Partida Rol por web

[Esquema]

> Resumir desayuno y mañana de los personajes

> Descripción del camino hasta el portón

> Descripción de la entrada de la Academia

> Espectáculo de control elemental (Aminé con Agua, Caesar con Tierra, Lunaire con Fuego, ¿Tao con Aire?)

> Descripción de los pasillos hasta la Sala Magna

> Discurso de bienvenida en la sala magna

> Reglas de convivencia

> Prohibiciones

> Almuerzo en el Comedor

[Posibles puntos de pausa]

> Durante el espectaculo (¿reacciones?)

> Durante el discurso (poco que hacer)

> Durante el almuerzo (seems legit)

La noche resulta bastante agradable, los colchones se acomodan a sus cuerpos, las sabanas suaves y cómodas, las almohadas inducen al sueño, y como si fuese poco todos tienen el estomago lleno y el clima es el ideal, por la ventana brilla la creciente luna.

Tres golpes suenan en la puerta. Alesio, Anubis, Devi, Eleanor, Isen y Victor son despertados por la llegada de criados que los invitan a tomar el desayuno y les recuerdan que tienen que tienen que dirigirse a la apertura de la academia. Afortunadamente se les despertó con tiempo, así que a menos que vuelvan a dormirse, les sobrará para asearse, cambiarse, desayunar tranquilos y caminar sin ningún apuro hasta la entrada de la academia, la cual se encuentra en el Barrio Alto (¡El punto más elevado del Circulo Superior! Pero no el más elevado de Issaera, ese título lo reserva la Torre del Archimago).

Vayan todos juntos en un grupo o separados, por el camino verían más alumnos en dirección a la academia. Salen de diversas posadas y estancias, divididos en grupos de siete u ocho. Se ven personas de todo tipo, color y raza, ¡casi tanto como en el Distrito Comercial de Issaera! Las calles están activas con nobles y otras personas de clase alta viajando hacia donde trabajan, después de todo son aproximadamente las ocho y media de la mañana.

Finalmente, tras bordear el Gran Parque y adentrarse en el Barrio Alto, se reúnen todos frente a un gran portón de plata que se encuentra abierto de par en par. Es la entrada a la Academia, la cual está protegida de una gran y preciosa muralla blanca.

Dentro se puede ver un relativamente largo camino decorado con losas de blanco marfil llevando a unas amplias escaleras del mismo material. Entre la escalera y el portón hay una fuente con forma de estrella arcana, estatuas de obsidiana flotan con suavidad sobre ella, representando los elementos.

A los costados del sendero, antes de llegar a la escalera, se pueden apreciar amplias zonas verdes. ¡La Academia es enorme por dentro! Hacia un lado y a unos quinte o veinte metros colina abajo, se puede apreciar un gran y precioso jardín. Hacia el otro, bajando incluso más que en la otra dirección, parece haber un frondoso bosque. Se pueden apreciar a la distancia diversas edificaciones, la más grandiosa de todas es la Academia misma, al final de las escaleras: Es un gigantesco castillo de al menos unos ocho bastante altos pisos de altura, completo con múltiples torres y diversas formas.

Los grupos de alumnos parecen estar reuniéndose justo pasando esas escaleras, parece ser que hay una amplia terraza antes del gran arco que da lugar a la entrada a un jardín interno en el castillo. Parecen que todos se reúnen alrededor de un escenario circular de madera, sobre el cual hay una mujer pelirroja, un hombre de cabellos negros, una híbrida felina vestida con una especie de corta túnica amarilla y un encapuchado de rojo que no parece llevar camisa debajo de su capa.

Los ojos de Kross se abren de golpe, se encontraba en su cama y la luz del sol le daba en la cara. Mientras se incorporaba bostezando y rascándose la cabeza sus ojos se fijaron en el reloj de la pared y en el acto se quedó congelado: nueve menos diez. -AAA!- -Serán desgraciados! Se olvidaron de despertarme!- Se quejaba Kross al ver que faltaban diez minutos para la ceremonia de apertura. -Ahora me lloverán bolas de fuego! Hmm me pregunto como castigarán a los que llegan tarde...- Decía para sí mismo mientras se vestía como podía mientras comía una tostada. -No, mejor no pienso en eso.- Salió corriendo para ver si podía alcanzar a los demás.

El sueño habia sido placentero y antes de que llamasen a la puerta ya estaba despierto y paseando por la habitación con la ropa de ayer, el supuesto uniforme que me habian dado ayer reposaba sobre la cama, la verdad es que no me apetecía llevarme puesto ese caluroso y agobiante uniforme, pero habia que acatar las reglas mas o menos... así que me desvisto enseguida y comienzo a ponerme el uniforme, cuando estoy a mitad siento un intenso mareo y no puedo evitarlo quitandome las cosas rapidamente  y dejandola en el suelo..

--- Joder, Isen, no seas un niño- me digo a mi mismo mientras doy vueltas en ropa interior por la habitación- Si quiero seguir en la academia hay que buscar la solución a esto....

Miro durante unos segundos el pantalón y vuelvo a ponermelo lentamente, tras esto comienzo a aremangarlo hasta por encima de las rodillas dejando mis piernas casi al descubierto, si fueran holgados no seria un problema, cuando consigo ponermelo respiro profundamente luchando contra la sensación y paso a la parte de arriba, la cojo y me la pongo con la misma velocidad que antes y aremango las mangas todo lo posible;procedo ha abrocharme los botones pero me lo pienso mejor y la dejo sin abrochar.

Asi pues, casi medio desnudo o en plan exhibicionista, bajo para desayunar un rápido desayuno y salgo rumbo para  la academia, por el camino trato de ignorar a la gente que me mire, sobre todo sus miradas, muchas veces he recibido miradas duras o de temor de algunos individuos.

Contemplo impresionado las gigantescas dimensiones de la academia, aunque rápidamente  soy llevado por la multitud hasta las escaleras, donde al parecer, nos esperan algunos de nuestros futuros maestros.

Eleanor se despierta al sentir que golpean a la puerta de su habitación. Consulta su reloj y compueba que tiene tiempo para darse un baño de sales como acostumbra a hacerlo. Luego de darse su baño se coloca el atuendo que le han dado para asistir a clases. Se mira en el espejo y no entiende cuál es el inconveniente que ven en la vistamente, en su opinión es la correcta para asistir a clases. Acomoda sus cosas en el bolso y se dirige hacia el comedor para desayunar. Una vez allí desayuna rápidamente y se encamina rumbo hacia la Academia.

Isen no tiene dificultades para arremangarse, después de todo la chaqueta es fina y los pantalones holgados... Aunque queda un poco ridículo. Si no fuese por su aversión al calor, seguramente no le molestaría el uniforme con el clima que hace.

Por el camino algunas personas le dedican miradas extrañas, notando su extravagante forma de equipar sus ropajes. Aún así nadie la dice nada, e ignorándolos llega sin problemas a la multitud y final de las escaleras. Ya solo será cuestión de tiempo hasta que den inicio al acto de bienvenida.

Kross no consigue ser el avatar de la higiene precisamente al salir tan apurado y tan corto de tiempo. ¡Malditos criados, no avisándole...! ¿O será que no han podido despertarle con solo golpes y voces tras la puerta de su habitación? Sea como sea, corre por las calles sin llegar a ver a muchos alumnos, ¡ya todos están allí! Para cuando llega al pie de las escaleras, sus compañeros (tanto los que ha conocido como otros que ni siquiera reconocería como tales a simple vista) ya están alrededor de ese escenario, esperando los últimos minutos antes del comienzo de la ceremonia.

¡Al final ha llegado con casi un minuto de sobra! Podría haber dormido un poco más y todo...

-Mmmmmmhhh~ cucaracha*, apaga la luz- se da media vuelta tapándose la cabeza con la almohada. Una almohada suave al tacto... un colchón blando... Parpadea un par de veces, pero le costaba abrir los ojos. Se pone erguida en la cama con cada greña disparada en una dirección diferente, los ojos entrecerrados y la babilla colgando. 

-¿Dónde....? Esta no es mi cama... Es mejor- sonríe satisfecha y se vuelve a echar hacia atrás dispuesta a dormir un poco más hasta que dan unos leves golpes en la puerta antes de entrar -¡¿se puede saber qué...?!- se gira molesta hasta que vio lo que llevaban -¡¡DESAYUNO!!- comienza a aplaudir encantada. Nunca había pensado que la tratarían así, como si fuera una princesa o algo por el estilo. 

Después de llenar el estómago con un más que cuantioso desayuno, Devi se pone en pie, aunque poco le faltó para ir rodando haciendo la croqueta a clase... Menos mal que era temprano. 

Se dio una ducha rápida, y con la toalla enroscada en el cuerpo y el pelo empapado se queda mirando el uniforme. El uniforme le miraba a ella... ¡Era demasiado pulcro y delicado! "¡¡Seguro que lo ensucio el primer día!! Pero... es obligatorio llevarlo... ¡Venga, Devi! ¡ÁNIMO!" (Dándose ánimos a sí misma...). 

-Mmmm... el tema de los pantalones se hablaría... pero...- se mira en el espejo con su uniforme puesto. Comienza a corretear en el sitio, a levantar las piernas, a saltar por la habitación hasta que se para pensativa -no... se me acabará viendo la ropa interior- abre su enorme macuto hasta sacar unos pantalones ajustados y cortos. Solo los utilizaba de vez en cuando para andar por casa. Eran demasiado ajustados para su gusto, pero era lo único que parecía estar medianamente acorde, por lo que no tarda en ponérselos debajo de la falda. Se gira de nuevo hacia el espejo mientras se echa el flequillo hacia atrás con una cinta blanca -Sí, definitivamente así está mejor- parecía otra persona con ese uniforme. Hasta parecía importante y todo. 

-¡Buenos días!- decía con cada uno con los que se cruzaba de la noche anterior, adelantándoles con pequeños saltitos. Casi parecía que no tocase el suelo. 

Gracias a las indicaciones de la criada (que había estado aguantando todas sus rarezas hasta que se encontró lista) Devi consiguió no perderse de camino a la Academia. Por lo menos no completamente. 

Se había puesto a perseguir a una mariposa que había revoloteado delante de ella, y sus brillantes colores le habían hecho seguirla. Después apareció un pequeño gatito dispuesto a jugar con ella. Un pájaro que se había caído del nido. Un perro que comenzó a perseguirle porque llevaba todavía algo del desayuno en la mano (quería comer por el camino) hasta que se vio obligada a dárselo y mirarlo con enfado mientras el perro meneaba la cola contento con el premio que había conseguido. 

Después de estos y otros tantos entretenimientos más (una abuela cruzando la calle, un bebé que había perdido el sonajero y se había puesto a perseguir a la mujer con el carrito como una loca...) consiguió llegar de nuevo a la marea de chicos que llevaban el mismo uniforme que ella. 

- Todavía no había empezado y ya estoy cansada... -

Pero el cansancio desapareció tan pronto como había pensado en él al levantar la vista y ver ante ella el portón de la Academia. 

-Es... es... ¡¡ES ENOOOOOOOORME!!- se queda boquiabierta, parada en la puerta, contemplando maravillada todo a su alrededor. (No se nota que es nueva, ¿a que no?).

Siente ganas de salir corriendo y explorar, pero por una vez pensaría un poco. Era nueva y no quería perderse. Además, ¡era el primer día! Quería dar una buena impresión, o por lo menos intentarlo. 

Cogiendo aire profundamente comenzó a caminar por encima de baldosas blancas donde se veía parte de su reflejo. No podía ocultar una gran sonrisa de entusiasmo, nervios y alegría. 

Se acercó hasta la fuente, alargando la mano hasta tocar la estatua de obsidiana de aire con la punta de su dedo corazón. Todo era... -mágico- sí, esa era la respuesta acertada. 

Siguiendo a la marea de túnicas azules llega hasta un patio del que no estaba muy segura de poder salir después. Su rostro se transformó en uno de angustia. Todo era demasiado. Demasiada comida (bueno, nunca hay demasiada comida), demasiadas comodidades, demasiadas personas, demasiado grande... "y otros viviendo con tan poco...." apretó los dientes y los puños con cierta impotencia mientras levantaba la cabeza orgullosa hacia las personas que se encontraban en el escenario. 

Finalmente, todos parecen haber llegado a donde deben: Kross llega con el tiempo justo, unos segundos más y llegaba tarde; Isen, Eleanor y la mayoría de los demás llegaron junto a la mayoría de los estudiantes; ¡Devi llega en un punto medio entre los demás y Kross! Ni tarde ni temprano: A la hora que debe llegar, ¡como una buena maga!

No hay mucho tiempo para conversaciones o comentarios, si bien hay alumnos de muchas edades, procedencias y tiempo que han llevado en la academia: Pronto la mujer pelirroja que se encuentra sobre el escenario da unos pasos adelantes y apoya en la madera lo que parece un bonito bastón adornado con una gema roja en la punta. Su postura es digna y elegante, uno casi esperaría verle una expresión seria y dura pero nada podría ser más lejos de la realidad: Mantiene una sonrisa alegre y parece bastante feliz.

-¡Alumnos y alumnas!-, comienza ella, alzando el tono. Poco a poco la gente va callando y prestando atención a la figura que ha hablado. Algunos siguen susurrando, pero eventualmente se hace un relativo silencio: Parece que los que llevan más tiempo en la academia conocen a esa persona y le tienen o respeto o miedo, una de las dos. ¿Por qué? Eso queda claro cuando continúa su discurso:

-Los nuevos y los que regresan, los aspirantes y los que pronto tendrán su título: Sean todos bienvenidos a la Gran Academia de Magia y Alquimia de Issaera. Para quien no me conozca, mi nombre es Lunaire Fey'Aiyin y soy la Directora de la Academia; recae en mis hombros la responsabilidad de que todos ustedes puedan ser algún día ser grandes magos y no solo reemplazarnos a nosotros en nuestras tareas, sino hacer más y mejor: Llevar no solo nuestra sociedad al progreso, sino a todas las del mundo.

-No es sino con el esfuerzo de cientos de grandes magos que Issaera fue fundada hace ya tantos años, en el centro del Corazón del Mundo, de esta gran isla. No será sino con el esfuerzo de todos ustedes y muchos más que serán logrados los sueños de paz, prosperidad y salud que alguna vez la familia fundadora de esta ciudad ha soñado con cumplir.

-Estoy seguro que muchos tenéis vuestras dudas y recelos hacia quienes habitan en el Circulo Superior de Issaera, hacia los nobles y ricos, hacia los magos y hacia el Archimago. No esperaría nada menos: Sois jóvenes y venis todos de tan diversos trasfondos y tan diferentes vidas; debéis saber, sin embargo, que esto no se trata de estatus; no se trata de dinero ni de bienestar, no se trata de poder ni de dominio: Aquí entrenaremos vuestra mente tanto como vuestro cuerpo, saldréis valientes, fuertes y sabios... Pero si no salís con todo eso y un corazón lleno de luz y esperanza en un mundo mejor, entonces mi labor habrá fallado. Daré todo lo de mí para cumplir mi cometido, y espero el vuestro sea uno con el mío.

Pausa durante unos momentos, tomando aire.

-Pero seguro os preguntareis de qué se trata todo esto: La mayoría habéis descubierto vuestros talentos hace poco y seguramente ninguno que no haya estado aquí antes sabe mucho sobre la Magia o la Alquimia, apostaría que solo tenéis una vaga idea de como serán vuestros próximos años. No os preocupéis, tendréis respuesta a todas vuestras dudas y preocupaciones pronto, y veréis que os será fácil adaptaros.

-Para saciar un poco la curiosidad que muchos tendrán, realizaremos un corto espectáculo de control y manipulación elemental. Yo dominaré el Fuego, mi esposo se encargará del Agua, el Profesor Caesar controlará la Tierra y la Profesora Tao nos demostrará sus destrezas con el viento.

-Tras eso, los profesores que no han participado de esta exhibición se presentarán y compartirán unas palabras con ustedes. Acto seguido explicaré algunas normativas de convivencia importantes, al igual que algunas prohibiciones: Recordar tener sentido común ante todo, vuestra libertad termina donde empieza la de vuestros compañeros. Cuando terminemos con todas esas formalidades...-, sonríe ampliamente, cerrando los ojos, -Ya será hora del almuerzo~-

El hombre de cabellos negros se acerca al lado de la pelirroja, tomándole de la mano. Los dos se intercambian una sonrisa y ella asiente, el apuesto hombre se dirige a la multitud de alumnos:

-Me llamo Aminé. Soy Profesor en la Academia, aunque pueden considerarme vice-director o director si quieren, cumplo las tareas de uno.

-Enseño todo lo relacionado a teoría de la magia en términos generales, al menos para los primeros cursos. Verán que trabajar conmigo es de lo más placentero si se comportan.

Su sonrisa es más confiada que la de su esposa.

El encapuchado se acerca al borde del escenario y se sienta de cuclillas allí mismo. Alzando la cabeza deja caer su capucha hacia atrás y dedica una mirada a los alumnos, como si estuviese examinándolos.

-Yo soy Shuusen, Caesar.-, sonríe de lado, -Me especializo en todo lo que es combate cuerpo a cuerpo, educación física... No soy de los mejores magos de esta Academia, pero espero serles de ejemplo sobre como no es necesario ser un hechicero talentoso para poder hacer cosas grandes en esta vida.-.

Se pone de pie, tronándose un poco los nudillos. -Sea como sea, espero que si vienen a mis clases estén dispuestos a esforzarse. Son optativas de todos modos, así que no voy a tolerar holgazanes.

La chica equipada con una túnica amarilla se acerca. Ella no baja su capucha, pero se le puede ver bien el rostro. ¡Es la Híbrida felina!

-¡Hola, todos!-, su voz y apariencia la delatan como una chica joven, ¡Quizás más que la mayoría de los alumnos! ¿Será siquiera mayor de edad...? No lo parece, para nada.

-Mi nombre es Tao. Soy artista marcial, en esta academia me dedico a enseñar sobre el arte de la meditación, la defensa personal y el control elemental. Espero veros en mis clases, el camino de las artes marciales llena cualquier alma de paz y balance.

-Ni tarde ni temprano! Un mago llega exactamente cuando se lo propone!- Dice Kross con seguridad en el momento en que llega. -O eso decía aquel tipo de sombrero picudo gris que parecía un vagabundo.-
-Pero yo no soy ningún mago, así que ni se que es lo que estoy diciendo.- Dice mientras se rasca el oído con el meñique y luego se mira el dedo.

Durante la mayor parte del discurso el chico pasa concentrado en un pequeño lunar que tenía una de las estudiantes en el cuello.
-Ese lunar... tiene un pelo.- Se pone a pensar, -Creo que debería decírselo. Gaah me muero de ganas de decírselo! Pero no, no me atrevería. No, imagínate que de la nada venga uno y te diga "oye, tienes un pelo en el lunar", yo lo mandaría al diablo. Además ella solo pensaría "qué le pasa a este?? está obsesionado conmigo? qué grosero!" No, eso solo me traería problemas. Pero bueno, no es que tenga malas intenciones.-

La directora había parado un segundo y luego continuaba en su discurso.

-Debo decírselo! No importa qué!- Kross va y se para junto a la estudiante con el rostro tenso y lleno de gotas de sudor. -T-tengo... que decirlo...-
-Oh mierda! Está demasiado cerca! No puedo no puedo! Sálvame Maestro! Simplemente no puedo hacerlo!- Se le contorsiona toda la cara mientras la cantidad de gotas de sudor incrementa.

-Oh! Momento.- Kross mira fijamente el suelo abriendo un poco la boca. -No es esto un poco extraño?-
-El pelo sobresale demasiado, pero por qué aún no ha sido arrancado? Qué no alguien ya debería haberselo dicho?Acaso no tiene a nadie quien le pueda decir? Será que entonces... esta chica... no tiene amigos?-
-...Este pelo en su lunar... es prueba de su soledad...-

-No, aquí estoy yo. Ese desagradable pelo debe irse de ahí, incluso si luego ella me arranca la cabeza.

-Oye.- le dice a la chica. Cuando ésta se voltea Kross se señala su cuello y con la cara seria le dice -Hay un pelo saliendo de tu lunar.-
Luego alza la mirada consternada al cielo, sonriendo levemente y apenas unas lágrimas brotándole de los ojos.

La directora había terminado de hablar y luego seguían los otros profesores presentes.
No les dio mucha importancia hasta que habló la híbrida, a Kross le llamó mucho la atención el parecido de Tao con su maestro, luego buscaría la oportunidad para preguntarle si lo conocería.

-... ¿Ah?-, se gira al escuchar a Kross dirigirle la palabra. Se queda algo pasmada, parpadea observandole y luego se pone roja. Se cubre la cara. -¡No es un lunar, es una marca de nacimiento!-

Alrededor de ellos otros alumnos hacen algunos sonoros 'Shhhh', para que hagan silencio.

¿Será cierto que es una marca de nacimiento? Sea como sea, se la cubre con el pelo, envuelta en vergüenza infinita.

Estaba escuchando el discurso hasta que, como siempre, algo llama su atención. 

-¿Haciendo amigos?- *guiño guiño, codazo codazo*. Se había acercado a Kross, la primera cara que veía que era conocida, aunque poco después ve algo más a lo lejos distintas personas con las que había compartido cena la noche anterior. Esboza una gran sonrisa a la muchacha -¿también eres nueva? Yo soy Devi, y este eeeeessss... eraaaas....... Cromo? ¡¡Yo también tengo una marca de nacimiento!! ¿Quieres verla?- sin dudarlo un momento la chiquilla levanta su falda y baja un poco el pantalón por la zona de la cintura, aunque por un momento se queda parada y se contorsiona para intentar mirar -no está....... ¡aaaahh! ¡Es verdad! Era mi hermano el que tenía la marca, no yo... eheheheeee~

Se rasca la parte de atrás de la cabeza con un aire completamente inocente. No tenía mucha pinta de alumna aplicada... (ignoraba completamente los "sshh" de los alumnos. Ya le habían dado cuerda). 

-¡¡Alaaa!! ¡¡Es Tao!! ¿No es de la que hablaba Alma anoche? Parece joven... ¡¡bien bien bieeen!! ¡Dará las clases que me interesan! Aunque educación física no tiene que estar mal, tiene que ser entretenido... ¿seré capaz de controlar el fuego? ¡¡Tiene que molar mucho!! 

Ya se había puesto a pensar sola en voz alta... cualquiera podía oírla o contestarle si lo deseaba. 

Kross mira a Devi con cara de pasmado, -oooye, no malentiendas!-
-Mi nombre es Cromo Platinado, eh digo, no, Kross.- Le dice a la del sombrero picudo. -Y las marcas de nacimiento no son del todo malas, pues mira, como nací con el pelo así todos piensan que me tiño y me hago la permanente. Eso es un martirio con el que debo vivir mi día a día, pero he de llevarlo con orgullo!-

Cuando los otros hacen gestos para que se callen Kross los mira tranquilo, -Sepan disculpar a la niña, es que fue criada por gorilas, saben?- Luego le pone la mano en la cabeza a Devi, oprimiendo un poco con los dedos. -Oye, cálmate un poco o harás que nos echen.- Le dice en voz baja.

-... Eeh...-, parpadea ella, sintiéndose algo intimidada por lo efusivas que son las dos personas que tiene enfrente. Se queda bastante pasmada unos instantes, siguiendo con la mirada lo que hace y dice Devi, observando todas las gesticulaciones y señales que ejecuta. Eventualmente asiente suavemente.

-¿Gorilas...? ¿Teñido...?- , está cada vez más perdida, parecen ir demasiado rápido para ella. Entre la llegada a la academia y todo, su cerebro ya está bastante sobrecargado. -Yo... Soy Cora, soy nueva también y...-, pero antes de que pueda terminar, alguien le interrumpe...

-... ¿Hace falta que seáis tan ruidosos?- , chasquea con la lengua, observando a los tres con mal humor notorio. Parece un Híbrido de canino, ¿Quizás algún tipo de lobo o quizás oslo un perro?

-... Nos vais a meter en problemas, novatos. Y como sea así...- , cierra el puño, firme, presionando el ceño, denotando hostilidad. Sin embargo, antes de que pueda terminar su amenaza, una mano se le posa en el hombro.

-Deja. No vale la pena.-

Otra Híbrida interrumpe, niega con la cabeza. Ruko se gira, dándole la espalda al trío al igual que esta chica, quien quita la mano y se despreocupa sobre el asunto.

Cora suspira un poco, sintiéndose abatida.