Partida Rol por web

Into Darkness

2-A. Lights of Radiance and Sorrow

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08/04/2014, 00:13
- Narrador H -

Las imágenes evocadas por Alessa en el espejo se desvanecieron sutilmente de la misma forma que habían aparecido tras recitar los versos del improvisado conjuro, convirtiéndose en una neblina  blanquecina como la de una incipiente hoguera con leña verde y humo blanco. Hasta que lo que vieron en el espejo no fueron mas que sus propios reflejos.

Diana y Aaron se miraron mutuamente, preocupados. La primera visión, la de Josh, era de un recuerdo que posiblemente ambos compartían. Un buen momento, quizá, a juzgar por la sonrisa del chico.

La segunda era de un momento compartido con toda certeza. La mujer que se había llevado a Josh, la que había matado a Aaron, herido de muerte a Diana. Llevado al fracaso su misión justo cuando acababa de empezar. No, ninguno de los dos tenían sentimientos positivos ni recuerdos agradables de aquella mujer.

La tercera y cuarta imágenes… Los sentimientos eran encontrados. Josh estaba vivo… Parecía herido, pero vivo. Alguien moría, una chica. ¿Diana? La imagen no era muy clara. ¿Podía ella morir de esa manera? EN la imagen no se había visto ningún virote de un Luz Negra. Pero tampoco se podía descartar.

A pesar de todo, a pesar de las malas noticias, había algo bueno en aquella visión: Josh todavía podía salvarse.

Aaron levantó una mano, en dirección al hombro de Diana, buscando reconfortarla a ella y a si mismo, pero se detuvo a mitad de camino. Estaba muerto, la traspasaría. Ella lo entendió, mirándole a los ojos y asintiendo. No debían desfallecer todavía. Josh, la esperanza, aún vivía.

A Manhattan entonces, ¿no?

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09/04/2014, 13:14
Adam Harris

Adam se quedó pensativo ante aquella visión. Entendía cosas, pero siempre a medias. Era complicado sacar algo en claro de unas imágenes que él no había vivido. Pero había tres cosas claras: El chico al que había que salvar. La warlock con la que había que acabar. Y alguien que podía estar sufriendo.

Parece que está decidido. Asintió ante la frase de Aaron. Pero entonces, ¿llegamos, vencemos, rescatamos y volvemos? ¿No nos interesa saber qué hay detrás de todo esto, cómo sabía que llegaríais y quién les había enviado?

Adam sabía que lo principal era salvar al chico, pero no podían dejar pasar esa oportunidad. Si la bruja sólo era una enviada, quien estuviera por encima de ella mandaría a más gente para recuperar al chico. Y no podían estar siempre juntos para defenderlo.

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13/04/2014, 16:53
Ethan Hunt

Ethan miro el espejo fijamente  y no le gusto las imágenes que vio, al menos parte de ellas, la mayoría. Un chico joven, demasiado joven y siendo testigo de cosas que era mejor que un crio no viera.

Tomo la mano de su padrastro mientras todos estaban pendientes del espejo y la apretó con fuerza, ¿rabia, impotencia? Quien sabia, pero al ver al tal Josh cubierto de sangre, le fue fácil sentirse identificado. Aquello era algo que aún no había pasado y Ethan sintió la necesidad de evitar que pasara.

Las imágenes cesaron y Ethan soltó a Eric la mano, aquella era una debilidad que no quería mostrar a todos, aunque su secreto fuera a voz en grito.

-¿Ese es Josh? Es mono, muy del gusto de Sam.

Su comentario poco apropiado, creaba un muro entre él y los demás. Ser un pervertido siempre era más fácil, era la mejor imagen que podía dar en ese momento tenso.

- Adam, es una warlock, averiguaremos lo que tengamos que averiguar tras arrancarle la cabeza. ¿¡A que esperamos!? ¡El principito necesita ser rescatado!

Aquello no era desprecio, era ira, de la más arraigada y oscura. Aquella que había marcado su vida y su comportamiento. No se podía razonar con Ethan, no así, solo rezar por que hiciera caso a su sentido común antes que a su rabia en el momento necesario y no cumpliera su amenaza antes de saber todo lo que querían saber. 

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17/04/2014, 03:12
Arnold Harris

Arnold contempló las imágenes en silencio, no comprendía prácticamente nada de lo que estaba viendo, pero supuso que aquel sería el chico al que tenían que salvar y la chica sería aquella a la que tendrían que vencer. El plan, teóricamente hablando, pintaba fácil, pero su instinto le decía que no iba a serlo, pero ni de lejos.

Así que se quedó contemplando el espejo, como si esperase que nuevas imágenes fuesen a brotar de él, luego observó el reflejo de su gemelo en el espejo y le vió como planteaba aquellas dudas.¿No crees, hermano, que con hacer eso que dices ya sería suficiente? De momento debemos marcarnos objetivos a corto plazo, y a medida que los vayamos cumpliendo ir ampliando. No podemos pretender llegar allí y acabar con todo y todos. Es una locura ir sin ningún tipo de preparación, pero al menos, si tenemos a... se quedó un rato pensando en el nombre del chaval, se le había olvidado por completo, y para colmo Ethan no había ayudado llamándolo "principito"... ¡Josh! Eso es... ¡joder, pero si es bien sencillo! Si tenemos a Josh con nosotros ya tendremos algo ganado.

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13/05/2014, 02:56
Alessa Hill

- Conseguir rescatar a Josh debería ser nuestro principal objetivo, más allá del de patear el culo a esa warlock, con él entre nosotros no deberían ser capaces de hallar nuestra localización, y ganaríamos tiempo para pensar en nuestro próximo paso. Claro....que para llegar a él quizás tengamos que pasar primero por todos ellos...- Exhaló un largo suspiro mirando a Scott entonces alzano las cejas- Me parece que te vas a divertir...

-De todos modos, y una vez en Manhattan...-negó dudosa mirando a Diana- ¿hacia dónde ir?

 

 

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13/05/2014, 12:11
Eric Thomas Hunt

Eric pasó un largo tiempo abstraído de la conversación hasta que unas palabras de Alessa le sacaron de su ensimismamiento...

- Tenerle con nosotros no creo que nos ayude a mantenernos ocultos... Sois perfectamente conscientes de que a Diana y a Aaron los rastrearon hasta que dieron con ellos, tal vez tienen a alguien con alguna clase de protección antiprotecciones... o quien sabe, nada es seguro en estos momentos.- Miró a todos y cada uno de "sus niños" y a los dos invitados -. Lo que sí está claro es que hay que salvar a Josh, y si la única forma es enfrentarnos a esa Warlock, que así sea... por mucho que no me guste que os pongáis en peligro, a veces hay que asumir riesgos para conseguir lo que se quiere ¿no? .- Miró a Ethan y le dio un pequeño e inocente puñetazo en el hombro. Se entendían de sobra, aunque a veces los secretos guardados los alejaran un poco el uno del otro.

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29/05/2014, 03:58
Diana

La sala se sumió en silencio tras la última intervención por parte de Eric, cambiando las palabras por una densa sensación de expectación que llenaba el aire. Aquello suponía pasar a primera línea de combate, sin demasiado tiempo para prepararse y ni tan siquiera una pista de cuan numerosos iban a ser sus enemigos, o el alcance de sus poderes. Era, si mas no, algo que daba que pensar. Pero por una vez todos parecían estar de acuerdo en algo: El objetivo era rescatar a Josh. Cualquier otro logro sería un bienvenido extra, pero la cuota mínima para el aprobado, era rescatarle.

Algunos de ellos miraban el asunto desde el punto de vista del depredador: La caza es una parte de sus vidas, y el combate no es para ser temido. Otros tenían el punto de vista del protector: ¿Cómo iban a hacerlo para volver todos intactos? El objetivo (salvar a Josh) aun importante, pero no tanto como la propia seguridad, o la de los compañeros. Alguno tendría el punto de vista del Justiciero: El combate no importa, y la propia seguridad es solo secundaria si tu objetivo es justo, y el rescate de un inocente no es otra cosa.

Cada cual tenía su forma de pensar, pero al final, todos eran un grupo, un Coven. En cierta manera, familia. Lucharían los unos por los otros, y encontrarían la fuerza en el apoyo de sus compañeros. Literalmente.

 

Diana fue la que rompió el silencio, acercándose a Adam y poniéndole una mano en el hombro, aunque se dirigió principalmente a Alessa cuando habló:

- No habrá necesidad de seguir buscando más una vez estemos allí. Yo estoy acostumbrada a sentir la magia de Aaron. Y Adam, que es el que la ha detectado, me servirá de foco. Si os orbito yo iremos al punto exacto al que el péndulo quería indicarnos. Intentaré colocarnos en algún sitio en el que no haya gente, y no hacernos aparecer en medio de los enemigos, pero estad preparados.

- Yo no puedo ir con vosotros – intervino Aaron – No me pueden llevar en la órbita siendo un fantasma. No estoy acostumbrado a mis “poderes” de fantasma, pero intentaré aparecerme allí lo antes posible, si mas no al menos para serviros de ojeador “inmortal”. Valga la ironía. Y… Adam, Arnold, gracias por traerme con vuestro coven.

Diana asintió a Aaron y luego dejó una mano suspendida en el aire, esperando a que los demás la cogieran, manteniendo la otra en el hombro de Adam. Cuando todo el mundo se decidió y  estableció contacto físico con ella, orbitó.

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29/05/2014, 04:02
- Narrador H -

Cuando el corto viaje – en tiempo, que no en distancia – terminó y se encontraron en otro lugar, descubrieron que ese lugar no era una cueva. Ni un garito siniestro lleno de gente con gabardinas negras y pulseras de pinchos. Ni siquiera era un bareto de mala muerte, de esos en los que para entrar hay que bajar un tramo de escaleras, las paredes son ladrillos al descubierto o un trabajo de rebozado mal hecho, y hombres de miradas perversas y mujeres que parecen ejercer el empleo más antiguo del mundo juegan en un par de mesas de billar con ceniceros y cervezas reposando en los bordes de las mismas. No. Nada de todo esto.

Lo que se encontraron fue un salón decorado con un gusto excelente. Una televisión con un tamaño considerable presidía el centro de la pared principal, con el mobiliario claramente escogido y pensado para que esa enorme pantalla estuviera en el centro. A media sala había un sofá en forma de L, de un blanco impoluto y que parecía tan mullido como una nube. A pesar del lujo, la decoración parecía algo impersonal. Ante el sofá había una pequeña mesa ovalada, sobre la que reposaban dos copas de champan a medio beber, una de ellas con marca de pintalabios, otra con un calcetín colgando medio dentro medio fuera. De hecho el suelo estaba cubierto de prendas masculinas y femeninas, formando una especie de camino como el de Hansel, solo que algo más erótico. El camino llevaba hasta otra “estancia” que solo estaba separada a medias por un muro que no llegaba a cubrir la mitad de la anchura necesaria para separarlas del todo.

Desde la posición del grupo se podía ver claramente que la otra estancia era un dormitorio. Una cama bastante elevada dominaba la habitación, y el resto estaba repleto de piezas de arte, sillones exóticos, cortinas exquisitas y cuadros variopintos. Igual que antes, muy llamativo… Bastante impersonal. La cama, pero, no estaba vacía, sino que dormía en ella una mujer, de cabello rojo como el fuego… Y ahí acaba la descripción porque estaba tapada y dándoles la espalda, aunque se le veía un hombro y las curvas que formaba en el edredón la denotaban como una dama de excelente figura. Tanto como una figura se pueda adivinar a través de un edredón, claro.

Había una tercera “estancia”, también separada solo por medio muro aunque la otra mitad disponía de unas puertas de cristal, que se plegaban como un biombo. Pero estaban abiertas así que se podía ver con total facilidad que el lugar era un baño, exquisito también en su decoración, equipado con un jacuzzi enterrado en el suelo que alguien se había dejado encendido. A parte de eso, debía contener una ducha que no podían ver desde su ángulo, porque ciertamente alguien se estaba duchando cuando llegaron. Pero a los pocos segundos de materializarse en el lugar, el chirrido de un grifo cerrándose les advirtió de quien fuera que estaba en la ducha, había acabado. Segundos después, un hombre con una toalla envuelta en la cintura apareció en el umbral que separaba las estancias.

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29/05/2014, 04:03
Aaron O'Connor

- Hombre, visitas.

Se paró un momento en el linde, observándoles. Diana fue la primera en responder ante su aparición.

- ¿Aaron?

El otro, Aaron, simplemente enarcó una ceja, y se dirigió hacia la cama, ignorando al grupo y despertó con cierta ternura a la chica. Cruzaron unas pocas palabras en algún idioma eslávico, y la chica les observó fijamente con unos enormes ojos verdes, algo de ira y desprecio viajando con su mirada. E inmediatamente se cubrió de una luz dorada, y desapareció.

 

El otro Aaron se metió entonces en la cama, dejándoles ver durante un breve instante su parte posterior sin toalla que le cubriera. Una vez se hubo reclinado cómodamente, les volvió a dirigir la palabra.

- Asi que Aaron, ¿Eh? ¿No Vandesterion? Dos luces blancas y un puñado de brujos y brujas buenas, y venís dirigiéndoos a mí por mi nombre humano y no me nombre de demonio. Hace mucho que no recibía visitas de vuestro bando… pero la última vez fueron unos tipos vestidos de rojo, que decían venir en nombre de Ricardo Corazón de Leon… Así que teniendo en cuenta que vuestro bando ha cambiado bastante desde entonces… Tampoco es de extrañar. Aun así me sorprende. ¿A que debo vuestra visita? Oh, no os hagáis ilusiones… Mi curiosidad no quita la irritación de que unos desconocidos se hayan presentado sin avisar obligándome a hacer que mi chica de hoy se largue a un lugar seguro, así que sea lo que sea lo que queráis, más os vale que sea muy convincente y compense haberme perdido el polvo mañanero. Sino, ya podéis ir largándoos antes de que pierda toda precaución por mantenerme neutral.

Acompañó las últimas palabras cambiando el tono con el que se les había dirigido, hasta entonces en cierta manera lisonjero, a uno algo más… mordaz, aunque no abiertamente hostil, e incorporándose un poco en la cama, aunque aún tapado en ella. Su expresión ya menos apática… Molesto.

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30/05/2014, 14:52
Ethan Hunt

- Esto lo llamo yo meter la pata.

Sin duda escuchársele se le escucho, pero el tono de Ethan indicaba que había dicho en voz alta lo que pensaba, no un reproche si no un planteamiento interior.

Dio un paso hacia adelante con su desenfado habitual pero sin la acostumbrada chulería. No había que olvidar que habían invadido sin permiso la intimidad de alguien a quien no querían molestar, ni buscaban. Tampoco había que olvidar que era muy poderoso y no había que enfadarlo, mas.

- Si llego a saber que luces tan bien los desnudos me habría colado antes. –  Sonrió con picardía rascándose la nuca.  – Pero lo cierto es que no teníamos ninguna intención de molestarte.- La mejor manera de convencer a alguien era decirle verdades, aunque había cosas que no necesitaba saber. – Una Warlock a robado un poder parecido al tuyo, asesinando al dueño, claro está. Estábamos intentando localizarla, pero supongo que por las similitudes, hemos seguido el rastro equivocado. Lo cierto es que no sé cómo podríamos disculparnos por tal error e intromisión. 

Entonces se preguntó muchas cosas. Ese demonio había mencionado que era neutral, eso era bueno, tenían altas posibilidades de salir de ahí sin pelear, tal vez aceptara sus disculpas. ¿Podrían pedirle ayuda? No creía Ethan que un demonio mostrara el menor interés por ayudar a un inocente y matar a un warlock, a no ser que le afectara directamente. ¿Tal vez si se le explicaba que el poder pertenecía a su yo de otra dimensión? Hacerle creer eso sería… cómico, es más, hasta que no vio a la versión viva de Aaron, le costaba creérselo. Ethan aún se preguntaba si en realidad eran demonios gemelos y todo aquello de los mundos paralelos era una patraña. 

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30/05/2014, 19:08
Alessa Hill

Los ojos de Alessa se abrieron como platos al ver el cuerpo semi-desnudo de Aaron. Sufrió en silencio el sofoco y la suave taquicardia que aquello le trajo, desviando de tanto en cuanto la mirada mordiéndose el interior de las mejillas para evitar la sonrisa infantil. No se atrevió a abrir la boca, ni sabría qué decir sin que parecieran estupideces, pero las palabras de Ethan parecieron abrir una posible solución la situación de un modo que ella ni se lo hubiera planteado. Una vez más, le quedaba claro a Alessa lo suelto que se encontraba Ethan en este tipo de situaciones.

Se tomó una mano con la otra, a la espera de lo que tuviera que contestar aquél doble de Aaron, mientras estudiaba bien tanto la situación como el desnudo de Aaron.

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02/06/2014, 22:47
Adam Harris

Al llegar, Adam golpeó con el codo a su gemelo. No hizo falta que le mirara, estaba claro que su intención es que mirara a la mujer, si no lo había hecho. Sonrió de oreja a oreja. Si allí estaba Aaron, se lo había pasado de lo lindo. ¿Y quién no con semejantes curvas? pensó, adivinando todo lo que se ocultaba bajo esas sábanas.

Peor visión le resultó ver a Aaron medio desnudo y como si le importase una mierda que hubiesemos ido a rescatarle, que por otro lado Adam veía lógico. Él tampoco querría que le separaran de aquél bellezón. Pero no todo era lo que parecía, y se descubrió cuando el demonio abrió la boca.

No la mires, no la mires, no la mires... empezó a pensar, haciendo grandes esfuerzos por evitar mirar a Diana, que se había equivocado de persona. Muchos comentarios sarcásticos acudieron a su boca, del estilo "ya se la magia que sentías de Aaron" y cosas parecidas, pero se mantuvo en silencio. Él no controlaba siempre sus poderes y podía volverse en su contra si hablaba.

Pues si nos hemos equivocado, no deberíamos perder mucho más tiempo aquí. Tío, perdona que te hayamos molestado, ese bombón estaba realmente bueno.

 

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03/06/2014, 21:04
Diana

Diana se quedó mirando al otro Aaron. En teoría estaba preparada para esto, para encontrar un doble de alguien de Beta en Alpha. Sobretodo demonios mayores y Ancianos. Pero no esperaba para nada encontrar a otro Aaron. De hecho se había formado una idea mental acerca de esta situación, y no se correspondía con la realidad. Creía que sería perfectamente capaz de diferenciarlos, que lo vería en sus gestos o en su manera de hablar. Este Aaron se movía exactamente igual que el suyo, y hablaba con la misma brusquedad y superioridad. Y por supuesto era idéntico en aspecto. Por eso, aunque sabía que no era el Aaron que conocía, le costaba mucho rechazar la idea de que este y el otro no eran el mismo.

Aaron, el de su mundo, no el que había venido de un plano paralelo, frunció el ceño. Pareció pensarse unos segundos las palabras de Ethan y Adam. Ambas con comentarios que no le acababan de gustar, pero con la información que les había requerido, cuando menos.

- Idos. – dijo, levantando la mano en un gesto que más parecía que estuviera espantando moscas que despidiéndoles – Si realmente os habéis equivocado no permanezcáis más tiempo aquí tentando a la suerte.

Igual de brusco y directo” Pensó Diana. No había nada que hacer, si era tan parecido al original, era un cabezota de cuidado, no podrían hacerle cambiar de idea. Y esperar a que llegara su Aaron era peligroso, no sabían cuándo podría hacerlo. No parecía llevar muy bien lo de aparecerse como los otros fantasmas. El que tenían en frente podía cansarse de ellos en cualquier instante y atacarles, de hecho ya parecía que se estuviera conteniendo las ganas. Así que Diana, cabizbaja, volvió a extender las manos, esperando a que el resto del grupo se las tomara y llevárselos a todos.

Volvió a mirar a Aaron. “Tan idéntico, tan… distinto”. Los años en guerra por la supervivencia habían cambiado mucho a su Aaron, luchaba con fiereza por proteger a los suyos, a todos los seres mágicos. No dejaba pasar ni una sola injusticia, siempre buscando la forma de devolverle el golpe a los STARS. A este Aaron le habían mencionado que un warlock había robado un poder como el suyo, muy posiblemente matando a uno de los suyos, y no había siquiera reaccionado. ¿No estaban los Demonios de Luz también “en peligro de extinción” en esta dimensión? Recordaba haber oído decir que llevaban miles de años así… ¿Cómo podían ser tan distintos?

O… ¿No lo eran? Lo primero que había hecho fue mandar a la chica a un lugar seguro. A una de los suyos. Y ese gesto en su cara ante las palabras de Ethan… seguía dándole vueltas. Había visto al otro con esa expresión otras veces. No eran tan distintos. De eso estaba segura ahora. Ambos protegían a los suyos con fiereza, la única diferencia es quienes eran “los suyos”.

Además, estaban las cartas que el grupo de Eric había lanzado antes. Este encuentro, mal llevado podía ser una tragedia, pero bien llevado podía otorgarles una fuerza mayor… Y el otro punto había marcado una muerte segura. Pero, ¿Sería muerte segura con la ayuda de este Aaron? Tenía que intentarlo.

- Es cierto que nos hemos equivocado. – Dijo, llamando la atención de Aaron mientras apartaba las manos para que no se las tomaran y daba un par de pasos adelante – No teníamos intención de molestarte, pero ya que estamos aquí deberíamos informarte, ya que esto te incumbe. Uno de los tuyos ha muerto, una Warlock secuestró a nuestro inocente, y se llevó por delante a un Demonio de Luz en su ataque, absorbiendo su poder para sí misma. Si algo se de Vandesterion, de Aaron O’Connor, es que vive por y para proteger a los suyos, y jamás dejaría que este ataque quedara sin respuesta. Y si vas a contraatacar, déjanos acompañarte. Ayúdanos a salvar a nuestro inocente. Tu sabes lo difícil que es proteger a los tuyos, ayúdanos con nuestra tarea, y a la vez consigue tu venganza.

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03/06/2014, 21:05
Aaron O'Connor

Aaron miró fijamente a Diana, mientras ella le devolvía una mirada sin terror alguno en sus ojos. Cerró los labios con fuerza hasta que fueron dos finas líneas, y luego simplemente desapareció en un destello dorado. El edredón y las sábanas se hundieron al perder la superficie contra la que estaban apoyados. Pero no tardó mucho en reaparecer, meramente un instante, totalmente vestido con pantalones de vestir, zapatos y un jersey, todo negro, justo en frente de Diana y con el brazo en su cuello. Volvió a desaparecer, llevándose a Diana consigo esta vez, y reapareció junto a la pared, con un sonoro golpe, sujetando a la Luz Blanca por el cuello y contra la pared, elevada unos centímetros, lo justo para que no tocara con los pies al suelo. Diana probó de orbitar, su cuerpo se convirtió en pequeñas esferas blancoazuladas durante una pequeña fracción de tiempo, pero no desapareció, seguía atrapada. Lo intentó una segunda vez, mismo resultado. Se agarró al brazo de Aaron, sujetándose para mantenerse elevada. Este la dejó hacer y apuntó con la otra mano en la dirección general a la zona donde estaba el grupo.

- Tienes razón en algo, Ángel Blanco, soy muy protector de los míos, por eso me eligieron como su líder. Pero si crees que voy a poner en peligro a ninguno de los míos por lo que venga a decirme cualquier espiritúcho del tres al cuarto, no estás tan bien informada sobre mí como crees. Vamos a comprobar lo que dices. Si es cierto, no solo os ayudaré sino que te pediré disculpas personalmente por lo que te estoy haciendo, y ese warlock tendrá una sobredosis de demonio de luz. Ahora, si es falso… ¡Neil!

Lo último lo gritó al cielo, de forma no muy distinta a como el coven gritaban para llamar a Eric, si les hacía falta. Unos instantes después, un destello de luz dorada precedió a la aparición de otro de estos curiosos “Demonios de Luz”. Esta vez era otro hombre maduro, aparentaba una cuarentena, rubio, de facciones cuadradas. Vestía formalmente, con pantalones de vestir, zapatos y un fino jersey oscuro sobre una camisa azul. Apareció con una mano en el hombro, del que salía un hilillo de humo negro. Una herida reciente… de bola de fuego a juzgar por las quemaduras y el área afectada. Luz comenzó a irradiar de la herida y se cerró y desapareció como si nunca hubiera existido, arreglando incluso las fibras de la camisa y el jersey. Completamente impoluto.

- ¿Señor? – Incluso aun haciendo referencia a él como “señor”, se percibió en su voz una cierta familiaridad y confianza, más parecida a la relación entre dos amigos que a la de “empleado” y “empleador”. Echó un ojo al grupo, y a la Luz Blanca debatiéndose entre los dedos de Aaron - ¿Me deshago de los intrusos?

- No. ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué estabas herido?

- Nada, señor. Me equivoqué con el destello, aparecí frente a algún brujo o demonio de pacotilla. Lo freí y listo.

- Perfecto. Verás, esta buena gente dice haber venido aquí “por error” siguiendo el rastro de un warlock que ha matado a uno de los nuestros. ¿Puedes hacer un recuento?

- Claro. - Neil cerró los ojos solo durante un breve instante – Hm. Esto no puede estar bien.

- ¿Falta alguien?

- No. Somos doscientos catorce. Uno más que ayer, señor.

- Perfecto. Alguno de los jóvenes habrá tenido un retoño. Entonces es hora de freír brujas.

- Espere. – intervino Neil, cuando los dedos de Aaron ya empezaban a brillar con luz propia. – Algo no cuadra. Ninguno de los jóvenes esperaba descendencia… Y hay algo, algo más. – volvió a cerrar los ojos y siguió hablando así – doscientos trece, doscientos catorce, doscientos trece, doscientos  catorce… El número sigue fluctuando. Y lo que es más… Cuando hay doscientos catorce, el que no deja de fluctuar, es usted… Hay dos de sus poderes, uno de ellos intermitente. Podría ser el warlock que mencionan los brujos. Pero no explica porque es exactamente su poder, ni cómo ha podido conseguirlo.

Aaron miró fijamente a Diana y la dejó libre. Esta cayó en cuclillas, sujetándose el cuello y recuperando el aliento, antes de volverse a incorporar.

- Explicaos.

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04/06/2014, 03:36
Eric Thomas Hunt

Cuando entraron en aquel lugar, ya algo no olía bien... Para cuando salió el Aaron de su mundo del baño, ya los vellos se le empezaron a poner de punta, y cuando hizo que su "amiga" saliera de allí en un flash un escalofrío recorrió su espalda. Aquello no tenía buena pinta, desde luego que no.

Cuando Ethan fue a abrir la boca, el primer instinto de Eric fue tapársela, conocía muy bien al chico y su capacidad para meter la pata y acabar todos en un problema de cuidado... pero no lo hizo, y el chico supo dirigir bien la conversación, aunque muy a su manera. Eric suspiró entre aliviado y abrumado.

En el momento en el que Adam dirigió aquel comentario a Aaron, Eric no pudo mas que llevarse la mano derecha a la cara. ¿Como se le ocurría, después de importunar a un Demonio, por muy de Luz y neutral que fuera, hablarle sobre su compañera?.

- De verdad... cualquier día van a acabar fritos a bolazos de energía sin que pueda hacer nada.- Pensó Eric para sí mismo, aunque probablemente si alguien lo mirara se daría cuenta de su frustración en aquel momento -. Deberían aprender a mantener la boquita cerrada en ciertas ocasiones.

Segundos más tarde y tras un breve discurso de Diana, aquella versión viva de Aaron se abalanzó sobre Diana. El primer impulso de Eric fue intentar orbitar para salvarla... pero viando que ni ella misma podía zafarse de aquella presa, poco o nada podría hacer. Entonces fue cuando llamó al otro, y ¡oh sorpresa! parecía una especie de "contable de Demonios" y éste corroboró la coartada que minutos antes había desvelado Diana.

Eric se adelantó. Caminó hasta donde se encontraba la joven Luz Blanca, le tendió la mano y la ayudó a levantarse.

- Créame señor .- Dijo dirigiéndose al Aaron de su mundo -. Que no somos tan estúpidos de venir a un emplazamiento donde se encuentra una persona de su poder, sin una buena razón .- Eric se aclaró la garganta, aquello requería una larga explicación... o quizá no tan larga -. Su compañero tiene toda la razón, esa Warlock tiene exactamente su poder. ¿Porqué?, porque fue al Aaron de otra dimensión al que asesinó y del que robó ese poder.- Hizo una breve pausa para continuar segundos después -. Tanto esa versión de Aaron, como esta chica a la que agredisteis .- Reclamó a la vez que señalaba a Diana -. fueron enviados desde su mundo para proteger a ese inocente al que tratamos de salvar. Se les tendió una trampa, y Aaron cayó, y si no llego a encontrar a Diana también hubiera muerto por el veneno de un Luz Negra. No sabemos qué quieren del chico, ni porqué lo mantienen con vida, pero debemos salvarlo a como dé lugar... y por eso estamos aquí, en busca de su ayuda.

 

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07/06/2014, 19:54
Adam Harris

Adam apretó los puños cuando ese Aaron separó a Diana del resto. Aunque no la conocía de nada, su instinto protector surgió. Iba a levantar la mano e invocar su poder, pero la situación en la que estaba la muchacha no ayudaba. Si atacaba al demonio de luz, era muy probable que la diese a ella también. Soltó un bufido de frustración y decidió que lo mejor era que el demonio se fijara en él; decidió que separándose del grupo y lanzando un ataque fallido, Aaron iría a por él y los demás ya podrían atacarle.

Pero antes de que pudiera poner su plan en marcha, apareció el otro demonio. La conversación era bastante absurda, pero pareció que servía para nuestra causa. Soltó a Diana, que cayó al suelo sin aliento mientras Eric tomaba la palabra.

Y algo pareció llamar a su cerebro. ¡Iban a hacer tratos con un demonio! ¡Pero si siempre se habían dedicado a atacarlos! Iba a abrir la boca, pero supo que eso era una de las cosas que no tenía que hacer. Le encantaría dar a Aaron un baño de los suyos, pero se contentó con aguantar paciente a que otro hablara.

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08/06/2014, 20:26
Ethan Hunt

Tras la intervención de Eric, Ethan miro a su padre adoptivo.   Por un momento detecto esa expresión del luz blanca y comenzó a construir una fuente de paranoias de lo más exageradas en su mente. Algunas puede que ciertas, otras puede que no.

“¿Qué es eso? ¿No confía en mí? ¿Cuándo he metido la pata? Después de dos años sin separarnos debería saberlo, debería saber que a pesar de mi temperamento sé cuándo comportarme de manera sensata. ¿Cuándo he ofendido a alguien que pudiera matarnos? Yo siempre he confiado en ti ¿Qué tengo que hacer para que confíes en mí?”

La bola de nueve que él mismo había comenzado no hacía más que crecer y crecer en su mente, y la rabia por una decepción que aún no se había llevado.

“Sera que ya no me quiere, es normal, todos tarde o temprano se cansan de tener a los jóvenes en su casa, es demasiado molesto para sus cómodas vidas. Seguro que preferiría que me fuera,  que piensa que su coven está mejor sin mí. Claro, por eso se tomó tan mal la broma del taxi, porque ya no me quiere cerca.”

Toda aquella película desapareció, o al menos quedo pausada para otro momento, en cuanto escucho las palabras de Adam e involuntariamente se acompaso con Eric llevando a cabo el mismo gesto, exactamente al mismo tiempo, llevándose la mano derecha a la cara.

No hizo nada por la luz blanca. Podría excusarse en que no podía, en que ese demonio era demasiado poderoso y no merecía la pena ni intentarlo, pero sería mentira, Ethan intentaba las cosas aun cuando todo el mundo daba por hecho que no merecía la pena o que era imposible, como cuando había intentado ligar con su profesora. No, Ethan no participo por que no confiaba en esa luz blanca, porque su “intentaré dejaros cerca” se había convertido en un “os meto en la boca del lobo”. Sabía que el lugar se había escogido según la predicción del péndulo y de las cartas, pero aun que el destino los quisiera allí, ese demonio podría haber sido más receptivo si hubieran llamado a la puerta.

No, sin duda la razón de peso era que aún estaba pensando en Eric, pero su tren de pensamientos seguía una nueva vía. Había sido consciente de que habían hecho el mismo gesto. Se daba cuenta de que Eric era un ejemplo para él, un apoyo y que además, estaba buenísimo.

“No, no creo que quiera librarse de mí.” Pensaba mientras lo veía interceder por ellos ante Aaron y el otro demonio. “No dejare pasar su momento de desconfianza, pero por favor, Ethan, míralo, es un buenazo, un trozo de pan, siempre jugándose la vida por todos. Siempre está equilibrando mis defectos, calmando mi ira con su paciencia. Es orgulloso, sí, pero no es el único con ese defecto.”

***

La habitación de calderas del instituto no era el lugar ideal para un estudiante pero si para esconderse. Hacía poco que había comenzado el instituto y aun no se había habituado a todo lo que ello suponía. Tenía catorce años pero aun así se metía con los chicos mayores que él. Se creía más capaz que ellos por haberse criado en la calle, y era cierto, solo que ellos le habían superado en número.

Le habían dado una paliza, el labio le sangraba, el ojo estaría morado en un par de horas y su camiseta estaba rota en parte, fruto de un estirón durante el forcejeo. Pero se había defendido, y bien, sus nudillos estaban pelados por la pelea. Sus rivales se habían llevado una buena tunda, pero aun así el perdedor había sido él.

No es que hubiera un culpable, más bien había sido un enfrentamiento de hormonas y orgullo, pero Ethan era culpable de una cosa, de no saber escoger sus batallas. Su exceso de confianza le había fallado tanto como lo habría hecho cualquier persona.

En resumen, había tenido que huir, y aunque sus agresores no lo persiguieron, el por instinto lo hizo muy bien, como si en vez de estudiantes se hubiera enfrentado a un camello enfadado o a un peligroso cliente. Se había ocultado en las sombras, concienzudamente.

Sus enemigos ahora eran otros, el orgullo herido, la impotencia ante la indefensión vivida y por qué negarlo, el miedo. Sentía miedo pues se estaba enfrentando a algo desconocido para él. Aquello no era una pelea por el mejor bocado del contenedor, o con unas putas por haberles robado el dinero de su último cliente, no, aquello era un instituto.

Sus nuevos enemigos le habían provocado una cosa, un ataque de ansiedad. En el silencio de aquel cuartucho se podía escuchar a sus pulmones luchando por un poco de aire mientras el miedo de volver a sentir aquella vieja sensación, le invadía. Ansiedad, su peor enemiga en las calles, aquella a la que había aprendido a evitar ahora le aprisionaba.

La estancia se ilumino unos instantes y Eric apareció ante él. No dijo nada, solo le puso las manos en los hombros y después acaricio una de sus mejillas. Solo con su presencia Ethan comenzó a relajarse, despacio, pero visible. Aquel poder se remontaba a recuerdos más viejos, era la habilidad especial de Eric, no sus poderes, su facilidad para calmar a Ethan, para hacerle sentir seguro.

***

“Sin duda, es demasiado bueno, tanto que dio su vida por otro.”

La mente de Ethan regreso al presente, dejando atrás los recuerdos de hace dos años, y más a otras. El presente era lo importante.

Se dio cuenta entonces de que Adam se había apartado un poco de los demás, aunque ahora no estuviera al acecho, había sido su intención. Ethan se puso a su lado, pero no acechante, si no posicionando su mano en el hombro de su compañero de coven. Eric era capaz de sacar esa situación a delante, era un buen líder y teníamos que confiar en él. Además, Ethan entendía que a otros más… moralmente posicionados, pudiera costarles trabajar con un demonio, pero no era momento de un “Harris’ Style”

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08/06/2014, 21:11
Alessa Hill

Su respiración se contuvo en una bocanada de aire súbita al ver el ataque de aquél demonio a Diana. Se llevó sus manos cubriendo su boca observándo en silencio todo lo que tenía por decir. Como le ocurrió a la mayoría, su instinto de protección trató con la posibilidad de entrar en combate, pero la llegada del segundo demonio dejó a todos desubicados por la información vertida. ¿Tomarían parte ahora contra aquella warlock? 

Desde luego Alessa hubiera dado cualquier cosa por ver aparecer al fantasma de Aaron en aquél momento, todo sería más sencillo si él mismo se hablara a su otro yo. O quizás no, y se pensara que todo pudiera ser una treta de parte de un coven maligno para acabar con todos ellos. 

- Tenéis que creernos - negó levemente al tiempo que descendía sus manos de su rostros, añadiendo a la petición de Eric- vuestro otro Yo, quien murió a manos de esos warlocks, conoce lo que podría ocurrir si la magia fuera conocida y condenada, y ese chico, nuestro inocente, parece clave en un destino así. Diana puede confirmaroslo, pues ella misma procede de aquella realidad. Ahora esos warlocks están en este mundo y te han ...."matado" opteniendo tu poder, haciéndose más fuertes para lograr su objetivo. Tenéis que creernos...  

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10/06/2014, 19:17
Aaron O'Connor

Aaron respiró hondo, y repasó a todos con la mirada, el entrecejo fruncido y los labios convertidos en dos finas líneas. Sus iris tenían un brillo dorado que no presagiaba nada bueno. Pero enseguida dejaron de relucir, y su expresión se volvió menos tensa.

- Mentiras. Siempre mentiras. Habéis dicho dos cosas distintas y contradictorias. Una de las dos, o ambas, es mentira. Uno pensaría que los del lado del bien serían más honestos. Pero no, llegáis y mentís, y ya no sé qué creer. Porque si habéis mentido una vez, ¿Qué os impide seguirlo haciendo? Por no decir que habláis de realidades paralelas. Soy consciente de que existen, pero cruzar de una a otra no es nada sencillo y la explicación resulta demasiado conveniente.

Ahora que estaba más relajado, se metió las manos en los bolsillos y se dirigió al lado de Neil, para apoyarse en una de las mesas repletas de objetos caros  que estaban junto a las paredes.

- Señor. – Intervino Neil, inclinando levemente la cabeza para que su “señor” entrara en su campo de visión, pero sin perder de vista al resto – Lo que parece bastante difícil de negar es que hay alguien con su mismo poder en este mundo. Por eso cuando me llamó aparecí en la guarida de aquellos warlocks, seguí la señal de su poder, pero obviamente no la correcta. No estoy diciendo que esto confirme lo que ellos dicen, pero puestos a hacer teorías de cómo alguien podría acabar con una réplica perfecta de sus poderes, una realidad alternativa es una explicación válida.

Ambos demonios cruzaron miradas de nuevo, y el Aaron de este mundo iba a hablar cuando se quedó mirando algo tras el coven. El Aaron que ya conocían, el fantasma, decidió traspasar la puerta en ese momento, aunque solo se dio cuenta de la presencia de los dos demonios cuando se hallaba entre el resto. Ambos Aaron se quedaron mirando, y el tal Neil se sacó las manos de los bolsillos. El Aaron fantasma solo dijo “Oh”. No hizo falta mucho más.

Tras unos segundos tensos, ambos Aaron mantuvieron una conversación algo extraña, empezando por el que aún estaba vivo.

- ¿Una realidad paralela?

- Si. Algo así.

- ¿Te mató una warlock?

- A decir verdad, eran un montón. Pero sí el golpe final lo dio una warlock.

- Los demonios no crean fantasmas. No tenemos almas que dejar atrás.

- Lo sé. Tengo mi propia teoría al respecto. Tú sigues vivo y mi poder está por ahí rondando, e imagino que vuestro Páramo me ha negado la entrada, no estoy en su lista.

- Y por eso pareces un fantasma.

- Aha.

- Ehm, señores. - Intervino Neil - Deberíamos centrarnos en el tema que tenemos entre manos. Si tiene el poder de uno de nosotros no tardará mucho en averiguar todo lo que puede hacer...

Aquella frase parecía cargar mas significado del que debiera.

- Habrá que acabar con esa warlock entonces. -Habló el Aaron vivo - Aunque no seas exactamente uno de mis protegidos, no podemos dejar que el resto del mundo vea que se puede matar a un Demonio de Luz y robar sus poderes, y quedar impune. - Entonces miró a Diana y se acercó a ella - Siempre cumplo con mis promesas. – Hincó una rodilla en el suelo – Prometí disculparme si demostraba decir la verdad, así que te presento mis más sinceras disculpas.

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11/06/2014, 15:40
Ethan Hunt

- Lo cierto es que no se puede decir que te hallamos mentido, comprende que si te digo de buenas a primeras que han matado a un clon tuyo de una realidad paralela… - Se dirigía  Aaron. – Te habrías enfadado antes. Además, es cierto también que nos hemos lanzado a ciegas siguiendo un poder, encontrarnos contigo ha sido fortuito, o eso creo. – Miró, fugazmente, a Diana. – Y pedirte ayuda se puede definir más bien como “Ya que estamos, admitamos que necesitamos ayuda”.

El descaro de Ethan no era vulgar, rara vez lo era, más bien era un atrevimiento a expresar lo que pensara en todo momento. Tenía una chulería un tanto infantil y algo graciosa cuya razón de existir era el intento de evitar irritación por parte de su interlocutor. Esa siempre había sido la manera en la que llevaba las conversaciones.

Por otro lado, ni que decir tiene que Ethan no era estúpido, había esperado pacientemente a que Aaron terminara su disculpa, antes de hablar nuevamente. El chico era muy orgulloso y sabía lo que podía llegar a costar una disculpa como para que un niñato la interrumpiera a mitad. No, era mejor ser una sombra y una vez pasado el trago, continuar.

- Antes de nada, permíteme que vuelva a pedirte disculpas por la intromisión, con el fin de empezar con mejor pie.

No hacía falta subrayar que el trato de Ethan hacia el Aaron vivo era radicalmente distinto al que tenía hacia el otro. Con el espíritu no había hablado mucho, pero le había dejado caer cuatro perlas, la razón era simple, lo veía como un invasor. Se había dejado caer y se había puesto a dar órdenes sin presentarse y tras eso no se había molestado ni en disculparse.

Aunque fueran iguales, tal vez por la falta de apremio, el Aaron de su mundo, había tenido tiempo para la educación, y ya que Ethan se sabía invasor del espacio privado del demonio de luz, le había dedicado tiempo a tragarse el orgullo y ser también educado. Para el chico, las diferencias estaban marcadas.