Partida Rol por web

No tienes una casa en absoluto espectacular. Lograste alquilar un mugriento piso de alquiler a las afueras y apenas puedes pagarlo con los trabajuchos que tienes...
El estado del edificio no podría ser peor: Agujeros llenos de ratoneras salpican el bajo de tus paredes convirtiendo tu "hogar" un lugar imposible de tener limpio, por lo que la mejor opción es pasar el mayor tiempo posible lejos de ese cubil y usarlo tan sólo para cocinar (y la compra tiene que ser del día, porque guardar cualquier cosa en las alacenas supondría el más inmediato llamamiento a las alimañas con las que compartes piso) y dormir.
El frío de Berlín es inclemente, fuera nieva, pero tú no necesitas más que una chaqueta para salir a la calle, lo cual te sorprende sobremanera: En Líbano, clima al que tú estás acostumbrado, nunca había hecho tánto frío...
En éste momento te encuentras fuera, en un parque, en un banco a la sobra de un árbol que evita que la aguanieve te caiga encima...
Sudas... Estás bastante fatigado y tienes sensación de mal cuerpo... La música de tus cascos ayuda a distraerte, así como la hamburguesa que estás devorando (una de carne de verdad, alemana, no esas basuras que venden las cadenas americanas)...
De pronto, por la espalda, alguien te baja los auriculares de los cascos... Te giras para mirarle... No puedes creerlo... No sabes si darle un abrazo o partirle la cara...

- Te veo mala cara, guapa... ¿Qué haces tan sóla?

Él...
(...)
Durante vuestra infancia, Arthur y tú os odiabais tánto como os queríais. Era quizás el único niño con el que pudiste jugar, y cuando estabais sólos y no se hacía el encantador delante de los adultos, o el valiente delante de las niñas, era un compañero de juegos formidable.
Llegó la adolescencia, y su padre, Wolfgang, decidió tomar la custodia completa de Arthur y llevárselo a Londres, lejos de la locura de su madre (hermana mayor de la tuya, con la que viviste hasta que también se hartó de la vida ilegal y se marchó igualmente a Londres)...
Aún así, os veiais en navidades y si bien Wolfgang parecía preferir no tocarle las narices a tu ya dementado padre, él y Arthur parecían ser los que más se preocupaban por tí.
La cosa acabó mal entre tu familia y la de ellos: Wolfgang sugirió a Idebaru llevarte con él a Londres, donde podrías estudiar en los mejores colegios y hacerte todo un triunfador, pero tu padre reaccionó fatal, emprendiendo una pelea contra Wolf que casi acaba en uno de los dos muertos... No volviste a verlos, aunque bien es verdad que te llegaban cartas de ambos que tu padre rompía y quemaba inmediatamente...

- Estás hecho una completa mierda, primo... - ríe, aunque algo apesadumbrado - Por fin te encuentro...

Lo primero y unico que puede decir Morty se limita a un... - ¿Encuentras? - No puede evitar mirar directamente a los ojos completamente sorprendido... Las ganas de darle un abrazo son fuertes, pero no quiere que se sienta incomodo el primero minuto de reencuentro - ¿Co co co.. como que me encuentras primo? ¿Que demonios haces aqui? - aun no ubica a Arthur en ese sitio... en ese lugar... enfrente de el, despues de tanto tiempo... - tio... - se pasa la mano por su pelo sin dejar de mirarlo - pero...

Se sienta al lado tuya.

- Nos enteramos de lo de las ejecuciones... Mi padre y yo llevamos buscándote varios meses, joder, podrías haber dado señales de vida, tuvimos que tirar de viejos contactos para saber que estabas aquí... ¿Eres gilipollas o qué? ¿Porqué has venido a Berlín en vez de tirar para Londres...? - te da un abrazo bien fuerte entonces. Notas que él también suda, parece cansado... - Capullo descondiderado... Vas a hacer las putas maletas y te vas a venir conmigo a Londres, ¿está claro? - ha crecido, y es tan mandón como recuerdas a su padre, aunque de cara y de fibra es igualito a Alice...

Joder... yo tambien me alegro de verte - le da un bocado a la hamburguesa mientras sonrie de medio lado... vivo retrato de la sonrisilla de su padre - fiento fno - se tapa la boca y termina por tragar y se rie - siento no haber avisado... pero no queria que nadie supiera nada de mi... no tengo ganas de que mi padre me encuentre... - dice algo asustado cuando nombra a su padre

- Tío... Tu padre no te va a encontrar... Y si te encontrara, estaría bien jodido... - te aparta el sudor de la frente con su propia mano, ladeando la boca y con el ceño fruncido por la preocupación - Estás malo del IGNEA... Por eso tienes calor con la que está cayendo... Yo estoy igual... En el primer estadío... También soy mutante... - traga saliva, esperando para aplacar tu posible reacción...

Abre los ojos de par en par... es mas, se le humedecen - ¿Estamos infectados? no no no... no se mucho de esta cosa... pero se que te mata al final... y de la peor de las formas... dios... - le mira - ¿Para que hacer maletas si voy a morir? - dice, de repente, con toda la pesumbre rondando su mente... estaba ya mal... pero ahora.. se hunde en el fondo del mar

- Ya te lo he dicho: Mi padre ha tirado de contactos. Hay un lugar donde la enfermedad se detiene completamente por no sé qué rollo "telúrico"... Mi padre quería que te encontrásemos para ir ambos allá... Lo suyo no tiene remedio... Se muere desde antes de infectarse: Tiene cáncer de esófago... - traga saliva, con el ceño fruncido - Tenemos que ir a ese lugar... ¿De acuerdo, Mort?

Un sitio... - murmulla mirando al suelo. Vuelve a mirar a Arthur - siento lo de tu padre... para mi era como un Tio... joder... - la noticia la ha afectado, pero sin mas se levanta - Bueno, vente a mi pestilente morada... espero que no seas debil de estomago, pero no encontre algo mejor para dormir - y dicho eso comienza a andar direccion a su casa esperando a que su amigo le siga

- Pues venga. Y no te preocupes por dónde duermes... Soy un pijo de mierda, como mi padre, pero el sitio al que tenemos que ir es el peor puto sitio en el que puedan dormir dos libaneses...

La gente os observa extrañada... Dos jóvenes inconfundiblemente occidentales hablando árabe puro y duro.
Arthur desvía la conversación para hacer el camino más ameno, flipándose un poquito contándote cómo tiene en el bote a todas las chicas de su universidad, que va a ser muy duro marcharse de ahí, y que saca unas notazas en medicina... Finalmente llegáis a tu piso... En realidad no te imaginas nada peor para vivir...

- Bueno... - admite Arthur, observando su alrededor - Me impacta mucho que siendo nuestras madres millonarias tengas que vivir en un sitio así... Y la verdad... No sé cuan malo será el hotel al que tenemos que ir a tratarnos, pero... - deja la frase en el aire, observando con asco las ratoneras.

Arf - saca un par de maletas y una bolsa de deporte de entre un monton de cosas - si, es un asco... pero bueno... no oli nada del dinero de mi madre, asi que me toca esto. - se acerca a otro lado y saca un estuche que desentona con todo lo que hay en la casa - esta es mi joya - sonrie - una camara de fotos estupenda y magnifica - la saca un instante y le enseña la camara fotografica.

Empieza a sacar ropa y enseres personales y va llenando las maletas pero en realidad no hay demasiado, todo cabe en media maleta y la bolsa de deporte. Tras media hora de guardar se levanta algo euforico - ¡Listo!

- Hay que saber qué cojones pasó con la pasta de tu madre... Igual la pilló tu viejo... - coge la cámara, observándola con cuidado. Arthur, al igual que su padre, era un maníaco de la tecnología - Vaya joya - sonríe, entregándotela de nuevo - Venga, vámonos a Londres de una jodida vez que nos vea mi padre por última vez... - Como buen Hayes, por mucho que le tocase el tema, era un tipo duro, no le temblaba la voz lo más mínimo... Quizás fuera porque una vez su padre le crió en un entorno en el que no había más remedio que ser duro... Entre las máximas de Hayes se encontraban frases como "vive deprisa, muere joven: Conserva un bonito cadáver"... La muerte era algo a lo que, quizás no tan claramente como tú, se habían habituado todos los que componían el personal de aquella parafarmacia libanesa...

Venga - se cuelga la bolsa de deporte del hombro izquierda y coge la maleta con la mano derecha - en marcha pues... Te sigo pues... ¿Tienes coche o algo?

- Claro: En Londres - ríe, haciéndole señales a un taxi en la calle. Cuando entrais, te dice: - Dile que nos lleve al aeropuerto, que el vuelo a sale en... - saca un horario y abre los ojos como platos - ¡¡¡COÑO, UNA HORA Y CUARENTA MINUTOS!!! ¡¡ME CAGO EN LA PUTA!! ¡¡QUE CORRA!!

Claro - se gira y mira al conductor desde atras y le ladra... - zum Flughafen, Bitte, und rasch! - y se tira sobre el asiento a la espera... sonriente y de buen animo, hacia tiempo que la fortuna no le sonreia

Viendo el aspecto de Arthur, tan impecable y con un móvil y un reloj tan buenos, el conductor se da buena prisa en llegar al aeropuerto, donde Arthur se pone ante tí en la cola de compra de billetes...

- Buenos días... Quisiera dos billetes para el vuelo a Londres...

- Documentación, por favor - pide la mujer.

Arthur te mira un tanto incómodo, para luego volverse a la mujer, acercándose a ella.

- Te doy mi documentación, el otro billete te lo pago como si fuera de primera clase y nos olvidamos de la documentación de mi primo, ¿eh, guapa? - sonríe, con un descaro encantador.

La mujer parece pensárselo, pero finalmente accede, rellenando los documentos pertinentes y entregando los billetes.

- Gracias, encanto - dice, volviéndose hacia tí y dándote tu billete para ponerse en la cola de embarque... Ha sido raro, en realidad... El aeropuerto de Berlin es uno de los más famosos por su seguridad... De hecho el control de vuestros equipajes resulta extenuante... Pero Arthy parece tranquilo, aceptando cada uno de los controles con normalidad...

Se queda sorprendido al ver como la convence tan facilmente... y a sabiendas de que este aeropuerto es practicamente como un bunker. Morty se le acerca - ¿Como has hecho eso tio? - le pregunta en voz baja mientras espera a que termine el control de equipajes

- Pues verás, tío... - dice, chulesco - Aparte de guapo y apañado, tengo dos poderes muy divertidos, y uno de ellos me ha servido para hacer esa proeza de antes... - sonríe, levantando una ceja con aire vanaglorioso - Copio los poderes de los "metas" al tocarles directamente ¿A que mola...? - entráis finalmente en el túnel de embarque - El otro poder... Es un poco "cantoso", ya te lo enseñaré, pero quiero que sepas que tu primo mayor mola mucho - ríe.

Con la boca formando una enorme "O" - Aaaaam - y se rie con el, obviando que el tambien es metahumano - Bueno. ¿Donde nos toca sentarnos? - pregunta impaciente por encontrarse con el que seria su 2º Padre, aunque por desgracia este en su lecho de muerte... o eso al menos afirma Arthur.