Partida Rol por web

El gremio de mineros de Karak Azgal se presentaba excesivamente activo aquel mediodía, pese a ser la hora de comer para muchas familias enanas, éste continuaba su jornada de trabajo. Había grupos de miembros enanos, sus ropas quemadas, picos, cuerdas, cascos y caras negras les delataban. pero también había guerreros fuertemente armados, así como guerreros de diversos clanes. Uno de los grupos de soldados enarbolaba el estandarte del dragón de Karak, lo que significaba que algún miembro de la familia Skalf se encontraba en el interior. Había tres caballos en la puerta, con dos criados humanos cuidándolos, había algún importante humano en el interior. Allí, entrando en ese momento en el gremio, Thorin II vio a su abuelo Thorin I, caminando en solitario hacia el interior.

Al ver a su abuelo se apresuro acercando se a él -Buenos días maestro, -como siempre se refería a él -vienes a ver el mineral que se va a extraer de la nueva beta, te acompañare ademas quería tratar algunos temas contigo y pedir tu consejo -continuaron andando hasta la puerta del gremio mientras hablaban de cosas triviales como que su hermano Durgur IV se había vuelto a ir a buscar la muerte o que su hermana había encontrado novio, en el tiempo que había estado en las profundidades una carta de su madre les ponía al día de los noticias del clan -Durgur siempre igual pero ....

Mineral, mineral. -Su abuelo estaba muy enfadado, enfadado era quedarse corto, estaba al borde la furia genocida- Hace décadas que no encuentran una buena veta en Karak Azgal, y nunca ha durado mucho. Creo que esta va a ser otra de esas esperanzas que se rompen.

Los herreros rúnicos, maestro y aprendiz, entraron en el gremio de mineros. Allí estaban todos los nobles cuyos estandartes se enarbolaban fuera. Throin I se abrió paso por él con una mezcla de palabras groseras y empujones, muy enfadado.

El día que Durgur se haga matador nadie notará la diferencia, recemos porque su ofensa no perjudique a toda la familia.

Llegaron hasta una sala de reuniones donde el guardia de la puerta no esperó a que se presentaran para dejarles pasar, abrió la puerta sin más. En el interior estaban los grandes nobles de Karak Azgal, al menos parte de ellos y también Kurdrim el Sanguinario, con el brazo en cabestrillo. Su abuelo le vio y hacia él dirigió sus gritos.

¿Cómo has osado perder un martillo rúnico a manos de unos insignificantes goblins? Le dije a tu señor que era impropio que un mismo guerrero tuviera dos armas rúnicas. Ahora se sabe la razón. ¡Un martillo rúnico! Deberías abrazar la vida del buscador de redención.

Un pequeña sonrisa salio de la boca del joven enano su abuelo jamas tenia paciencia, era un enano clásico y rudo como ninguno -Esperemos que esta beta sea buena Maestro

Estaba acostumbrado a que todo el mundo conociera a su abuelo así que no le sorprendió que le abrieran las puertas sin mas, algún día seria a el a quien se las abrirían. Pero las palabras que dedico a el sanguinario si que le sorprendieron, el no se había dado cuenta de que aquel martillo era un martillo rúnico, todavía era un aprendiz estaba claro -Mas vale que bajes ahí abajo a recuperar ese martillo -le dijo en susurro casi inaudible pero su cara expresaba rabia e ira

Iba detrás de su abuelo él aquí simplemente era una sombra a su lado, aunque muchos de los presentes ya le conocían y otros muchos le respetaban todavía tenia mucho hacer y dar a esta ciudad. Por si mente paso el recuerdo de Furtin y miro si entre los nobles estaba él -Recuerdas lo que te conté ayer de lo del rito, estate atengo a gordin

¡Claro que bajarás a recuperar ese martillo! -exclamó Thorin I, la sala callaba, observando la reprimenda que uno de los pocos enanos de Karak Azgal podían echarle a Kurdrim sin perder su cabeza, pero la mirada de furia que el Sanguinario le dirigió a Thorin II no tuvo comparación- O de lo contrario toda la ciudad conocerá tu deshonra.-Kurdrim fue a decir algo pero se lo pensó mejor y calló.

Cuando todo terminó el Sanguinario salió de la sala con pasos rápidos. Los enanos se sentaron y comenzó la reunión, Gordin no estaba entre los presentes* aunque sí otros miembros del clan Norgunson, también del clan Rorganson así como Hargin Skalf, heredero del clan Skalf (y por tanto del trono de Karak Azgal).

Los resultados de la prospección son menores de lo esperado, aún así la calidad del hierro es difícilmente superable, el acero que resulte, sin poder compararse con el gromril, será el mejor que se haya visto en los últimos siglos.

Si el ejército de Karak Azgal se arma con este acero podríamos recuperar por fin el primer nivel, y empezar a establecer viviendas en ella. El capitán Rorganson está dispuesto a aportar tropas para proteger la zona de prospección si una parte del producto es cedido al clan Rorganson, se ha hablado del 2% del mismo durante einte años, el clan Rorganson acepta esas condiciones.

Volvió a susurrarle -Yo te acompañare, el honor de un enano no se mide por sus palabras sino por sus actos -miro a su abuelo y alzo la cabeza -verdad Maestro.

Cuando empezaron a hablar el simplemente escucho no tenia mucho que añadir -Si es así que ganas de forjar ese metal-comento a su abuelo mientras apretaba sus puño en señal de que sus manos domaría ese duro metal

Ante las palabras del miembro del Rorganson solo puedo gritar -¡¡Si!! -si expresión demostraba la alegría por poder recuperar algo de poder dentro de la fortaleza, ese esperanza alentaba al enano tal vez algún día podrían hacer lo mismo en su fortaleza

Su Maestro gruñó algo, que podría ser tanto una confirmación como desagrado. Sanguinario abandonó la sala y continuó una charla sobre cantidades, estimaciones, pesos, calidades y demás cifras de economía. Tedioso asunto que sin embargo algunos de los presentes trataban con mucho interés. Finalmente llegaron a una parte que sí les interesaba: comprobar la calidad del producto.

El gremio de herreros y el maestro herrero rúnico Thorin se han ofrecido a comprobar la calidad del metal. Si alguno de los inversores presentes tiene alguna duda sobre la calidad del metal que se persone en los talleres señalados para comprobar el resultado.

Tú forjarás un yelmo -le dijo su abuelo a Thorin II-, estos idiotas querrán comprobar su uso como arma, a mí me interesa su resistencia.

Thorin asintió con la cabeza -Me parece muy bien Maestro -se acerco al material y tomo entre sus manos un trozo del hierro que apretó y restregó contra sus mano -me llevare el hierro necesario para comenzar a forjar el yelmo -en su mente había varios diseños para el casco.

-Podría ser algo

-O mejor

-Por donde tengo que pasar luego a recoger el hierro -pregunto a uno de los mineros presente mientras su abuelo charlaba con los nobles, pero la pregunta que rondaba su cabeza era "si luego se quedaría el yelmo"

Te proporcionaremos un lingote de inmediato, -le contestaron a Thorin II- un criado te lo traerá. Sólo resta el fastidioso asunto del carbón.

Sí, debemos poner fin a estas protestas de los humanos. Los carboneros están en huelga, pero también los sastres, los panaderos, los porteadores, los curtidores y albañiles. Todos han hecho causa común contra los enanos y aunque hemos podido contratar a algunos humanos más necesitados están poco cualificados.

¡Hay que poner fin cuanto antes a esta locura!

Escucho al criado -Con un lingote sera suficiente -tengo ganas de moldear ese metal -pero algo que no sabia le descoloco -Como desde cuanto es eso así, llevo demasiado tiempo encerrado en mis quehaceres que no me he enterado de nada -algunos recuerdos llegaron a su mente y empezó a unir acontecimientos -que es lo que demandan -extrañado pregunto

Menos impuestos, la misma historia de siempre. ¿No son acaso conscientes de que cobramos los impuestos de nuestros propios tesoros? El dinero que tienen lo han saqueado de las riquezas de la antigua Karak Izril.

Escucho atento las palabras de miembro del clan -No lo son, lo que esta en mente de todo enano que baja en busca de tesoros es que ellos han realizado un esfuerzo y nada mas -aun así los impuestos son excesivos -pero a lo que nos atañe ahora, donde puede conseguir carbón, nosotros todavía tenemos pero se terminara en poco tiempo -el herrero tenia ganas de golpear aquel metal con su martillo.

No tenemos minas de carbón en Karak Azgal, todo el que obtenemos es vegetal y han de ocuparse los carboneros humanos. Pero con esa maldita protesta han dejado de producir. Aún quedan varios meses hasta el invierno y es por eso por lo que nos pueden estafar de esta manera.

Se podría conseguir carbón de algunos humanos, pero el precio sería prohibitivo.

-Cierto siempre compramos ese carbón vegetal, Arkold siempre se encarga de esos temas -entre sus manos maneja un punzón que usaba en las labores de herrería, casualmente se trajo todas las herramientas por si acaso -supongo que el clan Norguson subvencione el carbón para esta tarea ya que servirá de expositor para la venta de su mineral -callado algunos segundo pregunto -sabes que humano esta dirigiendo las protestas -intrigado

¡De ningún modo! El Clan Norgunson proporciona minerales y ese carbón no es un mineral, que cada forja de la ciudad se proporcione su propio carbón. Hay otros clanes que se podrían ocupar de ello. No queremos ofrecer un servicio que no estamos dispuestos a financiar.

Frunció el ceño un poco -Solo me refería al carbón necesario para forjar el yelmo, para el resto de nuestros trabajos ya lo obtendremos nosotros -malditos humanos, aprovechando de los enanos -ahora había que pensar una forma de obtener carbón -sabes que humano esta dirigiendo las protestas

¿Acaso no tenéis carbón en vuestra forja para un solo yelmo? -preguntó, algo más serio, el Norgunson.

Si lo supiéramos, ya nos habríamos encargado de él.*

-Si lo tenemos -se quedo pensativo durante unos segundos -tendré que buscar a humano que esta organizando todo esto -ahora que tenemos un buen hierro no tenemos carbón maldita sea, si hace falta talare un árbol para obtenerlo -las forjar también funcionaban con leña solo había que ir al bosque talar un buen pino y llevarlo de vuelta a la forja -si hace falta iré yo mismo a por carbón

Luego volvió a prestar atención a lo que pasaba en el otro lado de la sala, entre su abuelo y el resto de nobles