Partida Rol por web

Los primeros truenos sonaron lejos, muy lejos, pero los dos sabían que la tormenta no tardaría en llegar. Densas y oscuras nubes engullían todo a su paso, reduciendo el horizonte a un lienzo negro sobre el que ninguna pintura agarraría.

Hacía más de un día que Helisee había partido. Si no vuelvo al anochecer hija mía, coge a tu hermano y huye. No mires atrás ni temas por mi. Yo estaré bien. Os daré todo el tiempo que necesitéis. - Dijo mientras besaba sus frentes y recogía únicamente su bastón de hechicería. Ambos sabían sería la última vez que iban a ver a su madre.

Miles de años atrás, en una noche como ésta, cuando los árboles del viejo Cormanthor no eran mayores que una brizna de hierba, el orden establecido estaba a punto de cambiar. El gran dragón cronomante Efraosüldathar caía pesadamente desde el cielo. Allí, a los pies de la bestia, yacían los cuerpos de grandes héroes; y de entre ellos sólo tres tuvieron la fuerza necesaria para incorporarse y observar cómo la gran criatura, la más poderosa de su tiempo, había sucumbido.

Pero nada de lo que decían las profecías había sucedido según podía ver Loraed, mago real de Miyeritar. Su compañero Judaeth se miraba las manos temblorosas incrédulo y tampoco notaba nada especial. Cuando sus ojos se cruzaron comprendieron quien era pues el agraciado portador. Junto a ellos, Mythrim Hiznar se erguía impasible. Sus ojos refulgían con más intensidad que el fuego procedente del aliento del dragón.  El fuerza que emanaba de su cuerpo era tan intensa que los dos archimagos supieron que ni sus mentes privilegiadas en las que almacenaban cientos de poderosos conjuros, podrían almacenar semejante poder. Por ahora...

Cuando Mythrim recuperó el control de sí mismo se encontraba solo en un páramo desolado. Frente a él, los restos de un dragón de proporciones colosales le trajeron a la memoria recuerdos confusos, imágenes de lugares que él nunca había visitado, gentes y mundos que nunca había visto... el sentir de algo que yacía en su interior en el rincón más profundo de sus ser que nunca había notado. Algo que nunca debía volver a ver la luz del sol y la luna. Algo que lo acompañaría a él y a sus descendientes por siempre jamás. 

El poder de Efraos sólo pasaría de un cuerpo a otro cuando su portador fuese asesinado por la mano del próximo huésped. Por eso fue que Mythrim decidió que siempre hubiese dos guardianes que se protegiesen mutuamente. Uno que guardase el secreto y otro que guardase el poder. Nunca ambos podrían coexistir en el mismo cuerpo ya que sería demasiado peligroso.

Hace ahora 100 años, Helisee perdió al amor de su vida. Con lágrimas en los ojos  sujetaba la mano de su hijo y hundía un puñal en el corazón de Haldek mientras este dormía. El nuevo portador se llamaría Nü y la nueva portadora del secreto sería Zhaelín, su hija de 3 años a la cual formaría para la misión de su vida. Ambos hijos sería educados por su madre, quien los llevó por todos los reinos en una huida sin fin atravesando bosques, montañas y desiertos. Siempre parecía que alguien se escondía tras las sombras deseando atraparlos.

Nunca digáis quienes eran vuestros padres ni vuestros antepasados. - Repetía todos los días su madre antes de encontrarse con otras personas. La gente es malvada y no es de fiar...

El que hoy conocemos como el Valle de la Batalla es uno de los territorios en los que está dividido la región llamada la Tierra de los Valles. Su situación estratégica como paso de invasión del resto de los Valles, ha propiciado que en sus ondulantes campos se hayan librado multitud de batallas desde tiempos pretéritos, lo que le ha dado el nombre que hoy recibe. La región es conocida por sus grandes praderas, apacibles campos, aunque eso no quiere decir que no tenga grandes masas forestales como es por ejemplo el Bosque de Yeven al Sur y el el Bosque de Cormanthor al norte. Su población, al contrario de lo que podría pensarse por el nombre de su región y por las circunstancias que les ha tocado vivir, es amable y poco inclinada a buscar problemas en lo que se refiere a la expansión de su territorio. Los batallenses, de abrumadora mayoría humana, son una mezcla de gentes provenientes de regiones colindantes como Sembia, Cormyr y otros valles, junto con población autóctona, los cuales proclaman orgullosos haber permanecido en estas tierras desde los tiempos del Gran Pacto de los Valles.

Essembra es la mayor comunidad de la región aunque para ser justos no se encuentra estrictamente dentro de él. La comunidad se sitúa a más de 30 millas al norte en el interior del bosque de Cormanthoz. La población de Essembra no llega a los 3000 habitantes pero recibe un flujo constante de mercaderes y refugiados de Tezhyr que hace que su número supere esa cifra la mayor parte del tiempo. 

La Vereda del Rauthauvyr atraviesa la villa en sentido este - oeste y es la principal vía por la que llegan las importaciones de la ciudad y por el que salen los carros cargados de cereales, barriles de cerveza y carne procedente del ganado local.

Su gobernante, Ílmezh, es un hombre entrado en años que ha gobernado la ciudad durante unos 30 años y que gracias a su sentido de la justicia y el amor que le profesan sus ciudadanos es más que probable que ocupe ese cargo hasta el final de sus días . Su control se restringe únicamente al interior de la ciudad y a pequeñas comunidades no muy lejanas, como el pueblo de Hap situado más al sur, pero cuando algún incidente no puede ser resuelto a nivel local en otras poblaciones más lejanas, los ciudadanos acuden a él en busca de consejo y protección.

La guardia de la ciudad la forman aproximadamente un centenar de soldados profesionales llamados Los Hombres del Señor. Son un grupo bien preparado y todos sus integrantes son veteranos en la lucha contra los drows que invadieron el valle años atrás. Estos soldados forman patrullas de 8 miembros que vigilan la carretera a lomos de grandes caballos o desde atalayas situadas a lo largo de la carretera que divide la ciudad en 2 partes. Estas torres están ocupadas por arqueros y disponen de equipo para bloquear en camino en caso de emergencia.

La villas es en sí es una larga hilera de casas situadas a lo largo de la carretera. Son principalmente pequeñas granjas y sembrados cuya explotación es llevada a cabo por grupos familiares.

El centro de Essembra, llamado la Plaza de la Batalla,  es un recinto amurallado en el que podemos encontrar medio centenar de residencias, tabernas, tiendas y templos. Las dos estructuras que sobresalen por encima del resto son un templo dedicado al dios Gond, conocido como la Casa de Gondn, y el edificio oficial llamado la Mansión de Ílmezh, que está a su vez rodeado por una muralla y un foso.

Oto día más alejado del mundo... Lo suficiente alejados de la ciudad para no contactar con nadie y lo suficientemente cerca para no tener problemas con esos Drows. No sé en que piensa mi hermana, siempre tan seria, tan autoritaria. Debería abandonarla e ir a vivir mi propia vida... ... No! No pienses eso ni en broma!! ¿Que dices Nü? Vamos... es Tu hermana, ¡tu hermanita! Siempre ha cuidado de ti... Y siempre cuidará de ti... ¿Y porqué me suena tan terrorífico? (Resoplido) No has conocido a persona más buena y entregada... Lo ha dado todo por mí, sólo intenta protegerme. No conoceré a nadie mejor... Desde luego que no. Bueno, tampoco tuve ocasión. Desearía conocer a alguien. ¡A quién sea! (levantando los brazos al cielo) pensaba el joven Nü distraído. Se apoyaba en un árbol mientras jugueteaba con su SAI*. Al fondo la lluvia cae intensamente. Luego, se volvió y contempló una vez más a su hermana. Parecía que quisiese decirle algo... Hermana y si... No sé... Vamos a la ciudad? Podíamos coger. No sé, ¿fruta? No es tan mala idea ...De hecho es una gran idea, dejamos que escampe, compramos algo y volvemos. ¡Será un abrir y cerrar de ojos! Además, ¿qué es lo peor que puede pasar que compremos fruta? (Hmmm...) Estoy cansado de estar siempre lejos. Y no es por dormir aquí en el raso, sabes que me gusta... pero... p-pero...p-pe-...(cara triste)  Hacía gesto estúpidos con las manos y distraído no se daba cuenta de que era un libro abierto para su hermana. Ya cansado se sentó al lado de su hermana, aburrido... y sólo soltó un (soplido) a modo de reproche alargándolo demasiado para molestar un poquito a su hermana y que notase que está vivo.

Sabía que Nü la consideraba la aburrida, la autoritaria, pero ese era el destino que debía tener Zhaelín; aunque le pesara. Desde pequeña, su madre le había explicado cual sería su destino, y estaba orgullosa y feliz de saber que tendría por siempre a un compañero: Su hermano. Pero a veces añoraba algo más...amigos, aventura, libertad. Quería salir por el mundo, y encontrar dragones solo para verlos volar. Imaginaba siempre el vivir entre ellos.
Su padre fue quien le contó todo sobre los dragones, pero en lo profundo de su ser, ella sabía que no necesitaba explicación, pues esos conocimientos estaban en ella, guardados de alguna forma extraña, como si fuera un archivo más en la biblioteca del destino.
Su padre....Su hermano era muy pequeño para entender en ese entonces, y por los mismos motivos seguramente no recordaba nada, pero ella era tres años mayor, e iba a ser difícil explicar la ausencia eterna de su padre, por lo que Zhaelín si conocía la verdad. Y la aceptaba, como aceptaba su destino.
A pesar de todo, era feliz con eso, pero en su cabeza, siempre había una visión triste. Una visión del futuro. Del día en que un ser que ella planeaba amar, su sobrino o sobrina, tuviera que matar a esa persona que ella iba a proteger por años con todas sus fuerzas. Su hermano...
Su lindo hermano, quien ahora con un soplido extenso la alejaba de sus pensamientos y su concentración y la traía a la realidad....

Zhaelín le dio un ligero golpe atrás de la cabeza para empujarlo hacia adelante. -Quedate quieto, estoy tratando de pensar...- Su hermano no era consciente de la situación, pero Zhaelín sabía que un día de demora de su madre implicaba que a partir de ahora estaban solos en el mundo, y ya no podían estar en un solo lugar, debían moverse. Tal vez la ciudad no sea mala idea, es peligroso, pero nadie nos buscaría ahí si piensan que estamos huyendo. Es una idea tonta. Tan tonta que puede funcionar, pero solo por un tiempo. Ya había chequeado la lista de cosas que debían llevar unas 10 veces, pero no quería olvidarse de nada, y la incesante lluvia le daba tiempo...aunque.... De un momento a otro, Zhaelín tomo su mochila y se paró. Ya había preparado la mochila de Nü. -Muy bien Nü, Si tan aburrido estas toma tu mochila... Iremos a la ciudad- Si iban bajo la lluvia, tal vez esta misma borraría sus huellas, y mientras Nü recordara la regla de no decir nada de su pasado, estarían bien...

Apartando las ramas bajas de los árboles, los dos hermanos se abrieron paso a través del denso matorral hasta acercarse a escasos metros del claro norte de Essembra. La tormenta había cesado pero la lluvia seguía azotando con fuerza. Las antorchas, que otros días había alumbrado los bordes del camino, estaban apagadas. 

Una puerta permanecía abierta en una de las casas de la zona. La luz y las sombras que podían distinguirse en las paredes indicaban que había movimiento en el interior.

De repente, un olor proveniente de una de las casas frente a ellos, dio un sobresalto a Zhaelín. Nunca había olido nada como eso, una mezcla de almizcle muy intenso, pero automáticamente, debido a su esencia, supo que era el olor de un dragón.

Una muchacha abandona corriendo la casa mientras otro hombre, a todas luces un elfo, se asoma al exterior y lanza un cuervo al aire.

En menos de un pestañeo tres hombres y una mujer abandonan la misma casa y se dirigen con paso firme hacia una de las casas frente a vosotros. Parece que algo grave está sucediendo.

Tomo a mi hermano del brazo y me pongo frente a el, pero aunque se que debo protegerlo, algo me llama en la casa frente mio... -Hermano, en esa casa..- Digo señalándola -Tengo que...entrar a esa casa.- En mis ojos se ve la determinación. -Por favor, esperame aquí- Digo y empiezo a avanzar lentamente.

La puerta a la que avanzan los tres hombres y la mujer está abierta de par en par. Cuando llegan al pie de la casa entran adentro y en muy poco tiempo salen los cuatro de nuevo al exterior esta vez rumbo otra vez a la casa de la que salieron.

Una vez que salieron de la casa y ya no están observando, ingresando en la otra, me dirijo hacia la casa donde siento el olor con rápidas pisadas, esperando que el ruido de la tormenta acalle mis pasos.

Que bien iremos a la ciudad. Que nervios... Ah dicho que si!!! Juajajajajaja!!!!(Apretando los dientes con una gran sonrisa) Mi corazón está a mil por hora, pero demuestra que para ti es algo normal... Una puerta, está vacía. ¿Qué? Pero Zhaelín... Dice Nü viendo a su hermana como se mueve... Pero que hago aquí quieto!! Me podrían ver, aquellos tipos. Y sigilosamente Nü se esconde, observa como su hermana entra en el interior de aquella casa... (hmmm) No voy a quedarme aquí esperando...podría ser peligroso. Y sin que su hermana le viese...ni ninguno otro, claro. Nü parte al encuentro de su hermana, con extremo sigilo.

En dos rápidas carreras consigues plantarte bajo el quicio de la puerta de la recién abandonada casa. En el suelo es visible un rastro de sangre como si alguien herido se hubiese arrastrado hacia el exterior.  La casa es de mobiliario simple y en el salón central sólo hay una mesa grande y dos armarios. Las puertas que dan a las habitaciones están abiertas y una de ellas, desde la que emana el olor más intenso, está arrancada de las bisagras y apoyada contra el marco.

El olor no es tan intenso como para que alguien o algo se encuentre aquí pero sí lo suficientemente reciente como para saber que no hace mucho que se fue.

De pronto un crujido a tus espaldas te hace girarte para comprobar cómo tu hermano observa el interior de la casa desde la puerta.

Sigiloso como un felino Nü abandona la espesura y parte en pos de su hermana. Lenta pero decididamente el muchacho se aproxima a la recién abandonada casa justo cuando Zhaelín entra al interior.

Al llegar a la puerta puedes comprobar como en el suelo es visible un rastro de sangre, como si alguien herido se hubiese arrastrado hacia el exterior.  La casa es de mobiliario simple y en el salón central sólo hay una mesa grande y dos armarios. Las puertas que dan a las habitaciones están abiertas y una de ellas, desde la que emana el olor más intenso, está arrancada de las bisagras y apoyada contra el marco.

Tu hermana se gira en cuanto tus pies pisan el suelo del interior.

Casi estaba por desenvainar mi arma, cuando noté que era mi hermano quien me observaba -NÜ! ¡Creí haberte dicho que me esperaras! ¡Es peligroso! Tu...ains! - Sabiendo que el tiempo corre investigo la habitación en busca de algo que me de más pistas y trato de determinar hacia donde se ha ido el portador del olor. -Aquí hubo algo...extraño- Digo a mi hermano, sabiendo que es probable que no se vaya a ir.

Por lo que podéis ver, las habitaciones y el mobiliario no han sido forzados exceptuando la habitación del fondo, a la que se le ha arrancado la puerta. En esa habitación encontráis ropas de mujer y una cuna que parece no haber sido utilizada.

La otra habitación de la casa debe ser de un hombre como podéis apreciar por las ropas. Presenta un aspecto más descuidado y el colchón ha sido movido además del armario, del que parece que se ha sacado ropa.

Mientras, Nü que permanece apoyado en la puerta ve como las cuatro personas que abandonaron la casa hace escasos minutos, sale ahora desde la que tiene la puerta abierta junto a dos personas más. El grupo de seis muchachos parece que se dirige al bosque.

Nü se acerca a la puerta cual gato-pardo mira en el interior y ve a su hermana. No quería decirla nada, pero al ver la sangre los pelos se le erizan. La casa está patas arriba nada de esto está bien... Aquí habrá problemas. Arquea una ceja y entra, nada más entrar un crujido hace que su hermana de un bote y se gire (risitas) Tranquila, soy yo...  escucha a su hermana... No querrás ir detrás de ellos, ¿verdad? Aunque igual deberíamos ir... hay alguien en peligro. Se acerca a la sangre y la mira más de cerca. Se rasca la cabezota y mira con inquietud a su hermana mayor... Bueno, siempre ha decidido que hacer ella...
Aunque... Zhaelin, no me dan buena espina aquellos cuatro que vimos. ¿Y si el herido está en problemas...? D-de-deberíamos... hacer algo...  

En un momento dado parece que uno de ellos se detiene y da un silbido. Rápidamente un lobo aparece tras una de las casas y se dirige hacia él. Lobo y hombre vuelven de camino hacia la casa en la que se encuentran Zhaelín y Nü. Veloces como el rayo los hermanos se ocultan dentro de la habitación que aún conserva la puerta.

 Vamos Melk, huele, encuentra el rastro de Klesna. Muy bien! Buen chico! Vamos vamos tenemos  prisa, hay que cazar a esa bruja.

 El sonido característico del olfateo se escucha bajo la puerta. Unas garras rascan la puerta tras la que se  encuentra la pareja.

 Meeelk vamos deja la habitación de Aldo vamos. Ordena el hombre al animal. 

Al poco tiempo la casa vuelve a quedar en silencio...

Una vez se han ido, salimos de la habitación. -Debemos seguirlos, Nü. Si esta es la habitación de ese tal "Aldo" es que ellos viven aquí. Diremos que vimos el rastro de sangre y nos hemos preocupado, y por eso hemos ido a ver. Deben ser terratenientes, pero algo raro ocurre.- Miré a mi hermano y lo tome de la mano para que me siga, mientras me dirigía a la puerta y esperaba el momento indicado para salir e ir a la casa de la puerta abierta.

Nü frunció el ceño... Siempre he querido ir de aventuras, la emoción de ser aventurero. Lo tenía tan idealizado y ahora me tiemblan las piernas. No puedo ni responder a Zhaelín. No sé que debería hacer. (Asiente con la cabeza) S-será lo mejor, seguirlos. Es extraño... Es la primera vez que Zhaelín quiere contactar con los humanos y acercarse a otros seres. Y ahora quiere perseguir a aquellos tipos. ¿Qué estará pasando en esa cabecita? (Mirada a Zhaelín) Espero sepas lo que haces...