Partida Rol por web

Antes de que te de tiempo a reaccionar el hombre leonido trata de golpear haciendo un barrido a dos de los hombres que están más pegados en el centro del escenario. Justo cuando parece que va a golpearles estos pegan un salto y le esquivan, cuando caen al suelo disparan golpeándole fuertemente y derritiendo parte de sus extremidades. Uno de ellos ha fallado y el golpe parece derretir parte del escenario, ante semejante golpe te da la impresión de que no ha sobrevivido, pero entonces le miras bien y parece que solo tiene un brazo magullado, nada más. Parece que ha absorvido parte del daño y no ha muerto en aquel ataque.

Los enemigos no parecen detenerse ante tu intento de engañarles.

 -¡Grrrrr! Gruño con fuerza y me levanto de nuevo, poniéndome en pie. Esta vez, y casi sin pensármelo, doy dos largas zancadas para meterme por detrás del escenario y esconderme, esperando el momento perfecto para salir a por uno de ellos y mientras tanto recuperarme del golpe.

Eso me ha dolido... Si yo no puedo hacer nada... ¿qué oportunidad tiene la policía? Tengo que descubrir qué son, son bastantes pero cuando los tocas desaparecen, sin embargo... los rayos que lanzan son de verdad. Tengo que arriesgarme... ya sé lo que puedo hacer.

Me llevo la mano a la zona dolorida mientras pienso una estrategia útil escondido detrás del escenario.

Observo confundido. Esto está muy mal. Antes tenían pistolas comunes pero ahora lanzan rayos que parecen más letales que las balas. Por si fuera poco, cada vez hay más de ellos y están muy confiados, ni se les movió un pelo cuando intenté hacerles creer que estaban rodeados por la policía.

Muchas cosas pasan por mi mente, pero nada útil o que no ponga en riesgo la vida de la gente que está allí. Llego a mi límite cuando veo que lastiman al hombre felino. Si hasta ese momento no había querido involucrarme del todo, ese ataque hizo un giro de 180º en la situación. Sabiendo que quizás el chaleco antibalas no pueda protegerme del todo contra esos rayos, me asomo y disparo con mi arma, que no se si lanzará rayos o balas, hacia el individuo que vi brillar por última vez. Si todos los otros son réplicas de él, quizás esto se pueda terminar si acabamos con el original.

Antes de esconderte tras el escenario ves como un hombre desde detrás de las butacas, al fondo casi del teatro empieza a pegar tiros a tus enemigos. Sus disparos son precisos y uno de ellos acierta de pleno en la cabeza de uno de vuestros enemigos cayendo al suelo y desapareciendo. El otro falla por los pelos.

La situación se complica y dos de ellos se lanzan directamente a por el nuevo enemigo.

Melena Blanca se retira dentro del escenario pero uno de ellos le sigue y no le deja esconderse.

- A ver gatito, porque no te rindes y nos dices dónde está la muchacha. Sabemos que debes de ser su guardaespaldas, pero no te saldrás con la tuya. Ríndete o acabarás como el resto.

En ese mismo instante tu enemigo comienza de nuevo a brillar y cuando acaba el brillo aparece un enemigo idéntico al anterior.

Ahora son dos los que te apuntan a Melena Blanca con la pistola de rayos.

¿Quién es el tipo de la pistola? Seguro que es uno de esos que van de héroe... maldita sea. Ahora tengo que salvarle a él también.

Me pongo la mano en la herida mientras veo como uno de los tipos me sigue y se clona frente a mí. ¿La muchacha? ¿Qué muchacha? Tengo que salvar la situación... esta es una oportunidad única.

Nunca la encontraréis. Sonrío dolorido. Está bien escondida y protegida por mí, imbéciles. Aún viniendo hasta aquí no habéis dado con ella... pero puedo proponeros algo. Idos de aquí, abandonad este sitio y os llevaré frente a ella. Sino... acabaréis conmigo y nunca sabréis dónde está. Vuelvo a sonréir, esperando que dé resultado mi estrategia. Si esto no funciona tendré que activar mi otro poder... y no me gusta mucho usarlo.

Uno de los disparos fue impecable, pero el otro salió desviado. Eso dio la oportunidad a dos de ellos a que se lanzaran en busca de Carlos. Carlos estuvo a punto de volver a salir de la sala, pero se detuvo. Estaba cansado ya de eso, quería terminar de una vez, y quería aprovechar la ventaja que le daba estar en una posición fija, mientras que los otros posiblemente no pudieran apuntar bien estando en movimiento. Volvió a levantar el arma esperando terminar con ellos y que el hombre león acabara con el restante.

¿Irnos, porqué nos vamos a ir? No será más sencillo que nos lleves ahora mismo en su encuentro. Me parece absurdo largarnos de aquí si tú puedes llevarnos a donde está.

Adelante, no creo que estés en posición de negociar, estás malherido e indefenso y nosotros estamos armados y cuando queramos podemos ser muchos más que tú. Así que ten cuidadito con lo que haces.

Entonces dandote un golpecito con el arma te dicen: Venga, gatito, levanta el culo y muévete. Llévanos ante ella.

Carlos disparó a sus enemigos y eliminó a uno de ellos de nuevo.

Ahora solo había uno con el que acabar pero éste le apuntó con su láser y desparó. Después del disparo comenzó a brillar cegándole.

El rayo de plasma te deja casi casi inconsciente ya que empieza a quemar parte de tu cuerpo, la ropa, los brazos y parte del torso.

Entrecierro los ojos y les miro con furia, aquella actitud amenazante me estaba cabreando bastante, y nadie cabreaba a Jack Scorpion. ¿Es que no lo entiendes estúpido? No está aquí. Podéis ser tantos como queráis, pero pensáis con un único cerebro... más pequeño que el de un mosquito. ¡Adelante, matadme! Y os quedaréis sin ella. Os estoy proponiendo un trato justo. Quiero salvar mi vida, pero también me quiero asegurar de que os largáis de aquí. No sois buena gente. Miro a todos con desprecio.

Aguanto mis instintos animales cuando aquél tipo invade mi espacio tocándome con su arma. Aprieto fuerte los dientes y los puños y me controlo, por el momento. No habrá una seguna vez amigo... a la próxima te arranco el brazo. Pienso para mí.