Spira...
Una sala de baile que Shin domina... Invocadores y guardianes pretenden ser sus parejas, aunque lo máximo que logran conseguir es que se retire de los focos unos pocos años... Los suficientes para que el resto de espectadores puedan disfrutar de la pista apenas unos pocos años, los justos para creer que en una fantasía, pero no los necesarios para que esa fantasía sea un poco más real... Y así, con el paso de los años, el baile vuelve a comenzar...
Los guardianes mueren para que los invocadores dancen... Estos mueren para que Shin deje de bailar... Los años se suceden... Y Shin vuelve a aparecer... Y de nuevo comienza la canción...
Voy a poner más post, así que os aviso.
Bevelle...
La ciudad más grandes de Spira y el corazón de Yevon. Cuna de los monjes y los invocadores. Todo el que quiere ser algo, tarde o temprano tiene que pasar por aquí. Y es justo en este lugar donde muchas historias empiezan...
Hace cinco años que el último Alto Invocador venció a Shin, el cual ha vuelto a aparecer hace poco. Por eso, hoy es el día de la presentación de los aprendices del templo, que están listos para comenzar su peregrinaje y adquirir su primer Eon, convirtiéndose así en invocadores de pleno derecho.
Por esta razón, en la salida de la ciudad, se han reunido algunas personas... Algunas simplemente para observar de cerca al posible héroe que devolverá la Calma a Spira... Otros para despedirse de sus seres queridos... Y unos pocos con la esperanza de ser aceptados como Guardianes y así poder ayudar al invocador a cumplir con su objetivo...
Aún no!!!
Te encuentras justo en la puerta de salida, a la espera que el Clérigo os invité a salir para poder dar vuestros primeros pasos fuera de la ciudad.
Fuera... El exterior... Un lugar sin muros... Sin nada que te proteja... Con gente que no te entiende... Que no sabe lo que eres... Que te teme...
Empiezas a notar las manos sudorosas cuando una voz femenina te hace regresar a la realidad...
- Tranquilo...
Ella es Darla, la otra aprendiz que había en el templo. Juntos os habéis formado y juntos saldréis de peregrinaje, aunque cada uno tomará su propio camino.
- Llevamos preparándonos para esto mucho años.
La tienes cierto cariño al ser de las pocas personas que te han tratado bien, sin fijarse en vuestras diferencias. Aunque sus padres, unos grandes nobles de Bevelle, no opinaban lo mismo de ti, y por eso intentaban alejarla todo lo posible de ti.
- Seguro que todo sale bien. - Y te ofrece una gran sonrisa.
Vale, ahora sí, escribe un mensaje para mí.
Puedes poner lo que estás pensando, si quieres hablar con la otra invocadora...
- ¡Bienvenidos! - Alza la voz uno de los monjes del templo, que ha salido a decir unas palabras. - Y muchas gracias por venir a apoyar a las nuevas semillas de la esperanza.
El hombre empieza a caminar por la pequeña plaza que hay a la salida de la ciudad.
- Aunque sé que algunos de vosotros no solo habéis venido a apoyar... Puesto que entre vosotros se encuentran los escudos que protegerán nuestras esperanzas.
Vale, ahora sí.
Escribir mensaje para mí. Todos estáis en la plaza, algunos más visibles que otros, que se han podido "esconder" un poco... No miro a nadie, ¿eh Dynamo?
La ceremonia habia empezado, todo estaba listo para empezar....bueno, casi todos, en mi interior,pese a que tenia ganas de salir a conocer el mundo exterior, le tenia miedo, mucho miedo....sabia que era diferente, siempre lo habia sabido...y eso seguiría asi indefinidamente, hasta que muriese, la sola idea de envarcarme solo en este peregrinaje me ponia nervioso, tanto, que notaba como el sudor se acumulaba en mis manos amenazando con hacer que mi lanza se resbalase de mis manos; sin embargo oigo las palabras tranquilizadoras de Darla y se lo agradezco dedicandole una bonita sonrisa.
---Si, eso espero...- le digo en un murmuro- Pronto comenzará nuestra travesia, asi que debemos dar lo mejor que tenemos.... aunque lo tendras mucho mas facil que yo, seguro que muchos quieren ser tus guardianes...
Vale, un apunte.
Los invocadores aún no han salido.
En la sombra, tapada por mi capa espero... De mientras me limpio las gafas.
Una vez más, Sinh había vuelto a Spira. Y una vez más, todo Bevelle se había amontonado en el gran puente. Algunos estaban ahí para cotillear y poder decir en el futuro "yo ví al alto invocador, y supe desde el principio que lo conseguiría". Otros esperaban ser guardianes de los invocadores, unos fervientes creyentes y otros simplemente con ganas de aventura. Y otros, como Jumai, estaban allí por obligación, cansados de ver el mismo espectáculo otra vez y deseando estar en cualquier otra parte. Los monjes estaban todos ordenados y vistiendo sus galas ceremoniales detrás del padre Lars, oyendo el mismo discurso de siempre. La única manera de entretenerse era oír los comentarios del resto de monjes:
-A ver si salen de una vez ¿Viste a la que parecía que acababa de salir del colegio?
-Al menos era mejor que el de rojo, tenía una cara de miedo...
Pero la mayoría de los comentarios iban dirigidos al aspirante a invocador que más destacaba y que había sido la comidilla de todo Bevelle desde que se presentó como aspirante: el medio-ronso
El día es espléndido. Los rayos del sol bañan la plaza de Bevelle llenando este gran día de esperanza. Todos pueden sentir su reconfortante calor a la espera de ver al famoso Invocador, aquel que mantendrá la paz durante varios años más. La multitud resulta abrumadora, pero teniendo en cuenta que estamos en el corazón de Yevon es algo a lo que sus habitantes están más que acostumbrados.
Entre los gritos de la gente, la música del lugar y las decoraciones de la celebración se encuentra una figura femenina. Una mujer de largas piernas y liso cabello que permanece erguida deseosa de ver al joven Khenta salir por la gran puerta. Muchos la reconocen, otros le dan abrazos como agradecimiento por su dedicación y ella les responde con cariño a los adultos y besos en las mejillas a los pequeños. Esa mujer es Urumi, Puño de Spira, protectora de Bevelle y está decidida a que pronto, sea Guardian de Invocador.
El pueblo está muy alterado, pero a ella le parece distinguir el rostro de varios conocidos que como ella, dedicaron sus servicios al templo y como ella, aspiraban a acompañar en su viaje al elegido. No era de extrañar, no iba a ser ella la única que aspirase a semejante honor. Urumi, alzó la vista a los cielos una vez más durante su espera justo cuando una brisa de viento alborotó su pelo estorbándole en los ojos. Lo apartó con una suavidad y ternura digna de los ángeles y en sus ojos se reflejaron las escasas nubes.
-Así que hoy empieza mi gran aventura... ¿podré conseguirlo?... si tan solo me hubieses escuchazo Katz....- Pensó para sus adentros.
Al llegar a Bevelle noté la gran cantidad de gente reunida en el lugar, era de esperar teniendo en cuenta que ahí comenzaba el peregrinaje de varios invocadores.
Me puse la capucha para que la gente no reconociera mis rasgos y comencé a mezclarme entre ellos a fin de poder acercarme un poco más y mirar a los invocadores que se iban a probar en cuanto salieran.
Analicé de paso a las personas que veía, algunos seguramente serían futuros guardianes, quizás si conocía a alguno y me llevaba bien las posibilidades de ser uno también aumentaran.
-"Jumai, soy Lilith, nos conocimos en el templo. No sé si me recuerdas... Aquí hay mucha gente, demasiada... ¿No conoces algún mejor sitio donde esperar a que Kentha salga para mostrarnos su logro?."
Motivo: poder psíquico
Tirada: 1d100
Resultado: 35(+120)=155
Hago tirada de poder psíquico para comunicarme usando el poder de comunicación mental con Jumai.
Jumai miró extrañado en todas direcciones. Había oído claramente la voz de una joven llamarle por su nombre, pero él estaba rodeado de monjes que no parecían haber oído nada. La voz había sonado demasiado clara como para ser fruto de su imaginación, así que sólo quedaba una opción: un mentalista. Jumai no conocía personalmente a ninguno, que él supiera, pero miró entre el público a ver si lograba distinguir a la tal Lilith. Tras buscar un rato encontró a una chica de pelo negro que le miraba fijamente y le resultaba vagamente familiar. Ella debía ser Lilith.
Suponiendo que su mente estaría bajo su vigilancia esperando una respuesta, Jumai se concentró en un pensamiento:
-"Lo siento jovencita, mi deber como monje es estar presente toda la ceremonia. Siento no poder ayudarte"
Mientras te camuflas entre los asistentes para pasar desapercibido, observas como una matriz psíquica se eleva entre los presente y parece comunicar a dos personas.
Tirame buscar para ver quien es.
- Quiero que deseemos mucha suerte a...
El hombre espera un segundo mientras las puertas comienzan a abrirse.
- Darla y Khenta.
Al decir esto, las puertas a su espalda comienzan a abrirse...
Calma, que voy a postear otra vez.
Ante vuestros ojos, las puertas comienzan a abrirse...
Delante vuestro se encuentra Lars, uno de los monjes del templo, encargado este año de despediros. En la plaza en la que se encuentra, han colocado algunos asientos y podéis ver a cientos de personas agolpándose a su alrededor espectantes y ansiosos por veros...
- Adelante...
Escuchas que dice Darla. Y ambos, uno al lado del otro, comenzáis a salir.
Voy a escribir otro post.
Las puertas de Bevelle se abren y de su interior salen dos personas.
Una de ellas es una joven humana de pelo rubio que viste una sencilla túnica blanca y que porta un gran bastón.
A su lado hay un... ¿Ronso? ¿Humano? Es una persona de aspecto humano, pero tiene orejas y rabo, como las de un Ronso. Además, hay algo en su anatomía que le hace diferente... Su forma de moverse... De caminar... Es como si andase apoyando solo la punta de los pies...
En cuanto los rayos del sol bañan a los dos futuros invocadores, y tras un segundo de duda, un torrente de aplausos inunda el lugar
Ahora sí. Postear.
Tú conoces a la otra invocadora. Su nombre es Darla y es una joven muy agradable y simpática. Con una educación exquisita y delicada.
Por desgracia, apenas habéis cruzado más de un par de frases en todo el tiempo que has estado en el templo. Es la hija de uno de los grandes nobles de Bevelle y todo su entorno se ha cuidado al detalle. Nadie se acercaba a ella sin que su padre lo quisiera.
Noto como los nervios van en aumento conforme se abren las puertas, era el momento de salir a "hacerse conocer", aunque la mayoria de la gente le conocia...
Las palabras de Darla hacen que vuelva a la realidad y asiento un poco con la cabeza mientras me pongo en movimiento saliendo para que la gente nos vea, me coloco junto a Darla esperando el típico recibimiento de aplausos y gritos de alegria y animo, sin embargo, no los escucho en esta ocasión...
---Es por mi...- pienso mientras contemplo el publico, finalmente el característico sonido inunda el patio- Cortesia....eso es lo que son...aplausos de cortesia....
Miro de reojo a Darla mientras espero a que comience el discurso o lo que sea que tenga que venir, luego vendria la partida y el viaje del invocador y de sus guardianes....o del invocador solo....
Como no sé si tengo que ponerlo a todos lo pongo solo para el director y ya si es para todos lo corriges y punto :)
Me alegro mucho por los dos... Aunque en mi expresión facial no lo parezca. No puedo hacer nada con tanta gente por medio, deberé esperar. Me fijo qué hace Jumai, vaya hay otra chica que también he visto antes, parece una buena luchadora. Esperaré prudentemente a ver qué hacen. Me gustaría hablar con Kentha, pero no es fácil, hay mucha gente, demasiada... Intento hacer comunicación mental con él: -"Hola Kentha, mi nombre es Lilith y nos conocimos cuando éramos niños, en la aldea. Yo era aquella niña de piel blanca, tímida y poco social que siempre pasaba desapercibida. Yo sí me acuerdo de ti y me alegro de todo corazón por lo que has conseguido hasta ahora. Me gustaría hablar contigo en un sitio más tranquilo, pues... me da vergüenza decírtelo, pero... aihhh, bueno que, me gustaría ser tu guardiana. Si me permites podemos hablarlo, pero por favor, en un sitio tranquilo, con tanta gente lo estoy pasando muy mal."
Vuelves a ver otra matriz que sale de algún punto de la grada y va directamente hacia la mente de Khenta.
Cuando me tires buscar te digo si sabes quien es el origen.