Partida Rol por web

Tras despedirme de mis nuevos amigos pongo marcha a la sala común con el resto de estudiantes de mi casa para subir directo a los dormitorios y cambiarme a ropa mojada.

Al cabo de algunos minutos bajo con una bolsa de malvabiscos y cuatro brochetas.

Hey chicos la fiesta habrá terminado, pero no tenemos porque irnos a dormir de inmediato ¿Quién quiere comer unos malvabiscos asados en la chimenea? - pregunto mientras apunto con mi varita hacia la chimenea.

Incendio

Entrar de nuevo en nuestra sala común se me hizo especial. No sabía lo que había añorado este lugar hasta que entré de nuevo y ví sus paredes llenas de leones, su chimenea, sus ventanales.. nuestros dormitorios.

Los equipajes ya estaban cada uno al pie de su cama, y empecé a soltarme el pelo de las trenzas para que pudiese secarse un poco mejor.

Recordé todo lo ocurrido el curso pasado allí. Las amistades forjadas, los dramas vividos, las sospechas y las ausencias.

-La verdad es que no tego mucha hambre, Artemis.. Me inflé a comer en la cena -dije, algo avergonzada por ello-. Sospecho que antes de dormir tendremos que secarnos un poco, me quedaré un rato por aquí también.. Maren, antes no te lo pude decir, pero.. No sufras por quien no te merece. Y Troy... ¿a que las chinches fueron cosa tuya, so bicho? -pregunté, con sorna

Había llegado tan tranquilo, llevando a Marty aún sujeta con confianza, mientras le contaba que Pynn le había ido a ver y se medio quejaba de que el pelo, ahora que se empezaba a secar, estaba algo pegajoso por la sal del agua marina. 

Ya en la sala común, Troy miró el lugar. Era uno de sus favoritos. El color rojo del mobiliario, los cuadros, la chimenea encendida... aspiró hondo y mantuvo el aire en sus pulmones durante unos segundos, antes de soltarlo lentamente.

Después caminó unos pasos hasta el reposabrazos de uno de los sillones, donde siempre solía sentarse.

- Yo sí quiero, Artemis.- le dijo. Tanto movimiento había terminado por desgastar todo lo que había comido durante la cena. A continuación, no pudo evitar sonreír ligeramente ante la pregunta de Marty. Ay, cómo le conocía...- No sé de qué me hablas.- comentó, actuando, pero le guiñó un ojo.- Pero como diría mi hermana: La sal purificará los poros y los limpiará.

Entonces ven y comparte la fogata amigo mío. - le respondo a Troy mientras me hago a un lado y le ofrezco a Troy una brocheta de malvabiscos.

Troy ¿De dónde eres? Yo nací en Londres, pero buena parte de mi familia es de París. Me siento un poco abrumado por este inicio de año, es que luego de pasar buena parte del año pasado petrificado y en la biblioteca intentando aprender nuevos conjuros por mi cuenta, pues como que no tuve mucho tiempo de socializar. - digo antes de dejar escapar un suspiro.

Al menos pude aprovechar las vacaciones con mi padre y mi abuelo quienes estuvieron enseñándome a defenderme apropiadamente. - agrego ya con mejor semblante.

Bueno ya basta de mi, cuéntame sobre ti amigo.

Se puso al lado de Artemis, de cuclillas y con los malvaviscos calentándose, hipnotizado por las llamas mientras escuchaba a su compañero:

- Soy de Gales. Vivimos en un barrio muggle. Mi padre es muggle- dijo entonces mirando a Artemis, contento.- Es el tío más guay que podrías conocer. Mi madre trabaja en Gringotts.- que también estaba super guay.- Alguna vez la acompañé en su trabajo. ¡Esos duendes dan miedo! Pero el lugar es genial. Como Hogwarts. Lamento que estuvieras petrificado... ¡pero al menos conseguimos salvarte! Este año lo disfrutarás seguro.-y le dio una palmada en el omóplato antes de sacar el malvaviscos y con mucho cuidado metérselo en la boca- ¡uf! ¡Quema, quema!

Eso en realidad fue muy cool de su parte, sólo lamento que hayan tenido que lidiar con todo eso y no haber podido ayudar. ¿Sabes? Tenemos algo en común.

Ambos somos mestizos, jejeje, salvo que en mi caso la muggle es mi madre. Es una mujer extraordinaria, algún día te la presentaré ya verás. Solía trabajar de periodista pero lo dejo tras casarse con papá. Ahora es columnista libre, suele escribir artículos para revistas y diarios incluso ha publucado un par de artículos en el profeta bajo el Pseudónimo Florence Nightingale.

Papá dice que si los editores del profeta supieran que es muggle se volverían locos. Y en parte creo razón, usualmente escribe sobre política y medio ambiente. - Comento emocionado. 

Y allí estoy yo otra vez dándole lata a mis amigos con el trabajo de mamá, pero es que estoy orgulloso de ella. - pienso antes de detenerme en seco. - Perdón, me dejé llevar de nuevo es que no puedo dejar de sentir orgullo por lo que hace. - agregó con una sonrisa.

Por cierto Troy, Sabes ¿Qué clase tenemos mañana? - pregunto cambiando el tema

¡Qué buenos estaban los malvaviscos! A pesar de haberse quemado la lengua, la verdad es que estaban riquísimos. Pasó de estar en cuclillas a sentarse, con las piernas arqueadas, haciendo descansar las rodillas. Sonrió ampliamente al comprobar que Artemis también era mestizo:

- ¡Ser mestizo es lo mejor! Sabes tanto de un mundo como de otro y desde luego aprendes que da igual la sangre, que todos somos iguales. Eso algunos Slytherin deberían tenerlo en cuenta.- y no lo dijo con mal tono. Todo el mundo sabía que Troy se llevaba bien con ellos y que, desde luego, lo raro era que hubiera acabado en Gryffindor cuando toda su familia había pertenecido a la casa de las serpientes.- No tratan bien a quien no es sangre limpia. Es algo injusto.

Escuchó a continuación las palabras de Artemis sobre su madre. Se le notaba a la legua que la admiraba y contagió su felicidad a Troy, que sonrió mientras le miraba. 

- Tiene que ser una mujer increíble. Ya me la presentarás algún día.- le dijo, con el fin de que no se preocupara por hablar bien de las personas. Si algo no le gustaba a Troy era meterse con unos y otros, pero si resultaba que escuchaba halagos, aunque no fueran hacia él, le hacía feliz. Era un niño bastante sencillo en ese aspecto.- ¿Clase mañana? Pues no sé. Pero espero que sea Defensa Contra las Artes Oscuras. Herbología es un rollazo. ¿Cuál querrías que fuera? ¿Y tú, Marty? ¿Qué asignatura prefieres?

Había ido a mi baúl buscando una toalla para secarme el pelo, y cuando regresé Artemis y Troy ya estaban dando buena cuenta de los malvaviscos y hablando de su procedencia. Me senté en el sofá también.

-Yo procedo de familia completamente muggle. Ojalá hubiera conocido ésto antes.. la magia, todo lo que me he estado perdiendo. Pero tuve al menos la suerte de terminar aquí, en esta casa. Mi prima Lavinia fue a Slytherin, procediendo de la misma familia muggle.. Ha tenido varios encontronazos por eso. No se merecía estar allí.. Pero el sombrero seleccionador es implacable.. -añadí, melancólica, recordando algunas veces que Lavi me contó las cosas que le sucedían-. Lo bueno es que es una fiera, y sabe defenderse perfectamente bien. Seguro que está poniendo a Ladien en su sitio ahora mismo, jajaja -recordé la escena de Maren, y reí al imaginarme el torbellino que sobrevendría en la sala de Slytherin al regresar.

Aunque no tenía mucha hambre, por fastidiar incercepté uno de los malvaviscos que iba a comerse Troy, y me lo zampé, sacándole la lengua.

-Mmmm... ¿Asignaturas? Veremos lo que tenemos este año. Pero me gustaba Defensa contra las Artes Oscuras, y se me daba bien la Legeremancia.. Pociones creo que es lo que menos me gusta, estar midiendo milimétricamente las cantidades  de las cosas es agotador. Por cierto.. ¿Alguno sabe dónde está Maren?

A mi también me gusta Defensa Contra las Artes Oscuras. - le respondo a Troy mientras preparo otro malvavisco y escucho lo relatado por Marty.

Pobre Lavinia, no quiero ni imaginar cómo la ha de pasar. Pero eso se acabó, si alguien le toca las narices delante mío, ¡Ya verá! Pues de veraz detesto a los abusones. - pienso antes de reparar en la pregunta de Marty.

¡Epa! Es cierto, no la veo por aquí. ¿No había subido con Ustedes? Tenemos que buscarla, no vaya a meterse en algún problema. Por cierto, alguno de ustedes ha oído hablar del P.E.D.D.O., pregunto porque encotré esinsignia en el dormitorio, justo debajo de mi cama. Es algo vieja pero se ve curiosa. - añado, mientras me pongo de pie y les muestro la insignia.

Justo cuando iba a llevarse el malvavisco a la boca abierta éste desapareció de su mano a la velocidad del rayo. ¡Qué rápida era Marty! La miró con cara de "¡qué morro!" pero luego sonrió, divertido.

- Si querías que te preparara uno solo tenías que decirlo, trenzas.-le dijo con cordialidad mientras se empezaba a preparar otro. Escuchó con atención a sus compañeros, sin interrumpir hasta que preguntaron por Marty. Con un gesto de mano impidió que Artemis se levantara- relájate, amigo. Ella está bien. Sabe cuidarse ella sola. ¡Incluso mejor que nosotros!

Troy estaba tranquilo de veras con respecto a ese tema. Sabía que su amiga estaba bien y que andaba cotilleando con el grupo de amigos de Ravenclaw. 

- Ya volverá.- y entonces miró aquella insignia. Realmente las iniciales no formaban una palabra muy seria.- Ni idea. Es la primera vez que lo veo. Pero podemos investigar sobre ello si quieres.

-Jajaja... es más divertido robártelo, dónde va a parar, jaja -añadí, volviendo a sacarle la lengua, burlona. Alcé un mechón de mi pelo, ya un poco más seco-. Además, ahora no soy trenzas, soy rizos, jaja.. Ojalá hubiese un hechizo estilo "cabellum alisatum" para ponerlo bien.. pero bueno, es parte de mi encanto.

-A ver, déjame verla.. -le digo a Artemis cuando nombra la insignia que encontró-. ¿El P.E.D.D.O. no es un examen que hay que pasar en algún momento? ¿Qué hacía ésto debajo de tu cama? Tal vez alguien estuvo en vuestro dormitorio.. y lo perdió -añadí, con voz misteriosa-. ¿Os apetece investigar de quién es? ¿Vamos a la caza del intruso?

No estaba muy segura de lo del examen, tendría que buscar información en la biblioteca sobre ello, y quiénes poseen ese tipo de insignias, pero al menos parecía algo interesante averiguar qué hacía aquí.

Nah, se nota que lleva tiempo allí. Por cierto Marty, ¿Cómo tomo tu familia la noticia que eras una bruja? Aún recuerdo la cara de mi madre cuando llegó la lechuza. Todo le pareció muy divertido hasta que el ave le robó su sandwich, luego intentó derribarla a punta de escoba amenazándola hacerla caldo. Claro que la lechuza escapó a tiempo. - comento entre risas.

La conversación entre los alumnos de segundo seguía mientras el Prefecto de la casa, salía con un pantalón corto y unas chanclas hacía la zona común.

La Sala empezaba a quedarse vacía, y ellos seguían allí. Tranquilo llegó hasta ellos y les dijo.- Chicos sería bueno que descansarais, pues mañana será un día intento para todos...

Iba a irse, cuando de forma amigable chasqueo la espalda de Artemis y este sin querer soltó, de sus manos, la insignia y cayó al suelo.- Perdona... no te quería asustar... - El prefecto se agacho para cogerla, y al verla entornó la mirada y dije.- ¿De quién es esto...? ¿Mejor dicho... que hace aquí?

- Siempre serás "trenzas" para mí.- comentó, riéndose.

Y estaba justo levantándose para aceptar la propuesta de Marty, cuando el prefecto de Gryffindor llegó y, después de aconsejarles que sería bueno irse a la cama para descansar, se sintió muy interesado por la insignia de su amigo. Troy era muy espabilado en aquel sentido y no dudó en participar. ¡Aquello prometía!

- ¿Por qué? ¿Sabes lo que es, Aaron? ¿Y por qué no debería estar aquí?

El prefecto sonrió ante el comentario de Troy y dijo.- Tus preguntas no responde a las mías... Troy.

Miró a los tres y sentándose frente a ellos dijo.- Empecemos de nuevo... ¿De dónde la habéis sacado y quien la ha traído aquí?

Uy, uy. Aquello pintaba a regañina absoluta para el culpable. ¡Y Troy no dudó en señalar a Artemis!

- Él. Dice que la ha encontrado debajo de su cama.

Iba a añadir que iban a comenzar una investigación, pero de hecho, ésta ya había comenzado.

- Ahora te toca responder a ti, ¿no?- dijo con confianza.- ¿Qué es y de quién es?

Respondiendo a Artemis, comenté:

-Fue una sorpresa para todos.. Siempre había podido hacer cosas.. extrañas, como dirían los muggles. Pequeñas cosas. Encender la tele con el pensamiento, mover objetos pequeños.. Hacer desaparecer la comida que no me gustaba de mi plato.. jajaja. Pero mis padres ya estaban acostumbrados. La confirmación oficial fue algo más esp..

La interrupción del prefecto y sus preguntas me hicieron callar de pronto. Me quedé en silencio ante sus preguntas sobre la insignia. Aunque no teníamos nada de culpa, ni habíamos hecho nada malo, preferí que fuese el que la encontró quien lo contase de nuevo.

La que se lío, todo por una vieja insignia.... Ni modo, ni negarlo. Troy ya me echó a los leones.... - pienso mientras encaro al prefecto y me preparo para mi castigo.

Es verdad, la encontré bajo mi cama. ¿Sabes qué significan esas siglas? - pregunto con curiosidad. Si me iban a echar la bronca al menos me gustaría saber la razón.