Partida Rol por web

El Verdugo de Cerepovec

Dossier 47: Rafael Tierno

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19/07/2010, 10:54
Director
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25/07/2010, 20:55
Director

Salamanca, 16 de Noviembre de 1986

Acabas de salir del trabajo como otro día más en tu anodina vida que transcurre tranquilamente. Ha sido un día calmado sin mucho trabajo, se nota que el frío que empieza a hacer en la capital salmantina causa que la gente empiece a pensarse lo de salir de casa. Tu vida es tranquila y calmada, la verdad siempre ha sido así...nunca has tenido muchos amigos y no has sido una persona popular aunque realmente tampoco te importa mucho. Te gusta tu vida a pesar de lo insubstancial que a veces te parezca. Además no puedes abrirte a la gente, guardas un terrible secreto y ese secreto no puede salir a la luz. Si saliera tu vida y la de tu familia correría peligro y no quieres que les suceda nada malo a los que te quieren.

Es casi completamente de noche y empiezas a notar el frío intenso que se está dando esos días en la ciudad, temperaturas cercanas de cero grados en Noviembre; puede que sea mejor apurar el paso para poder llegar a casa antes de que el frío te coja. Caminas tranquilamente hacia tu humilde piso cuando escuchas los gritos de socorro y las llamadas de auxilio de multitud de personas. El cosquilleo de la curiosidad te pica y decides acercarte a ver que sucede. Cuando te asomas a la calle lo ves perfectamente; un edificio de cinco pisos está ardiendo. Las llamas asoman por las ventanas del tercer piso con mucha intensidad. Es prácticamente imposible llegar al cuarto y al quinto piso.

Puedes ver que en el quinto piso hay personas gritando, las llamas los alcanzarán en breve si los bomberos no hacen lo posible para llegar a ellas. Parece ser que su vida está en manos de Dios y que si nadie lo remedia pronto se reunirán con él.

Miras el edificio, es bastante antiguo seguramente uno de los construidos como viviendas sociales durante el franquismo. Muchos de ellos están en estado ruinoso y es normal que se incendien por culpa de las estufas de gas o las viejas cocinas de leña que algunas poseen. Las causas ahora no te interesan, sabes que puedes hacer algo por ellos pero...¿lo harás o te quedarás mirando la tragedia?

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25/07/2010, 22:56
Rafael Tierno
Sólo para el director

- Qué catástrofe –murmuro. 

El retrato memorizado de Raquel, la hija de la de la churrería de la esquina, que ha estado esta mañana en la droguería para sostener con mi hermana Olivia una charla deliciosamente insustancial, se esfuma… y regresa: imagino que, para esa chica rubia de veintipocos, sería fascinante conocer a un individuo capaz de tales heroicidades.

Pero la situación parece peliaguda; aspirado por el gentío, entre ocioso y realmente angustiado, hacerse cargo de ella se convierte en una tarea harto complicada. Necesito un poco de espacio y de calma. Me abro paso entre un hombre obeso y una señora con un carrito de la compra: ambos se aíran. ¿Ya llegaron los bomberos? No me paro a comprobarlo, es increíble cómo pueden concentrarse tantas personas en una calle.

La entrada de este bloque (hermano del siniestrado, a unos cien metros) está despejada. El pulso se me ha acelerado mientras tanto. ¿Y qué podría hacer yo? ¿Rescatar a uno, a dos? No es que tenga yo las fuerzas de un Hércules, sería arriesgado… Busco refugio bajo el hueco de las escaleras, cerca del cuarto de la limpieza y del de los paneles eléctricos. Me asomo con cuidado. Me expondría demasiado, hace mucho que no me transformo... ¿Qué pasaría si en mitad de la acción se revirtiera y alguien me reconociera?

Sacudo la cabeza para despejar las dudas. Hay personas que están a punto de freírse como… como… ¡como malvaviscos en una acampada, por el Amor de Dios! Ya me despojo del abrigo, negro, elegantísimo, que heredé de mi padre, me quito los botines con los solos pies mientras me arremangó. Es posible que desde la azotea de este edificio en que me encuentro, pueda desplazarme hasta las contiguas.

Mi boca se llena con la saliva amarga y antediluviana, mis facciones se crispan, ni en diez mil años me acostumbraría a este sabor, como de haberme zampado un puñado de insectos, las cuencas se me dilatan y las pupilas se afilan, las comisuras se disparan, no es un proceso doloroso, la piel mamífera ondea como el mar y se petrifica en escamas de un color pardo tirando a verduzco (respetando empero el vientre y las partes púdicas), observo las palmas de mis manos: cobijan una proliferación de setas hirsutas, al igual que las plantas de mis pies. Son las herramientas precisas para abrazar esa nueva realidad que se extiende ante mí. Mis sentidos encuentran con facilidad las corrientes electrostáticas por las que izarme.

A grandes saltos subo las escaleras del bloque. Una niña que juega con sus muñecas en un rellano comienza a chillar en cuanto me ve. No hay tiempo para tranquilizarla. Abro la puerta de la azotea y lo primero que hago es rastrear la existencia en ella –y en las demás, por extensión- de una gran cisterna de agua.
 

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27/07/2010, 09:44
Director

 La azotea está despejada, ves un tendedero rudimentario entre las chimeneas. Seguramente la ropa quede ahumada entre tanto humo. No ves cisternas de agua, en Salamanca quedan pocas y desgraciadamente estos edificios ya están modernizados para no depender de una cisterna de agua en la azotea del edificio. La escalera de bomberos sólo llega a la segunda planta y si hay suerte a la tercera planta del edificio, necesitarían un camión más grande y puede que por esas estrechas calles no logre pasar uno de ellos. 

Te acercas al borde de la azotea, hay un desnivel de 3 metros entre la azotea donde te encuentras y la del edificio en llamas. Es un pequeño salto para ti, tu capacidad innata de brincar te permitiría llegar a ella sin problemas. El problema será cuando estés sobre la azotea, no sabes con qué panorama te encontrarás. En ese momento la luz de la calle se va, ha habido un apagón general. Seguramente por seguridad los bomberos han cortado la luz momentáneamente, mejor para ti. 

Miras al cielo y compruebas que la luna ilumina levemente los tejados, suficiente para que tus ojos se adapten y puedas ver perfectamente. La otra fuente de luz que ilumina la calle son las llamas que devoran el edificio. Tu rostro es visible y eso te pone en peligro, necesitarías una capucha para impedir que te vieran y pudieras ayudar a esas personas sin temor.

Miras al tendedero y ves una sudadera vieja de deporte entre toda la ropa que está secándose, por suerte tiene capucha. Con ella podrás pasar un poco más desapercibido. Te la pones para ocultar tu rostro y así no preocuparte de llamar todavía más la atención. Nada más saltar a la azotea contigua deberás comprobar como está la situación, es algo importante que sepas en qué te vas a meter...un edificio en llamas no es un rival al que se pueda ganar...solamente puedes sobrevivir a él...

Notas de juego

Al tener Salto 2 no es necesario tirada, éxito automático.

Cuando saltes a la azotea del edificio en llamas hazme una tirada de Atención (1D20 + Bonificador Atención). Dificultad Secreta.

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27/07/2010, 10:56
Rafael Tierno
Sólo para el director

Aún refunfuñando porque la realidad no se amolde a mis deseos, busco distinguir a alguien en aquella azotea, pero desde mi posición es imposible; además, probablemente, el hueco de escaleras sea un infierno, y los habitantes de las últimas plantas se hayan quedado atrapados en sus apartamentos.

Los mordiscos helados de la noche amedrentan a mi parte de reptil y lo incitan a buscar un escondrijo en el que aletargarse. Lo asombroso de esta experiencia de metamorfosis es que mi voluntad humana prevalezca. Me aseguro la capucha, no queda más remedio que saltar al vientre de la bestia y alumbrar una solución en su interior.

No hay miedo en mí, soy consciente de las posibilidades de mi cuerpo elástico; mi tren inferior se dispara como un resorte, adelanto las manos, presto a adherirme al muro por si acaso me quedara corto. Pero esto no ocurre. Penetro como una jabalina en una nube de humo y calor insoportable.

Aquí estoy, en cuclillas sobre el pretil, aguzando los sentidos, porque ahora no se trata tan sólo de salvar a otras personas, sino de velar por mi propio pellejo. No hay más mundo que éste, no hay camino de retorno.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+10)
Motivo: Atención
Resultado: 11(+10)=21

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29/07/2010, 09:04
Director

 Tu visión nocturna te ayuda a discernir las sombras que se forman en la calle. La situación es difícil, el incendio es bastante más grande de lo que se ve a simple vista ya que las llamas inundan dos plantas enteras: la segunda y la tercera. La cuarta planta está empezando a arder y en breves estará completamente en llamas ya que las mangueras del coche de bomberos no tienen suficiente potencia para apagar las llamas. Sería necesario usar un hidroavión para lograr contenerlas. Los bomberos están empezando a desalojar los edificios contiguos por miedo a que las llamas se extiendan a ellos. La situación es bastante crítica.

Puedes ver a cinco personas, entre ellas dos niños asomados a una ventana del quinto piso. No tienen salida a la azotea, ya que es un tejado típico con tejas malgastadas y las salidas de las chimeneas. El edificio es bastante antiguo y seguramente los materiales aislantes son inflamables, de ahí que se extienda el fuego rápidamente.

Los bomberos no llegarán a tiempo a esa planta, solo hay una forma de hacerlo y es a través de la fachada y usando tus habilidades innatas para trepar. Aún así es algo peligroso ya que un resbalón puede ser fatal.

No están muy lejos de tu posición, aproximadamente a ocho metros en línea recta, la fachada es practicable ya que tiene alféizares, canalones y tuberías que bajan a la planta baja (Desagües del agua de lluvia). Además tienes la suerte que algunas ventanas están abiertas por lo que podrías agarrarte a ellas si las cosas se pusieran difíciles.

Notas de juego

 ¿Cuál es tu plan?

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01/08/2010, 12:06
Rafael Tierno

Trago saliva. Antes de animarme a hacer la única cosa que está en mi mano, me afianzo la capucha; no querría que se espantasen en cuanto me vieran y se arrojaran de buen grado a las llamas… Trepo entonces cabeza abajo hacia la ventana en que se arraciman esas personas. “Despacio pero sin pausa”, me voy diciendo, al tiempo que palpo con cuidado las zonas adyacentes. Sorteo el vuelo del tejado y emito un largo suspiro. Por el momento, mis habilidades funcionan. Es la primera vez que intento este truco en unas circunstancias tan arriesgadas, pero no queda otra; trataré de llevar conmigo, de vuelta al tejado, a todas las personas que pueda, de una en una, empezando por los críos.

Entorno los ojos. El humo ascendente me los irrita. El revuelo en la calle se me antoja fútil como una ensoñación.

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02/08/2010, 15:28
Director

Sin problemas avanzas con cuidado por la fachada hasta la ventana. Escuchas los gritos que la gente de la calle y algún que otro aplauso aislado. Aunque la verdad lo que pase en la calle poco te interesa, tienes que salvar a esas personas y es lo único importante. Ya te queda poco, estás a un par de metros del alféizar de la ventana y con ello de poder subir a uno de los niños a la azotea. 

El humo negro y la capucha que llevas puesta te benefician, ya que no pueden verte bien la cara y eso hará que no se asusten. Porque teniendo en cuenta como sois los españoles, es posible que te echen a ti la culpa del incendio. Sonríes nerviosamente, y te sientes bien por primera vez. Por fin estás haciendo algo bueno con tus habilidades aunque puede que te cueste la vida.

Ya estás llegando, con un pequeño salto posas tus pies en el alféizar. Bajas la capucha un poco más para tapar mejor tus facciones reptilianas. Por suerte hay bastante humo y la verdad no creo que les importe mucho verte la cara. Solo que los saques de allí.

La gente se aparta un poco y parece asustada al verte llegar, pero al poco rato notas como una de las madres te dice claramente:

- Salve a mi niña...por Dios...sálvela...

Lo dice de corazón, sollozando de miedo. Te da a la niña, debe tener 7 años, su pelo es negro y tiene la piel morena aunque manchada con el hollín del incendio. Tose un poco debido al humo negro.

A su lado ves al otro niño, es un poquito mayor que la joven. Luego a un par de adolescentes de unos quince o dieciséis años y a la madre de la niña. Ignoras si hay alguien más en el piso y no puedes comprobarlo ahora.

Notas de juego

Para poner a salvo a la niña: Tirada de Trepar (1D20 + Trepar). Dificultad 18. 

Para volver a bajar no es necesario tirada, si quieres llevar a los dos niños al mismo tiempo. La dificultad aumentaría a 20. Ya que sólo podrías usar una mano.

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02/08/2010, 19:11
Rafael Tierno

-Está bien, está bien –procuro calmarlos. Me descuelgo hacia la habitación y le indico a la niña que se suba a mi espalda. –Móntate en cambrito y abrázate a mi cuello, nenita. Pero no vayas a ahogarme, ¿eh? –Y solicito a las jóvenes: -Buscad algo con que poder atarnos, por favor. Un cable, cualquier cosa, sí, eso servirá, rodéala, haz un nudo sobre mi pecho, no demasiado fuerte, será para infundir confianza, así, perfecto.

Carraspeo. Les explico:

-Las llamas pronto alcanzarán esta planta, así que trataré de llevarlos a todos al tejado. Estad preparados, no hay mucha distancia, me daré prisa.

Me subo al alféizar de nuevo, con todo cuidado. Bromeo, antes de iniciar la escalada:

-Dios me proveyó de unas raras habilidades, por si se daba uno de estos días…

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+15)
Motivo: Poner a salvo a la niña
Dificultad: 18+
Resultado: 11(+15)=26 (Exito)

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04/08/2010, 14:52
Director

 Pones a salvo a la niña sin problemas, la verdad te ha sido muy sencillo subirla y tu confianza aumenta considerablemente. Ahora toca repetir el proceso y poner a salvo a las personas que quedan. Te preocupa el peso de la madre porque tiene unos cuantos kilos de más pero las dos adolescentes son delgadas y parecen fuertes. 

Te toca volver a bajar y subirlas rápidamente, las llamas empiezan a avanzar y el humo aumenta. Los bomberos poco pueden hacer y se dedican a mojar los edificios colindantes por si se extiende a ellos.

Notas de juego

No realizas tirada al descender ya que es muy sencillo para ti. Trasladar al otro niño tampoco. Para las adolescentes debido a tu éxito (26) tampoco. Solo deberás tirar cuando subas a la madre ya que pesa bastante y está muy nerviosa (Dificultad 20).

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04/08/2010, 19:14
Rafael Tierno

Tras haberme asegurado de que la niña permanecía en una zona de poca pendiente, he ido llevando junto a ella, primero al niño, luego a las chicas, sumido en una concentración grata y extenuante.

Pero algo me dice que el último viaje será el más peligroso. Si no ha explotado todavía una bombona de butano, estará a punto de hacerlo.

-He dejado lo mejor para el final, señora –digo, plantándome ante la mujer. –Venga, agárrese usted bien y…

-Túteame, que soy muy joven –me replica.

Me río, nos reímos los dos.

-Y muchos años entonces que te quedan por vivir –respondo, sin proponerme un sentido. La mujer se me abraza por detrás y yo mismo la aseguro lo mejor posible con una providencial cinta de embalaje. –Ahora, con cuidado. Sube.

Soy malo para calcular distancias, pero, por debajo de la punta de los dedos de mis pies que asoman, la gente tiene el tamaño de lagartijas. Una bocanada de humo densísimo nos golpea. A estas alturas, mis pulmones son dos puñados de papel de estraza. La mujer tose como una descosida. ¡Y el calor! Es increíble que el suelo del apartamento no se haya fundido como el queso. Me giro con urgencia para adherirme al muro.

-Vámonos.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+15)
Motivo: Salvar a la señora
Dificultad: 20+
Resultado: 7(+15)=22 (Exito)

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09/08/2010, 16:46
Director

Mientras subes escuchas los vítores y aplausos de las personas de la calle. Echas un vistazo hacia abajo y ves que se ha congregado una gran multitud observando el incendio. Mucha gente está inmortalizando la escena con sus cámaras. 

Tras un último esfuerzo logras poner a salvo a la mujer que se abraza a su hija y al resto de personas que has salvado. Estás exhausto y ellos aunque alegres de haber salido con vida de esta situación están muy cansados. Lo puedes ver en sus ojos, además el humo les hace toser y sus ojos no paran de llorar aunque ahora también interviene el factor emocional. 

Han ganado tiempo pero siguen en peligro, la única forma de ponerlos a salvo es que crucen al edificio contiguo y bajen corriendo las escaleras. El problema es que has de ayudarles y darles la mano, no deberían de verte la cara. Si lo hacen puede que griten o escapen de ti y en ese caso pondrías su vida en peligro y también la tuya. Para este último esfuerzo necesitarás hacerlo sin poderes...

Notas de juego

 Ganas 1 Punto de Héroe por salvar a todos.

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10/08/2010, 16:37
Rafael Tierno

Declino la precipitación del orgullo; queda la parte más sencilla, y meter la pata en la parte más sencilla sería imperdonable. Es como aquella aporía de Michael Ende que mi compañero en el internado, Emilio Sánchez, me dijo una vez: “En su opinión ¿qué es más difícil de hacer: lo difícil o lo fácil?

Recupero el resuello y apuro al grupo:

-Avancemos por aquí. Con cuidado, sin resbalar.

Ya en el filo con la otra azotea, me asomo y establezco:

-Ahora, nos descolgaremos. Uno por uno, no es mucha altura, lo peor que pueda pasar es que nos torzamos un tobillo. Primero vosotras, chicas. Venga, morena, dame la mano.

Me tiendo de bruces, procurando estirar el brazo todo lo posible, porque sus caídas no sean bruscas. Ayudaré primero a las adolescentes, para que reciban a los críos, y por último a la mujer. Que Dios nos ayude.

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17/08/2010, 14:34
Director

Esto es la parte fácil, lo difícil ya lo has realizado. Con cuidado los ayudas a bajar los tres metros de desnivel. No es mucho al estirarse. Te cuesta un poco más con la señora pero realmente sólo es un ligero esfuerzo. Ellos están a salvo y justo a tiempo ya que las llamas han empezado a afectar a la última planta. En ese momento te surge una pregunta: ¿usarían butano para cocinar? Si la respuesta es sí, es mejor que salgas corriendo porque seguramente haya una explosión tarde o temprano.

Estás en la azotea por la que accediste así que no habrá problema para bajar por las escaleras hasta la planta baja y desde ahí salir a la calle y que estas personas incluido tú podáis ser atendidos por los servicios de emergencias.

Has hecho algo bueno con tus poderes y has salvado a unas buenas personas. Eres un héroe. 

Notas de juego

La gente está a salvo, a partir de ahora has de decidir si bajas con ellos o escapas por la parte de atrás del edificio. 

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17/08/2010, 18:24
Rafael Tierno

Desciendo y conmino al grupo a bajar a toda prisa por las escaleras.

-¡Cuidaos! –me despido, antes de atravesar corriendo la azotea, descolgarme por el pretil y descender, ora trepando, ora saltando usando canalones y alféizares, hasta la calle.

Tal vez me dé tiempo para entrar en el piso y recoger mi abrigo y mis zapatos. Brrr, demonios, tengo las plantas de los pies heladas”, voy discurriendo.

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19/08/2010, 17:09
Director

Tras despedirte inicias tu frenética huida aunque antes recoges tu calzado de la azotea y también tu abrigo. Sin quitarte la sudadera de capucha para no ser reconocido saltas de tejado en tejado hasta encontrar un edificio por el cual descender a la calle y poder seguir corriendo rumbo a tu casa. Nada más entrar cierras la puerta con pestillo y te vas directo al cuarto de baño. 

Sientes la adrenalina de la tensión corriendo por tus venas. En tu boca notas el sabor del carbón, has tragado bastante humo pero no te has quemado y eso siempre es mejor. Te sientes eufórico por la proeza realizada pero a la vez algo preocupado. Esa sensación te provoca un mareo y no puedes evitar vomitar en la taza del inodoro. Tras expulsar todo lo que tenías en el estómago te sientes mucho mejor, te acuestas en el frío suelo del cuarto de baño y empiezas a recapacitar sobre todo lo que has hecho hoy. Has salvado vidas, eso no te lo podrá quitar nunca nadie. 

Pones la radio y en los noticiarios de en punto se habla de la proeza del "Hombre Araña Salmantino". No aciertan en muchos datos y eso te consuela en parte. La gente que te vio no puede determinar bien cual era tu estatura y menos si eras rubio o moreno. Escuchas las palabras "héroe anónimo" varias veces y te sientes bien. Al fin y al cabo sientes que lo eres.

Pones la radio en el cuarto de baño y te preparas para darte una ducha. Te la has ganado con creces. 

Notas de juego

¿Qué decides hacer?

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13/09/2010, 18:37
Rafael Tierno

Doña Edelmira Azcona (mi madre) no me ha visto las pintas, parezco un deshollinador, está en la salita viendo Pepe Carvalho. Creo que no hay nadie más en el piso. Estoy tan excitado que me hago dos pajas en la ducha, una detrás de otra, pensando en Raquel, la niña linda de la churrería. “Mañana le entro”, me determino mientras toso y un esputo negro y compacto se desliza por la taza de la ducha, y se va junto con los restos de semen por el desagüe. “Cuando termine, voy a llamar a Emilio”, pienso también. Emilio Sánchez es el único que conoce mis habilidades. Por lo que a Doña Edelmira respecta, aquel episodio de mi infancia fue una alucinación provocada por el demonio, y el padre Ramiro lo arregló.

Recojo el cuarto de baño, Doña Edelmira es muy estricta. Y, cuando salgo, estoy a punto de hacer lo que me había propuesto, pero dos cosas me lo impiden: el hecho de que el teléfono esté en la salita (a mi madre no le hace chiste que lo use para tonterías, y además tendría que escuchar sus recriminaciones del tipo: “a dónde vas a ir a estas horas, si mañana hay que madrugar”, etc.) y la templada indolencia connatural en mí. Antes de darme cuenta, me encierro en el cuarto, ni en cenar pienso, no podría tragar nada. Me meto en la cama con un manual.

(…)

Me he quedado dormido. Abro los ojos, la bombilla del techo se alza como un bonsai surrealista a pocos centímetros de mi cabeza. ¿Qué ocurre? Miro hacia arriba y veo la cama, el manual de ciencias económicas abierto junto a la almohada, la mesita de noche, con la radio-despertador marcando las cuatro y cuarto de la mañana.... Entiendo lo que pasa en cuanto advierto mis manos: me he transformado mientras dormía y he trepado hasta el techo. El susto que me llevo es morrocotudo, hace que me despegue y que caiga con gran estruendo sobre el colchón.

Ya no puedo pegar ojo en lo que queda de noche. Estoy deseando que amanezca, para volver tras el mostrador de la droguería, distraerme, olvidar esto que me está pasando.

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13/09/2010, 21:04
Director

No tienes un descanso tranquilo, la verdad la emoción del salvamento hace que estés eléctrico. Nunca te habías sentido así, es un sentimiento totalmente extraño...por fin te sientes vivo. Estás en paz con tu otra mitad, con el diablo que el Padre Ramiro intentó quitarte a base de sermones, fe y palizas de vez en cuando. Eres lo que eres, un ser humano con ciertas cualidades que te hace superior al Homo Sapiens común.

Te despiertas cada pocos minutos para volverte a dormir, es una mierda de noche y seguramente mañana estarás muerto de cansancio pero ha merecido la pena y de eso no tienes dudas...dudas...eso es lo que te impide dormir, dudas sobre si alguien te ha visto...alguien que conozca tu otra cara...Esas dudas te acechan sin que lo puedas evitar, realmente te preocupa que te hayan descubierto. No sabes que puede pasarte, en los comics que has leído los mutantes son reverenciados y perseguidos por igual. ¿Qué pasará en tu caso?

Mañana has de operar con tranquilidad y así no levantarás sospechas. Es lo mejor por tu propio bien y por el de las personas que te rodean...

Cargando editor
13/09/2010, 21:11
Director

Mañana del 17 de Noviembre de 1986

¡BEEP! ¡BEEP! ¡BEEP! ¡BEEP! ¡BEEP! ¡BEEP! ¡BEEP! ¡BEEP!

Escuchas el sonido del despertador CASIO que compraste en tu última visita a los grandes almacenes que acaban de abrir en Salamanca. No ha sido una mala compra aunque su sonido te fastidia cada mañana cuando suena, sobre todo esta que estás muerto de cansancio.

Te levantas de un salto para ir a trabajar. Tras pasar por la ducha y desayunar frugalmente marchas andando hacia tu trabajo. Desde que sales de casa te embarga una sensación extraña, es como si algo no te cuadrara aunque no sabes porqué...

Notas de juego

Tirada de Atención: 1D20 + Bonificador de Atención. Dificultad secreta.

Cargando editor
13/09/2010, 21:35
Rafael Tierno
- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+10)
Motivo: Atención
Resultado: 18(+10)=28