Partida Rol por web

Winterscale Realm es una de las regiones más exploradas y explotadas de la Expansión Koronus, que ha entregado tanto fabulosas riquezas como muerte prematura a los incautos. Winterscale Realm es una región caracterizada por la estrellas exploradas y cartografiadas por Sebastián Winterscale, en los primeros siglos del 41º milenio. Se compone de unos pocos mundos codiciados que se asientan como islas en medio de la oscuridad desconocida. Muchos Rogue Traders han atravesado la amplitud del reino cientos de veces pero, aun así, sus más lejanos y problemáticas regiones disformes permanecen inexploradas. Aunque sólo un puñado de mundos dentro de Winterscale Realm han sido colonizados, éstos han demostrado ser fuente de riquezas y tesoros. 

Esto ha atraído a aquellos cuyo objetivo es sólo la riqueza, y se ha convertido un campo de batalla entre rivales por su fertilidad. Las gemas, piedras preciosas, minerales, animales exóticos, tecnología oscura, artefactos Xenos, y rarezas varias más han ingresado en las arcas de selectas sociedades comerciales y nobles en el Sector Calixis, gracias en gran parte a los infatigables exploradores del Winterscale Realm.

Muy bien.. aja... - Karl hablaba por el micro bead mientras se dirigía hacía el puente de mando donde estaban sus hombres - entendido, es un placer hacer negocios con usted y su gente - cerró la comunicación, sonriente y satisfecho; le había costado una intensa negociación conseguir que mejoraran el generador, pero después de un intenso compendio de sies y noes, lo logró.

Había estado muy mal herido, a las puertas de la muerte prácticamente, pero el destino aún le daba segundas oportunidades... y esta última la iba aprovechar hasta el final de sus consecuencias, hasta que no viera muerto a su enemigo no iba a parar.

Las puertas se abrieron nada más detectar la presencia de Karl y entró con paso seguro mientras los sonidos del puente le llegaban al oído, las conversaciones, los sonidos agudos, los pitidos, los colores verdosos proyectados sobre los rostros de los operarios. Alguien informo con voz alta y clara que el capitán se hallaba en el puente recuperando su poder, cedido temporalmente a Sarvus.

Karl indicó un descansen y se dirigió a su trono de mando donde hizo llamar a sus hombres... Bastian, Sarvus, Tanya, Kungel y Regulus.

-Bien, un buen trabajo todos vosotros, en especial Bastian y Sarvus, al menos hasta los informes que me han llegado claro, uno agradecería que sus hombres, que sus amigos, le contaran de primera mano cómo fue lo que consiguieron para mi familia - Karl sonreía amable - pero eso imagino que puede esperar unos minutos y lo podemos hablar durante la comida que tenemos en diez minutos ¿Qué os parece? - carraspeó un instante - Bastian, tengo entendido que tienes contigo un paquete de unas cuantas espadas navales monofilo... había pensado que Sarvus podía premiar a Alexander, el líder de los prebostes por su magnífica actuación... el resto consérvalos, en el próximo puerto trataré de conseguir unos cuantos más, me parece que es una manera muy honorable de premiar a nuestros oficiales... por cierto, quiero que todos los prebostes reciban una buena comida hoy mismo, como premio a su labor

     Karl estaba de buen humor y no era para menos. Gracias a las cámaras de resurrección sus graves heridas habían sanado en un tiempo tan corto que parecía un milagro, además de que sus negocios en Koronus habían avanzado de forma no menos notable en un tiempo record. Los causantes del atentado habían sido apresados o muertos y la seguridad en la Umbra Tigris había sido aparentemente restaurada. Al fin las cosas comenzaban a rodar en la dirección correcta.

     - Claro, es una buena idea. Un siervo tratado con consideración a su trabajo es un siervo agradecido con su señor. Cuenta con ello. En cuanto a los progresos y avances realizados, podemos hablarlo durante la comida. Realmente hay mucho de que hablar y aprovecharé para presentarte a dos nuevas incorporaciones al personal de la Umbra. Uno de ellos ya ha demostrado su utilidad. El segundo quizás no fuese tan del agrado del capitán, pero era un mal necesario que quizás compensase con su presencia en mas de una ocasión. Pero todo se hablaría a su debido tiempo...

Sarvus hace una inclinación con la cabeza al capitán y su cara refleja una cierta sonrisa...se se le puede llamar así a no tener el gesto torcido: Me parece una idea fantástica y le doy las gracias en nombre de los prebostes por el reconocimiento a su labor.

Había perdido varios buenos hombres por la traición que habían sufrido, incluso él mismo y el señor Regulus habían estado en peligro pero habían sabido reaccionar y defenderse. La maquinaria humana iba equiparándose a la maravilla que era la Umbra Tigris.

     Aquel hombre compensaba su falta de humor con una sobrada eficiencia. No sería la primera opción de Bastian para compartir asientos en la ópera, pero sin duda pondría su vida en sus manos dado el caso. Sabía como hacer bien su trabajo, tanto al timón de la Umbra Tigris como supervisando la seguridad de abordo. - La verdad es que yo también estoy deseando escuchar la historia de primera mano. Hay muchos rumores abordo de lo que ha pasado, pero ya se sabe como es la tripulación. Teniendo en cuenta lo que ocurrió en el muelle, imagino que la investigación habrá sido algo digno de un relato.

Si Sarvus entendió el comentario del Senescal como un cumplido no dio muestras de ello, sus dotes sociales no era por lo que lo habían contratado.

- Lo cierto es que fue más duro y enrevesado de lo que pensamos inicialmente, contesta secamente pero viendo la cara del señor Baild se imaginó que esperaba más detalles. Lo peor fue el servidor militar con el lanzallamas de promethio atrincherado en los aposentos de la hereje.

     Los ojos del senescal se abrieron de par en par. - Trono Dorado, eso es... terrible. Por lo que contaba, era una suerte que el señor del vacío y el tecnosacerdote jefe aun conservasen las cejas. Como pudo un mal así enquistarse en el entramado de la Umbra Tigris era algo que Bastian solo podía especular. Una adepta del mechanicum haciendo y deshaciendo a su antojo abordo sin que nadie lo supiese... Y estaba el asunto del atentado. ¿Que podía llevar a alguien así a intentar algo tan grave? ¿De verdad esperaba escapar impune? Todo era un misterio para él.

Fue una situación comprometida, solo el celo por su trabajo y el sacrificio de los hombres de Sarvus nos permitió salir indemnes respondo al interés del preboste metiéndome en medio de la conversación su sacrificio no será olvidado, pues solo gracias a él se pudo limpiar el buen nombre del Adeptus Mechanichus.

Había pasado una semana, una semana entera metido en aquella capsula de resucitación, su cara seguía deforme y esa cicatriz no se iría jamás, un recuerdo de aquel viaje y no solo para él sino para todos. Podía hacerse una cirugía para quitar los rastros de la explosión pero no, esa cicatriz le iba ser el recordatorio para todos los tripulantes y a él mismo lo que pasa por llevar un hereje a bordo.

Al escuchar la llamada Kungel acudió estaba en su camarote, la sala de navegación todavía no estaba lista solo unos cuantos detalles y a pesar de su pronta recuperación se apoyaba mas en su bastón de lo habitual, la razón, una leve molestia en la rodilla derecha, nada serio en unos días desaparecería sin dejar huella.

Al entrar en el puente de mando paso por la entrada de la sala de navegación, a miro si escritorio ya estaba en el mismo sitio que antes, pero sus mapas no, todavía estaban en cajas algunos de ellos medio quemados esperando a que el navegante los volviera a dibujar, una ardua tarea que le llevaría muchos meses de trabajo pero había que hacerla y él era el indicado. No llevaba puesta la armadura sino una armadura de caparazón algo excesiva para la situación pero acumulaba otro trauma, todos esperaron que con el tiempo se le pasara y solo se la pusiera para los momento de combate o difíciles pero nunca se sabia cual era un momento difícil -Hola a todos –se coloco a la derecha del trono del Karl de pie apoyado en su largo bastón terminado en un ojo dorado donde el iris era el símbolo del mecanicus en honor a su planeta de nacimiento mientras escuchaba atento lo que sus compañeros comentaban, no estaba muy animado perder el menolito y parte de los mapas había sido un duro golpe para la moral del Navegante

"Solo el celo por su trabajo y el sacrificio de los hombres de Sarvus nos permitió salir indemnes". Escuchaba todo sentada en la mesa con el semblante serio. Aun me dolían las magulladuras y moratones que había sufrido al impactar con violencia contra el eje de la nave al salir disparada por la trampilla lateral de la misma, en aquel desesperado intento por evitar que el Halo saliera del hangar. Aun tenía en el depósito a dos de mis hombres que debía dar sepultura dignamente. Hummmm... Expresé oyendo todo aquello.

Volvía a lucir la armadura Azul y Gris, colores de la marina imperial y una tradición en mi fuero interno. Las cosas habían podido salir mucho peor. Había algo que no sabía y que me interesaba especialmente. ¿A cuántos asciende la lista de bajas tras el incidente? Me solté la rojiza melena y comencé a recogérmela de nuevo, en una muñeca la goma para el pelo y entre mis dedos cayendo como lava mi pelo cobrizo. La campaña estaba comenzando con el pie izquierdo, y parecía que aun no habíamos espabilado lo suficiente. Íbamos siempre un paso por detrás de nuestros competidores, que nos plagaban de trampas, tretas y ardids nuestro camino.

¿Pero que iba yo a saber? Solo era una soldado. Una comandante de tropas a la que todo el tema de filigranas políticas y falsos desaires le traían sin cuidado. Datos, hechos, realidades. Eso era lo que importaba, y ahora mismo, pedía la lista de cuantas realidades habíamos sufrido en la última jugarreta.

Las investigaciones en los días posteriores al incidente arrojaron luz sobre algunas de las preocupaciones del Alto Mando, aunque seguía habiendo sombras e información inexacta.

El atentado con explosión no era obra de una familia Rogue Trader rival (incluida la Casa Fel) sino de la tecnosacerdote conocida como "el Cirujano", tecnohereje buscada en el mundo colmena de Escintila, Sector Calixis. El Ordo Xenos estaría muy interesado en echarle una mano (al cuello) al Cirujano; capturado por Tanya y Bastian tras el fallido intento de  fuga y un fallido intento captura por parte de una célula de la Inquisición. La tecnohereje, huida de Escintila doce años atrás, se había enrolado en la Umbra Tigris como tecnomedicae, ascendiendo escalafones gracias a sus amplios conocimientos. Jamás se sospechó de tecnoherejía y alcanzó la presidencia del Comité de Sacralidad (una cruel ironía que había costado muchas vidas).

En Escintila había desarrollado el prototipo de un órgano artificial capaz de controlar, mediante señales eléctricas, la voluntad del paciente. A diferencia de los servidores del Imperio, estos títeres conservarían sus recuerdos y habilidades, haciendoles infinitamente más útiles. Los primeras víctimas sufrieron la muerte y algunos fueron lobotomizados. Poco a poco fue perfeccionando su diseño, experimentando entre las masas de las entrecubiertas y cuando su diseño estuvo listo empezó a infectar a individuos de mayor relevancia, incluso en la cubierta principal.

La parada en Footfall le dio una oportunidad para abandonar Umbra Tigris y vender su tecnología a quien pudiera encesitarlo. Según los documentos recuperados por Sarvus y Regulus en su cámara tenía intención de hacer una visita a la Schola Roja. Los planes de los exploradores de salir cuanto antes de Footfall, junto con el hermetismo al que fue sometida la nave le impedían trasladar su "mercancía" al mundo-asteroides, por lo que recurrió a una jugada desesperada para retener la nave: la eliminación del mayor número posible de oficiales. Fue una suerte para ella las obras realizadas en la Cámara del Navegante, que le proporcionó el escenario y la oportunidad.

Acorralada durante la posterior investigación encomendó a sus siervos la destrucción del material comprometedor mientras huía con sólo una par de muestras vivas y sus estudios principales. El resto, como suele decirse, es de sobra conocido.

La orden del capitán fue clara -Kungel inicio los cálculos de navegación -asintió con la cabeza y se fue a la recién re-decorada sala de navegación, cerro la puerta de esta sala para poder abrir el ojo sin peligro para la tripulación, se sentó en su escritorio tomo un par de pergaminos con la cartografía del su destino, uno de ellos quemado por los extremos y el otro Kungel ya lo había vuelto a cartografiar, entre el mapa anterior y el Navis prisma.

Tomo el compás para -Uno dos tres... -calculo la distancia entre los dos puntos el de salida y el de llegada.

Abrió el ojo para localizar el Astronomicon desde FotFall era fácil localizar el punto exacto donde se situaba. Ya se había informado antes de hacer cualesquier calculo en aquel lugar.

Trazo la ruta a través de diferentes rutas de navegación e incluso alguna fuera de ellas. Todas era viables y nada extraño debía suceder.

Fue dando las ordenes necesarias para la entrada y salida de la Umbra tigris, la disformidad era peligrosa y todos lo sabían -Gaeta prepare los capos Geler y preparasen para entrar en la disformidad Capitan cuando usted ordene -espero la orden de Karl el mas alto mando de la nave en cuando dio la orden -rumbo 145,8 inclinación 43º.. -fue marcando las ruta hasta el punto de salida, siempre con la esperanba de llegar al punto de salida lo mas tranquilo posible.

La nave abandonó el inmaterium ocho días después de iniciar el viaje. Un período de tiempo muy breve, teniendo en cuenta la distancia recorrida. Todo parecía estar bien, sin fluctuaciones del campo Geller. Los recientes acontecimientos y las numerosas clausuras y alarmas había  hecho mella entre la moral de la tripulación, así como la ausencia de tiempo libre y las restricciones generadas por un deficiente desarrollo de las actividades normales. 

Sin embargo la rápida traslación por el inmaterium alegró todos en la nave, temían estar un mes en la disformidad pero el recién recuperado navegante les condujo sagazmente en una sola semana. Hurra por Kungel.

Alcanzaron el sistema Magoros. Cinco ubicaciones geográficas en esta región inexplorada:

• Ojo parpadeante
• Magoros Minor
• Magoros Prime
• Magoros Secundos
• Campo de asteroides

¿Dónde estaba el Camino de la Rectitud? ¿Dónde estaba Hadarak Fel? ¿Qué habría en aquellos mundos?

Recordaba perfectamente que había visto, estaba cansado, la salida le había agotado, cuando salio se dirigió al trono donde el capitán estaba -Mi señor -siempre respetuoso -entre estos planetas hay un planeta de polvo, o por lo menos el polvo lo rodean -cual era eso es lo que ahora mismo no sabia posiblemente tan solo asomándose al observatorio y mirando con el telescopio podrían ver algunas de las cualidades de estos -iré a observar los planetas desde el observatorio, mi señor recomendaría hacer un escaneó en busca de naves enemigas -hizo una reverencia demostrando la humildad de sus palabras

La sugerencia del navegante se solapó con el trabajo de Sarvus y el oficial de augurios.

El Ojo parpadeante era un pulsar que inundaba de radiación todo el sistema, los escudos de la nave podían absorverlo con facilidad, pero los augurios externos de veían entorpecidos por esa radiación.

• Magoros Minor: era un mundo letal, su superficie estaba desolada a consecuencia de las altas temperaturas y al radiación solar. Quién sabía que podía haber en su superficie ennegrecida, pero la estancia sobre él debía ser breve por necesidad.
• Maros Prime: un mundo muerto cubierto de polvo, en otro tiempo habitado, pues se veían restos de estructuras en su superficie. ¿Quién y cuándo lo había habitado?
• Magoros Secundus: Una luna helada donde crecen una sorprendente vegetación altamente resistente al frío y que cubre por completo la luna, ocultando lo que hay en su superficie.
• Campo de asteroides: Un vasto campo de asteroides de miles de millones de kilómetros de longitud.

Desde el observatorio con el telescopio pudo ver como eran los planetas y ahí estaba el mundo rodeado de polvo, si era aquel estaba casi seguro, se puso en contacto con el capitán -Mi señor, Maros Prime ese es el planeta, no hay duda, sera complicado buscar en la superficie -el tono del navegante estaba lleno de orgullo lo había conseguido les había llevado hasta el sistema y había encontrado el planeta. Al otro lado de la radio en la cara de Kungel se dibujaba una sonrisa -Por fin parce que las cosas empiezan a ir bien

El capitán observó a Kungel y Sarvus asintiendoles a ambos con la cabeza en señal de aprobación por su buen trabajo e iniciativa - Bien, Sarvus, ponga rumbo hacía el planeta por favor, Kungel, esperó que andes en lo cierto... - se acarició el mentón con calma y con aire pensativo - no me gusta... se supone que nos tenían ventaja... esto no... - rápidamente se levantó del trono - Quiero un pájaro en el aire explorando los puntos ciegos de los planetas, que sea el explorador Cirophean

Sarvus asiente y se dirige al timonel para marcar el rumbo. Después se vuelve y comienza a dar órdenes al resto de oficiales del puente para el acercamiento al plante y la adopción de una órbita estacional.