Partida Rol por web

¿Dónde irá? yo no he oído nada. ¿Se va a hora que su ama está en apuros? Algo trama.

Algo debe de haber en el ambiente que se están volviendo locos ¿pues no se pone a excavar en una madriguera de nutria?

Vigilo la cuerda e intento calmar a Fiddler
-Venga amigo, será mejor que descanses y estés preparado para lo que pueda pasar.

Cuando llegas a la sala inundada, las runas brillan con más fuerza que nunca, llegando incluso a iluminar aquello que tienes delante. Y lo que ves es que en medio del agua hay una masa de aspecto gelatinoso que yace inmóvil, auqnue palpitante.
No te cuesta reconocer de qué se trata, ya que ahora te das cuenta de que es lo mismo que os hizo naufragar mientras descendíais por el rio y seguramente lo mismo que causa la desaparición de los peces. Lo que tienes delante de ti es un gorp, una pequeña porción de caos, una masa amorfa y ácida que quema todo lo que toca y que por algún motivo parecen haber invadido el río. Éste en concreto es de pequeño tamaño y por ello pudo haberse quedado aqui atrapado en una subida del río.
Destruir a un gorp es complicado, ya que las armas no le afectan y su cuerpo ácido corroe todo lo que le toca, pero la respuesta parece estar en las runas. Sin hacer nada por tu parte, una pequeña hebra mágica surge de tu mano y alcanza al gorp, el cual se retuerce y comienza aperder consistencia, hasta que desaparece en unos pocos minutos.

Con dificultad me arrastro hacia la salida y asomo la cabeza por el agujero.

-Todo esta ya bien. Tu amigo puede volver a su casa-digo al niño mostrando una amplia sonrisa.

Termino de sacar el cuerpo de la madriguera y me cubro con la ropa que deje en la misma entrada.

-En una de las estancias que hay ahi dentro habia un gorp- explico -Una de esas cosas gelatinosas. Deben ser ellas las que han acabado con los peces del rio. En cuanto la vi cai en la cuenta de que una de ellas fue lo que nos hizo naufragar,... afortunadamente esta era pequeña. Debe haberse quedado atrapada en la madriguera al subir el rio.

Me meto en el rio y me quito el lodo con el que me embadurne, vistiendome de nuevo.

-Ha sido increible. Las runas detectaron su presencia, empezaron a brillar, me acerque... y de pronto la intensidad del brillo aumento y un hilo de luz alcanzo al gorp diluyendolo por completo. Magia. Increible...Nunca habia visto un gorp y por supuesto nunca lo habia visto desaparecer bajo un haz de luz que manaba en este caso de mis manos..

Mis labios no dejan de parlotear, la emocion y lo que acabo de experimentar hacen que aun me sienta nerviosa.

-Podemos continuar, el abuelo nos estara esperando en su barca.

-Pero... esto... ¿y ya está?
Pues venga vamos.
Estoy aún más confundido que antes.
-Takeshi se fué, no creo que haya que esperarle. Vamos, seguro que ya nos encontrará, hay que quitarse estas cosas de las manos

-Como que ya esta? Que esperabas? Que sacara al gorp para lucirlo como trofeo?-suspiro ya mas tranquila despues de salir de la madriguera- No se si sabes algo de los gorp. Un gorp es una pequeña porción de caos, una masa amorfa y ácida que quema todo lo que toca. Acabar con el no es nada facil, las armas no le afectan, su cuerpo es acido y corroe todo lo que lo roza. Si no fuera por la magia de las runas no hubiera podido hacer nada contra el.

Acelero el paso despues de la explicacion, camino a la barca.

Greyreed está entusiasmado con la idea de que su amigo pueda volver a su casa.
-¡Sabía que lo conseguiríais! La gente de la aldea no querían ayudarme y decían que Lunadeplata debería excavar otra madriguera, pero entonces se habría quedado sin todas su cosas.
La nutria gira sobre si misma llena de alegría y le dice algo al niño en su extraño lenguaje.
-Dice Lunadeplata que os esperéis, que tiene algo para vosotros.
La nutria se mete en la madriguera y regresa al cabo de unos segundos. En su boca lleva lo que parece ser un pequeño escudo de metal dorado y decorado con la runa del fuego. Hay una inscripción en él que reza "Alaila Eskolos, Antorcha de Yelm"*
-Es el plato donde come, pero dice que os lo regala por la ayuda prestada. ¿Queréis venir a la aldea? Seguro que los mayores estarán contentos de conoceros.

Escucho asombrado la historia de Ludovica... ¿un gorp? ¿ha luchado con un gorp en una madriguera y lo ha vencido con una luz que ha salido de su marca?

Esto cada vez se pone más extraño, pero soy lo bastante mayor para saber que nadie regala unos poderes así por nada. Con gesto hosco señalo el escudo.

-Creo que es demasiado pequeño para mí, y no sé qué uso podemos darle, pero si queréis lo llevo con el resto de mis cosas.

-Creo que no nos tenemos que entretener más. Coged el escudo y vámonos, que me quiero quitar estas cosas de las manos.
Pienso que el escudo le dará mejor uso cualquiera de mis compañeros. Vuelvo a ponerme alerta de vuelta a la barca, para no perdernos y para no tener ninguna sorpresa desagradable.

Agarro el extraño y pequeño escudo y lo pruebo. Es ligero y llamativo, tal vez demasiado para mi gusto. 

- Tal vez deberíamos seguir al muchacho y enseñárselo a alguien... podría ser alguna clase de arma ceremonial o algo así. Puedo llevarlo yo mientras tanto.

Dejo que Fidler se guarde el escudo, aunque tengo muy claro que el escudo me lo he ganado yo y ni siquiera me ha preguntado si me lo quiero quedar. Mientras camino les respondo sin mirar sopesando la posibilidad de que tal vez sea la unica que sabe leer.

-Si es un arma ceremonial como tu dices, nadie mejor que su dueño para confirmarlo. Ese escudo no es nuestro, si os fijais tiene el nombre de alguien grabado en el -hago una pequeña pausa y continuo- -Ya se que seria retrasar nuestro viaje, pero si fuera por mi ahora mismo iria a buscar a su propietario.

Sigo caminando hacia la barca sin decir nada mas.

Me encojo de hombros y continúo.

- Eres una noble, y mi patrona. Si quieres devolver este trasto no tienes más que pedirlo, pero creo que de los que estamos aquí soy el único que puede usarlo con cierta destreza.

"Aunque esté cada día más viejo y roto".

Quizás acompañar a Greyreed a su aldea os reportaría algo de información y puede que hasta una buena comida caliente, pero debéis seguir vuestro camino y seguro que encontraréis muchas más aldeas por el camino. Os despedís del niño y su amiga nútria y embarcáis de nuevo dirección al norte.
Al poco de continuar veis otra isla. "La isla Duncanna es un lugar sagrado para los nómadas" os comnica el Abuelo, pero no parece prestar mayor atención al lugar. Por la tarde llegáis hasta Cinco Ojos, una pequeña aldea habitada exclusivamente por tritónidos y en la que parece que vais a pasar la noche. La comida y las camas de los pequeños anfibios no son tan agradables para vosotros como las de los humanos, pero podéis llenar la barriga y descansar.
Al día siguiente el viento sopla con fuerza desde el norte, así que vuestro avance se torna lento, aunque seguís ganando algo de terreno al río. Por la tarde, os llama la atención una columna de humo negro que asciende al cielo desde algún lugar del margen derecho del río. En pocos minutos dos mas asoman en el mismo margen y luego otra en el lado izquierdo. Detrás de vosotros, más al sur, dos columnas más aparecen.

Había estado volteando por los alrededores mientras dmis compañeros discutían,inenando averiguar aquello que había sentido Pero cuando por fin emprendieron el viaje, me volví con ellos. Habrá sido algún sonido del gorp o Ludovica?

Me siento de nuevo en la barca y continúo con mis compañeros. Aquél escudo me preocupaba y me llamaba la atención, supongo que como a los demás. Pero yo había aprendido algo básico en mis años como monje. Ver la energía interior de todo era una habilidad que no se aprendía fácilmente cuando eras pequeño.

Una vez ya en la aldea, sentado en una esquina de la habitación, me concentro y cierro los ojos, algo necesario para abrir el ojo de la mente, aquél que te permitía sentir aquello que está más allá de lo mundano. Respirando paulatinamente y con una frecuencia exacta, se fue concentrando.

Al día siguiente mira con curiosidad las columnas de humo. Era frecuente que en los montes donde entrenaban se comunicasen con otros templos con señales de humo, sin embargo, la cultura era muy diferente y realmente dudaba que sus señales de humo se pareciesen en nada a estas señales de humo.

Me quedo anonadado al ver a Takeshi sentado en la barca. Este hombre es muy extraño. Es bueno tenerle cerca.