Partida Rol por web

Finalmente, luego de que la última de esas sabandijas dejara de respirar, llegaron a una nueva estancia. La manufactura de esta parte de la cueva, era mas elaborada, lo cual demostraba algo de esmero por un "bonito hogar".

A esto llaman un puesto de mando? espeta el príncipe al llega a aquella sala. Parece que lo único que hacen bien estas lagartijas es jugar. dice al ver la mesa. Nadie toque nada. Cuando nos desháganos del resto de Kobolds, seréis libres de saquear. Fur, examina el camino, seguiremos por aquí. dice señalando hacia la izquierda, convencido de que el camino del frente conducía a un salón principal. El de la izquierda debería seguir hacia estancias menos concurridas.

El maldito konold se había puesta a chillar sin decir ni una palabra, aggg, tenía la esperanza de que algo de intimidación funcionara con él, pero bueno, mis heridas me causaban algo de malestar, eso me tenía de mal humor, al ver como el orco le parte el cuello, busca su maza y la envaino, tomo una de las jabalinas de los kobolds y su ballesta que aún mantiene cargada la mantiene empuñada luego sigue delante.

Por el camino digo.

-hay que estar atento, esos chirridos que emitió el kobold fue su vulgar dracónico solicitando ayuda- al llegar a la aviación y ver con atención la escena digo -revisare que las puertas no tengan trampas.

Empezando por la de la izquierda, luego la derecha, si no encuentra trampas en ninguna, revisa el inicio del camino que hay tras las puerta de la izquierda 

Krugtan estaba a punto de manotear las monedas que estaban sobre la mesa cuando escuchó las palabras de Hextor. Frunció el seño con disgusto, pero no dijo nada. Cruzó los brazos frente al pecho y se quedó en un rincón esperando a que el gnomo terminara de revisar las puertas.

Al igual que el orco, él también se había acercado a la mesa dónde las monedas brillaban esperando a ser recogidas, listas para pagar una ronda cuando todo acabara. Al igual que el orco, también frunció el ceño, molesto, cuando Héxtor no les permitió coger nada. No lo hizo, sin embargo, pese a la reticencia de dejar el oro para cualquier otro idiota que pasara –o para algún kobold huidizo que escapara cuando ellos no estuvieran–, y allí se quedó el dinero, aguardando un rato más. 

Él, mientras tanto, se dirigió hacia el camino de la izquierda que había señalado el príncipe, y se apoyó en la pared durante el tiempo que al gnomo le llevó inspeccionar que no hubiera trampas. Una vez el pequeño se apartó, para dirigirse a analizar otro de los senderos, él desenrolló su cadena, que tintineó contra el suelo con un sonido metálico, y avanzó, esta vez el primero. 

El lugar estrecho y el rango que su arma le ofrecían hacía de él la mejor opción para ir en vanguardia cuando, sin duda, esperaban el ataque de los enemigos, avisados por el chillido de la lagartija a la que habían matado con demasiada lentitud. 

Se quedó unos pasos dentro del túnel, atento a la orden de continuar, y en cuanto la escuchó siguió caminando con pesados pasos. 

Tanto el semi-orco como Khaine, rugieron ante la orden de dejar las monedas donde estaban, pero esto le importó muy poco al príncipe. Lo que era cierto, es que Hextor prefería evitar cualquier sorpresa, que tal si aquello fuera alguna treta. Ignoraba que tan astutas podrían ser esas sabandijas, pero el poner una trampa cerca de monedas de oro, sería algo que él mismo haría.

Una vez Fur diera la señal de tener el camino libre, el príncipe y su corte, continuarían la exploración. Estaba vez, Khaine sería quien encabezara la marcha. Se le veía muy ansioso y ya se había puesto delante del gnomo, una vez este dejó de buscar trampa. Aquello fue un poco autoritario de su parte, pero aún así, Hextor asintió cuando este empezó avanzar.

Cuando Hextor decidió tomar el camino de la izquierda Fur le detuvo. Parecía haber visto algo que los demás no.

La puerta que hay en frente parece que no tiene trampas, pero la del camino de la izquierda sí. Parece una trampa elaborada con mucha precisión, complicada de desactivar y de visualizar. Por suerte Fur la había descubierto a tiempo antes de que le estallara en toda la cara a su señor.

Miró al gnomo y gruñó.

– ¿Ahora que pasa? – dijo en tono amenazador, molesto por tanta, en su opinión, tontería – Al final los arqueros van a morirse de viejos, y sólo encontraremos sus huesos roídos por estas alimañas.

Fur hizo una señal de alto. Al parecer el gnomo había encontrado algo, pero el príncipe, al igual que muchos, estaba comenzando a impacientarse. Que has encontrado? pregunta que pretendía tener una pronta respuesta y una solución inmediata.

Era incomodo caer en trampas, pero si seguía pasando el tiempo, las palabras de Khaine se harían ciertas, no encofrarían a los arqueros con vida. El príncipe esta comenzando a considerar, ir directamente a la sala principal y pasar de hacer de una misión de rescate, una masacre, en retaliación por la segura muerte de sus arqueros.

-mmmmm, interesante. Interesante.

Dice tocándose la barba después de detener al príncipe.

-Parece que estas criaturas se han esforzado, en este caso han logrado ganarse algo de mi respeto. Una elaboración limpia casi imperceptible y con una fina y delicada manufactura.

Continua diciendo como para sí mismo mientras observa con detenimiento cada detalle, cada elemento de la trampa. Al terminar se dirige a Héxtor y le dice

-Aquí hay una trampa muy bien diseñada, casi imperceptible y muy compleja, existe una buena probabilidad de que se active si intento desarmarla o que me tarde bastante tiempo en lograr desactivarla, el otro camino está libre de trampas, lo que me hace pensar que quizá detrás de este camino podamos encontrar algo importante, por el momento no se mucho más de la trampa, con dificultad logre detectarla, si alguien posee algún conjuro de detectar magia, seria buena idea que lo usara, me seria de utilidad saber si la trampa tiene componentes mágicos

-Si desean esperar más tiempo puedo intentar buscar si tiene algún interruptor de desactivación o logro averiguar algo más, si no, simplemente podemos avanzar por el otro camino.

al levantarse hace una expresión de dolor y se pone la mano en el costado donde recibió el golpe con la jabalina

Hextor escucha con atención las palabras del segundo al mando. Entiendo... de inmediato, el príncipe conjura detectar magia. Dudaba que los kobold dispusieran de trampas mágicas, pero era mejor descartar.

En todo caso, Hextor no tenía claro que este era el camino que debían tomar, el que estuviera custodiado por trampas, daba a entender que lo que se encontraba mas adelante, era muy importante. Aunque seguía la idea de ir por el camino principal y matar a todos los kobolds, buscar a su líder y hacerlo pagar por su osadía.

Sigamos por este camino, sino logras desactivarla, podemos cruzar algo antes que nosotros, para que reciba el daño de la trampa. aquella mesa, alguna silla o alguno de los cuerpos de los kobold que dejaron atrás.

Resopló, un sonido largo y bajo que pronto se convirtió en un nuevo gruñido, molesto ante las interrupciones, y sobre todo porque todo fueran pegas, paradas en medio de los pasillos, trucos baratos que les mantenían ocupados durante largos minutos que parecían días, semanas incluso... Eternos en cualquier caso. Con un grupo de guerreros de verdad, sanguinarios bárbaros, y adoradores de dioses violentos aquello no pasaría.

En realidad, con un grupo así, habrían limpiado aquellas cuevas de alimañas, saqueado cada rincón, y ya estarían marchando a por Heironeus en ese momento. Pero no, el Príncipe había decidido llevar un par de gnomos que no se estaban quietos, y el mismo era más de pensar que de actuar. Jamás iban a lograr nada así, estaba claro. Aunque a lo mejor, esos dos...

– ¿Y si usamos a uno de los dos pequeñajos de escudo para pasar? – preguntó con un gruñido, mientras miraba a Nebiros con una mueca siniestra –. Serían útiles al fin, más que para ralentizar la marcha.

^_<<Es más, si no elegís un camino pronto – pensó para si, decidido –, o desactiva rápido la trampa, voy a hacerlo con o sin permiso^_>>.

– Lo que sea, pero tomad una decisión... Señor.

Nebiros simplemente suelta una risa macabra sobre el comentario de Khaine acaso piensas que la carne de cañón tiene voz y voto aquí? el preferia matar kobolds que a humanos pero de ser necesario porque no nos ahorras el trabajo y te lanzas de cabeza hacia la trampa! 

si no fuera por el rey y las influencias que puedo lograr con todo esto ya hace tiempo te hubiese convertido en una de mis obras sus ojos ambarinos le brillaban con la sola idea y su magia que poco podía controlar se le empezaba a desprender de las manos bajando como chorros de humo color rojo.

Hextor observó con molestia como los ánimos se iban calentando entre Khaine y Nebiros. Si siguen con eso serán los dos los que pasen juntos el umbral que esta protegido por la trampa. Pero no hemos llegado hasta acá solo para empezar a matarnos entre nosotros. Guarden sus ansias para los Kobolds. agregó en tono impositivo.

El principe siguió explorando el tema de la magia en las entradas y posteriormente en el resto de las salas. El tema de las trampas era algo verdaderamente inoportuno y mas si estaban hechas de la calidad que describía Fur, y lo sería peor aún si se llegase a determinar que poseían magia. Si tienes alguna idea de como pasar sin ser lastimado, puedes compartirla. Sino tienes alguna idea que nos sirva, puedes ahorrarte las palabras. le pidió finamente a Khaine. Fur, necesito saber que tipo de trampa es. Si es una alarma o es un mecanismo que nos arrojará algo. Sea como sea, necesitamos saber que pasará si cruzamos el umbral. Podríamos usar aquella mesa como escudo en caso de que se trate de algún mecanismo con flechas, incluso de un lanzador de fuego o de descargas eléctricas o cosas similares, pero si es mas complejo que eso, será poco lo que podamos hacer para defendernos, si se trata de algún gas venenoso o que el piso se venga a abajo o cosas como esas. dice a modo de conclusión.

Iba a responder a Nebiros en ese preciso instante, en forma de un puñetazo que le mandara directo contra uno de los pasadizos, pero Hextor intervino, cortando cualquier acción o represalia ante las poco acertadas palabras del gnomo. Al fin, en vez de hacer nada, resopló, se volvió a una pared, y se apoyó en ella, de mal humor. Aquello era una pérdida de tiempo total. 

_^<<Debí haberme unido a su hermano – pensó, emitiendo un gruñido bajo –. Al menos así tendría la oportunidad de cortar la cabeza a esos dos estúpidos ratones_^>>. 

Fur se puso a analizar detenidamente la puerta que había frente a él, mientras que la impaciencia llegaba a sus compañeros. Mientras tanto, el futuro rey lanzaba un conjuro de detectar magia para observar posibles auras mágicas dentro de la sala, pero sin llegar a descubrir ninguna por ninguna parte.

El intento del segundo al mando por desactivar la trampa, parecía no tener futuro. En eso, el príncipe pareció dar con una idea, luego de terminar de evaluar la presencia de magia en la sala y hacia las entradas. Estar preparados. No sabemos si después de activar la trampa, vendrán de inmediato una tropa de Kobolds. Hextor se preparó para conjurar y traer a uno de sus sirvientes de la dimensión infernal. Juntando sus manos y pronunciando algunas palabras en idioma infernal, Hextor invoca a una sabandija de aspecto sombrío y de pésima actitud y de inmediato, le ordena ponerse en marcha. Ve por ese camino... No te detengas. le dice en lengua infernal. Khaine! Krugtan! Carguen la mesa de extremo a extremo. La usaremos para cubrirnos, de ser necesario. Fur... Toma las monedas. No olviden que todo lo que encuentren en esta cueva será reclamado en nombre del Rey Hextor. Los que me honren, recibirán mucho mas de lo que puedan contar en este o en cualquier otro lugar. el príncipe había prometido tierras, oro y gloria a todos aquellos que le siguieran y le ayudaran a conseguir la cabeza de su hermano y eso era algo que sabría cumplir.

¡Al fin algo de movimiento! Gruñó al ver que un enorme insecto salía de la nada para ponerse a correr a través de las trampas –en lugar de uno de los gnomos, como habría preferido–, pero no dijo nada más. Él quería una solución, y aquella lo era. Así que obedeció.

Con dos grandes zancadas se acercó a la mesa y, en un solo movimiento con una mano –en la otra tenía sujeta la cadena–, la levantó por una de las patas, haciendo caer todo lo que había arriba. El sonido de las monedas en el suelo le hizo sonreír, pues el encargo de Fur era recogerlas, e iba a tener que agacharse. Luego, tras aquella muestra de "camaradería", miró a Krugtan. 

– Vamos allá – dijo esperando a que cogiera del otro lado, para a continuación seguir al insecto.

Después de una pequeña conversación con Héxtor sobre cuál podía ser la manera que menos recursos costara para sortear está trampa, parece que una idea que podría funcionar había surgido y empesaba a ser implementada.

Se asegura de que el birote en su bayesta estubiera correctamente preparado, y mientras lo hacia vio como khaine deja caer las monedas al suelo con toda la intención de molestarlo, así que mientras terminaba la revisión apunto la bayesta a su cabeza, mientras lo miro fijamente.

que bueno sería descargarle este birote, piensa, pero bueno, al final no valía la pena desgastarse.

Recojio las monedas y se preparo para avanzar con el plan del príncipe