Partida Rol por web

Así es- dice mientra entra tras la invitación de Daolen- ante todo, mi mas sentido pésame por tu pérdida. No debe de ser fácil para ti estos momentos de dolor, y puede que no te apetezca hablar con nosotros en estos momentos, pero creemos que la situación lo requiere. 

Paso junto a Edgar, y le miro el cinturón a Daoleon, a ver si coincide.

Mientras mi compañero le nombra la muerte de su padre, observo la expresión de la cara de Daoleon, a ver si es de pena, de alegría, o algo que nos de alguna pista.

El joven se sienta en una silla de cuero mirándoos con curiosidad.-A qué situación se refiere exactamente?, y que puede ser tan importante en este momento sobre la muerte de mi padre.-

No veis signos de pesar en su rostro, pero tampoco de alegría. Al bajar la mirada casi debeis hacer un esfuerzo por no sobresaltaros. El cinturón es el mismo, exactamente, incluso se vé cortado. Seguramente encaje al 100% con el trozo que se encontró junto al cadaver.

Edgar se acaba de dar cuenta del cinturón que portaba el hijo, pero no mostró en su rostro signos de reconocerlo. Decidió optar con una actitud algo mas agresiva.

¿Discutía usted mucho con su padre?- le pregunta, a bocajarro.

Espero ver el camino que toma el interrogatorio de mi compañero, tras el dando soporte a lo cualquier cosa que pregunte.

Mala cosa si el trozo del cinturón encaja perfectamente con el que le falta a este chico, tendremos que abordar ese tema con mucho cuidado y tacto.

Waldon se fijó en la figura descuidada de Sir Fadoban, especialmente en su cintura, intentando ver si el trozo de cinturón que tenían se parecía al que el caballero podría usar. Tras sus palabras, respondió:

-Soy Waldon de Berwick, y sólo veníamos a hablar sobre el torneo, como caballero veterano, habrá asistido a algunos más que nosotros. Es la primera vez que participo en uno y, a pesar de haber sido eliminado, estoy orgulloso de mi actuación, aunque quizás puedan menospreciarme... ¿qué opináis, Sir Fadoban?

La pregunta cayó sobre Daolen como un jarro de agua fría. Al momento se puso rojo de furia pero su mirada inteligente decía otra cosa y poco a poco calmo la rabia.

-Supongo que os referireis al incidente de la pasada noche...-el joven se sirve una jarra de vino mientras guarda un momento silencioso consciente de vuestra espera no muestra ningún tipo de reparo en derramar despacio el líquido.

-La pregunta es, ¿hay alguien con quien mi padre no discutiera?.- Deduzco que no conocíais a mi padre, ni siquiera de oidas, verdad?.-dice dando un trago al vino.

-Pues la verdad es que si, muchacho, he justado por media bretaña,-Dice agitando el muslo de faisán como si recorriera la longitud de toda la isla.-Desde Cornualles hasta Bernicia, allá en la lejana Northumbria, junto a los salvajes pictos. Y te puedo asegurar, que el valor es la mejor espada y la fé la mejor armadura.-Dá otro bocado al muslo.

Escucho lo que relata Daoleon, y le replico:

-Yo personalmente no tuve el placer de conocer a su padre, aunque posiblemente si que me hubiese gustado. Explíquenos, por favor un poquito sobre el, y si había alguien que no le desease ver vivo, algún enemigo que tuviese, o cualquier relación con gente indeseada.

Cruzo los brazos esperando la respuesta.

Algo hemos oído hablar de la fama de tu padre- responde- pero es mejor que nos ilustres tu. Que mejor que el hijo para conocer como era el padre.

-Seguro que muchos os habrán dicho algo parecido, y os pido perdón si os inoportuno con mis palabras. Pero quizás podríais aconsejar a este joven novato, o enseñarle algo que le pueda servir para futuros torneos en los que pueda participar.

La intención del escudero era conseguir que Sir Fadoban consiguiera levantarse, una labor titánica, no lo dudaba, pero intentar verle el cinto para compararlo con el que tenían, era el principio para poder atar cabos.

-Realmente me dejais atónitos,-dice con algo de atoridad, como regañando a unos alumnos.-No es un secreto la historia de mi padre, aunque, fué hace mucho tiempo.-Antes de comenzar dá un largo trago al vino, os invita a sentaros y llama a su escudero, un hombre flaco, de unos cincuenta años, con un mostacho bastante prominente, instándole a traer dos jarras más y algo de cezina para comer. Una vez acomodados comienza.

-El castillo de mi familia se alza en el valle más rico y próspero de todo logres. Hace 24 años, mi padre era un caballero agresivo y belicoso a las ordenes del Rey Uther Pendragón, y quería más, era un hombre codicioso que no se contentaba con nada. Pero el valle de Upperchute era más que una simple ambición. Se encuentra en una ruta comercial hacia el este, tiene un gran río que proporciona pescado y buena agua, el bosque de alrrededor madera suficiente para carros y forjas, amén de un castillo digno de un conde, pero había un problema.-Hace una pausa para beber- El valle era propiedad de Sir Caledor. Entonces mi padre reunió una ingente cantidad de mercenarios y asaltó el castillo. La batalla duró tres días hasta que mi padre retó a un combate a Sir Caledor.-

El joven se acomoda en la silla de cuero blando reposando su espalda.-Así es como mi padre, el bravo Sir Duain, consiguió el castillo y el valle de Upperchute. Aunque su talante no cambió en absoluto y se casó con la dama de Sir Caledor, mi madre.-Coge un trozo de zecina mientras estudia vuestros rostros. 

-A decir verdad, pocos se han sorprendido por su muerte, era cruel y despiadado, constantemente me reñía por no conseguir logros en las batallas, y...eso fué por lo que discutimos aquella noche.-

Edgar escucha la historia con detenimiento, tanto que no se percata de ninguna reacción sospeachosa de Doalen. Desde luego la historia no era muy agradable para la reputación de su padre. La cuestión era: ¿su hijo era como él o no?

-Bueno muchachos, no es que quiera dármelas de entendido pero te enseñaré como agarrar la espada en combate y espolear a tu caballo.-El oriundo caballero te explica, con el hueso del muslo, como si fuera una espada mandobles y algún truco para engañar al oponente en su defensa.-Esta en concreto se la ví ejecutar a Sir Duain hace tiempo,- y efectúa un movimiento con la correspondiente explicación haciendo una efectiva finta.

-Ahora agachate y arquea las piernas, la monta del caballo debe ser como el de una dama,jajaja. No lo estás haciendo bien, observa.-Después de bastante tiempo de explicaciones y enseñanzas y con la esperanza perdida de verle el cinturón, el caballero se levanta y se pone en la posición requerida para la monta del caballo en batalla. Ahora puedes ver su cinturón, liso y de color marrón, con tachuelas. Para nada igual al de la escena del crimen.  

Escuchaba atentamente la historia que nos contaba mientras disfrutaba de el vino y de la comida.

Aún no hemos podido contrastar esta historia para saber si es verdad, ni tampoco hemos preguntado por el cinturón. ¿nos mentirá o será verdad?

Puedes observar que dice la verdad, excepto a lo último, aquella noche no discutieron por eso.

Imitó los movimientos de Sir Fadoban, aunque tras fijarse el cinto, descartó esa posibilidad, pero no como posible asesino de Sir Duain.

-Parece que Sir Duain y vos hicisteis buenas migas en el pasado, una verdadera lástima lo de su muerte -dijo aquellas palabras sin malicia, pero esperaba ver alguna reacción en él-. No me explico como ha podido ocurrir, al parecer, todos hablaban bien de él.

Sólo quedaba esperar si su artimaña había surtido efecto en el caballero.

Escucho atentamente el relato, cunado me doy cuenta de un pequeño gesto que ha hecho, y lo cual me lleva a pensar que está mintiendo.

Me arriesgaré, se que la propia reina Ginebra me perdonaría por lo que voy a hacer, ya que el honor de la corona está en juego también.

Me levanto, y le miro directamente a lo ojos. Comienzo a pasear en silencio por la tienda, cuando le digo:

-Ya sabe su merced que hay un investigación alrededor de la muerte de su padre, verdad. Lo que no sabe es que ya hay algún que otro testigo, el cual hemos entrevistado antes, y nos ha dicho el verdadero tema de la discusión que mantuvo con su padre. Si nuestro testigo está mintiendo, aunque sea una tontería, su castigo será ejemplar, ya que está llevando la contraría a un caballero, y directa o indirectamente, le está llamando mentiroso.

Continuo paseando por la tienda, me acerco a el, y doy un manotazo sobre la mesa:

-Pero si se descubre que el que miente no es el camarero, y si lo es usted, se enfrentará a un juicio, que posiblemente estén presentes todos los caballeros del reino, y como mínimo perderá su honor, y puede que todo por lo que luchó su padre, fuese todo lo odiado que fuese, y por quien fuere.

Me retiro un par de pasos, y vuelvo a sentarme en la silla.

-Por favor, repítame la causa por la que discutió usted con su padre, y aún me quedarán un par de cosas por las que preguntar, así que pido una máxima honestidad en sus respuestas.

Edgar asiente en silencio ante las palabras de Gallowain. La verdad es que se estaba marcando un farol bastante bueno: la cuestión era, ¿sería suficiente?

Ante la mención de un testigo, Daolen no puede por menos que desviar la mirada hacia su escudero un momento. Después de lo del "camarero" se relaja y añade:-Sin duda sois temerario, un buen componente para un audaz aspirante a caballero pero temo que tengo asuntos urgentes que atender y no puedo disponer de mas tiempo para vos, disculpenme.-El gesto os invita a salir de la tienda cortesmente ya qe estais en un mismo rango.