Partida Rol por web

- Yo zi tengo que zer alguien, me pido zer Oprah Winfrey o Beyonce - dice Anayansi adjudicándose personajes que nada tienen que ver con el tema.

Al ver que tiene trocitos de salchicha en la falda, se los come disimuladamente. No es tofú pero a ella le da igual. En realidad cuando nadie la ve come pollo y ternera, porque es una vegetariana de palo.

Al escuchar los gritos de Gabriel me enfade un poco,comencé a hablar entre susurros -Shhh no grites,que se enteran- me lleve uno de mis dedos a los labios y me di pequeños toques -Mmm tu seras.....mmm el agente 007 el de las películas peferidas de papa - mire a Anayansi -¿Quienes son esas?si que tienen que ser buenas agentes,yo no las conozco-

Se acercó un poco al grupito de nuevos detectives -¿puedo jugar yo también? -pregunta algo tímida mientras arrastra un piececillo por la tierra -podría ser como "Cherloc Jolmes", a mi papá le gusta mucho esa serie de detectives aunque no me deja verla...  -miro a Laura -¿y que vamos a investigar? -en voz muy bajita que apenas se le podía escuchar .

Mire a Anita y le conteste -Si,así sera mas divertido- me acerque a ella y tapandome la boca con las manos le dije susurrando en su oreja -Vamos a ver porque Alvaro esta asustado- aleje mi cara de ella y me rei

- No zon detectivez pero zon perzonas maravillozas, yo zoy fan.

Con un giro exagerado de cabeza, Anayansi le da la espalda a Laura y al resto de niños. Como ya está completamente seca se tumba en el suelo y comienza a arrastrarse hacia los monitores.

- Venga chicoz, la operacion zalchicha detective ha comenzado, ¡zeguidme!

En verdad no conozco a ese tal 007. Lo único que logro asociar a esa cifra es al pokemon tortuga, squirtle. Así que tras las carismáticas palabras de Anayansi me agazapo cual tortuga en el suelo y empiezo a gatear con mi mochila como caparazón.

Cuando miro a la niña logro ver su braguita de fresitas. -Anayansi... te sigo.- digo algo vergonzoso.

Miguel sigue el ejemplo de Anayansi y Gabriel y empieza a arrastrarse por el suelo, menos mal que de cerca ve lo suficientemente bien gracias a la hoguera para no pincharse con las pequeñas astillitas ni quemarse con las brasas que de vez en cuando salen del fuego.

Parece que Jorge está muy ocupado, por lo que alzo los hombros, como cuando mi padre no sabe muy bien que hacer y me como la salchicha. Escuchando a los niños cercanos, con los que he hecho buenas migas les digo:- Ey, yo me apunto... Soy el mejor agente secretos de esos, si, si.- Y me imagino con uno de esos trajes con muchos cachivaches y una pistola para dar buena cuenta de los malos. Y sin decir más me acerco donde están los mayores, lo más sigiloso posible ocultándome entre las sombras utilizando mi traje de invisibilidad por supuesto, no creo que se den cuenta ni de que estoy a su lado...

Me quede observando la graciosa escena y una pequeña risita salio de mi,no pude evitar pensar en lo mucho que se parecían a las pequeñas salchichitas rebozadas que hacia la abu.Agite la cabeza para sacarme esos pensamientos y me tire al suelo casi en plancha,al caer note la arena en la boca puse cara de asco y comence a toser y escupir -Agg- tras decir eso me di cuenta que se estaban alejando,coji velocidad y me fui arrastrando tras los demas

-... desaparecido. Pero estamos siempre igual, siempre los mismos problemas gracias a él. ¿Y qué vamos a hacer ahora con los críos?

Paloma asentía con la cabeza, muy seria, también parecía preocupada, se mantenía un poco alejada de Álvaro, que gesticulaba como un loco.

-No usa el cerebro, no le da,  ¡es que no le da para más!. ¿Y quién tiene que cargar con todos sus errores? ¡Yo! ¿Quién se come todos sus marrones? ¡Yo! Y ni siquiera pide ayuda, no, espera hasta que alguien descubre que...

Sara seguía repartiendo algo con la bolsa de arpillera. Con el enorme bulto por delante no vio al grupo que se arrastraba y se tropezó con la pequeña Anayansi.

-¡Cariño! ¡Lo siento!- exclamó, agachándose al lado de la niña, casi la había pisado.-¿Te he hecho daño? ¿Estás bien?

Sara acarició la cara de Anayansi, era dificil repartir cosas cuando los críos se movían de acá para allá constantemente.

-A vosotros no os he dado linterna, ¿verdad? Pero no tenemos muchas, sólo puedo daros tres por equipo. ¿Vosotros vais a formar uno de los equipos? Sé que sois muy amigos.

Sara sacó tres linternas de la bolsa, le dió una a Anayansi, otra a Anita y la tercera a Laura, que aún seguían arrastrándose por el suelo.

-No sé cómo andarán de pilas, pero siendo tres seguro que al menos una de ellas funciona. Si no os separáis no vais a tener ningún problema, ¿verdad? No os vayáis muy lejos, que tenemos que explicaros una cosa, ¿vale? ¿Si?

Sara se puso en pie y continuó su camino en torno a la hoguera, parecía nerviosa, igual que Álvaro, como si tuviera una tensión interna que estuviera tratando de ocultar a los niños.

Miguel recuerda que cuando su mama parece así de nerviosa también le da algo como chuches o un juguete y le dice que van a ir a un sitio superchuli…que resulta ser ese lugar horrible donde una médica mala lo pincha con aguja grande y mama dice que eso de llama “vacuna” o algo así, el problema es que como suele ser despistadillo nunca ser acuerda hasta que está dentro del coche y es tarde para escabullirse..

Asi que Miguel mira a Sara y temeroso le dice:

-¿Pero no nos van a poner una vacuna no?

Sara sonrió, y se giró antes de seguir andando.

-No, si os portais bien, no

Anita cogió su linterna entusiasmada. Apretó un par de veces el botón para ver como de fuerte iluminaba y se la colocó dentro de sus pantalones de forma que el mago quedase al descubierto. Sus bolsillos eran muy pequeños y seguramente se le iba a caer si iba a arrastrarse también por el suelo como un gusano. 

-¿Qué creéis que nos van a decir? ¡Igual nos tienen preparada una sorpresa! Como hmmmm... no se... ¡Que vendrá Pupi!

Cuando estábamos a puntito de descubrir que pasaba una de las monitoras nos descubre. "¡Vaya! Misión fallida" pienso un poco decepcionado. Pero en seguida me distraigo con otra cosa.

Les han dado a las niñas del grupo linternas, mi padre siempre ha dicho que las mujeres son más listas y supongo que por eso les han dado las linternas pero yo quería una.

Me acerco a Anita que veo que empieza a encender y apagar la suya. -Anita, si alguna vez deja de funcionar dímelo que yo tengo una forma de que funcione.

Por si no lo he dicho todavia, me encantan los pokemon y cada vez que veo una chuminada de ellos en los chinos de debajo de mi casa, me la compro. Así que tengo unas pilas marca Pikachu dentro de la mochila que son geniales. Realmente no sé si funcionarán pero bueno.

No habíamos ni empezado y ya nos habían pillado,esto no parecía ser lo nuestro,que fastidio con lo divertido que estaba siendo.Me acerque a Sara y coji la linterna,la agite intentando que se encendiera como la de Anita -Jooo no da luz- seguí agitándola con frustracion hasta que medio llorando le pregunte -¿Como vaaa?-

Miguel mira como Laura y se acuerda de su linterna la cual casi nunca consigue que encienda a la primera, porque casi nunca pone las pilas bien a la primera.

Miguel le dice a Laura:

-A lo mejor las pilas están mal puestas, mi papa siempre dice que si no las pones bien no hacen tacto con el polo y la linterna no funciona.

Al escuchar a Miguel comienzo a buscar donde esto eso de las pilas.Con el meneo y el traqueteo le doy al botón y caigo en que lo estaba intentando mal,con la mano que me queda libre me doy una pequeña palmada el la frente -Que tonta- .Mientras juego con la linterna digo -Yo pensaba que era como la de Kitty que mi papa me regalo,das vueltitas y vueltitas y se enciende-

Anayansi enciende la linterna a la primera, pues para ella la tecnología no tenía secretos.
Pues anda que no le había quitado veces la tablet a su madre para jugar. Además, ya tenía móvil.
Mira a Laura con condescendencia mientras enfoca con la linterna hacia los monitores para llamar su atención.

Miró a Gabriel y después a las pilas marca Pikachu -¡Uhala que chulas! Eres muy "apañao" Gabriel, seguro que servirán. - volvió a guardarse la linterna y sonrió al niño. Se acercó un poco a Laura y le susurró al oído -Parece que nos han descubierto ¿qué hacemos ahora?