Partida Rol por web

 Londres, 15 de Marzo de 1986

03:53 AM 

"Un hombre joven camina por una calle oscura, camina con seguridad y confianza. Viste elegantemente con un viejo traje de color negro; capa oscura y sombrero de copa. En una de sus manos sostiene un ramo de rosas rojas. Todo un Don Juan chapado a la antigua, seguramente va en busca de su amada para entregarle ese precioso ramo de flores.

La calle por la que camina está mal iluminada. Encima la niebla invade lentamente la calle ocultando los contenedores y los buzones de correo ocultándolos a los ojos del caminante. Aún así no tiene problema en caminar, parece conocer la calle y se siente seguro.

Al fondo aparece una joven, es una chica rubia de no más de 20 años. Una preciosa jovencita vestida de forma moderna. Mira su reloj, marcan las 01:24 AM; es demasiado tarde para que una chica ande sola por esas calles. La joven se acerca a una cabina seguramente para llamar a un taxi y regresar así a su casa.

El hombre la divisa a lo lejos y una sonrisa parece asomar en su rostro. Se acerca con cautela hacia ella y la saluda a unos metros de distancia parándose para no asustarla. Parece preguntarle algo pero no escuchas lo que dice; ella sonríe tímidamente y relaja su actitud. Él se acerca un poco más y le regala una rosa del ramo. Ella sonríe con naturalidad, no hay miedo en su ojos. En ese momento el hombre suelta el ramo de flores y revela un cuchillo bien afilado oculto entre las hermosas flores. La chica se queda petrificada y no puede evitar que el hombre la ataque salvajemente. En ese mismo instante ves un brillo rojo sangre en los ojos del atacante. La sangre corre por el suelo de la calle silenciosamente, ningún grito se escucha en la noche...."

Te despiertas sudorosa ahogando un grito de rabia. Sólo ha sido una pesadillas pero parecía tan real. La cabeza te da vueltas, estás algo mareada. Hacía tiempo que no te pasaban estas cosas, desde que eras pequeña. Desde que tus verdaderos padres desaparecieron. Te sientes mal ahora mismo, como si lo que has visto en sueños fuera real y te sintieras enferma de ver tan horrendo crimen.

Miras el despertador y ves la hora que es. Demasiado temprano para levantarse, intentas conciliar de nuevo el sueño pero no lo logras, algo te lo impide. En ese instante suena el teléfono; contestas algo adormilada y escuchas una voz que te resulta familiar. Es Booth, uno de los inspectores de homicidios de Scotland Yard.

- Brennan, tengo un caso muy interesante...necesito de tus conocimientos...¿puedes venir hasta Whitechapel?

La doctora se sentó en la cama mientras escuchaba la voz del detective Booth, asimilando lo soñado y el motivo de la llamada. No creía en las coincidencias, por lo que antes de contestarle afirmativamente, necesitaba más datos con los que trabajar.

- ¿De qué se trata? ¿Puedes contármelo por teléfono o debe ser cara a cara? Pondré el manos libres mientras me visto - y puso el manos libres mientras se dirigía al baño, la voz del agente se escucharía alta y clara mientras ella se adecentaba un poco la cara, se alisaba el pelo y buscaba algo que ponerse.

Parece que el inspector se piensa unos segundos si te lo cuenta o no y al final te dice:

- Ha habido un homicidio bastante sangriento, una chica joven ha aparecido muerta en una cabina en Whitechapel. Puede que le hayan quitado algún órgano ya que tiene el abdomen abierto. Según el forense lo ha hecho un experto, los cortes son limpios pero me gustaría conocer tu opinión...

Su voz suena preocupada y eso no es normal en él. El asesinato parece sangriento pero si lo ha hecho un experto como afirma el forense tiene que haber sido premeditado. Lo que puede significar muchas cosas.

- Por favor date prisa, te veo en Whitechapel High Street. Hemos puesto un centro de mando en una pequeña cafetería para procesar la zona e interrogar a posibles testigos...ya he avisado a los policías de que vas venir...trae tu identificación, si no puede que no te permitan pasar...

Dicho esto cuelga el teléfono. Meditas unos segundos lo que te ha contado Booth.

¿Una joven asesinada?¿una cabina? Es como en tu sueño...

Brennan frunció las cejas en una línea perfecta tras las palabras de su compañero. Iba a decirle algo cuando él ya había colgado el teléfono, por lo que la doctora se limitó a terminar de vestirse.

Una chica asesinada cerca de una cabina teléfonica, y a juzgar por la descripción de Booth, había sido un crimen muy sangriento. Eso indicaba que el atacante se había ensañado con la víctima, quizás de la misma forma salvaje que en el sueño que había tenido apenas unos minutos antes de que su compañero llamase. Fue a su despacho y del armario sacó el maletín dónde guardaba las herramientas para procesar este tipo de crímenes y empezó a repasar el contenido. No tenía sentido ir deprisa, ella ya estaba muerta, no iba a marcharse de allí. Cuando se aseguró de que lo tenía todo listo, salió de casa y se dirigió a Whitechapel High Street en su propio coche y aparcó relativamente cerca de dónde la policia había acordonado la zona.

Las luces azules y rojas arrojaban colores a la noche, desde su posición no pudo encontrar a Booth, pero esperaba que los chicos de Scotland Yard no hubiesen estropeado demasiado las pruebas yendo y viniendo. No eran científicos, no sabían que cualquier pequeño detalle en la escena del crimen era esencial para su resolución. Los muertos no podían hablar, pero las pruebas sí. Mostró su identificación a uno de los guardias y cruzó la línea policial buscando con la mirada a Booth y también, la cabina dónde se había cometido el crimen.

Un policía se te acerca y te permite cruzar el cordón policial.

- Es usted la doctora Brennan ¿no?...el detective Booth me comunicó que llegaría en breve, ahora mismo no puede acompañarla debido a que está interrogando a los testigos potenciales. En cuanto termine se reunirá con usted... - te dice amablemente - ...¿necesita que la guíe hasta el lugar del crímen? Los miembros de la científica no han movido el cadáver y sólo han recogido muestras. Están esperando a que el forense ordene el levantamiento del cadáver.

Ves que es un chico joven, seguramente un novato. En lugar de tenerlo poniendo cafés en la oficina de policía lo tiene haciendo de guía o patrullando con algún veterano por las calles de la ciudad. Lo notas algo nervioso, normal si es su primer homicidio y sobre todo ves que tiene ganas de agradar. Al poco rato te pregunta de nuevo cortésmente.

- ¿Necesita algo?Puedo irle a por un café si quiere, hace realmente frío esta noche...

El policía tras ver que no contestas y que te quedas como pensativa se acerca a ti y te pregunta amablemente:

- ¿Está usted bien señorita Brennan? Necesita algo

- No, no necesito nada - contestó de forma un tanto cortante después de que el muchacho rompiera su concentración. Estaba tratando de observar la escena del crimen y analizar si se parecía realmente al escenario que había visto en su sueño. Pero hasta que no viese el cadáver no podría asegurarse del todo.

Pasó al otro lado del cerco policial y se aproximó a la escena del crimen poniéndose los guantes. Iba vestida con el traje que usaba para investigar las escenas, un mono parecido al de un obrero, abrochado hasta el cuello, y con el pelo recojido para que el flequillo no le molestase en los ojos.

- Necesito al agente Booth - le dijo al chico. - Digale que ya he llegado...

El agente de policía indica al resto que puedes cruzar la barrera policial. Estos permiten tu entrada y te indican el camino hacia la escena del crimen. Al mismo tiempo el joven oficial va a buscar al inspector Booth que está reunido con el resto de agentes de policía y seguramente haya entre ellos algún alto cargo ya que la puesta en escena parece ser muy macabra.

Te acercas a la cabina donde reposa la chica asesinada. Lo que ves haría vomitar incluso al más duro de los hombres, tu lo aguantas ya que has visto multitud de cadáveres debido a tus estudios e investigaciones. Parece que el asesino se tomó las cosas con calma aunque tendrás que realizar un estudio exhaustivo para concretar más tus suposiciones.

La chica está colocada en decubito supino con el abrigo abierto y la camiseta levantada hasta el pecho. A su lado encuentras un ramo de rosas rojas preciosas, algunos pétalos parecen contener gotas de sangre. La cabina parece normal y no ves ningún signo de haber sido manipulada aunque tendrás que estudiarla con detenimiento  más adelante. Hay una guía telefónica de la ciudad de Londres y el auricular del teléfono está descolgado.

Te centras en la víctima. Hay una incisión visible en el abdomen, de unos 20 centímetros de longitud. Puede que le extrajeran algún órgano pero no lo puedes apreciar a la distancia en la que estás. En sus manos, concretamente en las palmas, ves varias incisiones, seguramente heridas defensivas. La chica le plantó cara a su asesino, si hay suerte puede que contenga rastros de ADN que analizar en uno de los laboratorios de la Universidad de Oxford. Es una pena que Scotland Yard no posea todavía un laboratorio decente y menos que use métodos científicos, aún siguen anclados en el siglo XIX en la mayoría de sus métodos. Pero eso no te incumbe ahora y debes centrarte en la escena. Echas un vistazo y no ves el arma homicida, el asesino ha debido llevarlo con él.

La víctima sigue vestida, no parece que el cadáver haya sido movido aunque para ello tendrás que levantar el cadáver pero el juez no ha ordenado el levantamiento y no puedes realizarlo.

Te das cuenta que la escena es muy similar a lo que has visto en tus sueños. Eso te inquieta. Era un sueño demasiado real, demasiado parecido a lo que estás viendo...o ¿idéntico? ¿Qué pasaría si has soñado con este asesinato? ¿En qué te convierte eso?

Escuchas la voz del agente Booth a lo lejos, debe haber terminado de hablar con el resto de agentes y ahora va a tu encuentro. Pronto podrás explicarle lo que has visto y si hay suerte descubierto.

La doctora se limitó a observar desde una distancia de un metro el cadáver de la mujer. Sí, podía ser la misma mujer de su sueño. Sí, podía ser la misma muerte que ella había soñado. Sí, podía ser, todo encajaba: lugar, hora, víctima, las flores, las heridas... Todo indicaba de una manera terriblemente lógica que aquella muerte era exactamente la misma que ella había soñado. Ahora bien, ¿lo había soñado o lo había visto? Según Descartes no se podía diferenciar la vigilía del sueño, pero para la doctora Brennan eso no tenía sentido.

Cuando uno sueña no puede hacerlo en color, eso estaba demostrado cientificamente.

Lo malo es que no se había fijado en ese pequeño detalle, en si lo que había soñado era en blanco y negro o era a color y en esas estaba, desviándose de su razonamiento para andarse por las ramas con tonterías. Sacudió la cabeza y apuntó con su linterna a las heridas.

- Hum... - antes de seguir dándole vueltas a lo mismo, Juddith se levantó en cuanto escuchó la voz de su compañero y se dirigió a él.

Las heridas las ha realizado un experto sin duda, puedes observar a pesar de la sangre que el corte es limpio y muy preciso. Seguramente hayan sido realizados por un médico o carnicero muy diestro. El arma que se usó es un cuchillo muy afilado, podría ser un bisturí aunque si lo es sería uno bastante antiguo. No parece que las herramientas usadas por el asesino sean muy nuevas.

Te acercas a tu compañero, siempre impecable aunque esta noche tiene más ojeras de lo normal. Seguramente lo hayan despertado al igual que él hizo contigo.

Sonríe al verte y te saluda cariñosamente:

- Hola Brennan...siento haberte despertado pero el caso necesita de tu pericia...estamos totalmente atascados y cuando la prensa se entere de esto se va montar un buen revuelo...¿has descubierto algo ya?

Lo ves bastante ansioso, deben de haberle apretado en la reunión que acaba de tener. El inspector Booth es muy buen agente, y encima su familia tiene lazos con el barrio del asesinato Whitechapel. Su bisabuelo era el filántropo e investigador social inglés Charles Booth. Y es posible que este caso le afecte bastante ya que su antepasado censó las prostitutas de este barrio y participó en la investigación de los crímenes cometidos en 1888.

Preocupada como estaba por el sueño, y la víctima que tenía frente a ella, la cercanía de su compañero fue como un claro en mitad de una tormenta. Juddith no era muy consciente de esto, simplemente experimentaba una calma y una seguridad en sí misma cuando estaba cerca de Booth. Se sentía bien con él.

- No mucho - se acercó al cuerpo junto con Booth para señalarle sus pesquisas. - Los cortes son limpios, seguramente utilizaron instrumentación quirúrjica, no puedo asegurarte nada todavía pero puede que le hayan extirpado algún órgano... Hay heridas defensivas, dile a tus chicos que busquen restos debajo de las uñas, puede que encontremos algo que lo relacione con el asesino... - como siempre que hablaba, Juddith empleaba un tono frío y distante, como si el caso no fuese con ella. No sabía ni siquiera quién era el nombre de la mujer y normalmente no lo preguntaba. Pero tras ese sueño, empezaba a sentirse inquieta.

Booth escucha pacientemente tus observaciones. Parece más atento de lo normal, seguramente por que le están apretando.

- Bien, eso haré. El juez decretará el levantamiento del cadáver dentro de poco, lo llevaremos al laboratorio forense de Scotland Yard...

Cuando dice laboratorio casi sonríes, realmente es un almacén acondicionado para poder realizar autopsias y guardar pruebas. No poseen todavía un laboratorio criminalístico decente, y las pruebas de ADN y similares se realizan en los laboratorios de la Universidad de Oxford y a veces en la de Cambridge. La policía británica aún está a años luz de la americana en este tipo de investigación.

Booth parece notar que estás inquieta, cosa que no te sorprende ya que es una persona muy empática.

- Te veo mala cara ¿estás bien? Creo que deberías ir descansar y pasarte mañana...si quieres paso a recogerte a eso de las nueve...¿te va bien esa hora?

Pone su mano en tu hombro suavemente y te mira fijamente a los ojos cuando te dice eso.

La mano en el hombro es un gesto normal en el compañero de Juddith, pero en su actual estado de preocupación y viendose incapaz de racionalizar correctamente como suele hacer diariamente, la doctora sintió una extraña atracción hacia Booth. Era incapaz de definirla, pero se sintió más fuerte gracias al pequeño apretón. Más tranquila. Seguramente, él lo notaría, era capaz de percibir detalles así. Y con más facilidad si la miraba a los ojos. Se sintió algo turbada y miró a otro lado, encontrándose con el cuerpo de la joven ensangrentado.

- Estoy bien - fue toda su respuesta, igual de cortante e impersonal que de costumbre. Se volvió hacia el cuerpo y lo miró, intentando descifrar algo más. Se puso en cuclillas y apuntó con la pequeña linterna. Por dentro empezó a invadirla una preocupación. Si lo que había soñado era real, ¿podría haberlo impedido? Se mordió el pulgar, mirando el cuerpo, esperando que le dijera algo. Aquella forma de actuar era más propia de un detective que espera tener una intuición que el de una científica de su calibre.

Pero empezaba a preocuparse. Y Juddith no era de las que se preocupaban demasiado por cosas tan irrelevantes como estas.

 Booth nota algo raro en ti cuando te toca, te deja espacio para que puedas pensar un poco.

- Será mejor que vayas a descansar a casa...mañana paso a recogerte y vemos la autopsia del cadáver, además ahora poco más puedes hacer... - dice observando la escena del crimen - ...nuestros agentes fotografiarán todo y tendrás un informe completo mañana a mediodía...no tienes porque seguir aquí...

Sabes que lo que te está diciendo tiene mucha razón, como casi siempre que habla. Así que lo mejor es que decidas hacerle caso, ya que no puedes hacer nada más por esta noche.

Sus palabras eran más ordenes que sugerencias. Brennan sabía que si ella se empeñaba en quedarse, Booth acabaría por llevarla a rastras a su casa. Lo cierto era que mirar el cuerpo en descomposición de la mujer no le daría ninguna pista, necesitaba autopsia, muestras... algo. Resopló haciendo volar uno de los mechones de su pelo y se levantó, guardándo la linterna en el cinturón. Por supuesto, no iba a darle la razón.

- Que no olviden las uñas - le dijo mientras se marchaba.

Estaba un poco afectada cuando subió al coche y cuando llegó a casa, se dio cuenta de que no iba a poder conciliar el sueño. Se preparó algo de comer, se puso ropa cómoda y encendió el ordenador, mientras sacaba del cajón del escritorio lo último que había escrito e imprimido. Lo tiró a la papelera y cuando el ordenador estuvo en marcha, empezó a escribir...

El ordenador tarda varios minutos en encenderse. Es lo que tienen las nuevas tecnologías que ayudan mucho pero a veces te eternizas esperando a que estén totalmente operativas. Posees un ordenador nuevo, un amiga 500. La verdad es que te funciona genial pero a veces se eterniza encendiendo el sistema operativo que lleva integrado.

Cuando por fin enciende abres el editor de texto que te permitirá anotar todo lo que te pasa por la cabeza ahora mismo. Realmente te afecto lo que has soñado esta noche y luego ver la escena del crimen, normalmente deberías estar acostumbrada a ver crímenes ya que en eso se basa tu oficio como consultora de Scotland Yard.

Mientras empiezas a escribir flashes de la escena del crimen se mezclan con los de tu sueño e invaden tu cabeza. De pronto algo cambia, no es un flash es una imagen nítida...

"Ves claramente unas escaleras que te resultan familiares. El mismo hombre de tu sueño sube esas escaleras y se para enfrente de una puerta. La puerta también te resulta conocida, has estado allí antes. Parece sacar unas ganzúas y se prepara para abrir la puerta...tras unos segundos logra abrirla...la casa está completamente a oscuras. El hombre parece sonreír al ver que no hay nadie. Se dirige hacia la cocina y se sienta en una silla esperando que el inquilino regrese. Mientras espera saca una especie de bisturí aunque muy rudimentario, no es un bisturí moderno. Observa su filo y lo vuelve a guardar con cautela en un bolsillo de su abrigo. Se va a cometer un crimen pero no saben en dónde..."

 Recapacitas un poco ya que ese sitio te es muy conocido. Rememoras los sitios a donde has ido recientemente pero no logras nada...sientes rabia al no poder recordar en qué sitio viste esa puerta. Cuando estas casi desesperada se ilumina tu mente...es el piso de Booth. El asesino va tras Booth, tienes que hacer algo...

Juddith miró la hora de forma instintiva. ¿Aquella alucinación había pasado, estaba pasando o pasaría? No podía estar segura porque no había visto ningún reloj en la visión...

Sacudió la cabeza, necesitaba racionalizar, dejarse llevar por el pánico no era útil. Un hombre esperaba en casa de Booth, con un bisturí en la mano. El mismo tipo de arma que podría haber usado el asesino que mató a la chica. Había forzado la entrada de la casa de su compañero y ahora lo esperaba, a oscuras, dispuesto a saltar sobre él. ¿Y porqué no aparecía en su propia casa? ¿Qué sentido tenía matar a Booth si era ella la que lo estaba viendo?

Actuó de forma lógica: si ves que alguien espera en casa de tu compañero para clavarle un bisturí, tratas de impedirlo. Se lanzó hacia el teléfono y marcó el número de Booth.

El teléfono da tono pero se agota sin que nadie responda. Vuelves a intentarlo y sucede lo mismo. O no está en casa o el teléfono ha sido desconectado.

Notas un mareo y sufres otra visión...es muy nítida, todavía más que las anteriores.  Pero no es del presente.

"Las calles son parecidas pero antiguas...ves como un hombre va hacia a ti sin vacilar. En una calle con niebla y luces de gas."

 "Lleva un objeto cortante en la mano y va directo hacia ti...va a matarte..."

En ese momento vuelven al mundo real y te das cuenta que han pasado cinco minutos desde que empezaste a tener el flash. Son cinco minutos menos que le quedan a Booth con vida si no actúas rápido.

Brennan arrugó la frente, esta vez con fastidio. Marcó el teléfono de Scottland Yard y en cuanto alguien se puso al teléfono, habló con fría profesionalidad. Ante todo no había que perder la calma.

- Soy la docotra Juddith Brennan, mi código de acceso es B0N3S, me gustaría contactar con el inspector ¿Sheely? Booth inmediatamente, tengo algo importante que decirle y no se encuentra en su casa...