Partida Rol por web

Hogwarts: Alianzas 2.0

Dragones y sombras

Cargando editor
11/10/2016, 16:19
Narradora

Música

Tras el rescate de Katherine e Isaac el primer día de clase en Hogwarts y con los planes trazados, la "normalidad" regresó a las vidas del equipo de investigación. Katherine e Isaac se marcharon a los dos días del rescate, bastante más recuperados, prometiendo que les ofrecerían noticias de sus investigaciones lo antes posible. En cuanto tuvieran las ubicaciones les informarían sin demora.

Y así pasaron casi dos meses desde el inicio del curso. Concretamente ahora se encontraban en plena noche de Halloween. La directora había accedido a la idea de formar una fiesta de disfraces debido al buen comportamiento tanto de alumnos como de profesores. Eso sí, los profesores tendrían que trabajar bastante aquella noche. O eso se suponía. Nada de bebidas alcohólicas y nada de excesos en general. Eso era lo que se suponía que tenían que controlar. Afortunadamente por aquellas fechas los estudiantes de Hogwarts ya sabían de qué pie cojeaba cada profesor. Si veían a Eileen o Emily salían despavoridos. A la primera por miedo a alguna de sus famosas pociones que les hacía probar, la otra por lo estricta y dura que era; sin embargo, si veían a Vilma la saludaba con felicidad y confianza. Cada semana la cantante recibía algún que otro amable regalo por parte de sus alumnos. Igual que Kegan, profesor que hacía suspirar a chicas y a algún que otro chico. Siempre tenía algún regalo en la mesa de su despacho y a veces hasta sorprendía a las chicas, sonrojadas, en el comedor mirándole sin poder evitarlo. Tabatha y Ermendrud estaban en medio de aquellos extremos. Eran respectados, pero no temidos y tampoco había esa confianza extremista.

El Gran Comedor tenía las mesas apartadas, llenas de tenebrosos y al mismo tiempo deliciosos platos, las calabazas encendidas levitaban por la sala con el fin de iluminarla y el techo dejaba ver los truenos de la tormenta que había fuera. Por suerte no llovía aún. Los fantasmas ofrecían aquel toque de noche de muertos vivientes que a los muggles tanto les gustaba imitar. Los estudiantes, disfrazados de diferentes cosas, algunas tenebrosas y otras más bien todo lo contrario, bailaban, gritaban, comían y disfrutaban de la noche. El grupo de Vilma había sido contratado para tocar.

Notas de juego

En sí estáis todos en el Gran Comedor inicialmente, pero no os veis. Así que os posteo de forma individual.

Cargando editor
11/10/2016, 16:33
Narradora

Eileen se encontraba en una de las zonas de ponche en su tarea de vigilancia. Como antigua estudiante, y conociendo a unos cuantos - entre ellos el propio Jeremy- sabía que era muy sencillo "endulzar" el ponche con alguna que otra bebida más fuerte y espirituosa.

En su zona había pocos estudiantes y la mayoría iban disfrazados de vampiros y fantasmas bastante poco creíbles. Algunos llevaban máscaras muggles y otros pasaban de aquel rollo y preferían ir de normal. Algunos saludaban a Eileen cuando iban a por ponche con un escueto "hola, profesora Morgan", otros parecían vigilarla para ver cuándo bajaba la guardia.

Y lo cierto es que Eileen había progresado tantísimo durante aquellos dos meses en la investigación que pocas preocupaciones extras tenía. Había logrado, como genio inefable que era, la receta exacta de la poción oscura. Todos los ingredientes, las cantidades y los tiempos de cocción. Y es que Eileen podía llegar a ser aún más temible que cualquier otra persona. Su brillantez no tenía límites; además, había hablado con Katherine un poco más antes de se marchara. Katherine le había dicho que, aunque no estaba muy segura, creía que la poción que tantas veces le habían inyectado le había dado fortaleza. Tenía mucha más resistencia al dolor. Por parte de Isaac, él dijo que no tenía nada a excepción de pesadillas y sueños extraños. Sobre Ashley, no había vuelto a tener ningún episodio como aquel, pero en clase se la veía bastante ausente, como asustada, y fuera de las clases se la veía bastante solitaria. Su secreto y las pesadillas la habían convertido en una especie de marginada. Hasta había roto con el novio que tenía. Y sin embargo, cuando estaba en público, se la veía muy entera e incluso desafiante ante las miradas y los cuchicheos. En último lugar, Eileen había dado con una especie de antídoto contra la poción oscura. Pero solo servía para aquellos que habían estado poco tiempo en contacto con ella. De esa manera, les inmunizaba. Si Kegan la tomaba, entonces no volvería a caer presa de la violencia ciega y de la amnesia posterior, por ejemplo. Eso sí, entre las clases y las investigaciones apenas había tenido tiempo para nada más. 

Pero, volviendo al presente, no había manera en que Eileen se despistara. Los gamberros y la profesora Morgan parecían estar haciendo un duelo. ¿Quién ganaría? Fue entonces cuando un par se hicieron a un lado, permitiendo que alguien accediera a la zona de ponche. Era una persona alta, disfrazada de Batman muggle. Se notaba que era una mujer, con bonita figura, caminar resuelto y seguro y labios de un rojo sangre. Fijó su mirada en Eileen y ahogó una sonrisa. Se acercó hasta ella y paró al lado, sirviéndose un poco de ponche. Fue entonces cuando acercó su cara al oído de Eileen y le susurró:

Zoey:- ¿Necesitas que te salven?

 

Notas de juego

Lo dicho. Si tú quieres compartir la información que te he dado eres libre ^^.

Cargando editor
11/10/2016, 16:54
Narradora

Emily se encontraba en una de las mejores zonas del Gran Comedor. Al menos para aquellos amantes del dulce. Y es que estaba al lado de la mesa de tartas, fuentes de chocolate, pastelitos y chucherías. Estaba clara la estrategia y es que como muchos temían a la profesora Van Dyck, así había seguridad de que nadie se pasaba con el dulce o que se pusiera alguna pastilla vomitiva. No es que fuera la mejor de las tareas, pero sin duda las había peores. Fijo.

La mayoría de los estudiantes que rondaban cerca de Emily estaban disfrazados de zombie, momia e incluso alguno tenía máscaras de Eileen. Las de la profesora Van Dyck estaban guardadas para cuando no anduviera cerca. Los chicos y chicas bailaban, charlaban y hacían el tonto. Parecían estar pasándoselo muy bien.

Durante aquellos dos meses, Emily había tenido tiempo de investigar. Primero entrevistó a Katherine, quien le contó que los efectos de la poción habían sido extraños tanto en ella como en Isaac. Por un lado, ella se notaba más resistente al dolor y él sufría de sueños extraños y pesadillas. Era algo similar a lo que le ocurría a Ashley Turner. Sobre Ashley, no había vuelto a tener ningún episodio como aquel, pero en clase se la veía bastante ausente, como asustada, y fuera de las clases se la veía bastante solitaria. Su secreto y las pesadillas la habían convertido en una especie de marginada. Hasta había roto con el novio que tenía. Y sin embargo, cuando estaba en público, se la veía muy entera e incluso desafiante ante las miradas y los cuchicheos. Pero por las mazmorras la había visto sola, perdida y asustada. Había demasiadas cosas que no comprendía todavía. Sean continuó carteándose con ella, pero tenía terminantemente prohibido volver a entrar en Hogwarts. Y es que las normas de Greenbell eran demasiado estrictas. Le fue informando de cosas, como que había estado en investigación con Isaac y Katherine y que estaba algo preocupado por todo aquello. Además, no se fiaba de nadie en el ministerio. Cada vez encontraba a más gente cuchilleando en secreto, de diferentes departamentos. Ya no sabía si eran imaginaciones suyas o si sería cierto.

Pero, regresando al presente y a la fiesta de Halloween, mientras el dulce aroma del chocolate le alcanzaba sin descanso, Emily presenció la llegada a la mesa de dulces de alguien más. Un, y nunca mejor dicho, super hombre, que atraía las miradas de todas las adolescentes. Era como si hubieran regresado al pasado y Sean Pullap continuara allí. Solo que en aquel presente no era Sean, sino Clark.

En cuanto identificó a Emily, se acercó a ella, con la capa ondulando tras él y las babas de las chicas cayendo al suelo.

Clark:- Ni una palabra. Me han obligado a ponérmelo.- le advirtió de primeras.- ¿Qué tal, compañera?- La saludó entonces.

Notas de juego

Lo dicho. Si tú quieres compartir la información que te he dado eres libre ^^.

Cargando editor
11/10/2016, 17:11
Narradora

Vilma estaba en la zona de escenario con el resto de su grupo. Su labor principal era cantar y animar la fiesta. Y lo cierto es que buen público no le faltaba. Todos gritaban, bailaban y la admiraban. No podía ser de otra manera, ciertamente. Y es que la profesora de Adivinación era lo más molón que había pasado por Hogwarts desde hacía muchísimo tiempo.

Y hablando de tiempo, durante esos dos meses, Vilma había hecho buenos progresos en cuanto a Ashley se refería. Había profundizado su relación con ella y lo cierto es que la Slytherin solo era capaz de abrirse ante su hermana. A pesar de lo que públicamente pudiera parecer, Ashley no estaba bien. Se encontraba asustada, algo perdida y temerosa. Odiaba lo que le estaba pasando y aunque no había vuelto a tener ningún problema tan gordo, las pesadillas continuaban. Veía bosques, paredes de castillos, callejones oscuros y blanco, mucho blanco. No era capaz de identificar ninguno de los lugares que veía, pero los sueños eran tan vívidos que cuando soñaba con nieve y frío se despertaba tiritando. No habían tenido aún tiempo de salir del colegio y conocer al señor Williams, pero la perspectiva de saber que su padre estaba más cerca de lo esperado la hacía sentir bien. No tan bien al saber que era muggle, pero bueno, nada es perfecto, ¿no? Las escapadas de Vilma a casa para ver a Aengus y a Killian tuvieron que finalizar tras la segunda semana, porque la directora la había pillado y no lo permitía. Si no se lo permitía a Tabatha con un hijo, decía, no haría excepción con nadie. 

Pero, regresando al presente, lo cierto es que la noche prometía. Buena música, disfraces aterradores- había unas cuantas máscaras de Emily y Eileen por la zona-, comida, bebida y...

¡Killian! ¡Killian, con la cara y parte del cuerpo pintado a lo esqueleto, se acercó con decisión hasta el escenario! Justo en ese momento Vilma acababa de terminar uno de sus mejores temas. El chico, con las manos en los bolsillos, sonrió de lado al unir su mirada con la de Vilma.

Notas de juego

 

Lo dicho. Si tú quieres compartir la información que te he dado eres libre ^^.

Cargando editor
11/10/2016, 17:22
Narradora

Tabatha se encontraba en la zona cercana a las inmensas puertas del Gran Comedor. Así se aseguraba de que no había ninguna parejita excesivamente cariñosa ni en el Gran Comedor ni en el vestíbulo, donde los niños pequeños pudieran presenciar tal cosa. La mayoría de los alumnos cercanos a esa zona charlaban de forma animada y se hacían bromas. Había disfraces de todo tipo, algunos repetidos y otros no.

Durante aquellos dos meses, Tabatha había mantenido el contacto con Katherine. La información que ofrecía en sus cartas era algo escueta, pero menos era nada. Le decía que estaban investigando junto a Sean Pullap, pero que de momento no podía comentar nada. Sus investigaciones en la biblioteca, junto a Kegan, no dieron muchos frutos tampoco. No había nada sobre los dragones de la sombra que no supieran ya y sobre la poción menos aún. En algunos libros las páginas estaban arrancadas en ciertos momentos. Pero sí que habían logrado algo de información acerca de los dragones. Los dragones oscuros, siempre de color negro, eran bastante escasos en la antigüedad. Tanto magos como el resto de especies de dragón los veían como una amenaza debido a sus características de fortaleza que, ahora se sabía, eran debido a su sangre. Una sangre especial y muy difícil de investigar. Es por ello que, viendo el peligro que traían al mundo, fueron exterminados por el resto de dragones. O eso se creía. Contaba la leyenda que había cinco huevos de dragón negro ocultos en el planeta. Ahora, tanto Kegan como Tabatha, sabían que dicha leyenda podía ser perfectamente cierta. Sobre Lucas y Dean, solo sabía que la echaban de menos. Se carteaban muy a menudo y Lucas aseguraba a Tabatha de que todo iba bien. Todos estaban bien pero la extrañaban muchísimo. Lucas estaba estudiando para poder ser guardabosques en Hogwarts y así destruir la distancia que los separaba al año siguiente.

Y ahora, regresando a la presente noche de Halloween, alguien entraba en el Gran Comedor. Una persona alta, delgada, con una cazadora de cuero y pantalones vaqueros, con la cara pintada, sujetando de la mano a una personita pequeña disfrazada de esqueleto.

En cuanto ambos identificaron a Tabatha, la personita se separó de la mano de su acompañante y corrió hasta la profesora Smith al grito de:

Dean:- ¡MAMI!

Notas de juego

Lo dicho. Si tú quieres compartir la información que te he dado eres libre ^^.

Cargando editor
11/10/2016, 17:36
Narradora

Kegan estaba situado en la zona de baile. Y es que habían quedado en que si a él le veían pasárselo bien cerca del escenario, menos alumnos andarían haciendo trastadas por el castillo. Por su zona los estudiantes, disfrazados de mil y una cosas, bailaban. Unos mejor, otros peor... algunas de las chicas que en grupo andaban se intentaban retar para pedirle un baile, pero hasta ahora ninguna se había atrevido.

Los dos meses pasados para Kegan habían estado bastante bien. Aunque Isaac se había marchado a los pocos días, tuvieron tiempo de hablar. Le comunicó que tenía sueños y pesadillas extraños, similares a los de Ashley y que creía que era un poder a raíz de estar tanto tiempo expuesto a la poción oscura. El resto del tiempo le mandó cartas, pero tenían poca información porque le daba miedo que alguien interfiriera la lechuza que le enviaba. Sus investigaciones en la biblioteca, junto a Tabatha, no dieron muchos frutos tampoco. No había nada sobre los dragones de la sombra que no supieran ya y sobre la poción menos aún. En algunos libros las páginas estaban arrancadas en ciertos momentos. Pero sí que habían logrado algo de información acerca de los dragones. Los dragones oscuros, siempre de color negro, eran bastante escasos en la antigüedad. Tanto magos como el resto de especies de dragón los veían como una amenaza debido a sus características de fortaleza que, ahora se sabía, eran debido a su sangre. Una sangre especial y muy difícil de investigar. Es por ello que, viendo el peligro que traían al mundo, fueron exterminados por el resto de dragones. O eso se creía. Contaba la leyenda que había cinco huevos de dragón negro ocultos en el planeta. Ahora, tanto Kegan como Tabatha, sabían que dicha leyenda podía ser perfectamente cierta. Su madre había contactado con él también brevemente, comunicándole que las investigaciones fuera de Hogwarts estaban muy bloqueadas y temía que alguien estuviera interfiriendo en la misión. Sobre el quidditch, el equipo de Kegan le echaba en falta y es que iban segundos en la liga cuando a aquellas alturas el año anterior iban primeros. Esperaban pronto la mejoría del buscador. Freida deseaba verle y le mandaba fotos tanto de partidos como de entrenamientos esperando que las ganas de regresar ayudaran a Kegan en su supuesta mejoría.

Y ahora, regresando al presente, una figura disfrazada de futbolista muggle se le acercó con una sonrisa.

Mía:- Hey, profesor, ¿me concedería un baile?

Cargando editor
11/10/2016, 17:47
Narradora

Ermendrud estaba custodiando la puerta que daba a la sala de trofeos. Y es que estos adolescentes eran capaces de meterse en cualquier sitio. Desde ahí podía ver todo el Gran Comedor, la muchedumbre, el ambiente festivo, estudiantes disfrazados de mil y un cosas- incluso con máscaras de Emily y Eileen- que bailaban, comían, bebían, se hacían bromas, se pegaban sustos... y a algunos de sus compañeros profesores.

Durante los dos meses que habían pasado, Ermendrud no tuvo mucha suerte en cuanto a investigación se trataba. Y es que todo lo que pudo encontrar sobre los dragones en la sección prohibida ya lo sabía. Sobre su madre, Sean había prometido que se pondría con ello pero de momento Erm no había recibido ningún tipo de información. Sobre Ashley, , no había vuelto a tener ningún episodio como aquel, pero en clase se la veía bastante ausente, como asustada, y fuera de las clases se la veía bastante solitaria. Su secreto y las pesadillas la habían convertido en una especie de marginada. Hasta había roto con el novio que tenía. Y sin embargo, cuando estaba en público, se la veía muy entera e incluso desafiante ante las miradas y los cuchicheos; no obstante, Ermendrud era un experto en cuanto a empatía y nadie mejor que él conocía lo que era ser un marginado. Y Ashley, obviamente, no lo estaba pasando bien.

Para hablar de Beth había que regresar al presente, a esa noche de Halloween, pues, disfrazada de alguna especie de personaje ficticio muggle, con los ojos negros completamente y con venillas alrededor, como si estuviera siendo afectada por la poción oscura, se acercó hasta Ermendrud.

- Lo sé, lo sé. Te esperabas que me disfrazara de enfermera sexy.- bromeó. Su confianza con Ermendrud ya era total. Habían pasado muchísimo tiempo juntos en Hogwarts también. Él era el confidente de ella y viceversa.- Y sí, mi disfraz es bastante irónico, pero, ¿qué le voy a hacer? Me hacía gracia ponerle un poco de humor al asunto.

Cargando editor
11/10/2016, 18:06
Ermendrud Lotte
Sólo para el director

Ermendrud estaba perdido en sus pensamientos. Observando con cierta envidia como se divertían los alumnos de Howarts quitándose así, de encima, el pesar que llevaba tras dos meses de lo más infructuosos en los que nada había avanzado por mucho que se obstinó en investigar, parecía que todas las pistas estaban ocultas en un único libro con el que soñaba a veces; ese era el modo que tenía su subconsciente de reirse de él, mostrándole algo inexistente peor que anhelaba o fantaseaba con su existencia. 

Le dio otro trago a la cerveza de mantequilla que llevaba cogida hasta que Beth llamó su atención con su voz. Erm se asustó por el disfraz que esta llevaba, y se atragantó, torpemente, con la cerveza de la cual acababa de beber. Tosió con fuerza mientras sus ojos se tornaban rojizos hasta que poco a poco fue recobrando el aliento - vaya - dijo con un hilo de voz - si querías dar miedo... lo has conseguido - le confesó por el nada disimulado susto - ¿enfermera sexy? - retomó lo que ella había dicho - bueno... no es una mala opción - concedió con una tímida sonrisa - ¿qué tal?

Cargando editor
11/10/2016, 17:57
Tabatha Smith
Sólo para el director

Esos dos meses no han sido casi productivos por parte de la investigación llevada a cabo en la biblioteca. Lo único que han podido encontrar ha sido una especie de leyenda sobre los dragones negros que parece que de leyenda tiene poco. Pero poco pueden hacer al respecto sin más información. Al menos, el estar ocupada en eso y las clases, ha hecho que de distraiga y no eche tanto de menos a Lucas y Dean.

Bueno, sus pensamientos están puestos en navidad porque así podrá ir a verlos y a pasar las vacaciones con ellos. Siendo halloween, no queda tanto para eso. Vigila desde las puertas del Gran Comedor a los alumnos para que no hagan cosas que no deban.

En eso está cuando ve a alguien entrar por las puertas dobles y no es alguien cualquiera. Un pequeño esqueleto corretea hacia ella al grito de "mami". Sonríe ampliamente y se da cuando ha echado de menos a su familia. Se agacha y abre los brazos para que el esqueletito se abrace a ella.

-Mi hombrecito - dice al tiempo que lo abraza y le lleva la cara de besos - ¿Has cuidado de papá? ¿Te has portado bien?

Se acerca a Lucas y sonríe. Se debate entre besarle o no, teniendo en cuenta que está ahí vigilando que los alumnos no se pongan en ese plan. No sería una buena influencia. Le acaricia la mejilla en su lugar y sonríe, cuando no estén delante de todos los alumnos... entonces, le besará por esos 2 meses sin él.

-Parece que alguien ha tenido un accidente... ¿te has tenido que enfrentar a una horda de zombies para llegar? -ríe.

Ella ha decidido disfrazarse de vampira clásica... nada de esos vampiros que brillan con el sol y tal.

-Aunque estás igual de guapo que siempre... os he echado de menos.

Cargando editor
11/10/2016, 21:56
Beth Laggers

Sonrió divertida ante el susto que le había pegado. No era el primero aquella noche que se asustaba al verla, pero que se tratara de él resultaba aún más guay.  Ciertamente era una experta en teñirse el pelo desde la adolescencia y aunque nunca había tenido los ojos de esa manera, la sombra negra la había acompañado hasta los diecisiete años. 

Y con respecto al comentario de la enfermera sexy, alzó las cejas, divertida por la aprobación del alemán. Su mente la llevó al armario de su piso que compartía con Marian.

- La verdad es que tengo uno, pero no me lo traje. Lo guardo para ocasiones especiales.- ¿Broma o insinuación? A veces con Beth nunca se sabía.- Yo estoy genial. Creo que esta fiesta es divertida. Y que nos vendrá bien para destensarnos.

Alzó un brazo y le colocó un poco mejor el cuello de la cazadora del disfraz que llevaba. Luego lo miró nuevamente.

- Me preguntaba si a un bombero le apetecería bailar conmigo. Aunque no sé si sabrá moverse.- La sonrisa bailaba en su cara.

Cargando editor
11/10/2016, 22:08
Kegan Porcher

Kegan, o más bien el conde Kegan, pues iba disfrazado de conde vampiro, se encontraba bromeando en medio de la pista saludando a alumnos y profesores mientras disfrutaba de la música. Aquellos dos meses la situación se había tranquilizado un poco y sus ganas de volver a competir ardían dentro de él, aunque enseñar le resultaba divertido y aquellos regalos que encontraba de muy cuando en cuanto le gustaban, no se sentía completo si no podía participar en un buen e intenso partido.

Aún recordaba el último, en medio de una tormenta en la que era difícil saber si el partido continuaba y la única señal la daba la snitch que veía de vez en cuando. Recordaba aquel sprint final, luchando contra el otro buscador hasta que logró atrapar aquella dorada victoria. Y con todo aquello, las fotos que le mandaba Mia no hacía más que darle más apetito de competir, aunque por encima de todo, de verla a ella.

Y hablando, o más bien pensando, en la reina de Roma, allí apareció de futbolista en medio de la fiesta con una sonrisa como si fuese lo más normal del mundo que ella estuviese allí. Se la quedó mirando con una sonrisa de alegría hasta que la tuvo lo suficiente cerca como para que ella la escuchase.

- Empiezo a sospechar… que te gustan los deportes - bromeó, y tras aquella distracción la abrazó y le dio un cariñoso beso que procuró disfrutar durante largos segundos - Claro, bailemos - añadió después con una sonrisa mayor si se pudiese.


(Como este, pero en guapo)
 

Cargando editor
11/10/2016, 22:10
Lucas Riordan

Como era de esperar, Dean se abrazó a su madre y no se separó ni un momento. ¡Estaba tan feliz de verla...! Mientras, Lucas recibía la caricia, aunque ansiaba poder besar a su novia después de tanto tiempo. Pero mantuvo las formas porque sino los alumnos se desmadrarían y Tabatha se enfadaría muchísimo. Y no había nada más temible que Tabatha enfurecida.

- Y todos eran pretendientes tuyos.- bromeó sobre el tema de los zombies.- Y tú sí que estás preciosa.- y le acarició también la mejilla con dulzura.- Le prometí a Dean un pastel tenebrosos de esos con sangre...-era frambuesa y estaban bien ricos, pero al pequeñajo le gustaba más jugar con la imaginación- ...pero creo que con mamá tiene suficiente.

Dean jugaba con el pelo de Tabatha, abrazado y sin ninguna gana de bajarse.

Dean:- Papá se queda dormido contando los cuentos.- puntualizó y Lucas no pudo más que reír divertido.

Lucas:- ¡Qué chivato! ¿Qué tal todo por aquí?

 

Cargando editor
11/10/2016, 22:57
Emily Van Dyck

Lo cierto era que no quería estar allí. No había absolutamente ninguna razón por la que quisiera ir a una fiesta, y menos aún una de estudiantes dónde yo era la encargada de controlar que no hiciesen nada fuera de las normas. Y encima me habían pedido disfrazarme. Opté por acojonar aún más a los alumnos para asegurarme que nadie me molestaba durante aquella pesadez de fiesta, llenándome de sangre y llevándome un cuchillo que parecía peligrosamente afilado. O a lo mejor no sólo lo parecía. Allí en mi esquina estaba pensando en lo que habíamos conseguido estos meses, y en todo lo que debía hacer aún. entre otras cosas, tal vez debía tomar a Ashley cómo mi protegida, de algún modo hacerle su estancia en Hogwarts más llevadera, pues claramente lo pasaba mal por culpa de lo que le habían hecho. Parecía que no iba a poder librarme nunca de aquél papel de profesora y volver a mi vida real.

Echaba de menos a Sean, nuestro piso, a Mozart... pero también el departamento, el resto de compañeros, el uso de la magia de verdad y no sólo en aquellas limitadas clases... ¡Incluso el papeleo! Miré la mesa de postres con aquella fuente de chocolate y decidí que aunque los críos no podían meterle el diente aún, nadie iba a decirle nada a Emily Van Dyck. Pinchando un malvadisco y dejando que la fuente hiciese su trabajo sobre él, me fijé en que alguien se acercaba hacia mí y no tenía pinta de estudiante.

"Genial, ahora voy a tener que socializar..."

Pensé amarga intentando descifrar de qué profesor se trataría mientras me llevaba la comida a la boca... Y me quedaba a medio camino al reconocer a Clark. Le vi llegar con aquél traje de superhéroe que marcaba su cuerpo (azo) y dejaba un rastro de suspiros y adolescentes soñadores a su paso sin cerrar la boca. De hecho incluso cuando habló no llegué a reaccionar, aún confusa por lo que estaba viendo. Fue solo cuando el malvadisco que tenia medio metido en la boca goteó chocolate en mi barbilla que desperté metiéndomelo en la boca para evitar más barba de chocolate.

- ¡Clorlk! - dije cómo pude con la boca llena. Mala idea. Muy mala idea. Poniéndome roja me di la vuelta y busqué una servilleta para limpiarme la barbilla mientras tragaba como podía lo que tenía en la boca. Tras unos segundos para recomponerme y sobretodo vaciar mi boca, volví a mirar al auror. - ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado...así? - añadí señalando su traje. Sólo entonces me puse en tensión

- Si estás aquí, es que algo pasa. No me mientas, Clark. No está el horno para bollos. - Y es que dos meses en Hogwarts contra mi voluntad y con gente con la que no quería trabajar me habían vuelto amarga. Muy amarga.

Cargando editor
11/10/2016, 22:59
Clark Grint

Aguantó las ganas de sonreír al ver aquel hilo de baba chocolateada por parte de Emily que amenazaba con alcanzar el suelo, alzando una ceja y algo incrédulo visto que se trataba de, precisamente, ella. Puso los brazos en jarras, sin percatarse de que así parecía aún más un héroe, ignorando al resto de personas que había por allí.

- Tranquila. No pasa nada de nada.- dijo con tono conciliador. Era de esperar. Emily siempre estaba alerta. Observó su disfraz con detenimiento, parándose lo menos posible en su escote sangriento ya que aún recordaba la escena de la playa en Hawai.- Me gusta más tu disfraz que el mío. Pero me obligaban a vestirme para entrar.

Se quitó una mosca molesta que tenía en el brazo y después se cruzó de brazos.

- He venido porque han considerado que te vendría bien la visita de algún amigo.- Idea, por supuesto, del señor Van Dyck. ¿Por qué sino iban a enviar a Clark en vez de a Sean? Aunque bueno, Sean no podía entrar en el castillo por a saberse qué.- Así que mi misión hoy es que lo pases bien. Empezando...- con el filo de su capa le limpió un poco de chocolate de la barbilla que se le había quedado- ... por bailar, comer hasta reventar o dar un paseo. Tú eliges. Por supuesto, si se te ocurre algo mejor, adelante. 

Cargando editor
11/10/2016, 23:22
Emily Van Dyck

Intenté no sonrojarme cuando me limpió restos de chocolate. Ni que fuese una cría, que vergüenza...
Clark negaba que pasase nada, y parecía bastante tranquilo, pero entonces...¿Por qué estaba allí? ¿Quién le enviaba? ¿Mi jefe? ¿Su jefe? ¿Lo había decidido él solo y se había camelado a Greenbell? Cuando dijo que estaba allí para entretenerme y que podíamos bailar o comer, consiguió sacarme una pequeña sonrisa pero le miré con deconfianza.

- No me fio un pelo de ti. - le dije bromeando. No recordaba ya lo bien que habíamos llegado a conectar, profesionalmente. De repente tenerle ahí era de hecho un alivio, una fisura en aquella rutina de gente con la que no quería estar, un soplo de aire fresco. - Oh, ya lo entiendo. No quieres darme la información gratis y vienes a vendérmela a cambio de una noche de fiesta en mi compañía. - Chasqueé la lengua negando con la cabeza.- ¿Cómo te ha dejado entrar Greenbell? - Que no dejase a Sean y si dejase a Clark quería decir que tenía algo personal en contra de Sean. La muy bruja, en el mal sentido. - Me lo podrías contar bailando, pero entonces temo por mi seguridad: hay una manada de adolescentes suspirando por ti, y las hormonas podrían convertirlas en asesinas despiadadas.

Cargando editor
11/10/2016, 23:35
Clark Grint

La sonrisa de Emily ya era un éxito. ¡Y apenas acababa de llegar! Contagiado por esa disimulada felicidad, Clark también sonrió. A continuación, sujetó de la mano de Emily, acercándose un poco más a ella para que sus palabras quedaran como secreto:

Ni una horda de magos tenebrosos podría contigo.

Dicho eso tiró de ella y le hizo dar una vuelta mientras se movía al son de la música. No bailaba tan bien como Sean, todo sea dicho, pero lo hacía con desparpajo y parecía darle igual hacerlo mal. Era como si supiera que hiciera lo que hiciese su encanto natural lo salvaría del ridículo.

- Si aguantas dos canciones seguidas te cuento cómo me he colado.

Cargando editor
12/10/2016, 00:11
Tabatha Smith
Sólo para el director

-Entonces, te mereces el premio por vencer a esa horda de zombies asesina - ríe.

Ella tampoco se separa de su pequeño Dean. Pensar que algo puede pasarle porque no le afectaron los pétalos... Y no puede decirle nada a Lucas sobre lo que pasa porque quedaron en no hablar sobre eso en la la reunión. Le da un beso en la frente.

-Así que... Papá se duerme cuando te cuenta cuentos... ¿y le arropas como hago yo contigo? ¿Le das un beso de buenas noches?

Camina hacia donde están los pastelitos de sangre y coge uno para Dean... Sin dejar de vigilar su zona.

Cargando editor
12/10/2016, 09:56
Vilma Williams
Sólo para el director

La verdad que la vida como profesora de música y adivinación me estaba comenzando a gustar. Cuando acabara la misión seguiría con mi grupo, claro... Pero me sentiría vacía de alguna manera. Lo único bueno en lo que pensaba una y otra vez es que no tendría que ir a escondidas a ver a Killian como si de una alumna rebelde se tratase. Emily y Tabby me contaron, tal y como me prometieron, todo de lo que habían hablado y yo solo tenía una cosa clara: dragones. 

¡Iba a ver dragones! Intentaría que no les hiciesen daño y estaba deseosa por ir a verles. Pero bueno, lo importante ahora es que me había comprometido junto a mi grupo a tocar en Hogwarts. Me haría un bien enorme verles a todos y charlar. Además, a más de una alumna le había prometido presentarles a los chicos. Había algunas que estaban loquita por ellos. 

Al llegar el día de Halloween, y acostumbrada a que fuera Jess la que me recordaba los eventos y cómo se debe ir vestida, me di cuenta que no tenía ningún disfraz terrorífico. Pero sí tenía un disfraz; uno que me compré con Killian en una tienda de segunda mano, de elfa. De modo que me lo puse ¡Con sus orejitas y todo! y salí dispuesta a pasar una gran noche. Siempre controlándome, claro, como bien nos había pedido la directora. Pero eso no impediría que cogiera mi arco de juguete y lanzara flechas de mentira a la gente de vez en cuando.  

                                                         

Y, tal cual, llegué al gran comedor deseosa de ver a mi grupo. Nos echamos unas risas, cantamos canciones mientras los alumnos nos adoraban. Canté uno de mis temas favoritos y justo cuando acabé vi a un tío que me ponía burrísima. Se estaba acercando a mi. Cuando me paré a observarlo descubrí algo que hizo que me pusiera roja ¡Era Killian! ¡Dios mío, que jamás se quite ese disfraz! Bajé de un salto del escenario, esperando que el me cogiera, y fui a sus brazos para darle un gran abrazo. 

- ¡Cuanto me alegro de verte por aquí, Killian! ¡Estás guapísimo!- Le dije muy animada. - Como te dije en la carta, la directora me ha prohibido salir. Vuelvo a ser una especie de interna.- Me encogí de hombros. - Pero claro, tu puedes venir si quieres. Oye...- y ahora me puse seria.- Como te dije la otra vez, ve con cuidado. Puede que el líquido extraño que tenías en los ojos en la boda vuelva a controlarte en alguna ocasión y es algo que no me gustaría nada. Lo pasé fatal. Y dime, ¿cómo está Aen? ¿Es tan buena compañía como yo? ¡Ah, por cierto! Vente y te presento a mi hermana ¿quieres?- Dije sin esperar respuesta, cogiéndole de la mano y arrastrándole hasta Ashley. - Debes de tratarla con cuidado ¿vale? no está del todo bien. 

Durante estos días le había contado a mi grupo de rescate la verdad sobre mi parentesco con Ashley. Creí que era lo mejor; así comenzaban a encajar más piezas en el rompecabezas y teníamos más posibilidades de que alguno viera algo que a los demás nos pasara desapercibido. 

Cargando editor
12/10/2016, 10:27
Ermendrud Lotte

La visión de Beth con ese disfraz tan terrorífico, hacía que Erm se sintiera algo confuso. Daba mucho miedo a la par que era la dulce Beth. No sabía si achucharla o salir corriendo, pero por el momento, se quedó estático, escuchando las palabras que ella iba diciendo. ¿Se le había insinuado? era difícil saberlo, realmente, él nunca había ligado y se le escapaban esos detalles con demasiada facilidad, no supo que pensar, sencillamente sonrió con cierta picardia, y aquello pasó de manera natural, sin que él lo preparara. 

 - la fiesta esta bien, si.. - le reconoció - aunque en Alemania hay algunos profesores muy puristas que evitaban que celebrara. Este es mi primer Halloween - confesó sin pena ninguna. Ante la petición del baile, Erm sonrió levemente otra vez - acepto el baile, pero solo sino me absorbes el alma ¿trato? - le preguntó extendiendo su mano para que se le estrechara como si fueran maggles y hombres de negocios; todo ello aderezado con una sonrisa divertida. Sin duda alguna, con los dos meses que han pasado, a pesar de los acontecimientos, el humor de Ermendrud se iba recuperando poco a poco después de su estancia en prisión. 

Cargando editor
12/10/2016, 13:57
Beth Laggers

Estrechó su mano, acompañando en tu momento cada acción por su amplia sonrisa. 

- ¡Hecho!

Y tiró de él hacia la zona de baile, alejándose de la custodia de la puerta. Total, ¿qué más daba si los chicos se metían por ahí? Todo estudiante había querido siempre un poco de intimidad alguna vez.

- A ver cómo te mueves, señor bombero muggle*.

Se unieron al resto de estudiantes, que parecían contentos ante el buen rollo del profesor y la medimaga de Hogwarts. 

Notas de juego

*qué mal me ha sonado esto XDDDDDDDD

Tira bailar, a ver qué tal lo haces :P Y si quieres también estilo XD