Partida Rol por web

Lleva la mano a la anilla de la granada pero se frena al ver la cara del hombre. Lo reconoce porque era uno de los que se estaban enfrentando a los rusos. Con la mano aún sosteniendo la anilla le pregunta:

- ¿Quiénes sois y para quién trabajáis?

El tipo es directo. Su castellano es decente pero  habla con acento americano que salta a leguas.

Levanté las manos en señal de paz mientras metía el cuerpo en la habitación con tranquilidad y hacía un gesto a uno de mis bolsillos - Sino te importa, voy a fumarme un pitillo - metió la mano y sacó un paquete - ¿Gustáis? - posé el cigarro en mis labios y lo encendí con cierta parsimonia, mientras mis ojos examinaban a aquellas dos personas.

- El hombre eléctrico que está ahí abajo responde al nombre de Fulmen y yo soy Sócrates. Realmente no se quién cojones sois vosotros, sólo se que vimos a esos rusos hijos de puta y sabíamos que no tramaban nada bueno - señalé con la mano que sostenía el cigarro la granada que el americano tenía - Creo que nos merecemos un voto de confianza - dí un calada al cigarrillo, mientras mis ojos volvían a la normalidad y perdían aquél tono felino.

Juddith levantó la pistola hacia el recién llegado, mirando primero a la ventana que acababa de dejar y luego al piso de abajo dónde estaba el otro intruso. Ahora sí estaban atrapados. Teniendo en cuenta que habían roto el cerco de rusos que bordeaban la casa, eran una amenaza potencial, mucho más peligrosa que la que había ahí fuera hacía tan solo unos minutos. El corazón de la doctora, que ya había empezado a latir con regularidad, volvió a desbocarse y con la pistola en las manos, trató de que el pulso no le temblara. Miró a Foster sin saber bien qué hacer en una situación como esta.

-Esos rusos iban a por nosotros -comentó la doctora Brennan-. Pero que vosotros los hayáis neutralizado no significa que seais de los nuestros...

La tensión de las últimas horas había resquebrajado toda su entereza. Ya no podía mantenerse inmune a las circunstancias.

¿Y cuál es vuestro bando? - pregunté sin soltar el cigarro. Estaba claro que no eran rusos y que no eran enemigos, pero yo no pensaba soltar prenda tan rápidamente. Había luchado como un jabato, arriesgado mi vida por aquellas dos personas que ahora me miraban con duda en sus ojos.. merecería, al menos, algunas respuestas - Ya que os hemos liberado, una respuesta es lo mínimo - Parecía confiado, siempre lo parecía. Y a decir verdad.. lo estaba. El miedo no era algo que jugase en mi contra, no solía hacerlo. Mi vida hacía tiempo que estaba encaminada a aquellos momentos, a situaciones en las que la vida o la muerte se decidía en instantes, en las que otros decidían por ti.

      Terminé de subir las escaleras, prestando atención a las voces que llegaban desde arriba donde mi compañero ya debia estarnos presentando. Sonreí ante la pintoresca escena de un Sócrates fumando calmado mientras le encañonaban con una pistola, pero no quise arriesgar demasiado pues al fin y al cabo estas dos personas no debian estar indefensas si los rusos habian mandado tanta gente, asique entré con las manos en alto llamando a la calma y con un tono de voz tranquilo.

Sócrates tiene razón... no hace falta tomarnos por una amenaza, al fin y al cabo sabeis que no somos del bando hostil.

Juddith no mostró su confusión abiertamente, pues la doctora Brennan acostumbraba a ser inexpresiva. Aún así, no supo que responder al hombre cuando se puso a fumar y le preguntó de qué lado estaba. Abrió la boca para responder, lanzando desesperadas miradas a Foster para que dijera o hiciera algo. La situación empeoró cuando apareció en escena el otro que había entrado, al que Juddith apuntó de forma involuntaria, para después mirar al que estaba en la ventana, sin decidirse a cual de los dos encañonar. Ahora eran dos contra dos y Juddith hizo un cálculo mental sobre las probabilidad que tendrían de salir con vida de allí en caso de que se tratasen enemigos. La solución fue que tenían un porcentaje muy bajo, teniendo en cuenta, sobre todo, que habían acabado con un montón de rusos a los que ellos dos solos no habían podido hacerles frente.

-¿Qué le ha ocurrido al jefe? El Mayor Kuznetsov, ¿está muerto?

Puedes ver que Fulmen no tiene ninguna mala intención. Sócrates a pesar de esa chulería no parece querer haceros nada. Sus palabras y gestos son sinceros.

- El único que ha escapado con vida es Ivan, ¿ Es a ese hijo de puta al que te refieres? - el cigarro empezaba a acabarse y lo apuré. Aunque quizás no se notase..había aplacado parte de mis nervios, sobretodo había calmado mi instinto animal, ahora me sentía más capaz de razonar.. algo que necesitaría. - Dejémonos de rodeos, no creo que tengamos mucho tiempo. Somos un equipo Tango de Heracles y os guste o no, somos los que os han sacado del lío en el que estabais metidos. Ahora bien, podemos quedarnos aquí y esperar que vengan más de esos adictos al vodka o podemos salir de aquí y ponernos a salvo, para que así nos pongáis al día de qué o quién sois.. y qué hacéis aquí - parecían que me habían dado cuerda, cierto era que no solía ser un hombre de estar callado, pero dar discursos y hablar de más tampoco era lo mío. Lo que se me daba bien era decir siempre algo en el peor momento, era lo que me gustaba. Miré inquisitivamente a la mujer y al soldado.. esperando de una vez algo por su parte.

Me lo editas? Q ami no me deja... :(

Máster: Editado

Yo: Gracias xD

Tras unos instantes de tensión, Juddith se dio por vencida y bajó el arma lentamente, claramente disgustada con la situación y todvía con el cuerpo rígido, sin relajarse un ápice y la pistola aún en la mano.

-Vivo... -murmuró. No sabía si algo así debía preocuparle-. Entonces ha huído -dio por hecho de forma tajante. No estarían hablando así tan tranquilos si todavía estuviese allí-. Y vosotros sois los refuerzos que nadie nos iba a enviar. Yo soy la doctora Juddith Brennan, de Scottland Yard y él es el capitán Alan Foster. Estábamos investigando un asesinato cuando el señor Turner decidió que los rusos estaban detrás y quiso atacar su base. Nosotros eramos prescindibles y por eso vinimos aquí, para evitar estorbar en la misión de infiltración, yo solo soy científica y el capitán Foster estaba herido de gravedad. El señor Tierno también estaba con el señor Turner, supongo que saben de qué estoy hablando, ¿no?

Hablando de aquella forma, deprisa y sin hacer pausas, Juddith acababa de recuperar sus buenas maneras británicas y un poco de paz interior.

Preciosa, no tengo ni idea de lo que me estás hablando. Sólo soy el perro de presa - Dije guiñando un ojo y colocándome la chaqueta bien, que se me había arrugado. Por mi tono de voz.. no se sabía si estaba bromeando o si realmente le quitaba importancia a todo..muy propio de mí. - El que quiera saber, que compre un viejo - volví a usar mis frases del refranero español.. y continué casi sin dejar pausa - ¿Cuál es el siguiente paso?

¿Scotland Yard?

      No tenia nada claro de qué estaba hablando esta mujer, los otros dos apellidos mencionados parecian españoles, pero no comprendía que podian pintar los guiris en todo esto... O bien se trataba de agentes extranjeros de Heracles, o contratados por Heracles, o gente que nada tenia que ver... o algo aún peor: había más agencias implicadas.

     Sintiendo cómo mi escudo seguia chisporroteando a mi alrededor, aún activo, y viendo la situación en que nos encontrábamos, decidí que estaba todo lo bastante seguro como para arriesgar preguntas más directas... Siempre teniamos tiempo de eliminarles si fuese preciso, no parecía que fuesen capaces de acabar ellos con nosotros si no habian podido con los rusos... Asique cuando Sócrates terminó con el refranero, me dirigí directamente a la mujer, que parecía la más habladora y la que con los nervios más podia soltar.

No señorita, como bien dice aquí mi compañero no tenemos la menor idea de quienes son esas personas de las que habla, aunque es posible que formen parte del grupo al que buscamos... - en este punto miré de reojo a Sócrates, tratando de transmitirle que estuviese alerta... podia ser necesaria una intervención rápida y violenta - Dejémonos de rodeos, somos agentes Tango y nuestra misión es localizar y apoyar un comando liderado por el sr.Cástor, ¿es algo de esto familiar para ustedes?

      Tras identificarnos como agentes de Heracles, algo que sólo podria entender un miembro que ya conociese bien la organización, me dispuse tratando de no ser muy evidente en posición de alerta... Si su reacción revelaba confusión, ya veriamos qué hacer, pero si mostraba el menor síntoma de hostilidad... entonces eran enemigos.

Juddith se mordió el labio varias veces, demostrando así su vacilación y confusión ante las cosas que el señor Sócrates estaba diciendo. ¿Qué tenían que ver ahora mismo las personas de la tercera edad con lo que les estaba ocurriendo? No lo dijo en voz alta, por supuesto. El nombre de Cástor trajo vagos recuerdos a su mente. Cerró los ojos un segundo y se concentró, trayendo de nuevo al presente una conversación que había tenido lugar unas horas antes, recordándola palabra por palabra... 

"...nos pondremos en contacto en cuanto llegue el médico y le diremos dónde estamos. Es posible que les acompañen un par de caballeros"

-Nosotros somos entonces ese grupo -dijo al abrir los ojos y mirar fijamente al señor Fulmen-. El señor Cástor nos envió al capitán Foster y a mi a esta casa con la intención de resguadarnos, pero es obvio que los rusos nos siguieron. Me dijo que se pondrían en contacto con nosotros y que vendrían a buscarnos dos personas. Ustedes.

Lo dijo sin dudar, y sin preguntar, segura de haber acertado en su suposición.

FGuardo la granada y podéis comprobar que las vendas que cubren mi torso están teñidas de rojo. He hecho un gran esfuerzo disparando el rifle y estoy cansado. El color que tenía en la cara desaparece y me apoyo en la pared de piedra. Os miro cansado y digo:

- Podríamos movernos...no creo que sea conveniente que nos quedemos aquí...el líder de este comando escapó y es posible que avise a otro comando y vendrán mejor preparados sin duda alguna...estuvimos en una casa franca con Cástor y Seoane en la sierra de Meira...podríais llevarnos allí y así podría descansar.

Estoy algo mareado pero de momento aguanto bien pero debemos movernos rápido porque mis heridas son bastante graves y necesitaría suero y otro vendaje.