Partida Rol por web

​Me gano la vida haciendo trabajos que los demás no quieren; elimino plagas, recojo cadáveres de alimañas,etc.Venia a preguntar si tenía alguna tarea ?.Respondo  algo azorado.

- Me temo que no, Josh... Y esta casa de Dios tampoco cuenta con mucho capital, así están las cosas... - Respondo algo decaído, aunque rápidamente se me ocurre algo. - Perro podrías dejarme tu número de teléfono, así en caso de toparme con algo sé cómo localizarte.

No tengo telefono pero ya me pasare por aquí a preguntar.Respondo encogiendome de hombros y tomando el mismo camino por el que había venido.Que tenga un buen día padre.

- Es una pena... Gracias por interesarte, aquí tienes santuario. - Le digo mientras se aleja.

Con el bolso en la mano apago todas las velas de la eucaristía con rápidos soplidos y salgo por la puerta, cerrando con llave el portalón de la entrada. Aquí las noticias vuelan, y no viene nadie, ni es necesario que justifique la falta de ceremonia de hoy. 

El portalón grande cerrado supone mi fin en la iglesia y así me voy al Osaka Restaurantes.

Llegas de nuevo a la iglesia, tras tantos problemas lo que mas deseabas era calmarte y reposar por un rato, aunque esos planes se vieron turbados por un vagabundo de aspecto muy longevo quien estaba corriendo de la iglesia por las escaleras, muy asustado.

Sus ojos se abrían cual platos, y musitaba palabras inentendibles, mientras poco a poco se acercaba a ti para decirte:

- ¡¡El esta allá...el esta allá!! - dice apuntando al campanario -

Oh no, ¿qué pasa ahora? Sin tiempo a darme un pequeño descanso me acerco apresurado también al vagabundo.

- ¿Quién? ¿Quién está? - Le agarro por los hombros y le zarandeo, ya cansado de tanto contratiempo descargo un poco de frustración en él. Tras dos casi violentas agitaciones le suelto. - Lo, lo sient... ¿Quién, quién?

- ¡¡El señor de las alas rojas, el señor de las alas rojas!! - dijo con un fuerte aliento a alcohol, para luego zafarse de ti y alejarse con pasos torpres -

Habla del demonio, quién si no tiene alas rojas... Pobre borracho, no sabe ni lo que dice. Ya más tranquilizado al ver que está fuera de sí  le sigo con paso lento.

- Por favor buen hombe, no se preocupe, se irá ahora... ¿Por qué no me acompañaa mi casa y le doy un poco de agua y un bocadillo? - En este pueblo hay chupasangres, asquerosos, no el demonio.

El hombre se zafa de ti y corre rápidamente para desaparecer de entre las murallas y edificios cercanos. Llegas a la iglesia, y notas que todo estaba en completa calma, a excepción de un mórbido detalle: el Jesús crucificado contaba con mas sangre de lo que se le había pintado anteriormente, esta vez contaba con sangre en la cabeza, la cual chorreaba hasta la punta de los pies.

Llegas a la iglesia, notas que las puertas estaban abiertas y que el padre se encontraba frente al altar donde un Jesucristo crucificado se encontraba bañado en sangre, pero no sangre pintada...sangre real, fresca y en mórbida abundancia.

Cuando el agente, vestido de civil, cruza las puertas del templo, se detiene un segundo, petrificado, al contemplar una escena nacida directamente de las entrañas del infierno...

-Por la gloria de mis antepasado...- dice el guardabosques estupefacto -¿que ha ocurrido aqui pastor?,¿esa sangre es suya?- al hacer la pregunta recorre al sacerdote con la mirada, en busca de posibles heridas y mientras hacerca la mano al cuchillo, si desenvainarlo.

Héctor hecha un vistazo rapido a su alrrededor, buscando la presencia de mas individuos y donde estan las escaleras que suben al campanario.

¿Eh? Qué extraño, el Jesús... No, no puede ser. Me sorprendo por la presencia del agente en la Iglesia.

- No agente, antes no tenía tanta... Que yo recuerde, a no ser que me falle la memoria. - Camino hasta ponerme a su lado. - Son días extraños estos de oscuridad, podría ser una broma incluso. Ya no se respeta al señor... - Le miro con ojos dudosos. - ¿Le importaría acompañarme al campanario? Un vagabundo ha soltado improperios, pero sumados a esto... Oh, perdone, qué maleducado. ¿Necesita algo de la Casa de Dios?

-¿Entonces se encuentra usted bien?, precisamente estaba aqui por que he recivido el aviso que de que habia una persona... sospechosa, en el campanario- Héctor busca las escaleras, -¿le importaria indicarme el camino, pero por favor, manteganse detras de mi, luego le acompañare a la oficina del sheriff para que pueda denunciar el hecho- continua hablando el agente -esto se merece una investigacion mas rigurosa...- Dicho esto sigue al parroco hasta las escaleras, al llegar hasta ellas saca la extraña daga en lugar de un arma de fuego y mira al sacerdote -Siento lo del arma, hoy era mi dia libre y deje el revolver en casa...- le comenta -Por favor, mantengase detras de mi-

Cuando se disponen a subir por las escaleras, ubicadas en el lado lateral derecho de la iglesia, oyen el sonido aberrante de la carne y de los huesos cayendo contra el suelo de madera, y solo mirando hacia el origen de aquel sonido se podía notar la figura de un cordero con las vísceras fuera de su pequeño cuerpo, el cual a su vez se encontraba cubierto de lana ensangrentada.

El cordero había caído de la misma dirección de la imagen de Jesucristo.

-¡Me cago en...!- Exclama Héctor -perdone la expresión padre... ¿ha visto de donde ha caido eso?,¿estaba colgando del techo o alguien lo ha lanzado?- me dirijo corriendo al lugar y lo inspecciono con la mirada, tambien de donde habria podido caer, (¿que tipo de heridas presenta el cadaver del cordero?), -Si esto es una broma es de muy mal gusto, alguien ha estado viendo demasiadas peliculas...- tras decir esto y si no veo nada fuera de lo normal, me dirijo corriendo hacia el piso de arriba.