Wulf aún pensaba en Nessa cuando se bajó de su Expedition verde oscuro dentro de su garaje para cinco autos. Frunció el ceño al ver el Hummer rojo estacionado contra la pared lejana, y apagó el auto.
Cada una os despertáis en vuestras respectivas casas, restregándose los ojos y recordando lo sucedido la otra noche.
Son las seis y media de la tarde, el sol se está ocultando en el horizonte...
Hoy comienza el Mardi Gras...
Cuando las agujas de los relojes lleguen a las 12 horas...
Nessa se despereza, abre los ojos y se encuentra de frente con el pen drive que descansa en la mesilla de noche que hay junto a su diminuta cama. Poco a poco empieza a recordar lo que había pasado el día anterior. Al final había vuelto sola a casa... había dado de comer a Hunter y lo había sacado sólo un par de minutos, desde la puerta de casa, para que hiciera sus necesidades. Después lo encerró en el patio y fue directamente a la ducha.
Pero ni siquiera el agua caliente consiguió calmar aquella sensación que tenía encima desde que habían salido de la cueva. ¿Qué fallaba? Algo se escapaba y no sabía el qué... pero estaba demasiada agotada como para pensar en ello. Fuera lo que fuera, podría esperar unas horas hasta que estuviera recompuesta, ¿no?
Eso pensó mientras descartaba esperar a que el lento ordenador de su cuarto se encendiera para ver el contenido del pen drive de Wulf. Demasiado tiempo... Así que se tumbó en la cama tras ponerse el pijama.
De nuevo una sensación extraña... estaba agotada pero no podía dormir. Encendió la lamparita que había en la mesilla y empezó a leer... Y se forzó a leer cuando se descubrió a sí misma con pensamientos que no había tenido nunca. ¿Qué hacía ahora pensando en un tío? Bastantes cosas tenía en la cabeza como para tener ese tipo de "visiones".
Sin darse cuenta llegó a quedarse dormida... hasta ahora. Después de recordarlo todo, cierra el libro que todavía estaba a su lado en la cama y lo deja en la mesilla, apagando la tenue luz de la lamparilla. Toma el pen drive con la mano y se despereza mientras se acerca al ordenador arrastrando los pies y lo enciende. Se sienta en la silla despacio, con parsimonia... sabía que el ordenador tardaría sus buenos 10 minutos en encenderse por completo... Por eso sólo miraba el correo desde la tienda.
Veeeeeeeeenga... tú puedes...
Murmura esperando con el pen en su mano y mirándolo. ¿Qué habría dentro? ¿Los chuchos usaban el ordenador? ¿Qué era tan importante como para hacerselo mandar? ¿No podía esperar dos dias hasta que volviera?
¡Por fin!
Introduce con destreza la contraseña de su sesión y espera aque entre. Por suerte, lo usaba tan poco que estaba bastante vacío... por lo que no tardó demasiado en estar listo para reconocer el pen drive y salir de dudas de una vez.
Se despertó lentamente, al final había escondido el cristal dentro del congelador que se encontraba al sótano, sí, era raro... por eso lo había escondido allí entre la comida, ya pensaría más tarde donde esconderlo mejor...
Remolonea un poco por la cama... bostezando y estirándose en la misma, tapándose y destapándose con la sábana...
Se quedo mirando un punto de la habitación... pero en realidad no lo miraba. Solo pensaba. Tenía... una sensación extraña. Suspiró y se incorporó, recordando todo lo que había pasado la noche anterior. Absolutamente todo. El arco y las flechas las tenía a un lado de la habitación... se llevó una mirada hasta el brazo, donde la habían herido... y ahora no había nada.
No podía evitar pensar en cuando habían estado a punto de herir a Nessa... y recordar que en realidad, ella no había querido estar allí. Que la había seguido a ella, a Megan. Si Nessa hubiera muerto...
Abrazándose a las piernas suspiró de nuevo... había algo que no funcionaba. Hoy era Mardi Gras... y se seguía sintiendo extraña. Como si... tuviera ganas de hacer alguna locura.
Se levantó y se duchó, vistiéndose con unos tejanos y una camiseta de manga larga escotada. Se calzó las botas con algo de tacón y miró el móvil. No se lo iba a llevar con él, no tenía ganas. Tampoco se llevó las flechas, ni el arco. Solo cogió las llaves de casa y las de la moto.
Subió en su vehículo favorito... y salió a toda velocidad del garaje, dirigiéndose al Barrio Francés, donde se iba a celebrar el Mardi Gras. Primero cenaría allí, luego ya vería lo que haría.
Cuando insertar el pen drive, se abre una carpeta a los pocos segundos, y en ella, aparece un ícono de un acceso directo.
El dibujo del ícono son dos arcos entrelazados por una flecha y su nombre es "pincha aquí, Nessa", lo cual te hace un poco de gracia, pero sólo un poco.
Llevas el cursor encima del ícono y haces doble click. Automáticamente sientes como tu moden comienza a hacer ruido. Parece que tu ordenador se está conectando a internet.
Al poco tiempo, tu navegador se abre y te sorprende al ver la pagina que se acaba de abrir... www.cazadores-nocturnos.com... Bueno, la verdad, no son muy creativos ocultando pistas.
Entras a la web y ves que te piden que elijas una contraseña... piensas un segundo... la escribes dos veces y al fin entras a la página web que venía dentro del pen drive.
Ves un montón de menús y muchas más cosas, sin embargo, en la mayoría de ellos no puedes entrar. Pero hay uno que parece estar desbloqueado...
ESCUDEROS
Sales de tu casa con tu moto muy tranquila. No llevas nada encima, ni móvil, ni armas, ni nada. Te sientes extraña pero no sabes por qué... muy extraña.
Cuando conduces hacia el barrio francés, te asalta un sentimiento... una sensación... te parece que alguien te sigue, pero miras hacia todos lados y no logras ver nada ni a nadie. Además, para más inri, estás sola en la carretera. Sólo se sienten el ulular de los buhos que salen a cazar por la noche.
Recorres el camino desde tu casa hacia la ciudad y aparcas la moto a unas calles del barrio francés. La gente se está reuniendo en las calles, llenándolas de colores y de gritos y de collares de colores.
Un chico bastante guapo te ve bajar de la moto y se acerca a ti con varios collares en la mano. Son todos de color verde esmeralda, y sin que puedas hacer nada, te cuelga dos en el cuello con una sonrisa.
Feliz Mardi Gras. Te dice, pero te sorprende que no te haya pedido que le enseñes nada. Extraño.
Miras hacia abajo y ves el terrible escote que llevas y supone que para el chico, eso ya es enseñar lo suficiente.
Te acomodas el pelo hacia atrás y te metes en uno de los restaurantes de la gran avenida. Un camarero moreno y, como no, bastante guapo, se te acerca con una libreta de papel y un mojito en la mano. Te deja el mojito sobre la mesa y te mira con una sonrisa, esperando que le digas que quieres comer.
El mojito es invitación de la casa, cielo. Te dice el camarero con lo cual te das cuenta que es demasiado guapo, pero al hablar, se le nota un poco la pluma. ¿Qué quieres para cenar?
Observa los collares con una ceja arqueada... aunque no puede evitar esbozar una divertida sonrisa al caer en su escote, mira la espalda del chico alejarse y suspira. Coloca todos los candados a la moto y se acerca al restaurante más cerca... al lado de la ventana, para poder controlar su Belleza.
Mira al chico y sonríe con el mojito.
Pues gracias... - se queda pensando en qué le apetece... finalmente se encoge de hombros - Ponme el menú de hoy - tampoco tenía antojo de nada.
Dirige la mirada hacia la calle... observa la moto y la gente pasar, apoyando la barbilla en la mano, tranquila...
Al cabo de un rato el camarero llega con un plato de arroz con tomate y dos huevos fritos y lo coloca frente a ti, dejándote también una cestita con pan cortado y algunos palitos de galleta.
Con la otra mano, retira el mojito que ya te has bebido y te deja una jarra de agua helada, diciéndote que si deseas algo más de beber, puedes pedirlo.
El camarero se retira con un guiño de ojo y moviendo las caderas mientras tu te quedas jugueteando con la comida, con la mirada perdida a través de la ventana, mientras ves pasar a la gente que comienza a irse de juerga hacia la plaza de la ciudad.
Te parece ver una cara conocida entre la gente, pero rápidamente le quitas importancia. Demasiada gente, es imposible que sea él.
Empieza a comer despacio... en realidad come por comer, no tiene mucha hambre, pero es que tampoco ha comido nada desde hace casi 24 horas. Es esta sensación extraña... en el estómago, en la cabeza...
Mira el plato y se sorprende de que se lo haya comido casi todo, ni siquiera se ha dado cuenta. Suspira de nuevo y se termina el plato... sigue mirando el exterior con aquella expresión, entre aburrida, triste, extrañada... en realidad no sabe ni qué sentir.
Cuando se termina el arroz, deja que el camarero le sirva el segundo plato y se lo coma de la misma forma: sin enterarse.
No sabe qué hacer después... quizás dé una vuelta por la feria.
Tras comerte toda la comida como una niña buena, el camarero te retira el segundo plato y se acerca con la carta de postres. El moreno te dice que de postre de menú tiene helado, flan, natillas y banana split. Le pides el postre y un café y automáticamente el camarero se retira a buscar lo que has pedido.
Nuevamente miras por la ventana, y ves pasar sonriendo como un tonto al agente Smith con una decena de collares en la mano. Smith pasa hacia delante pero de repente, ves como se detiene y retrocede marcha atrás un par de pasos, para quedar justo en el centro de la ventana.
Una vez allí, giró la cabeza rápidamente hacia ti y sonrió mostrándote todos sus dientes, además de saludarte con la mano.
Pffffhhhhh...
Megan sonríe y finalmente se ríe... sin poder evitarlo, y ponerse la mano delante de la cara. Finalmente lo vuelve a mirar y se levanta pagando la cuenta y terminándose el café, para despedirse del camarero y dejarle alguna propina.
Sale a fuera, sonriendo divertida.
No sé porque no me extraña verte por aquí... creo que eso me lleva a pensar que no estás casado. - intenta que no note su pasividad y su tranquilidad, al fin y al cabo es raro ver a Megan tan calmada... sin más, se coge los collares y se los enseña.
¿Escuderos? ¿Qué quieres que vea, Wulf?
Pregunta al aire mientras clica en la sección correspondiente para ver qué hay. Pero su estómago empieza a hacer acto de presencia. Así que aún en pijama baja despacio las escaleras que llegan hasta la cocina y se asoma por el pasillo de la entrada para saludar con la mano al poli que debe estar haciendo guardia. Si se portaba bien, quizá la dejarían tranquila antes.
Una vez en la cocina, se prepara un café con leche y coge un par de magdalenas y sube a su cuarto con ellas en mano para seguir inspeccionando la web, buscando cualquier cosa que crea... interesante.
Te llevas la taza de té al ordenador y cuando te sientas en la silla, ves un video de un tio rubio ( y bastante guapo, claro ) que termina de hablar a la cámara. Parece que era un mensaje para ti, ya que sus últimas palabras han sido "Ve con cuidado, Ness".
Después aparece una presentación chorra en flash y al final, un formulario para rellenar. Al parecer quieren tus datos. Llenas el formulario de arriba abajo, usando como nombre de usuario Nessa. Cuando le das a enviar, te dice que ese nombre está utilizado, y que lo debes cambiar. Te dan un par de nombres por los que los puedes cambiar.
Nessa01.
NessaCat.
SexyNessa.
No parece haber alguno que te mole mucho, por lo que piensas un rato hasta encontrar el nombre de usuaria indicado para enviar el formulario.
¡Ah! Veo que has estado de fiesta antes que yo... ¿eh? Te dice mientras te mira el escote los collares.
¿Casado? Nah... que va. Hubo una vez una señora Smith, pero esa es otra historia. ¿Tu qué? ¿Qué hacer por aquí sola sin tu amiga? No me digas que estás pensando meterte en problemas otra vez... ahora no estoy de servicio y no me gustaría tener que esposarte otra vez.
Bueno... no es algo que me molestaría demasiado...
Bueno, ¿qué? ¿Qué piensas hacer?
Se ríe de nuevo.
¿De fiesta? Se ve que llevar escote en Mardi Gras es ya la excusa para que regalen collares, ¿tú no vas a darme ninguno? - lo mira divertida y se pone una mano en la cintura - Ni que fuéramos novias, de vez en cuando vamos cada una a su bola - dice respeto a Nessa, sin dejar de sonreír.
Cuando le dice lo de los "problemas", Megan hace cara de ofendida.
¿Es que no puedo salir a pasear sin querer meterme en líos? Vale que tengo ganas de hacer alguna locura, pero eso no va de la mano de problemas... aunque sea así más divertido. - se ríe y se encoge de hombros - En realidad he venido aquí sin pensar, supongo que daré una vuelta por la feria.
¡Mierda!
Exclama al darse cuenta de que se ha perdido el video. Bueno, luego lo buscaría, cuando acabara de rellenar el formulario...
¿NessaCat? ¿SexyNessa? ¿Qué tipo de gente se registra en esta web?
Murmura negando con la cabeza mientras teclea el que será su nick en la web.
"NessaWitch"
Vale, no era original, pero tampoco pensaba tener que usar mucho el servicio... ¿no?
Una vez registrada, empieza a buscar de nuevo el vídeo que no había llegado a tiempo de ver, registrando todas las partes de la web en las que pueda entrar. ¿De verdad era tan fácil entrar a la web de cazadores?
¿Vale que tengo ganas de hacer que? Dice Smith frotándose los oídos.
¿Has dicho locura? Mira, Megan... espero que no te metas en muchos líos. Como ya te he dicho, no estoy de servicio y puedo pasar algunas "locuras" mas siendo Mardi Gras. Pero somos pocos y nos conocemos...
Smith busca un collar bonito de los que tiene en su mano.
Sí, este hace juego con tus ojos.
Después, carraspea y mira a su alrededor.
Lo de tu amiga te lo pregunto, por que ella me parece que es la buffer de la relación. Como si te amortiguara un poco para que no te lances de cabeza al peligro. ¿Es o no es así?
Formulario enviado, Nessawitch. Reza la pantalla para después, apagarse por completo.
De la parte de atrás de tu ordenador comienza a salir una especie de humo blanco mientras observas con incredulidad como el pen drive se derrite sobre tu escritorio.
En ese momento, sientes el timbre de la puerta.
*Ding, dong*
Nessa mira incrédula como queda el pen y el humo blanco que sale del ordenador.
Voy a matar a ese chucho por esto...
Antes de poder intentar encender el ordenador de nuevo, llaman al timbre. Se pone en pie y de mal humor, aún con el pijama puesto, baja las escaleras arrastrando las zapatillas de casa. Al llegar frente a la puerta, sujeta a Hunter por el collar para que no salga y la abre, preparando alguna frase como "no necesito nada" o "no está en casa".