Partida Rol por web

El Signo de los Tiempos

Escena 1: Flores de Cerezo

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29/03/2011, 00:46
Director
Sólo para el director

 

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29/03/2011, 02:30
Director

Croril Sombra de Árbol había estado en la aldea de Que-Shu, desde siempre. Había salido en alguna que otra misión pero siempre haciendo viajes cortos, cumpliendo el papel de guardaespaldas de mercaderes extranjeros.

Sin embargo, en el último tiempo las cosas habían cambiado un poco. Moonsong, señora de la tribu, una mujer de cincuenta y muchos años, lo había seleccionado como guardia personal y, poco a poco, cada vez tenía más confianza en él.

Hace dos días, un miembro de la tribu encontró en la playa que está a algunos kilómetros de Que-Shu, a un hombre inconciente, con la ropa hecha jirones y abrazado a una espada. Lo había llevado a la aldea, y Moonsong ordenó llevarlo a su propio hogar, una de las pocas casas de material del lugar.

Croril fue encargado de vigilar al hombre, y avisar cualquier cosa a la propia Moonsong.

Un extraño mago elfo, que vestía túnicas rojas y que había llegado hace uno o dos días a la aldea, estaba con él vigilando al hombre, bajo órdenes de Moonsong. Tras un par de días de vigilancia conjunta, no había emitido palabra alguna.

Notas de juego

Mapa de Que-Shu:

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29/03/2011, 02:32
Director

Tervalis, luego de cumplir su Prueba, había decidido pasar una temporada en la torre de Wayreth antes de lanzarse al mundo. Al lado de su maestra, Jenna, y el Jefe de los Túnicas Negras, el famoso Dalamar, podría aprender mucho.

Había pasado casi un mes cuando Jenna, preocupada, le pidió un favor personal. No dijo cómo, pero se había enterado de que alguien muy importante para el futuro de Krynn se encontraría en la aldea de Que-Shu en una semana más o menos, y que esa persona habría perdido la identidad. El favor consistía en ayudar a recuperar la identidad a esa persona, y la única forma posible que se le ocurría a Jenna era llevarlo a la Ciudadela de la Luz donde los clérigos podrían pedirle a los dioses que intercedan.

Es así como Tervalis Kaldein, túnica roja, partió a Que-Shu. Luego de un viaje tranquilo en barco a El Cruce, y luego de un ligero viaje al sur había llegado a la tribu para ser recibido por su jefa, una mujer de cincuenta y muchos años llamada Moonsong. Tras explicarle la situación, esta le contó que habían encontrado hace dos días un hombre tirado en la playa, a unos kilómetros al este. Dijo que posiblemente ese sea su hombre, y le permitió quedarse en la habitación donde se recuperaba, aunque aun no había recobrado la conciencia.

Junto con el mago, vigilando al extraño inconciente, estaba uno de los guardias personales de Moonsong, un hombre alto, corpulento, de mirada severa y adornado con plumas. Tras un par de días de vigilancia conjunta, no había emitido palabra alguna.

Notas de juego

Mapa de Que-Shu:

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29/03/2011, 02:32
Director

Rackir sintió que se hundía. Impotente, trató de dar manotazos al aire para evitarlo, pero no pudo. Lenta pero inexorablemente, unas aguas agitadas y oscuras, con sabor a sal, lo cubrían y lo arrastraban cada vez más profundo. La oscuridad lo esperaba abajo, por lo que, desesperado, el hombre miró hacia arriba. Más allá del agua, vio un mástil de barco, con una vela inmensa, roja. Y más allá, un cielo nocturno, estrellado. Las estrellas le sonreían, y bailaban al son de las aguas que lo hundían, como burlándose. Pero una en particular estaba quieta. Una hermosa y radiante estrella en el medio de las demás, brillaba como queriendo ayudarlo, pero no podía. Y Rackir se hundió, cada vez más. La sensación de ahogo dominó su mente y se desesperó aun más de lo que estaba. Moriría, y no podría cumplir su objetivo. Miró la estrella una vez más, y su brillo que parecía tener ocho puntas, lo despidió.

Gritó con todas sus fuerzas, pero ningún sonido salió de su boca, y el agua que lo tapaba todo, lo envolvió y tiró hacia abajo con más fuerza.

Entonces, sintió un olor dulzón. Abrió los ojos, y vio que estaba tendido en una cama suave, cubierto con mantas de piel. Un rayo de sol se colaba por algún lado e iluminaba la habitación, dándole una calidez acogedora. Unos pétalos de flor de cerezo se habían desprendido del árbol que estaba al lado de la ventana y entraron a la pieza planeando suavemente.

Rackir vio entonces que al lado de su cama estaba sentada una mujer madura, con el pelo entre gris y castaño, adornada con plumas y collares y vestida con pieles.

“Bien” dijo la mujer con una voz suave “Parece que nuestro invitado finalmente está despertando”. Con una mano suave, acarició el rostro de Rackir, y una enorme sensación de paz invadió su espíritu.

La habitación tenía unos dos de lado, y era cuadrada. Una ventana que daba a un cerezo, estaba en la pared contraria a la puerta. Contra una de las otras paredes estaba la cama y al lado de la puerta, un pequeño mueble de madera.

Apoyado contra el mueble, estaba parado Croril Sombra de Árbol, un hombre alto, fiero, también adornado con plumas y vestido con pieles. Sentado en un rincón aparte, Tervalis Kaldein, un extraño ser de pelos blancos y vestido de rojo, con un bastón largo en la mano observaba la situación.

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29/03/2011, 02:33
Director

Gundan Steel era un caballero de la orden de la Corona, perteneciente a la Hermandad de caballería más antigua de Krynn: los Caballeros de Solamnia. Una vez pasada la prueba de admisión, fue trasladado a la Ciudadela de la Luz, y lleno de orgullo se encargó de cumplir su misión: hacer aburridas rondas, llevar y traer mensajes, y realizar tareas burocráticas. Su sueño de una carrera en la caballería llena de valor y heroicidad estaba poniéndose en duda, siendo consumido por lo aburrido de las circunstancias, cuando su superior (una dama de Solamnia llamada Lady Camilla) lo mandó a la ciudad de Que-Shu a entregar una carta en mano a la mandataria de las tribus nómadas de Abanasinia, una mujer llamada Moonsong.

En el viaje el caballero tuvo que pasar por la ciudad llamada El Cruce, donde un pequeño Gully llamado Ups se le pegó como mugre a la uña cuando Gundan lo protegió de unos humanos que estaban abusando de él.

Luego de unos días de viaje, la tarde de un día algo fresco Gundan y Ups llegaron a la aldea de Que-Shu. El lugar era más bien chico, estaba rodeado de una muralla y lleno de tiendas. Unos pocos edificios de piedra se divisaban en el centro. En la puerta, viendo como se acercaban, había dos guardias altos, vestidos con pieles y adornados con plumas. Un rayo de sol rebotó sobre el metal de una de las lanzas de los guardias, como queriendo hacer notar que estaban armados.

Uno de ellos, de cabellos negros como la noche y mirada severa, dio un paso adelante. “¿Quiénes son, y qué los trae a Que-Shu?” dijo en un tono hostil, cortante.

Notas de juego

Mapa de Que-Shu:

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29/03/2011, 07:38
Rackir el Rojo

La sensación de cansancio era tan extrema, que tuvo que cerrar los ojos, tras esta primera visión de la habitación...

Un mareo le dijo que llevaba bastante tiempo en la cama.

Rackir, intentó incorporarse sobre la cama, sin exito.

Ahhh!

Tras esto decidió no levantarse aún y decidió dar las gracias a la mujer por los cuidados que le estaba dispensando.

Bbbbuuuena mujer... Gracias por los cuidados que me estais dispensando.

Os estoy muy agradecido. Dijo mirandola francamente a los ojos al estilo directo barbaro

¿Puedo saber a quien debo mi salvación y estos cuidados?. Dijo esto mirando a la mujer y luego a los dos extraños hombres de la habitación.

El elfo, le turbó sobremanera, nada más verlo.

El barbaro que así lo calificó en seguida, le pareció más el tipo de gente que solía tratar....

Esperar... No recuerdo nada más que un barco y el mar de noche...

¿Sabeis quien soy?, ¿Me conoceis?

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29/03/2011, 09:36
Ups

 El viaje se había alargado mucho, o eso creía el menudo enano, nada acostumbrado a andar largos viajes, una cosa era pasarse el dia aragueando o paseando por el bosque o una ciudad, distrayéndose y curioseando. Otra cosa muy ditinta era el avanzar por un camino largo aburrido y sin fin... y más cuando tus piernas miden menos de medio metro y andas descalzo.

 Finalmente parecía que llegaban al destino de su acompañante, o eso creía recordar que le había dicho no sabe cuantas veces (bueno, para ser sincero, dos veces ya eran más de las que podía contar).

 Asi fue como con paso casual, con el atillo colgando de su escuálido hombro y un bastoncillo a modo de cayado, como todo buen peregrino, el bueno del hombre ese que le había protegido de unos abusones y él, habían llegado a ese... ese... poblao.

 Antes de alcanzar la altura de los hombres de largas lanzas (¿serían acaso para comensar algo no tan largo?), el mugriento Ups iba tarareando una melodiosa tonada, despreocupado. Seguro de que el hombre que lo acompañaba se las apañaría para tratar con los hombres de las lanzas. A él, por lo general, le solían ignorar bastante.

 - Tralalalala... tralaralá.. liu-liu, tiruriiiruuu...

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29/03/2011, 14:34
Croril

Al ver al extraño despertar, Croril se incorporó, recto y firme como un árbol. Cruzado de brazos, era una presencia amenazadora y protectora sobre Moonsong.

Sus ojos no perdieron movimiento de los demás en la sala. No estaba en su lugar hablar antes que la señora de la tribu; su trabajo no era dar opiniones o sugerencias, o participar en intercambios dialécticos. Era mantenerla a salvo.

Buscó la espada que habían encontrado en la playa junto al hombre. Que ni se le ocurriera llevar la mano a ella sin antes explicarse y presentarse...

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29/03/2011, 15:36
Gundan Steel

Gundan, contento por poder realizar una misión diferente caminaba con gesto ausente, recordando viejas historias y leyendas de los caballeros de Solamnia, pero a pesar de todo aún le quedaba mucho por recorrer, estaba en el escalafón mas bajo de la Orden, pero ea un caballero de la Corona y esa era un orgullo para él.

Absorto en sus divagaciones las voces de los hombres le sorprendieron y durante un momento casi se puso en guardia, pero casi de inmediato recuperó la compostura y saludó con una leve incliación los guardias.

- Traigo un mensaje para una mujer llamada Moonsong- El tono de Gundan, aunque cortés también tenía su réplica cortante. Tras su respuesta, su mirada se dirigió inmediatamente a Ups, pues no quería que aquel enano se metiera y, por extensión, le metiera a él en algún que otro lío, asi que echó una mano sobre el su hombro.

-Aguardemos aquí Ups, que nos cedan el paso o no, no depende de nosotros.- Le dijo al gully.

 

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29/03/2011, 15:57
Ups

 Poco dado al contacto físico, el pobre y menudo enano no puede evitar dar un respingo de sopresa al sentir la mano del caballero en su enclenque hombro. Al ver la mano y al humano pero, recupera de nuevo su semblante despreocupado y campechando. Recordádose de que, en un principio, ese tipo no le quería mal... por lo menos de momento.

 Con su tarareo roto por la sorpresa, e incapaz de recuperar el hilo, se encoje de hombros y permanece a la espera de lo que tenga que pasar, pero tras mirar a los lanceros de nuevo, y su semblante ceñudo, este retrocede medio paso, quedando medio aculto tras una pierna del caballero.

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30/03/2011, 20:23
Tervalis Kaldein

 Tervalis había aguardado hasta entonces pacientemente, para él el tiempo pasaba deprisa y la espera era algo natural en pueblo. Aunque aquella misión le hacía sentir algo nervioso pero podría esperar aunque aquel ambiente no terminaba de gustarle, había estado atendiendo heridos pero no se acostumbraba al olor de los humanos, era muy salvaje, casi animal, especialmente los de esta clase.

Cuando el hombre abrió los ojos hizo ademán de ponerse la capucha, pero ya le había visto, quizá su aspecto no fuera algo turbador, para un hombre en su estado.

Tervalis respiró profundamente y se echó un mechón de pelo hacia atrás. Tan solo esperaba que este fuera el sujeto indicado.

-Mi señor, ¿No recordáis nada absolutamente? ¿Ni siquiera vuestro nombre? Yo soy Tervalis Kaldein, si bien no será bueno que haga esfuerzos hasta que se encuentre recuperado.


Luego dirigió su mirada hacia Moonsong.

-He de esperar, mi sabia señora, que habréis comprobado si este hombre ha recibido algún golpe en la cabeza.
.
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01/04/2011, 03:19
Moonsong

Moonsong sonrió y, a pesar de los años que llevaba encima, su cara se iluminó de belleza. Rackir se sintió reconfortado, tranquilo. 

"Bienvenido extraño." dijo con voz suave, cálida. "Estas en Que-Shu, en las llanuras de Abanasinia. Yo soy Moonsong, jefa de todos los habitantes de las praderas." 

Hizo una pausa mientras el elfo hablaba y cuando este terminó, asintió a su pregunta "Si, este hombre a sido muy golpeado. Es una bendición de los dioses que haya despertado, ahora tendremos que rogar para que se recupere." 

Luego, se dirigió nuevamente a Rackir. "Tranquilo, los recuerdos seguramente irán llegando. Ahora, tenés que descansar."

Croril miró la espada que reposaba envainada sobre el pequeño mueble en la habitación. Nadie parecía haberla notado, ni siquiera su aparente dueño. Más tranquilo, dejó que su vista vagara por la habitación, y vio como su señora se paraba. 

"Croril, maese Kaldein" dijo la jefa "les dejo ahora a solas con el hombre. Volveré en un rato, tengo que atender varios asuntos." Luego, se dirigió a la salida, y tras decirle una cosa en susurros a Croril, se fue.

Notas de juego

Rackir: Solo recordás tu nombre y el sueño, nada más (en respuesta a la pregunta de Tervalis).

 

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01/04/2011, 03:34
Moonsong

"Vigila al elfo" susurró Moonsong al oído de su fiel guardia "Y averigua todo lo que puedas del extraño. Hay algo que no me gusta". 

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01/04/2011, 03:35
Director

El guardia que había hablado apenas le dirigió una mirada al Gully. Obviamente no consideraba que fuera algo serio, ni amenaza ni bendición. Observó atentamente a Gundan por unos instantes y no dijo nada. 

"Por tu porte y tus ropas, por tu espada y escudo, sé que eres un Caballero de Solamnia. Eres bienvenido, pero si vienes con el enano, deberás hacerte cargo de él y lo que ocasione dentro del pueblo." dijo con voz seria. "Ahora, si me permite, lo llevaré hasta la Jefa Moonsong, para que le entregues el mensaje."

El guardia esperó a que lo sigan y los condujo hacia adentro de la aldea, entre distintas tiendas de tela y cuero, hasta un lugar donde había unas estructuras de piedra. Siguió un poco más hasta una casa hecha de piedra, y que se destacaba del resto.

Se detuvo como para decir algo, pero entonces se abrió la puerta y salió una mujer madura, con pelo entre castaño y gris, adornada con plumas y telas. Su porte era de magnificiencia. Era Moonsong. Los miró sorprendidos, y luego al guardia, como pidiendo explicaciones. 

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01/04/2011, 09:17
Ups

 Ups no siguió mucho las palabras que se cruzaron el tipo al que acompañaba y el tío de la lanza. En parte por las complicadas palabras que usaban y en parte por que, por suerte, había encontrado una magnífica piedrecita al pié del camino. ¡Era su día de suerte! Allí estaba, en el suelo, medio cubierta de polvo, a medio metro de su mano. Una guijarro de tono terroso, liso y con una extraña forma.

 El mugriento gully era un experto en piedras, las coleccionaba desde hacía más tiempo del que podía recordar (obvio), empezó cuando dejó su antigua comunidad, desde entonces, se dedicaba a recoger y coleccionar piedras, a su entender, extraordinarias, que encontraba en sus andanzas y vagabundeos. Ya tenía en su poder una fantástica colección de ensueño de piedrecitas. Piedras blancas, grises, rojizas, verdosas, oscuras, salpicadas, con manchitas, algunas con vetas de diferentes colores. Pesadas, ligeras, esféricas, planas, con aristas, con formas divertidas, lisas, pulidas, rugosas, cortantes... era una hermosa colección, que contemplaba tan a menudo como podía, cunado tenía tiempo. Cosa que pasaba con frecuencia.

 Y aquel guijarro, tenía que ser suyo... Estaba en sus reflexiones cuando de repente el Kundang se puso en macha, siguiendo al hombre de la lanza. El momento perfecto, con un gesto casual, Ups recogió la piedrecita y se la guardó en la mano, antes de empezar un leve trote para manter el ritmo de los dos larguiruchos de patas largas que se internavan en la ciudad. El sucio y apestoso gully mantuvo el ritmo y fué siguiendo a los hombres por aquellas tortuosas calles de aquella comunidad hasta que finalmente, gracias a los dioses, se detuvieron y apareció una mujer... que lucía unas bonitas ropas con unas plumas adornándola... eran bonitas. ¿De qué ave serían? Sin lugar a dudas eran deferentes a las de un pollo o un gorrión. El pequeño enano se puso a pensar a que tipo de ave podrían pertenecer esas curiosas y graciosas plumas...

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01/04/2011, 11:46
Gundan Steel

Gundan soltó un bufido al oir al guarda, mas lanzó una mirada al enano y asintió, esperando que UPS no le metiera en algún lío. El caballero sigió a los guardias hasta una de las tiendas, de la uqe apareció una una mujer madura, con pelo entre castaño y gris, adornada con plumas y telas, ante la cual Gundan, realizó una revenrencia en muestra de respeto  y aguardo en silencio, y sujetando al Gully tras él a que sus escoltas explicaran el motivo de su presencia en su aldea.

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01/04/2011, 22:10
Rackir el Rojo

Rackir, escuchó lo que les contestaban y los comentarios de la amable mujer.

Moonsong... Te agradezco... Ufff

Rackir se tocó la dolorida cabeza y tras unos segundos y antes de que la mujer se retire prosigue.

Esos lugares que comentas me suenan, pero no soy capaz de recordar... Creo que efectivamente debo descansar.

Como comentaba, te agradezco profundamente los cuidados que me has realizado.

Tras irse la mujer, respondió al elfo...

La verdad es que solo recuerdo o he soñado un naufragio en un barco.

Solo me acuerdo de esto y de mi nombre. Rackir el rojo.

Pero la verdad es que no se porqué de la segunda parte... "el rojo". Solo se que así me llamaban.

Por cierto, ¿esa espada es mia?

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05/04/2011, 00:40
Tervalis Kaldein

Tervalis miró al hombre con sus ojos almendrados entrecerrados.

- El rojo...-murmuró pensativo.

Luego dirigió su mirada hacia la espada, parecía que podría facilitarle algo de información sobre el hombre, así pues se levantó y se dirigió hacia el arma para observarla detenidamente.

-Espero que no os moleste que le eche un vistazo. Quizá cuando os encontréis mejor podáis volver a empuñarla- hizo una breve pausa- puede que eso os traiga recuerdos.

Notas de juego

Edit del Master: arreglo los destinatarios.

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05/04/2011, 04:18
Director

Tervalis tomó la espada del mueble en que se encontraba. Era un muy buen trabajo, sin motivos ni adornos, pero sólida y útil. El mango era plateado con el mango negro. Su vaina era de cuero marrón oscuro, atravesado de pequeñas correas de cuero. Ninguna insignia o escritura figuraba a la vista. Sin embargo, una pequeña cinta roja rodeaba la vaina cerca de la abertura y estaba atada con firmeza. 

Un leve escalofrío recorrió la espalda del elfo cuando la yema de sus dedos rozó la cinta. La espada era algo pesada para el mago, que no estaba acostumbrado a manejar ese tipo de cosas. 

Rackir vio la espada que sostenía el mago, pero desgraciadamente nada se le vino a la memoria. Cuando vio la cinta, una extraña sensación mezcla de nostalgia y cariño se apoderó de él, pero no pudo precisar por qué. 

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05/04/2011, 04:26
Moonsong

El guardia amagó a comenzar a hablar, pero a un gesto de la jefa de la tribu se calló. 

La mujer miró profundamente y en silencio a Gundan primero y luego a Ups. Dio un paso adelante, y puso una rodilla en el suelo, para estar a la altura del enano. Sacó algo de una pequeña bolsa que tenía en su cinturón. Sonriendo, se dirigió al gully con voz suave:

"¿Cómo estás amiguito?" extendió la mano, y en su mano había una pequeña pero hermosa pluma, muy parecidas a las que usaba en la cabeza "¿Quieres una pluma? Estoy segura que te traerá muy buena suerte."

Luego se incorporó e intercambió unas palabras susurrantes en un idioma extraño con el guardia. Una vez más, miró profundamente al solámnico.

"Me dicen que vienes de muy lejos a traerme un mensaje, ¿es eso cierto? Si es asi, te llamaré amigo y te ofreceré un lugar para que descanses. Si mientes serás apresado." Su tono era altivo, como el de todos los Que-Shu, pero demostraba una gran sabiduría y bondad.