Partida Rol por web

Entras a tu habitación y te sientes extraño. El espejo ya no es un problema, y tienes una maleta llena de ropa limpia, y de tus pertenencias y recuerdos. Por ahora hay silencio. Un grito, te sorprende

-¡SAQUENME DE AQUI! ... ¡NO QUIERO ESTAR AQUI! ¡NO NECESITO ESTAR AQUI!... ¡DEJENME SALIR!

Es curioso, el mismo esta lleno de angustia pero luego escuchas que se calma.

Pasan cinco minutos, y  el enfermero vuelve con un  vaso pequeño de vitae con un olor  medicinal.

Everet, esta es la primera dosis. Dice el enfermero.  Cuando este cercano el día se le dará algo más fuerte,  esto te relajara y te pondrá algo adormilado, aunque no mucho.

Tomo el vaso y lo miro con precaución, el mundo de los cainitas es un mundo de paranoia y traición, pero han tenido muchas oportunidades durante el viaje para matarme o hacer a saber que, y yo tengo poco que perder

Me bebo la vitae que me ofrece lentamente, tengo bastantes conocimientos de anatomía, pero no de medicina o farmacología como tal, podría estar tomándome cualquier cosa, pero si he llegado aquí confiando supongo que confiaré un poco mas

Cuando acabo le entrego el vaso vacio

-¿para que necesito algo mas fuerte cuando llegue el dia? no tengo problemas para dormir por el dia-

Sonrio ante el comentario, el sujeto parece ser agradable. Bien, sí no le molesta puede acostarse, miro el reloj, no se asuste si abro la puerta de vez en cuando, la cerraré enseguida... que descance. Lo dejo sólo, debo avisarle al doctor que el paciente del tres me preocupa, no se qué hacer.

Te quedas solo en la habitación, lo que sea que te hayan dado, no tiene una reaccion muy inmediata, dijeron que sería leve, por la hora. Cuando miras la cama te das cuenta que hace muchos años, no duermes en una de ese estilo. El suelo siempre fue el que amortiguo tu cuerpo y  siempre pasaste tu no vida en agujeros espantosos.  No sabes porque tanta amabilidad, eso  te confunde, ¿porque de repente un sujeto que no te conoce se preocupa por tí y desea que estes cómodo?, !esto debe ser una broma!...

La primera ley de un vampiro, es no confies en los demás. En el sabbat aprendiste que aquellos que no eran de tu manada, y que no compartian con tigo las ignoblis ritae no eran fiables, cuando los mataron decidiste no hacer parte de otra manada, te era dificil acostumbrarte a la idea de llegar a una manada nueva y pasar por ciertas cosas que querias evitar.

Sin embargo reflexionas, la sangre sabia a medicina, sí, no estaba mal, has tomado licores más fuertes, y posiblemente has sentido más mareo e intoxicación cuando has bebido de indigentes borrachos o drogados. La mayoría de ellos son adictos al opio, o en otras palabras a la heroina, y esta medicina no parece hacerte gran cosa.

Sin embargo sí comienzas a sentir un dejo de relajación.

 Me pregunto si no habré caído en una trampa, una trampa de apariencia muy agradable. Hay destinos bastante peores que la muerte definitiva y yo he venido aquí muy facilmente

Pero repasándolo todo... es difícil que sea una trampa, no lo acabo de entender

"¿podría escapar de este sitio si quisiera?" es dificil, seguramente estarán preparados para mi ofuscación, y no tengo muchos mas dones adecuados para eso, aparte de la pura fuerza bruta

Me encojo de hombros, no tiene sentido preocuparse de eso ahora, el doctor dijo que podría irme si quisiera, "¿lo dijo?, ese grito de antes era de alguien que quería irse, me cuesta recordar" 

Me tumbo en la cama, me parece molestamente blanda y al cabo de un rato me tumbo en el suelo envolviendome con una sabana, poco despues empiezo a dormir

Te duermes en un momento, no hay sueños, y al despertar sientes que ha pasado algun tiempo, pero es curioso, no te sientes tan dopado como pensarias, de repente golpean la puerta, y se asoma Orlando con tranquilidad.

Everett,  ya es hora de salir, vamos al área común,  Le digo de manera simple, a esta hora, ya nadie puede estar en cama y debes comer....  le señalo la puerta (que esta muy cercana a su habitación)

 Me levanto y asiento, he dormido vestido y mi ropa esta toda arrugada, eso nunca me ha molestado, pero cuando me habla de la sala comun...

-¿hay mas pacientes?¿muchos mas?- la idea de mostrar mi horrible cara a otros se me hace desagradable, parezco un nosferatu neonato y ese pensamiento hace que me sobreponga "serán todos cainitas, no he de mostrar debilidad" pero el tiempo de aislamiento no ha hecho mucho por mis habilidades sociales, que para empezar nunca fueron muy buenas

Abres la puerta,  te sientes cansado, esta medicina resultó para ti un poco mas fuerte que la primera, tienes sentimientos encontrados. Cuando sales por el corredor, no hay nadie, aunque puedes escuchar algunas voces.

Entras a la habitación que te asignaron, oscura como la dejaste.

Cuando cierras la puerta te sientas en la cama sintiéndote realmente mal, el ambiente de la sala comunitaria te ha dejado impactado. ¿Dónde terminaste ?, te preguntas mentalmente, este lugar es tan deprimente y patético, reunido con locos que se creen Cain, profetas, mujeres y hombres deformes, y chicas peleonas.

Comienzas a reflexionar en cada uno de los que has conocido hoy, y no sabes que sentir.

 Tanto ruido, tantas voces, tanto sinsentido. Tras tantos años de paz en el cementerio este lugar me parece horrible, toda ea gente no ha dicho ni una palabra con sentido en toda la noche.

Conversaciones vacias sobre el amor, sobre amor y sexo, esquizofrenia y sueños de grandeza. Esos ciegos no lo comprenden, ninguno, ni siquiera ese doctor. Somos todos monstruos sin salvación, se hunden en la locura, en ansias y compulsiones, incluso en el deseo de sanar a los demás, todo para evitar esa verdad

-pero yo no puedo evitarme a mi mismo- digo en voz alta y levanto mis manos frente a mis ojos, la piel ampollada de color putrido, las uñas negras. Miro hacia el espejo tapado, casi deseando descubrirlo para ver mi cara y recrearme en la repugnancia

"¿que hago aquí? nada de lo que hagan va a cambiar mi apariencia, nada va a cambiar que soy un monstruo"

Miro las paredes sin ventanas, quiero escapar de aquí, quiero el sol

Pero eso no lo tengo aquí, me hago un ovillo en el suelo y cierro los ojos, intentando dormir, dormir sin sueños

Cuando empiezo a notar la oscuridad sobre mi recuerdo esos ojos, los ojos del niño que me dieron esperanza 

Cierras los ojos acostado en el suelo, y mientras tratas de dormir escuchas:  “No quiero estar aquí -¡NO QUIERO ESTAR AQUI! ¡SACAME DE AQUÍ!, ¡SACAME DE AQUI MALDITA PERRA!”, nuevamente los gritos de aquella mujer que escuchaste en alguna oportunidad.

Maldices interiormente tu mala suerte, cuando quieres dormir, alguien grita. Sin embargo tratas de ignorarlo, y poco a poco estas en un estado de letargo químico, provocado por las drogas, y no por tu naturaleza. Sientes un olor agradable... a canela, abres los ojos y te encuentras en la casa donde viviste de niño. Te asomas por la habitación y esta tu abuela cocinando, seguramente una tarta. Hacia maravillosas tartas de manzana, ese olor... es placentero. Miras un espejo y ves tu rostro cuando tenías unos 9 años.

El olor a canela te relaja, entras en un estado de total calma.

Tu rostro infantil se alegra cuando ve frente a ti esa tarta de manzana y sientes el sabor al morderla.

Justo en ese momento escuchas un golpeteo, de repente sientes que estas nuevamente en la habitación, y escuchas un “biblioteca”, alguien está en la puerta, pero tú, no puedes moverte, estas muy dopado, cierras los ojos de nuevo e ignoras el ruido hasta que se va.

Tus ojos vuelven a cerrarse  y entrar en un nuevo sueño...

No tardo mucho en volver a dormirme, pero ahora el sueño es muy oscuro, todavía soy un niño y busco mi casa, quiero volver a encontrar a mi abuela y a su tarta, pero no encuentro el camino, y además tengo miedo de mirarme.

Durante el resto de mi sueño deambulo  por pasillos oscuros buscando el sueño anterior sin ser capaz de encontrarlo, y con miedo de mirar mi reflejo o mis manos

Tus manos, el reflejo de tu horror, antes no tenias manos feas, eran manos trabajadoras, eran manos de un hombre que las usaba, tenian algunos callos, pero eran bonitas, asperas, pero a las mujeres parecian gustarles..

Despiertas levemente, estas en el suelo limpio de la habitación,  y todo es tan distinto.

Nuevamente cierras los ojos, y tratas de pensar que no existes.

 Por un momento me siento desorientado en la oscuridad desconocida que huele a desinfectante, luego recuerdo que me fui a ese hospital psiquiátrico y me tranquilizo un poco. Faltan unas pocas horas para el amanecer y empieza a llegarme una somnolencia mas natural, miro la oscuridad satisfecho de no ver nada, esta es una oscuridad mas segura, no como la de mi sueño, no hay nada aqui

Solo yo, y yo soy el monstruo de mis pesadillas.

Incomodo me acurruco en posición fetal en el suelo, recuerdo que aquí hay un espejo, podría encender la luz, quitar la tela oscura y mirarme. Esta idea me da escalofríos, siento a la vez nausea y ansia de hacerlo, es aparte de mi autodestructiva, que desea salir al sol

"no me dejarán recibir al sol" este pensamiento me pone algo mas triste, como si hubiera perdido mi oportunidad

Me hundo en la oscuridad con sentimientos mezclados de odio y autocompasión

El tiempo pasa, y justo cuando  está a punto de amanecer el enfermero te da otra dosis de medicina mientras estas acostado en el duro suelo, y luego de eso, entras en un profundo sueño.

Ese dia no sueñas con nada, estas en un vacio, en un enorme hueco, y así mismo, con esa sensación paradojica  despiertas.

El frio suelo de la que es tu habitación, la cama reposa sin  ser destendida, y tu estas ahi en el piso. La medicación de antes de dormir resulto ser la más fuerte que has tomado hasta ahora, es más cuando te sientas en el piso, te cuesta levantarte. La noche de hoy es más tranquila, no hay muchos gritos.

Escuchas un leve golpeteo en tu puerta.

 Me incorporo con lentitud, aun afectado por la medicación que me ha dejado un gusto raro en la boca

"maldita sea, ¿que pretenden conseguir con tantas drogas?"

Algo tambaleante me siento en la cama esperando a que se me aclare la cabeza cuando escucho que llaman a la puerta

Tardo un poco en reaccionar, poco acostumbrado a cosas como recibir visitas estoy tentado a gritar que quien sea se marche, pero no estoy en mi mausoleo claro, se supone que esta gente viene a ayudarme

Vuelven a tocar de nuevo, me agito inquieto como si tomase una gran decisión antes de decir -adelante-