Partida Rol por web

¡Una nueva mañana se levanta! Tanto en la torre destinada para chicas como en la de chicos, todos comienzan a activar y moverse poco a poco. ¡La mayoría de los alumnos están llenos de energías! Han dormido plácidamente... Excepto el pobre grupo que ha salido por los pasillos por la noche. Parecería que nadie está al tanto de lo sucedido, quizás hasta para mejor.

Poco a poco se van aseando todos y dirigiéndose al comedor, donde un desayuno les espera a cada uno de los alumnos. ¡Sí, eso incluye a Akairaku! Quien, por cierto, encuentra una pequeña llave en la mesita que se encuentra junto a su, a los pies de la misma hay un cofre que se abre con ella. ¡Dentro hay un dos uniformes! Son de los que visten todas las chicas.

Y así inicia un nuevo día, con todos comiendo en la cafetería.

Akairaku bostezó, despertandose con esfuerzo tras no haber dormido suficiente. Tenia las piernas agarrotadas por las agujetas de subir todas aquellas escaleras, y le dolía algo la cabeza por los nervios. Durante un momento dudó de si todo lo que habia pasado era cierto o no, pero verse rodeada de la misma sala que recordo, le hizo sonreir. Vio como todas las chicas se despertaban, iban de aqui y allá y se aseó tambien. Abrió el baul con la llave que encontró y alzó el uniforme, dudando por un momento sobre como ponerselo. Esa corbata...

La falda, la camisa, las medias... Eso fue tarea facil. La dificil fue el lazo. Asi que desistió, dejandoselo deshecho. Se puso dentro de la ropa el talismán y sin mirar a nadie, aun demasiado adormilada se guió por su olfato hacia la comida. Y tambien dejó que la masa de gente la guiara, hasta que llegó a la cafeteria. De golpe, se dio cuenta de que estaba entre gente que no conocia y se incomodó un poco, sentandose apartada del resto. Aunque no como si pensara que los demás tuviesen la peste, simplemente no queria molestar a nadie. Se puso a comer con lentitud, aun en modo zombie. Tardaria bastante en espabilarse, siempre le pasaba. Sus neuronas a veces decidian quedarse durmiendo dentro de su cabeza. Poco le faltaba para que la cabeza se le cayera al tazón de leche.

Adel despierta primera como siempre, para pillar la ducha a solas. Mientras el agua cae sobre su cabeza y hombros se queda pensando en todo lo que había ocurrido esa noche. ¿La segunda noche que dormían ahí y ya habían ese tipo de problemas...? ¡Podría haber muerto alguien! En todos los años que había trabajado en la granja jamás había corrido tanto riesgo...
Y ese extraño poder que le surgió de repente... tendría que hablarlo con la directora. Tras haberse arreglado va a por su desayuno. Toma un par de tostadas y un zumo, y se sienta en una mesa a solas, cruzando las piernas. Se fija que Aka está ahí, sentada también sola... pero decide pasar de ella. ...Se pregunta cómo estará kross... ¿Debería ir a verlo? Nah. Ya se lo encontrará por clase. Eso espera.

Otro hermoso día amanecía en la Academia........ 

Y algo parecido a un zombie con pelos de loca se levanta con los ojos cerrados y un hilillo de baba cayendo por un lado de la boca. 

 -¿eeeeeeeeeeeeehhhhhh? ¿ya es de díaaaaaa~? .......................

Levanta un brazo y mete la nariz en la axila mientras respira unas cuantas veces -...mm... nop, no necesito una ducha- tampoco le apetecía echarse agua en ese momento, por lo que decide dejarlo pasar. 

Se pone de pie todavía somnolienta, sin saber muy bien lo que hacer. El tiempo que tardó Adel en ducharse y vestirse fue lo que tardó Devi en ponerse el uniforme. Recién levantada era lenta como una tortuga, y más si aun tenía sueño. El pelo se resistió un poco, pero consiguió adecentarlo. 

Arrastrando los pies se acerca con toda la manada de alumnos para desayunar. La bandeja acaba llena a rebosar: una montaña de tortitas que amenazaba con volcarse de un momento a otro, un batido de chocolate, alguna magdaleta, un puñado de galletas de naranja, un flan y una tostada con un chorro de aceite -hay que guardar la línea...- se dijo con una sonrisa. 

Pasa por el lado de Adel, mirando por un momento sus enormes... compañeras. Sentía cierta envidia, aunque la chica le caía bien. Deja el flan junto a ella dedicándole una sonrisa. Con Kross había funcionado... un buen flan era inicio de una buena amistad -"no hay mejor forma que llegar al corazón de la gente que por el estómago"-. 

Haciendo equilibrios con la bandeja consigue llegar ha una mesa dejándola sin mucho cuidado sobre la misma, aunque por suerte nada se sale de su sitio... Apoya la cabeza sobre la mesa con los ojos todavía entrecerrados, sin darse cuenta de que se había sentado junto con Akairaku. Ambas parecían zombies... 

 Después de parpadear unas cuantas veces gira su cabeza lentamente hacia el lado donde sentía una presencia algo más cálida de lo habitual. Se queda mirándola tan plácidamente mientras que en su cabeza casi se podía leer un "loading" ..... 

-¡¡AKAAAAAA~!!- ahora sí que se lanza a abrazarla con todas sus fuerzas.

 -Entonces es verdad... ¡¡ESTÁS AQUÍ!! Anoche no te pude saludar como es debido, y la verdad es que cuando me he despertado me creía que todo había sido un sueño... ¡¡Pero no!! ¡¡¡Estás aquí!!! ¡¡Y eres ardiente!! Quiero decir que tu poder es el fuego... ¿no? ¡¡Eres impresionante!! ¿Por qué no me lo habías dicho antes? Hace bastante que no nos vemos... ¡¡Te queda genial el uniforme!! Te realza los ojos- le da un par de codazos amistosos con una sonrisa picarona. Hablaba bastante deprisa, entusiasmada, contenta de ver a su amiga. 

Cuando Kross abre los ojos estaba despatarrado en el suelo, envuelto en un par de sábanas. -...- La luz del sol que entraba por la ventana le permitió ver dónde se encontraba. -Ah, es verdad, me dormí en la enfermería.-

Alguien le había colocado una manta por encima mientras dormía, y al parecer su uniforme estaba doblado en una silla. Menos mal, porque le daba mucha pereza regresar hasta su habitación a ponérselo. -Veamos qué hay para desayunar.- Se incorpora y se viste. Se puede mover bastante mejor que anoche, parece que ha sido curado por completo. Es sorprendente la medicina de esa profesora.

Una vez en el comedor observa a su alrededor con los ojos entrecerrados y parpadeando varias veces. -Hasta parece que hay más gente que ayer.- Entre las fuentes busca algún pastel de buen tamaño con muchas fresas y merengue y no se sirve una porción, sino que coge el pastel entero para llevárselo a algún asiento libre. Una vez sentado busca por allí también una jarra de leche de fresa y saca de la nada su habitual tenedor de plata, con el que comienza a comer despacio y tranquilo.

"Le gustan las fresas", piensa mientras le da un pequeño bocado a una tostada con mermelada y observa de reojo a Kross. Después suspira un poco, pensando por qué diablos se fijó en esa idiotez. Saca de su mochila un estuche lleno de pintauñas, y se pone a arreglárselas ahí en medio del comedor, toda ensimismada. Cada dos por tres cambia de color o se las retoca hasta que quedan perfectas. 
Cuando Devi pasó por su lado la saludó con un cabeceo, y se fija que ha acabó sentándose al lado de la histérica llameante. "¿De qué se conocerán esas dos?" Piensa cuando ve que la abraza de esa manera... Quizá simplemente Devi sea así de simpática y pegajosa. 
Cuando ha terminado de comer se pone en pie y se acerca a Kross, cruzándose de brazos. 
-Oye, tú. Quiero hablar del club ese raro que en teoría hemos montado o participamos. ¿Qué te parecería que montara un salón de belleza en él? Quiero que seas mi modelo y me dejes tratar ese pelo. -dice, señalándoselo de manera descarada mientras se sienta a su lado-. Vamos, te encantaría. A mi novio se lo dejo precioso. 

Kross estaba disfrutando de su pastel con cara de feliz cumpleaños cuando de pronto su sonrisa se borra. Comenzó a sentir un fuerte olor a esmalte que hizo que se le frunciera la nariz. Cuando descubre de dónde proviene no puede evitar mirar a la chica con furia.

-A esta no le enseñaron a respetar a los comensales? Ahora ese olor está en todo mi pastel.- Piensa enfadado. Su cara no cambia cuando para colmo ve que se le acerca, haciendo que el olor se sienta con mayor intensidad.
La mira a la cara todavía masticando un trozo, -Ya te dije ayer que no, no insistas.- Traga y se lleva otro bocado. -Mejor ponte a pensar un nombre para ese club.- Vuelve su mirada al pastel para seguir comiendo. -Aunque ahora ya veo por qué todavía no se te ocurre uno, si todos los días aspiras esa sustancia ya debes tener todas las neuronas fritas.-

Adel suelta una sonrisa muuuuuy falsa, mientras le tiembla la ceja...
-... Neuronas fritas. -repite, casi como un gruñido-. Eres un chico muy simpático, ¿verdad...? ¿Jamás te lo habían dicho? ¡Eres tan simpático que me pones de muy buen humor! -se pone en pie, con los ojos como los de una endemoniada-. ¿¡Que tal si jugamos a algo!? -agarra el plato que contiene la tarta de Kross, y la alza sobre su cabeza-. ¿¡Qué tal si estampo tu delicioso desayuno de fresas al suelo!? ¡O mejor! ¡¿Qué tal si te lo estampo en la cara?!

Cuando Kross ve que Adel alza la fuente con el pastel Kross se pone muy serio de golpe y deja de hablar. Como por acto reflejo toma a la chica por la muñeca y su tenedor en la otra mano comienza a brillar; con la mirada fija en la mesa y la voz entrecortada le dice, -No.- Está oprimiéndole el brazo con más fuerza de la que quisiera, cuando se da cuenta lo afloja un poco.
En su cabeza vuelven a surgir recuerdos de su amiga de la infancia, quien con una sonrisa le respondía: "Los dulces son un tesoro que trae alegría al corazón. Fueron hechos para ser disfrutados." cuando Kross le preguntó por qué demonios comería una rebanada de pan con azúcar y miel.
-No desperdicies comida.- Finalmente suelta a Adel. -Los dulces son un tesoro que trae alegría al corazón. Fueron hechos para ser disfrutados.- Sigue tenso sin apartar la vista de la mesa. -Ni se te ocurra hacer eso.- El tenedor, que estaba comenzando a adquirir la forma de una espada, vuelve a la normalidad.

Luego se levanta de la mesa en silencio y se va del comedor. -Voy al baño.-

Y ciertamente, Akai le debia a Devi un gran favor. Se habia quedado empanada viendo los cereales flotar en la leche, con la sien apoyada en la palma de la mano, con el codo sobre la mesa. Poco a poco habia ido cerrando los ojos y casi se le hunde la cara en el tazón, pero el grito de su compañera y el fuerte abrazo lograron evitar que quedara en ridiculo en su primer dia.

Parpadeó, asimilando lo que acababa de pasar y no pudo evitar sonreir al verla, correspondiendole el abrazo. Su sueño se desvaneció, colmandose de la energia que ambas solian compartir en su infancia.
- ¡DEVIIIIIIIIIIIIIII!- Lo gritó poco despues de que ella gritara el nombre de ella, en el mismo tono y frotó su mejilla contra la de ella, ronroneando como un gato.

- ¡Yo tambien lo siento, queria que todo terminara bien y pudiera saludarte pero entre esos dos termine de muy mal humor y nerviosa y... ¡Jo, yo tampoco sabia que tu eras maga! Yo no lo descubrí hasta hace unos dias, porque metí la pata y quemé una parte del bosque donde ibamos a coger moras, fue un accidente. ¡Pero los idiotas intentaron atacarme!- al parecer la forma de expresarse, atropellada, era algo compartido, al menos, cuando ella estaba feliz. Su sonrisa de oreja a oreja demostraba que habia dejado atrás lo de ayer.

- ¡Tu si que estas guapa! Casi que pareces mas alta que yo y todo, no puede ser. ¿Y tu que sabes hacer? ¿Todos son tan estirados como lo parecen? Oye oye, ¿crees que entre las dos podriamos tener mas tetas que la pechugona esa?- Lo preguntó finalmente, casi como una explosión de ideas raras que pasaban por su cabeza, mirando los pechos de Devi y los suyos.

Adel se sorprende cuando Kross ejerce tanta fuerza al sostenerla... Se queda tan sorprendida que la situación para ella ya perdió la gracia. Y cuando su tenedor empieza a transformarse en una espada se asusta... Realmente se asusta... Queda con el pastel sobre su cabeza unos segundos, y después lo deja lentamente sobre la mesa, aún shockeada. 
-¿Pero qué haces...? -murmura cuando Kross ya se ha alejado, aún sabiendo que no la escucha. Frunce el ceño, y aguantándose quizá unas lágrimas con toda la voluntad del mundo, se vuelve a la mesa en la que estaba, toma su estuche de pintauñas, y se larga de ahí en dirección opuesta-.

La verdad es que pese a todo lo ocurrido por la noche me levanté bastante descansado y en plena forma, casi inmediatamente cogí mi ropa y me fui a meterme a la ducha, aunque antes de eso comprobé que la herida inflingida por las sombras de anoche hubiese cicatrizado bien, tras un examen satisfactorio y una buena ducha  decidí bajar con los apuntes  a desayunar y prepararme para la proxima clase.

Al bajar mi mirada recorrió las distintas mesas examinandolas buscando un hueco libre hasta que finalmente lo hallé, estaba justo enfrente de aquella chica estrafalaria...Adel creo recordar que se llamaba, así que avancé entre los alumnos hasta que llegué donde estaban ellos.

---Hola- digo con tranquilidad como sí no hubiese pasado nada mientras me siento en el sitio donde hace un rato se habia sentado Kross, dejo los apuntes con cuidado a un lado y aparto los platos usados para poner el mio y comenzar a picotearlo con cierta voracidad.

Seguía restregando su mejilla con la de la pelirroja. Ambas parecían dos gatos o algo por el estilo, sin parar de hablar en voz demasiado alta mientras el resto de alumnos se dedicaban a desayunar apaciblemente, llamando un poco la atención sin querer hacerlo... Mientras el aire se había impregnado de ese fuerte olor de quitaesmaltes y demás cachivaches para las uñas, haciendo que se sintiese algo mareada, aunque no le desagradaba, por lo menos no se quejó. 

-Jajajajajaja no te preocupes. La culpa la tuvieron esos fantasmas tan raros........- un escalofrío hizo que se estremeciera -no me gustan esas criaturas...... ni las historias de miedo.............. ¡aghhh!- se lleva las manos a ambas manos de la cabeza y sacude con fuerza la cabeza para sacar de ahí esas ideas. Tras esto se queda pensativa con la pregunta de sus poderes -Pueees... mmmmm....- se lleva el índice a los labios -creo que es el aire. Formo molinillos, y cosas raras de esas, aunque no lo manejo demasiado bien jejejejejeeee... Practiqué en casa, y al final mira, aquí estoy. 

Así que el fuego... ¡vaya! ¡Mola un montón!- la mira con los ojos brillantes por la emoción -es una lástima lo del bosque y las moras... ¡con lo ricas que estaban! Pero, ¿qué es lo que pasó?, ¿quién te intentó atacar? ... ¿Otra vez los niños querían tirarte de los calzones para ver si eras una chica realmente? Ah... no... espera... eso me lo hacían a mí... jajajajajajajaa~

Se lleva la mano detrás de la cabeza rascándose mientras ríe despreocupadamente. 

Se estira en su asiento con aire bastante orgulloso -¡sip! ¡He crecido 2 centímetros!- realmente no destacaba por pegar un gran estirón como muchos niños... crecía bastante despacio, y casi diría que desde los 10 años su estatura no había cambiado demasiado... -La verdad es que saber hacer... bueno, sé hacer unos cuantos trucos, pero nada demasiado grande ni destacable. Ni siquiera sé si este año estaré a la altura... sabes que siempre he sido un desastre, ¡y creo que no he cambiado!- saca la lengua entre los dientes burlándose de sí misma.

Es entonces cuando ve a Kross con su peculiar peinado caminando fuera de la sala por un lado, a Issen sentarse donde había estado este último antes, y Adel irse por el lado contrario. 

-Mmmm... no los conozco demasiado, la verdad- se refería al extraño grupo que habían formado -son un poco raros, a veces muy temperamentales, pero buenas personas- sonríe de oreja a oreja -ya verás como te acaban cayendo bien. No te los tomes muy en serio... Boobies... boobies...- pone sus manos sobre los pechos mirando los suyos y los de Akairaku -creo que no tendríamos ni la mitad........ Y se llama Adel, ¡es más simpática de lo que parece! Hasta me regaló una de esas pinturas para las uñas.... ¡Nunca lo he usado! Pero parece bonito...- se pone a mirar sus desastradas uñas, un poco mordidas y poco cuidadas. 

-Todavía no entiendo bien cómo van las cosas en la Academia... Es muy grande y liosa, además de que soy bastante despistada... Pero creo que he metido la pata en algún momento por quedarme dormida en una clase... ¡¡No fue culpa mía!! Tenía demasiado sueño...- comenzó a disculparse -la cuestión es que el tipo ese de anoche, el de las gafas, el Robert ese, quiere hablar conmigo. Aunque a lo mejor ya lo ha olvidado... no sé. 

¡Ah! También hemos abierto una especia de club muy raro con un alumno mayor. Puede que os llevéis bien, ¡también tiene el pelo rojo! Veamos... ¡ah, sí! ¿quieres venir tú también? Por lo menos para verlo... ¡la verdad es que no tengo todavía ni idea de lo que haremos en él! ... ¡pero tiene que ser divertido! 

También me gustaría ver un poco los alrededores del lugar algún día de estos... si me apuras, la Academia es más grande que el Círculo Inferior, y estoy segura de que tiene sus escondites... Un sitio bastante rico por lo que parece...- su rostro se ensombreció por un momento, el tiempo suficiente como para que pareciese obra de la imaginación de uno, ya que no tardó en volver a sonreír como si nada. 

No parecía costarle seguir el ritmo de la inquieta joven, al contrario, parecia entusiasmarse mas aun al poder hablar con libertad sin que se rieran de ella o sin obligarla a ir mas despacio y a enlazar los pensamientos. Con Devi podia ser como simplemente era, una enana alocada. Quizas por eso siempre se habian llevado tan bien aunque no coincidieran muy a menudo. Por eso y por la similitud en su caracter explosivo. Ambas canijas tenian bastante mala leche si lo requeria la situacion.
Se comió una galleta mas mientras asentia a lo que le decia.
- No creia que de verdad existiesen los fantasmas, aunque claro, si existen los magos... ¡Aun asi molaban mucho! ¿No sabes de donde salieron?- Se rascó la cabeza, recordando las sombras. Casi ni se habia fijado en ellas mas que cuando la Directora le explicó que hacian ahi.

- ¿En serio? ¡Quizás cuando lo controles mucho puedas hasta volar! O levantar faldas y despeinar gente. Podemos hacer demasiadas travesuras juntas. - sonrió un poco con maldad, aunque de la sana. Casi se habia olvidado de la gran oportunidad que le habian dado al llevarla ahi, y ya estaba pensando en liarla. Y luego, negó ante lo que ella decia del ataque.
- Fueron unos cabrones medio lobos que se pusieron a pegarme y a quitarme las cosas de encima. Estaba muy asustada y de golpe, puf. Empecé a quemar cosas sin quererlo. Luego casi me apalizan en la ciudad los aldeanos, ¡pero un gato humanoide me salvó! Y me presentó a Kura, otro humanoide con un poco de gato, y luego vine aqui y conocí a la directora. Asi no quemaré mas cosas.- sonrió con orgullo por el nuevo futuro que le esperaba, si es que no lo fastidiaba metiendo la pata, como acostumbraba a hacer queriendo o sin querer.

Y después la observó con envidia. Akairaku no habia crecido. Lo unico que parecia haber cambiado era que su pelo era un poco mas largo y mas alocado que de costumbre, pero poco mas. - Jooo... no es justo. Yo no he crecido. Pero tu te has vuelto mas tonta. Nunca has sido un desastre, ya verás que todo saldrá bien.- le sonrió tras darle un estirón de su cachete como castigo por haberse llamado a si misma desastre.

- No lo sé, no me cae bien. Me parece una niña engreida con ganas de llamar la atencion, pero que se siente mas sola que la una. Y el otro no está mal, pero tiene la cabeza hueca. El de los ojos azules parece el unico normal. - comentó por encima el grupo que Devi veia, intentando ordenar sus propias impresiones de cada uno. - No se yo si seria bueno que yo estuviera en clubs raros, no por ahora. Terminaria discutiendo con todo el mundo, ya lo sabes. Me cuesta mantener la boca cerrada. Y cuidado con esa pintura, a lo mejor es venenosa. - infló un poco las mejillas, aun desconfiada. Apuró unas cucharadas mas de los cereales reblandecidos, aunque mas dulces y se sento con las piernas cruzadas sobre el banco.

- Y Devi, sabiendo que te han reñido por dormirte en clase, deberias portarte mejor. Lo de los escondites podria ser mala idea, quizas a los profesores no les guste... Pero ay... Es tan buena idea...- puso morritos al pensar en las cosas que podrian encontrar de poder ponerse a buscar misterios y pasadizos secretos que llevaran al corazon de la magia. Y a la sala de castigos.

"¡pero un gato humanoide me salvó!"

Mientras iba caminando despacio y afligido hacia el baño, entreoye unas palabras que le hacen mover la oreja. Se detiene en seco, y recula los pasos que dio caminando marcha atrás rápidamente hasta pararse junto al par de chicas. -Mo-mo-mo-mo-momento...- Le pone la mano en el hombro a Aka, y recordando muchas cosas le pregunta, -Te salvó un qué?-

Akairaku se sobresalto al sentir una mano que no era la de Devi, esa era mucho mas grande y firme. Se estremeció de forma involuntaria y echó la cabeza atrás, mirando a Kross con la cabeza del revés. Se quedó algo muda, intentando reconectar sus pensamientos y dar marcha atrás a lo que estaba diciendo.
- Yo... bueno. Era un gato con una espada... Se llamaba Nero. Todos se preocuparon al saber que estaba en la ciudad, como si fuera a pasar algo malo... pero fue muy bueno conmigo. - Finalmente sonrió, tanto por el recuerdo del dia de ayer como por ver que ya estaba sano y no seguía enfadado con ella. No se paró a pensar en que quizás el interes de la información era mayor que el rencor. - ¿A que viene esa cara de estreñido?- lo preguntó sin cortarse nada, al ver su cara fruncida y ensombrecida. Del cuello de Akairaku colgaba un colgante, un talisman con una runa. Al parecer, pertenecia a Nero.

-Ese cabróooon!!! Está aquí!!!- Al oír ese nombre Kross se pone muy nervioso. -Pensé que luego de dejarme viajaría lejos o algo, pero...- Quita la mano del hombro de Aka. -Cu... Cuándo ocurrió eso? Cuándo lo conociste?- Ignora la pregunta de la chica y se pone a mirar en todas direcciones como esperando recibir un ataque sorpresa sin previo aviso, hasta que repara en el talismán. 

-Ese colgante... Cómo puede ser que lo tenga ella ahora? Se lo regaló? Se lo robó? No, es imposible robarle algo al gato ese sin que se dé cuenta. O quizás le permitió robárselo. Pero si fue un regalo... A mí nunca me regaló nada! Solamente me hizo luchar con osos y me daba golpes todo el tiempo!-

Akai se rascó la mejilla, sin entender absolutamente nada. ¿Por que todos reaccionaban tan raro ante el nombre del pobre Nero? Ni que fuera una epidemia rara. Respiró hondo y esperó a que el chico se calmara para responderle.
- Ayer por la mañana. Apareció de golpe entre la masa de gente que queria atacarme en un callejon, los asusto a todos y me dijo que buscase a Kura, creo que es un guardian. El me llevó hasta la academia. Y despues llegue a donde la Directora, y despues empezó esa estúpida pelea. - Le miró con el ceño fruncido, como si el fuera culpable de chafar su agotador dia de caminatas y nervios.

Adel baja poco después de haberse ido al baño. Se aseguró de aguantarse las ganas de llorar que le entraron repentinamente, ya que la acción de Kross la había pillado muy por sorpresa, y en cierto modo la había asustado. ¿Había tocado algún tema delicado para él...? Sin duda. Pero por mucho que así fuese no tenía derecho de haberla cogido así, haciéndole daño. Se había comportado como un demente, y ahora estaba furiosa con él.
Al ver a Devi decide contarle sus planes a ella... Al menos parecía más positiva que los demás. Quizá incluso quiera unirse. Que esté la chica en llamas a su lado le corta un poco el rollo, pero bah. Tiene que aprender a pasar de ello y demostrar que no le afecta nada. Realmente no le afecta tanto. Se sienta junto a Devi.

-Hola, pastel mal decorado. Tengo una idea para el taller. ¿Qué te parecería montar un salón de belleza en él? Aunque sea parcialmente, podríamos montar muchísimas otras cosas. Pero bueno, con esto podríamos ganarnos un dinero. ¿Se te da bien la peluquería? -no sabe por qué preguntó eso. No pretendía ser descarada, pero se quedó mirando el pelo de Devi alzando una ceja...-. Bueno, podría enseñarte si quieres. -ni siquiera dejó que responda, ya se había dado cuenta. Se queda mirando una uña y se rasca un poco de pintura que quedó sobre la piel, esperando a que responda-.