Partida Rol por web

¡Al abordaje!

En una de las treinta naves de transporte viajaban Karl, Tanya y Bastian. Pilotaba la nave el mismo piloto que les había llevado a Magoros Secundus. Piloto diestro, manejaba con soltura los controles de la nave esquivando las rocas errantes del campo de asteroides. No todos los cuerpos errantes eran rocas, también había algunos fragmentos metálicos y, por un momento, les pareció ver la cabeza de una estatua de piedra.

Poco a poco los fragmentos no rocosos empezaron a multiplicarse: eran los tesoros del Camino de la Rectitud, siendo vomitados al vacío a través de las muchas brechas del casco. El campo de asteroides no era un lugar estable y aún se producían colisiones entre ellos, amenazando con destrozar la pequeña y frágil nave, así como el Camino de la Rectitud.

Al fin lo vieron, despedazado y completamente inoperativo, en apariencia, con su motor de plasma goteando un brillo radiactivo que destacaba sobre el fondo negro del universo.

Dígame, amigo mío -la voz llegaba a través de la radio, que repetía la señal recibida por la Umbra Tigris- ¿por qué se dirige a mi premio? No me obligue a comportarme como no querría. Váyase, es el último aviso.

     La lanzadera se deslizaba a través de el espacio con suavidad. Sin duda el piloto sabía lo que hacía y había sido escogido por Sarvus personalmente para llevar al grupo de abordaje. Las luces indicadoras del traje de vacío estaban en verde, incluyendo el suministro de aire y de energía autónomos, las correas del asiento abrochadas con firmeza para evitar sorpresas y esa sensación de vacío en el estómago que siempre tenía cuando emprendían misiones así. Realmente se sentía frágil, pues cualquiera de aquellas rocas o restos podría dar buena cuenta de la pequeña lanzadera si había un error de cálculo, por no mencionar las armas del enemigo si estaba tan loco como para usarlas. De repente allí estaba, visible claramente a través del cristal blindado. Quebrado y herido por el paso de casi dos milenios de exposición al vacío y la abrasión de las rocas: El Camino a la Rectitud. Al fin tantos preparativos y vicisitudes les habían llevado hasta él y el premio estaba al alcance de sus manos. La transmisión por vox de Fel rompió por un momento la magia del momento. Una bravata de alguien que ya ha perdido pero se resiste a reconocerlo. Karl no renunciaría jamas a su presa y a Fel solo le quedaba volver a Footfall con la dignidad que aun le quedaba o ser humillado de forma aun mas estrepitosa. 

    Ya estaban muy cerca y podían verse a simple vista las cicatrices del tiempo en el casco del pecio. Bastian se desabrochó el arnés y activó sus botas magnéticas. Con pasos algo torpes por la presa sobre el suelo recogió el equipo de pictograbación y se preparó para abordar aquel navío de otra era. Una era en la que San Drusus dirigía la Cruzada de Angevin y Calixis no era mas que otro Koronus sin ley. - Recuerda que debes ser tu quien ponga el pie primero en la nave. Dijo a su capitán y amigo mientras se acercaban aun mas a aquella mole. - Lo grabaré todo y así nuestra reivindicación cobrará peso legal. Cuanto antes lo hagamos antes podrá Fel retirse con el rabo entre las piernas. Bromeó.

La nave ya estaba realizando la ultima maniobra de aproximación hacía el pecio, Karl estaba tenso, miraba por la cristalera frontal donde el piloto, concentrado, ponía el aquila lander de costado dispuesto a montar la abrazadera. Hacía pocos segundos que la voz de aquel desdeñoso rival sonó por el comunicador, pero dejó atrás todo intento de entablar conversación con él hasta que pisara el pecio, localizara el puesto de mando y tomara posesión de lo que era suyo por derecho.

Un intenso y metálico golpe lo sacó de sus pensamientos, la abrazadera accionó el potente electro imán y ancló la nave al muerto fuselaje de su preciado tesoro. Los cortadores de fusión entraron en acción soltando chorros de energía concentrada y tras unos largos minutos la luz verde se encendió indicando que podrían entrar en la nave... Los trajes de vacio que llevaban los cubrían de las inclemencias del espacio, pero eso era lo de menos... Miró a sus acompañantes, Karl sacó sus dos armas y entró en el pecio el primero, el repiqueteo de sus botas resonó por todo aquel lugar muerto en apariencia y Karl sonrió satisfecho, empezaba la carrera y no había tiempo que perder - Vamos Tanya, Bastian... amigos, ahora empieza nuestra gloria - y empezó a correr en la búsqueda del puente de mando

Oscuridad. La nave estaba completamente oscura y sus propias luces eran haces brillantes proyectaban sombras en los mamparos. Podían sentir la fuerza de la gravedad, pero no había suministro de oxígeno, ni presión. Atmósfera cero. La nave parecía abandonada, debía estar abandonada, 2000 años de exposición radiactiva y espacial no podían haber dejado nada con vida.

Mucho cuidado, todos atentos. Esta nave ha estado aquí expuesta durante miles de años, puede haber de todo... Íbamos en petit comité y aquello podía salir terriblemente mal. Hasta podría haber agentes de los Fel ya en la nave. ¿Quién sabía? En ese caso tendríamos que... hacerlos desaparecer. Caminaba tras Karl con la culata del bolter apoyada en mi hombro y cubriéndolo en todo momento. Adelante entonces, consigamos para nuestro señor Capitán un buen premio. Comenté con media sonrisa mientras no le quitaba ojo a las sombras con mi visor nocturno que estrenaba tras haberlo "requisado" en el planeta que habíamos visitado. La grabacíon que estaba realizando nuestro querido Bastian iba a ser algo fundamental.

Dejaron al piloto atrás, en su nave, con un arma y las puertas selladas. Sería muy difícil que alguien le encontrara aun cuando le estuviera buscando.

No les costó mucho llegar a la cubierta superior, la nave seguía despedazada y expuesta al vacío, pero mientras siguieran las indicaciones de los pictogramas de la nave llegarían al puente de mando. Fueron a la carrera, no había tiempo que perder. Los tres exploradores estaban solos en la nave, frente a...aún no sabían qué.

Las puertas del puente de mando del Camino de la Rectitud estaban abiertas y el puente de mando...intacto. El puente de mando parecía completamente abandonado, con la excepción del hombre muerto que se sentaba en el Trono de Capitán: Lorcanus Ryn. Toda su carne había desaparecido pero sus huesos estaban en perfecto estado. Portaba una armadura granate que le cubría los huesos del pecho y la espalda. En su mano izquierda llevaba un extraña espada cuya hoja apenas podía verse como si fuese...transparente y en la mano derecha su ancestral Licencia de Comercio.

Capitán... Creo que es su gran momento. Dije tendiendo una mano y señalando hacia delante. Ninguno podíamos entrar antes que él, y todo debía ser debidamente grabado. Para ello ya estaba Bastian que había pensado en todo. Yo barría con mi mira laser la cubierta de mando vigilando que no hubiera nada amenazante, como servidores automatizados o algo similar que tras tanto tiempo podría servir. Lo que estaba claro es que la nave no siempre había estado expuesta al vacío, puesto que si hubiera sido así, el cuerpo del capitán seguiría intacto, y no en los huesos. Eso había pasado tiempo atrás, sufriendo el paso del tiempo y la corrupción, en términos anatómicos al menos por el momento, de la carne. Luego, se habría deteriorado la nave y se abría expuesta al vacío, si no era muy extraño todo eso.

Karl entró en el puente de mando el primero, antes que nadie ya que era lo que se debía hacer. Sus pasos fueron algo apresurados, lejos de toda ceremonia, pero entonces vio la licencia de comercio y la extraña indumentaria. Se acercó un poco al trono y le dio la espalda para estar en el encuadre de la pictograbación - Yo, Karl Von Schwarz, Líder de la Casa Von Schwarz, Capitán de la poderosa nave Umbra Tigris, fiel servidor al Imperio y sus intereses, defensor de la integridad de la humanidad, portador de la sagrada palabra del Dios Emperador... bajo el amparo de las sagradas leyes de los Rogue Trader, Yo, Karl Von Schwarz, reclamo este pecio en el nombre de mi casa y mis leales trabajadores

Tan pronto como hubieron grabado el vídeo Tanya y Bastian pudieron ver reflejado en el cristal del puente de mando cómo la compuerta de acceso al puente se abría de nuevo. Cuando todos se giraron pudieron ver cómo el umbral aparecía un Hadarak Fel en traje de vacío muy sorprendido, rodeado por tres tecnosacerdotes.

Fel echó la cabeza hacia atrás y se rió. no pudieron oirle a través del vacío, pero vieron su expresión sonriente.

Karl, que llevaba las armas en las manos se puso al lado de su fiel amigo Bastian y abrió la comunicación directamente con la nave que les trajo y que esta transmitiera las ordenes a la umbra - Sarvus, que todos los pajaros vengan hacía el pecio, necesitamos refuerzos - no esperó confirmación, habló con Fel en cuanto lo vio - Si, debe ser irrisorio ver que has perdido la posesión y derechos sobre este pecio, y hagas lo que hagas aquí y ahora será considerado piratería, la grabación ha sido transmitida en directo hacía la Umbra. Retírate por favor... - le pidió de buenos modos, pero estaba dispuesto a luchar

     Sin apartar la vista del objetivo de la pictocámara, Bastian procedió a grabar el interior del puente de mando y a Karl al entrar. No quería que se perdiese ningún detalle. Allí estaba, cubierto por una pátina de polvo milenario, Lorcanus Ryn el capitán del Camino a la Rectitud. El equipo que portaba parecía realmente interesante, sin duda algo excepcional, pero sin poder examinarlo detenidamente no tuvo idea alguna de su procedencia. Otra cosa llamó mas poderosamente su atención: la sagrada Licencia de Comercio de Ryn. Aquel objeto podía valer muchísimo por si mismo, aunque debería tratarlo adecuadamente con su equipo de arqueólogo para evitar que el paso del tiempo la hubiese dañado. Sin duda no querían que se deshiciera en polvo. - Que nadie toque la licencia. Dijo antes de proceder con la toma de posesión. - El tiempo podría hacerla deteriorado y es algo muy valioso. Yo mismo me ocuparé mas tarde de recuperarla. Dicho ésto se situó en posición para grabar al capitán haciendo la reivindicación.

       Tanya se colocó en posición y Karl dió su discurso. Perfecto, estaba hecho.

Ellos también desenfundaron armas: Hadarak una pistola bolter y una espada, los tecnosacerdotes hachas de energía.

De eso nada -dijo Fel-...matadlos.

!Quieto todo el mundo! Dije mientras centraba en mi mira al líder de la casa Fel. Habría que tener cuidado con ese elemento. El líder de una casa, podría tener más sorpresas de las que se vieran a siempre vista. !Estúpidos! Grité alzando la voz. Estamos retransmitiendo en directo y no solo has quedado como perdedor de esta carrera, sino como un asesino de pleno derecho. ¿Qué crees que pasará ahora? Deponed las armas. Mi dedo se tensó sobre el gatillo lentamente, esperando cualquier indicio.

Fel ignoró vuestras amenazas y empezó a disparar contra el portador de la pictograbadora (Bastian) mientras avanzaba.  Los proyectiles bolter pasaron sobre Bastian, impactando contra la cristalera del puente de mando. Buscó cobertura tras la estatua del Dios-Emperador, protegiéndose.

¡Sólo puede quedar uno, y yo soy inmortal!

!Sea pues! Mi dedo terminó de oprimir el gatillo y una larga ráfaga de proyectiles Bolter partieron hacia el capitán de la casa Fel. No había opción de fallo a esa distancia. El objetivo era mío. Su armadura parecía bastante resistente pero era algo que yo no podía conocer a ciencia cierta siendo una armadura personal y ornamentada. Los casquillos vacios iban cayendo saliendo del arma con un efecto a cámara lenta debido a la adrenalina que ya bombeaba mi cuerpo. El disparo fue increíblemente preciso. Las deflagraciones se extendían delante del arma con el gas inflamado de las detonaciones y los proyectiles Bolter, gordos como gorriones, volaron hacia el capitán de la casa Fel. !Capitán, cubrasé!

Los disparos de Tanya impactaron sobre Fel y en cuanto lo hicieron surgió un gas blanco de su traje, el suministro de oxígeno del rogue trader estaba dañado y el aire se le escapaba del traje. Dos de los tecnosacerdotes echaron a correr hacia los exploradores, con sus hachas de energía en la mano, dispuestos a descuartizar.