Partida Rol por web

Fort Doom: Dead Lands

Capítulo 8: Reina de Tréboles

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07/01/2014, 12:57
Bill

Bill se encoge de hombros mientras se dirige a la cabaña. Por el momento, al menos, ni les han disparado ni atado, lo cual es un avance en relación a las últimas horas. Y si encima pueden librarse de la cháchara demencial de Boyle podría decirse que la cosa va 'de puro lujo'.

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07/01/2014, 13:58
Director

El edificio de madera resultó ser un despacho parco pero elegante. Además del gran escritorio central con pisapapeles y documentos hay varias cajoneras, estanterías y todo tipo de recipientes para escritos con pinta importante. Compartiendo el espacio con todo ese papel (y llevándose la peor parte), habita el coronel, a juzgar por la cama en el fondo de la sala. Lo más parecido a un toque personal lo pone un lienzo colgado en la pared de madera, representando una batalla reciente de la guerra contra el Sur.

A un lado del escritorio hay dos sillas y un taburete (como si hubieran tenido que reunir asientos para la ocasión). En el lado opuesto de la mesa, está sentado el propio coronel.

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07/01/2014, 14:27
Coronel O'Lowell

—Gracias, cabo.

Le dice al oficial que escoltó, junto a otros tres soldados, a los forasteros.

—Acompañe a Stephen Boyle a donde pueda desayunar algo y enséñele su tienda de campaña. Según su relato, han estado caminando toda la noche y amanecieron con un tiroteo. Le harán falta sus fuerzas pronto.

Dirigiéndose brevemente a Boyle.

—Gracias, señor Boyle. Cuando descanse volveremos a hablar.

Con un gesto despide a los soldados —pueden dejarnos—. El cabo empieza una protesta ante la idea de que el coronel quede solo con los tres muertos, pero la queja calla en su boca ante una mirada fulmirante de su superior.

—Por favor, tomen asiento— le dice a Bill, Hank y Danny. No pasa desapercibido que abre uno de los cajones del escritorio y deja la mano cerca de algo de lo que contiene.

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08/01/2014, 09:38
Stephen Boyle

Como parece bastante claro que mi presencia no es requerida por el momento , y temiendome las ideas que pueden rondar por la cabeza de alguien que se dedica a comandar hombres a la battala y que quiere entrevistar a hombres que estan claramente muertos , pero que se muestran muy vivos , acompaño al soldado parloteando de forma inofensiva acerca de variedades de te y de la temperatura minima que tiene que tener el agua para lograr una infision digna de la realeza.

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08/01/2014, 15:52
Director

Aun sin estar del todo convencidos, el cabo y los otros soldados acatan la orden saliendo junto a Stephen Boyle del despacho. La puerta se cierra tras ellos, dejando la habitación silenciosa y despejada. Dos ventanas comunican con el exterior, pero las cortinas están medio echadas y no hay nadie cerca para violar la intimidad de la reunión. Todo parece indicar que eso es exactamente lo que quiere el coronel.

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08/01/2014, 15:58
Coronel O'Lowell

Ya solos, el hombre al mando del fuerte unionista vuelve a señalar las sillas con gesto hospitalario. En todo caso, su mano derecha sigue cerca del cajón oculto a la vista.
 

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08/01/2014, 21:45
Bill

Bill no se hace de rogar y se sienta.

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09/01/2014, 19:23
Hank Bully

Antes de sentarse el cochero inspeccionó brevemente la habitación, tratando de localizar en vano el minibar. Arrastró una de las sillas y se dejó caer sobre ella. Luego miró al coronel y tosió con su voz seca. - ¡Que me aspen si eso que vas a sacar del cajón no es una botella de bourbon! -

Notas de juego

Oye dire, ¿hemos cambiado de tiempo verbal y yo no me he enterado?

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09/01/2014, 20:05
Coronel O'Lowell

El coronel frunció el ceño, descontento con sus dotes para el subterfugio, y dejó de intentar ocultar lo que tenía en el cajón.

—Solo le invitaría a una copa de esto, señor Bully...— dijo, sacando una botella cerrada con un líquido transparente —...si le considerara una amenaza.

Puso la botella en el escritorio y cerró el cajón.

—Es agua bendita, y según el Pinkerton que me la vendió, funciona como ácido en los... de su condición. Disculpen la precaución, pero el tema del que deseo hablarles exige que estemos solos, y aún no les conozco.

De otro cajón sacó otra botella, esta vez claramente whisky, y tres vasos, que puso cerca de los invitados.

—Déjenme enmendar mis modales ofreciéndoles un trago de verdad.

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10/01/2014, 14:39
Danny Chang

Danny se quitó su sombrero, se abanicó y agarró su vaso de whisky. Se lo acercó a la nariz y dejó que el olor entrara por su podrido cuerpo. Luego hizo un gesto a todos los presentes y lo tomó de un trago.

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10/01/2014, 18:39
Coronel O'Lowell

—Entrando en materia— dijo el coronel mientras veía a los muertos tomar su bebida —la conversación que tuve con el señor Boyle de camino me ha hecho pensar que podemos ayudarnos mutuamente y que nuestros problemas, y sus soluciones, están muy entrelazados.

Apoyándose en el respaldo de su cómoda silla, continuó.

—A decir verdad, hay algunos detalles de la charla con el señor Boyle que no me quedaron claros— lo sorprendente era que hubiera entendido lo suficiente como para llamarlo "conversación" —por ejemplo: me gustaría saber todos los detalles de ese enemigo sobrenatural al que perseguís. Y también de los dos amigos extraviados.

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12/01/2014, 12:42
Bill

Bill ni siquiera hizo amago de coger su vaso. Permaneció sentado mirando al coronel mientras esperaba que Chang contase su historia.

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12/01/2014, 17:17
Danny Chang

Danny posa su vaso en la mesa y vuelve a su sitio.

- Como ya habló con Boyle, le voy a dar la versión corta. Nuestros dos amigos son un indio grandullón y un vaquero que va vestido de negro y no me refiero a un atuendo de persona de piel negra, no soy racista, de hecho se puede decir que soy de los pocos amarillos grisáseos - Sonríe - si no a que su ropa es de color negro. Y ese enemigo sobrenatural al que se refiere - Por un momento parece que una sombra pasa por la cara de Chang pero continúa con su sonrisa - parece un tonto de esos que van por ahí con sus cartas ligando en las tabernas, con su chalequito y su sombrerito, de hecho siempre va con una en la mano, una baraja, no una chica, ya sabe - hace un gesto como si abriera una baraja con una mano- , el muy desgraciado mató a la única persona que podría haber solucionado nuestro pequeño problemilla: vida, muerte, no-muerte.-  Danny miró a sus compañeros y al Coronel como si esperase que fueran a aportar algo y al cabo de un segundo y rápidamente como si tuviera que decir algo antes de que se le olvidara, levanta su mano con el dedo indice extendido. - Un pequeño detalle, es un hombre-lobo - Sonrió y metió sus manos en los bolsillos mientras se encogía de hombros. 

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12/01/2014, 17:54
Coronel O'Lowell

—Un hombre-l...— el hombre carraspeó, pareciendo atragantarse con el concepto de un licántropo suelto por ahí.

Entonces es cierto... no puede ser casualidad...— dijo en voz baja, como para sí mismo mientras miraba todavía a Chang.

El hombre se incorporó mejor en la silla muy de repente, pareciendo decidir algo importante.

—Muy bien, seré franco. Necesito vuestra ayuda con un problema y todo parece indicar que también es vuestro problema.

Se inclinó sobre la mesa y empezó a hablar en voz mucho más baja con tono de secretismo.

Hay un hombre-lobo en este fuerte. He visto lo suficiente y he hablado con gente que ha visto mucho más que yo, de forma que estoy seguro. Todas las noches uno de los hombres desaparece... o aparece descuartizado y... parcialmente devorado. Puede que sea uno de mis hombres que ha contraído la maldición. O quizá sea ese tipo al que venís buscando. En todo caso me parece evidente que hay relación entre nuestros problemas y que todos podemos salir beneficiados de descubrir lo que pasa.

Sus dedos tamborilearon nerviosos en la mesa y carraspeó otra vez.

—No puedo confiar en ninguno de mis hombres. Cualquiera puede ser el monstruo. Según mis informadores Pinkerton, la licantropía se transmite como una enfermedad infecciosa. Eso significa que los muertos no pueden contagiarse, lo que os convierte en los mejores aliados posibles y en un...— ejem —extraño regalo del Cielo.

El coronel tenía que estar ciertamente desesperado para cargar sus mayores temores y depositar su confianza en unos muertos vivientes, pero estaba claro que también veía la mano del destino (o de Dios) en ese encuentro y estaba dispuesto a dar un salto de fe.

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12/01/2014, 18:12
Hank Bully

Hank, en principio muy distraído con el vaso de whiskey, asintió conforme a lo relatado por el chino una vez acabó de explicarse. Luego, sin apartar la mirada del coronel, al oír su respuesta, removió una o dos veces el vaso en la mano y vació el contenido en su gaznate, con un gesto decidido.

- Puagh... estos whiskeys del norte... ¡no saben a nada! -

Dijo tras posar el vaso sobre la mesa y -a pesar de lo dicho- llenárselo nuevamente.

-  Pero si estamos siendo francos, coronel, no veo tan claros yo nuestros intereses compartidos. Por lo que sabemos el hombre-lobo que le está dando problemas y el que nosotros andamos buscando bien podrían no ser el mismo. Entienda, no quiero ser descortés, y creo que hablo en nombre de todos los fiambres presentes si le digo que estamos muy agradecidos con el trato humano que nos están dando. Pero nosotros, ahora mismo, no podemos perder el tiempo. Claro que tampoco estamos en situación de rehusar, ¿no? -

Por primera vez en toda la conversación, el cochero soltó el vaso y se inclinó sobre la mesa hacia el coronel, bajando el tono de su voz.

- Sabemos por uno de los bandidos que nos emboscaron que nuestros amigos siguen vivos y que no andan muy lejos. Debemos encontrarlos. Si usted y sus hombres nos echaran una mano localizando a nuestros amigos, nosotros quizás podríamos ocuparnos de lo suyo. Ya sabes: Yo te rasco la espalda y tú... -

Dijo guiñándole un ojo al coronel, que se le quedó pegado en el sitio, y para volver a abrirlo tuvo que ayudarse de las manos.

- Si estamos de acuerdo en esto, creo que podríamos llegar a un acuerdo amistoso. Lo primero deberíamos hablar con uno de esos Pinkerton en los que tanto confía para que nos informen sobre todo lo que sepan sobre los hombres lobo y sus puntos débiles. -

Señaló con los ojos a la botella de agua bendita que todavía descansaba sobre la mesa.

- Parecen unos tipos bien informados. -

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12/01/2014, 23:04
Bill

Bill sonrió ante las palabras de su colega. Efectivamente nada tenía que ver su problema con el del fuerte. ¡Demasiada suerte sería que su objetivo se hubiera alistado y estuviera allí esperando por ellos! Pero por otro lado no parecía que el coronel les fuera a dar opciones así que mejor sería encontrar un punto de acuerdo y hacer de la necesidad virtud. Hank lo había clavado.

- Creo que es un trato justo.- se limitó a añadir.

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13/01/2014, 01:38
Director

Stephen Boyle fue conducido a una fogata donde algunos soldados cocinaban huevos y panceta. No era un desayuno muy refinado, pero el estómago del británico no estaba en situación de ponerse tiquismiquis. La mañana estaba avanzada, y cuando Boyle pensó en los dos últimos días descubrió que había comido poco y dormido menos. No le vendría mal un descanso, y el soldado que le escoltaba señaló hacia una caseta. Podría quedarse ahí mientras estuviera en el fuerte.

Cuatro comensales hacían compañía al científico en este desayuno. Dos eran hombres morenos tan parecidos que no cabía duda que eran hermanos. Otro era un pelirrojo que Boyle apostaría debía ser irlandes. El cuarto desconocido era el único que no era un soldado: un cura católico nada menos, vestido de negro y con su tradicional alzacuellos y una biblia a mano. Stephen no puede evitar recordar al Predicador al verle.

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13/01/2014, 10:12
Stephen Boyle

Stephen comió con ganas. Estaba bastante claro que los últimos días no habían sido de los mejores, como podía atestiguar el desastrado estado de su levita, (que a pesar de estar raída y arañada después de arrastrarse entre la maleza seguía manteniendo inmaculadamente pulcra). Después de degustar la panceta con los huevos salteados, como si del mejor "fish and chips" se tratase, Boyle echo mano a su levita y extrajo un iqueño paquetito que atesoraba con mimo donde guardaba algunas hojas de te para aquellos momentos en los que la nostalgia hacia mella en su animo. Después de pedir algo de agua caliente se dedico a degustar la infusión mientras fantaseaba con la posibilidad de acercarse a estos aguerridos soldados para pedirles una nube de crema.

-¿Gusta usted reverendo?- dijo Boyle tentado por la posibilidad de hablar con alguien que supiera algo mas que leer y escribir su nombre correctamente.

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13/01/2014, 15:39
Gabriel Sánchez

- Girándose al extranjero de curioso atuendo - Buenas tenga usted hermano. ¿Qué infusión es la que me ofreceis? - Y componiéndose antes de seguir - Sois nuevo en este fuerte por lo que veo. Me llamo Gabriel y es fácil adivinar a qué me dedico..

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13/01/2014, 15:39
Stephen Boyle

Tras servir una generosa racion en una taza y añadirle algo de azucar , el británico le tendio la taza al reverendo:
-Se denomina Camelia sinensis,aunque el vulgo la denomina Té padre . Es una planta que ha ganado mucha fama en mi país y que se importa de China.

Boyle se sentó al lado del clérigo y se presentó tendiéndole la mano.- Me llamo Sthepen y me hallo en estos momentos en tratos con su comandante para ofrecerle mis servicios como ingeniero , amen de las curiosas compañias que frecuento. ¿Y que tal el estado de las almas de su parroquia?