encontraba el escudero, dándole el relevo de la vigilancia e indicándole donde se encontraba Edgar. Nosotros haremos el resto -le dijo palmeándole el hombro-.

-Eliott -comenzó- intenta usar tus encantos con las mujeres por si alguna se enteró de algo, alguna conversación mientras realizaba sus tareas o, simplemente, pusieron el oído para tener algún tema del que hablar entre ellas.

Se sentó en alguna banqueta libre, dejando la de su lado para Jerrod. Ahora solo había que observar los movimientos del hijo de sir Duain, aunque realmente no esperaba encontrar nada con esto.

El muchacho se revuelve un poco para zafarse de tu agarre, malhumorado por el comportamiento que tienes hacia él. -Que decís?, mi amo no mató a Sir Duain.- La respuesta era clara, sin titubeos y se veía que protegería a su amo hasta la muerte.
-Aquella noche discutieron, es verdad, pero después de la discusión mi amo vino a su tienda donde estuvo dormido toda la noche.-

Eliott recoje su laúd y con una encantadora sonrisa.-No temáis buen amigo, pues seguro que haré encantado la tarea encomendada.- Se despide internándose entre la multitud de gente de la fiesta.

Os acompañaré hasta donde se encuentra Gallowain. A partir de ahí, mientras alguno vigila al hijo del difunto, nosotros nos encargaremos de buscar al escudero para charlar. Cuando logramos eso hablaremos a ver que sacamos en claro de todo este asunto.

¿Vamos?

Os poneis en marcha hacia la zona donde están las tiendas. Podeis ver participantes contando como este o aquél hizo una finta, o un movimiento tal que derribó de un solo golpe. Se alaba la pericia con lanza y sobre todo se brinda por el rey y la reina, por darles una oportunidad a los escuderos de hoy, que serán los caballeros de mañana.
Sobre todo se habla de uno especialmente diestro con la lanza a pesar de ser muy joven todavía.

Le miro a los ojos, un poco enfadado, y le replico:

-En ningún momento he dicho que haya matado a su padre, sino que te pregunto de que fue la discusión, ya que puede ayudar en nuestra investigación, y lo segundo, te he preguntado por el cinturón desgarrado que ha intentado ocultarnos tan descaradamente.

me cruzo de brazos, y le digo:

-Hasta que las respuestas no sean satisfactorias, no te voy a dejar que vuelvas con tu amo, y si intentas llamar la atención de alguna manera, conseguiré que te arresten como sospechoso, ya que acabas de confirmar tu presencia en la noche que murió, y hasta que no acabemos la investigación, serás preso de la reina, y ahí no hay dios que te libre hasta que no esté todo aclarado.

-Y con que autoridad se supone me vá a arrestar un escudero?.-Dice en tono burlón.-Acaso vendrá en su ayuda un caballero-remarca la palabra-de la tabla redonda?.-
-Pues aunque sea mayor en edad que yo solo un caballero puede formalmente acusar y juzgar a alguien y ahora si me disculpa,-dice en el mismo tono que su amo cuando os echó de la tienda- tengo cosas que atender.-
Con esto se dá la vuelta y comienza a caminar hacia el castillo.

Llegais a la tienda de Daelon pero no veis a Gallowein por ningún lado. Un grupo de escuderos que hace corro en una hoguera os dicen que si estuvo con ellos, y que se fué no hace mucho, buscando un sitio donde poder pensar y quitar lastre.

Gallowain volverá en seguida- señala a la tienda de Daelon- esa es la tienda de Daelon, supongo que estará dentro. ¿Quien se va a encargar de la vigilancia?

Las miradas de Jerrod y Waldon se cruzaron un instante antes de mirar a Edgar. Bien pensado, hacer guardia frente a una tienda era algo aburrido... no iba a dejar solo a Jerrod, pero tampoco quería quedarse solo.

-Diría que cuatro ojos ven mejor que dos. Además, si ocurriese alguna desgracia, dios no lo quiera, mejor que estemos ambos para cubrirnos las espaldas. Puedes esperar a Gallowain y nos ponemos de acuerdo, por si tiene algo que decir, aunque si es cierto que os conoce... casi mejor que os vayáis a por el escudero.

Si, la vigilancia puede ser aburrida. Mejor que os quedéis los dos y mientras Gallowain y yo podemos buscar al escudero- dice- espero que no tarde mucho con sus "necesidades".

Miro como se da la vuelta dispuesto a irse, y le contesto:

-Como vos deseéis, pero me parece que estáis confundido, yo no tengo intención de arrestaros ni de manteneros aquí forzosamente, sino que como ya te he dicho, ahora iré a reunirme con parte de mis compañeros, los cuales estamos haciendo el informe, y tu nombre aparecerá como que tienes información vital y no quieres colaborar, cuando el duque se entere de esto, y se lo comunique al los monarcas, ellos serán los que decidan si has de ser arrestado o no, y si se te han de quitar todos los honores y favores que tienes.

Hago una pausa dramática:

-Que bonito, a tu edad, y compartiendo celda con vulgares delincuentes mientras tu amo tiene que pedir favores a toda la monarquía el día de su investidura, ya que tiene un escudero terco que no quiere colaborar voluntariamente. Puede que el verdugo consiga sacarte el nudo que te impide hablar. Pero eso si, yo no lo voy a hacer, simplemente voy a hacer el informe mañana por la mañana.

Me aliso el ropaje y le digo:

-Ha sido un placer conversar contigo, posiblemente no tenga ninguna oportunidad mas en la vida.

Espero a ver cual es su reacción.