Partida Rol por web

A pesar del estado de Kylon, sus dotes de rastreador estaban intactas. Las pisadas os fueron llevando entre los árboles y las escarpadas colinas durante un buen rato. El avance se hacía lento y farragoso por la cantidad de vegetación existente. El día avanzaba veloz, por la posición del sol, ya había pasado hace rato el mediodía y la tarde había comenzado.

Bordeasteis unas grandes rocas caídas y al superarlas pudisteis observar que los arbustos comenzaban a ser menos frondosos. El rastro era más claro, y afortunadamente se empezaba a distinguir un pequeño sendero que serpenteaba entre los árboles. El sendero os llevó finalmente a una pequeña explanada donde descansaba sobre el suelo un gran roble.

El tronco del roble era muy ancho, pero hueco en su mayor parte. Las termitas hacía tiempo que trabajaban en su interior y parte de la madera estaba podrida, pero aún quedaba gran parte del tronco intacto, donde empezaban las ramas. Allí mismo un circulo de piedras daba forma a una hoguera hace mucho tiempo utilizada por última vez.

Aquel lugar tenía un aire especial, en medio de la frondosidad de los alrededores, con el cielo abierto y rodeado de hermosas colinas. Era un lugar tranquilo, y fácilmente defendible, pues se veía claramente alrededor al menos a 100 pies de distancia.

La tenacidad del explorador moribundo hace que consigamos pasar la maleza, y encontrar un pequeño sendero que nos lleva hasta el árbol caido que estabamos buscando.

-Este parece un buen sitio para descansar - digo señalando el lugar - Vosotros dos deberíais descansar y recuperaros lo que podais, yo voy a sentarme un momento al lado de este árbol pero no voy a quitar ojo, montaré guardia por si acaso algún otro animal se le ocurre acecharnos. Los demás si quereis descansais o preparais algo de cenar.

Me siento al lado del árbol, de tal manera que puedo ver bien si nos atacan, mientras voy pensando lo que nos ha ocurrido recientemente - parece que tengo que mejorar mi labia,- pienso recordando la charla con el muchacho estúpido de la taberna, -aunque por otro lado parece que no se me da del todo mal rebuscar entre las plantas al fin y al cabo, y los golpes con ese animal, es como si me hubiera desentumecido y ahora fuera capaz de mantener un combate más intenso, bah, seguro que son imaginaciones mias, calla y mira al frente Ulkus

- Yo voy hacer un fuego y coger algo del jabalí, espero que os guste la carne asada, necesitamos fuerza

Voy a donde está el jabalí y voy trayendo trozos, es muy grande y no puedo traerlo entero, así le dejo los restos a los carroñeros, una vez pienso que la carne es suficiente, recorro la zona y voy haciendo una pequeña hoguera con la leña que hay, que no es mucha. Cuando la tengo encendida, el olor a carne asada inunda la zona. Después me dedico a descansar y pido que no se me moleste.

Me dejo caer junto al árbol, realmente no tenía ni ganas de comer, no es que dudara de las habilidades culinarias de Aust, pero realmente quería descansar.

Eso si que estuvo cerca, pensar que un simple animal puede ser tan peligroso....

"Lo he conseguido" pienso, acercándome con el bastón al árbol, donde voy a descansar un poco.

Me siento y le tiendo el bastón a Aust:

-Toma amigo, me ha servido de ayuda.

Me siento apoyado en el árbol al lado de Gerbo y digo a mis compañeros:

-No nos dejéis dormir más tiempo que el necesario, no disponemos de mucho.

Tras matar al jabalí me sentía un poco extraño pero seguí adelante, daba por hecho que se debía a la adrenalina del combate.

seguimos avanzando y encontramos un buen sitio donde descansar, revise los vendajes de los heridos para que no se les salieran mientras descansábamos y me fui al lado de Ulkus para vigilar con el.

-Creo que este sitio se puede defender bien, podíamos incluso colocar móviles en los alrededores por si se acerca alguien para estar atentos. Veo que lo tienes controlado, voy a aprovechar para dar las gracias a mi dios por dejarnos seguir viviendo. Vuelvo en un rato y te relevo, tu también necesitas descansar un poco, necesitamos tu fuerza al 100% para vencer a ese supuesto fantasma.

Me retiro a un lado y con el escudo, la espada y mi símbolo sagrado improviso un pequeño altar. Comienzo a rezar. Tras un rato de oraciones, pidiendo disculpas por haber acabado con un sirviente de mi señor, noto como una fuerza divina recorre mi cuerpo, siento como mi dios me concede el perdón y eso me hace sentir mas cerca de el y comprender mejor los secretos del universo, ademas me concede de nuevo su divino poder, recompensándome por su buen uso.

El sol empezaba a ocultarse entre las colinas. El jabalí asado y el descanso en el improvisado campamento os había sentado de maravilla. Os sentisteis con renovadas fuerzas, incluso notabais que habían aumentado. Los enfrentamientos y los desafíos de estos dos últimos días os habían enseñado a actuar como un grupo ante un combate, a manejaros y obtener información de las gentes y hasta a encontrar y rastrear huellas. Ahora el desafío de encontrar y acabar con el fantasma os parecía menor.

Tal y como contaban, la vida de aventurero a pesar de sus dificultades y peligros, compensaba al final del camino con nuevos conocimientos, habilidades y sobretodo con amistades de por vida.

El fuego hecho por Aust para asar el jabalí, del que habíais dado buena cuenta, estaba a punto de consumirse, dejando el lugar con las primeras sombras de la noche. Se oyó el ulular de un búho que proveía del bosque que os bordeaba por el sur, pocos sonidos más se producían en aquel sosegado lugar.

Al norte se alzaban dos altas colinas que a primera vista parecían infranqueables. Los últimos rayos de sol las hacían parecer gigantes con una reluciente corona dorada.

Gerbo no dormía, seguía pensando en lo cerca que estuvo en su encuentro con el jabalí, la verdad le aterraba perder la vida, si bien en varios momentos de su vida se abalanzó a peligros mas grandes, nunca fue golpeado de esa forma, veía a sus compañeros desde sus ojos entrecerrados, gracias a ellos es que estaba vivo, y ahora tendría que devolverles el favor, haciendo algo tan grande por ellos. Esos pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de un búho, que a los oidos del gnomo sonó muy fuerte y lo sobresaltó, pero ni los poderosos oidos de Gerbo podían sentir algo más aquella noche, al parecer estaban muy solos...o los fantasmas no hacen ruido.

La guardia transcurría sin problemas, mientras los heridos se reponían del ataque del jabalí furioso el elfo hizo una hoguera para después deleitarnos con la carne del animal asada no se le da mal del todo la cocina, aunque la comida de la malhumorada posadera tenía mejor sabor.  Tras la comida, la noche fue acabando con el día que no nos trajo ningún contratiempo más, algún ruido típico de los bosques o eso me parecía era lo único que rompía el silencio sepulcral del lugar.

Al ver que ya estábamos todos descansados - Bien, ya hemos repuesto fuerzas. ¿Que tal os encontráis para seguir? - digo preguntando al humano y al gnomo, - maese Aust,¿ ya has terminado de meditar?, Hermano Bardum, ¿listo?después pongo mi mirada en las colinas y digo . A partir de estas horas si lo que han dicho es cierto alguna de estas colinas deben tomar color plateado, y pronto deberíamos ver al fantasma.¿ Maese Kylon alguna idea de por dónde empezar? - le digo al explorador que no se le da mal del todo orientarse por este sitio que no es para nada familiar para mi. Aunque pongo mi mirada alrededor por si veo alguna cosa fuera de lo normal, alguna alimaña que nos aceche o algún indicio que nos diga algo del fantasma.

-por mi podemos partir ya, me ha sentado bien este descanso. Me encuentro con fuerzas renovadas para descubrir que hay detras de ese fantasma y si existe mandarlo junto a mi Señor. JAJAJAJAJJAJAJAAJA

Miro a Ulkus. Yo ya estoy recuperado, con la siesta terminé de recomponerme y estoy listo para salir de nuevo, ahora deberíamos buscar alguna colina plateada, supongo que brillará a la luz de la luna, o para ustedes enanos será más fácil de ver.

Repuestos del todo y con renovadas fuerzas decidisteis continuar con la búsqueda del lugar donde se vio al fantasma, señalado en el mapa de Kyra.

Empezaba a anochecer mientras bordeabais una de las escarpadas colinas, hasta llegar a donde se unía con su compañera. Donde se juntaban las faldas de ambas colinas se dejaba entrever un pequeño paso lleno de pequeños matorrales. El paso era estrecho, de tan solo unos 6' de ancho. Para intentar seguirlo había que hacerlo en fila india.

El paso seguía hacia el norte, serpenteando entre las dos colinas. El avance se hacía dificultoso por las múltiples piedras caídas de las laderas, hasta que era abruptamente interrumpido por un buen montón de rocas apiladas, seguramente motivo de algún reciente desprendimiento. Las rocas se amontonaban hasta alcanzar unos 10' de altura, formando un terreno complicado de superar. La pendiente que formaba las rocas caídas era bastante empinada

Como siempre me sitúo en última posición cuando la marcha comienza. El descanso me ha sentado muy bien, mis fuerzas están renovadas y me siento más fuerte que nunca. Incluso he tenido tiempo de memorizar mis conjuros. Por alguna razón he dominado unos conjuros en los que llevaba meses trabajando y por fín he sido capaz de memorizarlos. La luz de la luna y las esrellas hace que me sienta de buen humor y en como en casa. Por alguna razón todavía no hecho de menos mi hogar y eso me hace sentir un poco culpable, aunque solo hace un par de años que me fui, poco tiempo para un elfo.

Vamos caminando sin problemas hasta que llegamos a un montón de rocas apiladas. Mis compañeros comienzan a discutir si es mejor subir todos o primero uno. Dado que no tengo nada que decir simplemente me acerco y comienzo a subir.

- Cuando llegue arriba os hecho una cuerda.

Al principio subo perfectamente, alguna piedra se desprende pero no tengo problemas en subir. Al llegar a la mitad un pequeño desprendimiento hace que no pueda seguir subiendo, por lo que vuelvo a bajar.

- Esto no es lo mío, nunca me ha gustado la escalada.

Nuestros pasos nos llevan por un angosto sendero entre las colinas que al final termina en un callejón sin salida. El derrumbamiento de algunas piedras hace que tengamos que trepar para superar el obstáculo. Mientras decidimos que vamos a hacer el elfo sin mediar palabra intenta subir por las piedras sin demasiada suerte tras un par de resbalones termina por quedarse donde está.

Me quedo mirando las piedras - no es tan alto, no me gusta trepar pero no podemos ahora volver atrás - me sujeto el cinturon con las manos, -uhmmmmuhmm- murmuro un poco malhumorado - Lo intentaré yo a ver si podemos subir todos.  Pongo una mano sobre un saliente, luego un pie, luego otra mano, pero la armadura no me deja moverme demasiado bien así que a regañadientes decido quitarme la armadura, y me coloco el escudo a la espalda. Cuando esté arriba atáis la armadura, así es como si estuviera desnudo, uhmuhmum.  Sientiendome desnudo aunque no tanto como aquel momento en la posada, empiezo a trepar por la pared de piedras, aún así resbalo cuando estoy a mitad y consigo caer de pie sin ningún rasguño, Será posible, maldita pared de piedras -digo dándole un puntapie a las piedras.

Esto no queda así, maldita roca,- mientras me pongo otra vez a trepar, esta vez mirando bien donde coloco cada pie y cada mano, examinando cada saliente para no tener ningún contratiempo. Por fin consigo llegar hasta arriba de una pieza, tras subir la armadura y ponérmela, saco la cuerda de la mochila y la afianzo para que los demás puedan subir mejor con mi ayuda.

Gracias al poder de los brazos de Ulkus y el cuidado de sus pisadas, consigue subir lentamente a la cima del desprendimiento aún cargando con su armadura y escudo.

Una vez arriba, desenreda una cuerda de cañamo que llevaba colgada en su mochila, la asegura y la lanza a sus compañeros, para que tengan un nuevo apoyo en su escalada.

Cuando vuelvo a estar abajo veo como Ulkus se adelanta y consigue subir. 

- Para que luego digan que los enanos no son ágiles. Como escaladores desde luego si lo son.

Me adelanto  lanzo el bastón hacia arriba y veo que llega a la cima cayendo al lado del enano. Empiezo a subir agarrado a la cuerda que el enano tiró hacia los demás. Con sorpresa compruebo que cuando llego arriba hay cuatro ojos mirando, dos de enano y dos de gato.

- Al menos llego el tercero. Gracias amigo Ulkus, creo que debo hacer más ejercicio.

Cojo el bastón del suelo y me pongo a ver el terreno de alrededor.

Me acerco a la pared y la observo desde cerca, ya que mis ojos no están adecuados para ver en la oscuridad.

Observo los intentos de Aust y miro a Ulkus quitarse la armadura para subir con más agilidad. Desde arriba nos tiende una cuerda para ayudarnos en la escalada. Aust sube el primero y lo hace con éxito esta vez.

Revisando que tengo la daga y la cimitarra bien colocadas en el cinturón y la mochila bien puesta me apresuro a subir.

-Voy - digo, para avisar a los de arriba. Me cojo de la cuerda y empiezo a subir, bastante sobrado.

"Ese descanso me sirvió de mucha ayuda..." pienso, algo aliviado al ver que mi cuerpo reacciona, si cabe, mejor que antes.

Bardum y yo esperábamos abajo de las piedras mientras nuestos compañeros subían, mientras Kylon estaba realizando el ascenso me ajuste las armas y el equipaje para que no se me cayeran, y no poner en peligro al enano con alguna espada que caiga desde lo alto.

Ulkus me pasa la cuerda y le grito ahora es mi turno! Me agarro de la cuerda, y entre mi mi agilidad y el poco peso de ser gnomo al rato estoy arriba.

Bardum ahora te toca a ti! si bien yo escucho perfecto, prefería gritarle porque no conocía que tan bien pueden oir los enanos desde abajo.

Cojo todo mi equipo y comienzo a subir, me cuesta mucho comenzar a subir, un clérigo no se hizo para subir tejados, esta hecho para beber buen vino y buena cerveza y disfrutar de buenos manjares y comida también.

Por todos los demonios, señor no permitas que me despoje de mi armadura para pasar este peñasco. Usando todas mis furzas subo arriba, mientras estoy tirado en el suelo rebusco en mi mochila y saco mi cuerda.

-La proxima vez que alguno de vosotros quiera hacerse el heroe trepador que use esto para subir a los demas, mostrandoles mi cuerda, esta hecha para que hasta los pesos muertos como yo puedan escalar.

Me quedo un rato tirado intentando recuperar el aliento, despues me levanto y guardo la cuerda en mi mochila. Miro al rededor a ver si desde esa altura ya se mira esa colina plateada.

Desde encima del desprendimiento no se divisaba mucho más allá, pues las laderas de las colinas eran escarpadas y altas, sin dejar ver a lo lejos. Al bajar, y después de dejar atrás el desprendimiento, el paso entre las dos colinas acabó al poco tiempo, para dar paso a un bello paisaje. Un pequeño valle se abría ante vuestros ojos, rodeado por cinco altas colinas, con el suelo cubierto de flores y bajas plantas, y con un lago circular en su centro.

El lago estaba bordeado por pequeños juncos que a la luz de las estrellas parecían plateados. Pequeños arboles salpicaban el valle, pero sin llegar a la frondosidad de un bosque. Algunos de los árboles era frutales, mostrando sus apetecibles frutos. Manzanos, perales, cerezos en flor y hasta una gran higuera, el árbol más grande de aquel lugar, con grandes higos morados que parecían a punto de explotar de su gran tamaño.

El ambiente en aquel lugar era ligeramente húmedo, lo que daba lugar al crecimiento natural de aquella bella vegetación. Era un escenario lejos de la mano del hombre, ningún alma lo había pisado en mucho tiempo. La luna llena brillaba en lo alto, rodeada de estrellas, las piedras y colinas de alrededor se iluminaban bajo la luz lunar adoptando un color plateado.