Partida Rol por web

La noche traía olor a miedo y a pérdidas.

Rumpelstinki intentó avanzar entre las ruinas y esconderse del resto de los allí reunidos… Bargas olio su miedo… Aquel era el miedo más común entre los mortales… el miedo a la Muerte…

Entre brumas Bargas desapareció… y una nueva escasa masa de nubes trajo de vuelta al demonio con el pequeño Rumpelstinki aferrado por sus ropajes…

Los dientes de Bargas brillaron en la oscuridad con su color vainilla… y con voz fuerte dijo al pequeño:

La muerte no es un hecho del que se pueda huir… afronta sus consecuencias…

Y como a un perro lastimado lo arrojo en medio del foro del cónclave… frente a vuestras miradas…

Poco tardó en avanzar hasta él, el pequeño hada… Shea aferró con sus manos el gaznate del pequeño ser… el aire faltaba en sus pulmones… y las manos de la pequeña Shea se marcaban en la piel de Rumpelstinki como si fueran hierros candentes…

Una rápida mirada, salvo al hada de seguir al duende en su camino… pues rauda se aparto y dos grandes seres, cargados sendos con hachas se abalanzaban sobre Rumpelstinki.

No hicieron uso de sus hachas… sino del mango de las mismas. Ugluk y el Minotauro hundieron el metal y la madera de sus hachas en las piernas del pequeño ser… destrozando sus miembros y despertando gritos de agonía en aquella garganta que volvía a tomar aire…

Sobre el cuerpo mancillado del duende se avecinaba una sombra… con fiereza… el hipogrifo agarró a Rumpelstinki y se elevó a gran distancia del suelo… un potente chillido de águila y luego… una caída se precipito sobre el cuerpo del duende ante la atenta mirada de los asistentes…

Nerwen acolcharía la caída… postró sus manos ante el suelo y en el lugar donde debería de caer el duende… surgieron rápidas y raudas… estacas de madera… y zarzales…

En aquel colchón de muerte, el cuerpo de Rumpelstinki estaba en ensartado mientras sangre brotaba de su boca… y miedo oscurecía sus ojos…

El Guardián del Tiempo, precipitaría su sepultura… un ligero movimiento de manos… y las arenas se arremolinaron sobre el cuerpo del duende…

Un ataúd de arena… guardaba el cuerpo aún con vida de Rumpelstinki…. La arena invadió la garganta del duende… y selló su destino….

El arcángel lanzó su lanza sobre el suelo cercano… y un rugido se sintió a lo lejos… tras segundos de silencio apareció entre llamas infernales Cerbero… el guardián del inframundo.

Y tras una reverencia ante vosotros… golpeó el suelo y poco a poco, el sarcófago de arena penetró en el suelo… para descender hacia el averno… tras aquella abertura… desapareció también el Cerbero… y tras pasar su cola… de nuevo el suelo surgió….

La noche llegaba al conclave… y con ella un velo de indecisión y miedo…

ARGGG!!!! OTRO PEQUEÑO SER HA MUERTO, LAS HACHAS DEL MINOTAURIO Y DEL SER VERDE QUE ESTAR SENTADO CUMPLIREMOS NUESTRO PACTO, GRAN HACHA DE MINOTAURO MATAR MAS QUE OTRO HACHA DEL SER SENTADO, MINOTAURO DESAFIAR A OTRO SER CUANDO ELLOS QUERER Y DONDE ELLOS QUERER, ARGGG!!!

En la distancia pero no muy lejos del resto de criaturas mientras seguían hablando o discutiendo de quienes eran los culpables, y como de costumbre sin llegar a ponernos di acuerdo cada uno, la noche caía.
Apartada y sola me relaje y contemple como la noche caía ante nosotros, pensaba mientras no quería escucharles, que otra muerte se acercaba y nuevamente no podíamos hacer nada.

Cuando estaba y empezaba a estar a gusto de la soledad, vi como Rumpelstinki caía muerto ante todos en manos de los que le acusaron de traidor.

Otra criatura más que nos deja, quizás su muerte sea justa…o quizás no…eso solo lo sabe él y quienes le acusan, pero no me fio del todo. Hoy tras su muerte saldrán más cosas a luz y más culpables como siempre. Espero enterarme bien de lo sucedido y si realmente su muerte ha sido justa.
Se acerco hacia el cuerpo de Rumpelstinki y observo a todos los presentes.

Dirijo una mirada de pena al suelo dónde desaparecieron el cánido y Rumpelstinski. -¿Era realmente malvado?-, desecho el pensamiento con una leve sacudida de cabeza, si no lo era su muerte me perseguiría durante siglos.

Entrecierro los ojos al escuchar las palabras del minotauro, y niego con la cabeza incrédula -¿Perdona?, ¿A qué te refieres, eso es una amenaza?, acaba de morir un ser mágico ¿y tú ya estás clamando por más almas?... No entiendo tu punto de vista-

Mantícora pasa através de los presentes, toma al pequeño y se lo lleva. En su camino dice: Hay que darle sepultura... Ahí conoceremos los detalles de su pasado. Sigue su camino por la senda oscura hacia la fosa donde descansará su cuerpo.

Las llamas de sus dedos soltaban ligeras chispas, hacia años que no probaba un sabor tan primigenio. Satifecho en parte, escucho las palabras de la Manticora, aquella que sabia de los muertos. Se acerco a el y pregunto sin tapujos.
-Es dice esta noche el alma del fiador, Manticora.

Espero que estemos en lo cierto y nuestro acto sea justo, aunque creo que así lo será puesto que él fallecido ni siquiera ha tratado de defenderse -afirmo con voz calmada tras la muerte a nuestras manos de la criatura -se que existe un protector entre nosotros, que él elija a quién proteger entre la mantícora y mi persona, los dos que tenemos importantes poderes en esta reunión. De esta manera los traidores no sabrán a quién atacar y es posible, muy posible, que desperdicien la actuación de esta noche ya que tienen la mitad de las posibilidades de atacar a un ser protegido -clamo desafiante.

Los ojos de la serpiente se pusieron en blanco mientras de la piramide provino una nueva canción - Redención, usurpación, mentiras, traición, pasión, lujuria y destrucción- grito la serpiente - Rosquillas, muajajajajajajajajajajajajaja- la musica fue subiendo de tono hasta que la serpiente empezó una declamatoria de un poema ya olvidado.

"Una nube blanca,
una nube azul,
en la nube un sueño
y en el sueño, tú.

Gaviotas del norte,
luceros del sur,
sobre el mar el cielo
y en el cielo, tú.

Música de errantes
cítaras de luz,
y luz en el alma
y en el alma, tú.

Las ondas me traen
cartas del Perú,
y en las cartas besos
y en los besos, tú.

Tú en la noche blanca,
tú en la noche azul
y en lo misterioso,
dulcemente, tú."

"Yamadashi guarda un secreto, guarda un secreto, secreto

guarda un secreto, un secreto guarda él"

-Rosquillas, rosquillas, rosquillas, rosquillas "

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Secretos no son bueno Yamadashi pero quizas este secreto sea mas interesante

A que sí, aque sí.

Por unos segundos los ojos de la serpiente se volvieron normales, para leugo llorar copiosamente - Maldigo la noche y estas frases que se me vienen a mi cabeza, por favor os suplico haced que esas malditas e infortunadas voces se callen para siempre.

Oía voces a su alrededor, incluso le pareció ver a Cerbero, pero de todo lo que era consciente Shea en ése momento era de sus manos. Y así pasaba el tiempo, mirándolas, como si no las reconociese y perteneciesen a otro.

Había participado, le había creído traidor y así había actuado, y entonces, con un gesto serio en la cara y una sombra de tristeza en los ojos, miró a los demás, y por un instante vio su miedo, el miedo de todos, y las ansias de encontrar y acabar con los traidores que, como ella, todos tenían. Y les entendió, y ya no pudo culparles de matar a Achimallén, e indirectamente a Ogro.

Y oyó a Quetzcoatl, con los ojos en blanco, recitar ésas palabras, y su mente intentó encontrarles un significado, pero también se encontraba en blanco, y entonces, realmente entonces, tuvo miedo de verdad, porque la función todavía perduraba, no acabaría hasta encontrar a todos los traidores, pero el miedo te ofusca y te obnubila, y todo el raciocinio se esfuma dejándote la mente en blanco, dejándote a merced de tus instintos más primarios e irracionales, y se dio cuenta de que todavía caerían inocentes porque todos eran presas de los mismos sentimientos.

Ante mí presencié el segundo linchamiento más cruel que había visto, dudaba de la fiabilidad de la palabras del pequeño hombrecillo, pero nunca me acostumbraba a ver la muerta tan de cerca.

El animal que hizo aparecer mi superior, hizo que se me erizarán las alas, había visto una sola vez ese rostro, no puede obviar los distintos pensamientos que se me cruzaba por la mente tras verlo.

Cuando los ojos de la serpiente alada se volvieron blancos y empezó a recitar esas frases...varias de ellas acusando a Yamadashi, no pude evitar sentir miedo, un miedo que jamás había experimentado hasta ahora

Tengo miedo, las palabras del Dios serpiente me han dejado helada, cada vez es más directo en sus palabras, que no dudo en su veracidad...

¿Cuántos más deberán morir? Esta situación es bastante deprimente. La magia del mundo se terminará perdiendo si seguimos así

Serpiente tus voces siempre te dicen cosas y no hay manera de poderlas callar...pero entre esas voces y lo que te dicen siempre hay algo de verdad, escuchalas como hasta y pregunta algo sobre los traidores sin son capaces de decirte algo.

Le dijo en tono sereno a la serpiente y tranquila.

Viendo que la noche se cierne sobre nosotros, me dirijo tranquilamente a mi árbol a esperar que llegue el día. Ya habrá tiempo mañana para seguir discutiendo y escuchando opiniones.

La Mantícora regresa lentamente, se detiene en el centro, siente las miradas espectantes de sus pares ante su ritual de sepultura para los restos mortales del pequeño Rumpelstinski. - Estabamos en lo cierto, nuevamente no tenemos de que culparnos, el pequeño efectivamente era un traidor y ha caido como corresponde. La culpa no está  con nosotros ahora. Mantícora sonríe levemente ante tal descubrimiento.

Me alegro, sabed entonces que Atalanta y Banshee son inocentes. El sombrerero pues no es un asesino, aunque seguramente sea un brujo -exclamo satisfecho -por cierto, recordad las votaciones y mirad quién no votó ni a Anchimallen ni a Ruper.

La serpiente ya no volvió a emitar silbido simplemente se acurrucó en lo alto de la piramide - Estoy tan cansado de esas voces, si es ciertolo que dicen el cuervo guarda un secreto-el dios serpiente cerró los ojos y se recostó para descanzar, quizas el sueño traería paz a su alma.