Partida Rol por web

Sala donde se impartirán la mayoría de las clases, se impartirá ciencias, tutoría, y arte. La ventana de esta aula da al patio teniendo sol la gran mayoría de la mañana. En la clase también consta de un tablón de anuncios.

El aula estará cerrada cuando no haya clases, se abrirá una hora antes de cada clase y se cerrara una hora después de finalizar la clase.

Suspiré algo cansada mientras entraba al centro "Kyoken". El vuelo desde Rusia se había atrasado y por ello llegaba tarde, algo que no me gustaba es que tuviera que llegar tarde por otros factores. Mientras caminaba con pasos pequeños pero rápidos observaba a mi alrededor hechando pequeños vistazos. El lugar se veía agradable pero la mala reputación la tendría por algo. Odiaba a mis padres por haberme mandado allí pero, si seguía adelante podría independizarme y así poder hacer mi vida sin volver a verlos así que que era la única opción para librarme de ellos. Una maid me atendió en cuanto llegué, no sabía muy bien que hacer y me sorprendí al verla preguntándome si tal vez era un robot de aspecto masculino vestido de mujer o una mujer con facciones de hombre. Dejé de lado esos pensamientos mientras arrastraba mi maleta por el recinto conducida por la maid hasta una habitación, me abrió la puerta y me tendió una llave indicando que era para mi propio armario. Una vez dentro busqué mi cama y mi armarioc guardando en este la maleta aun sin sacar las cosas, ya tendría tiempo para guardarlas mejor así que cogiendo la mochila y guardando algunos libros, cerré con llave el armario en cuyo interior estaba la mochila y salí sin percatarme mucho a mi alrededor. Una vez fuera la maid seguía esperándome. -Esto... Perdone pero... ¿Podría indicarme el aula?- pregunté con un hilito de voz mientras miraba al suelo y agarraba la mochila algo nerviosa. La maid asintió y comenzó a caminar siguiéndole desde detrás suya. Intentaba pasar desapercibida para el resto de los alumnos, dejando caer mi flequillo tapando mis ojos rojos. "Tal vez parezca que he hecho algo malo y me esté llevando hacia el director..." No me extrañaría el que pensaran eso puesto que mi aspecto daba una sensación opuesta a mi personalidad. Durante unos minutos seguí a la maid en silencio hasta que llegamos a una puerta, indicando ésta con una mano que ya hablamos llegado. -G-Gracias...- susurré. La maid camimo por el pasillo dejándome sola allí. Cogí aire y lo expulsé lentamente llevando una mano temerosa a la puerta. La abrí lentamente y cuando estuvo abierta lo suficiente para que solo mi cuerpo pasase entré cerrándola detrás de mí. Por lo visto los alumnos no habían llegado aun y sonreí para mi algo más aliviada. Decidí sentarme en la parte de atrás, al fondo y al lado de la ventana. Miré a través de ella y pude contemplar como el cielo estaba ligeramente cubierto por una fina niebla, "Vaya... Piensan hasta en los vampiros." Algo más animada cogí un paquete de dulces que guardé en mi mochila y comencé a comer mientras miraba por la ventana algo distraída esperando que fuese al menos un buen día.

Al escuchar el anuncio por los altavoces avisando de que empezaban las clases me di prisa en acabar con lo que restaba de mi desayuno y me levanté acariciando mi barriga satisfecha. Miré a mis compañeros y pensé que mejor los esperaba en el aula para evitar llegar tarde.

-Bueno chicos, voy para el aula.- dije despidiéndome de todos con la mano y con una pequeña sonrisa.

Acto seguido salí del comedor y empecé a caminar por los pasillos de ka escuela. Mientras caminaba miraba hacia todos lados intentando memorizar todo lo que veía para más tarde poder llegar fácilmente a los sitios. Tras un tiempo vagando por los pasillos llegué hasta el aula.

Abrí la puerta y me adentré en la habitación. Vi que era espaciosa y bien iluminada, parecía un buen lugar para pasar nuestro año de estudio. Me percaté entonces de que ya había alguien allí. Sentada en la parte de atrás junto a la ventana se encontraba una chica de cabello negro como el azabache y ojos rojos. Rápidamente la identifiqué como un vampiro al ver esas características, aunque no podía asegurar nada.

"Es guapa" pensé sin mala intención. Al darme cuenta de esto me sonroje levemente y agité la cabeza para librarme de esos pensamientos. Me percaté de que se encontraba comiendo galletas, lo llamó la atención. No sabía que los vampiros pudiesen comer cosas aparte de la sangre. Me acerqué hasta el sitio vacío a su lado y me senté.

-Hola, me llamo Kise, ¿tú también estas en la clase? No te vi ayer.- comenté mientras la miraba con una leve sonrisa.

- Yo también voy -me comí corriendo lo que me quedaba del desayuno y salí corriendo detrás del chico - vamos, vamos, terminad de desayunar, ¿no querréis llegar tarde el primer día?

Poco después, entré en clase dando saltos y aterrizando en medio de una pequeña brisa. Vi a una chica que no había visto el día anterior. La miré con curiosidad. Tenía ojos rojos, por lo que era una vampiresa. Kise ya estaba hablando con ella, por lo que me uní a la conversación - Hola, me llamo Naitha, bienvenida. Llegas justo para la primera clase.

Esperé que los demás no tardaran mucho, mientras empecé a buscar un buen lugar donde sentarme.

No me percaté de que alguien había entrado en el aula hasta que las palabras del chico hizo que me sacara de mis pensamientos. Giré mi cabeza para poder verlo puesto que me encontraba mirando por la ventana. Contemplé su pelo rubio un poco largo y luego sus ojos de color aguamarina, se veía atractivo. Me tragué la galleta a medio masticar y pasé la lengua por mis labios para quitar cualquier resto del dulce, iba a responderle cuando otra chica entró presentándose también.

-Me llamo Eiko, encantada.- dije casi susurrando, mirando las galletas que se encontraban en mis manos algo avergonzada. -No pude presentarme ayer ya que mi vuelo se retrasó.- esto último lo dije para Kise, contestando así su pregunta.

No sabía muy bien que razas eran a simple vista, pero estaba segura de que supieron que era una vampira debido al característico color de mis ojos.

Entré al aula con cara de muerto. Como se atrevian a darme esa comida de plebeyos??? Seguro que era cosa de mis padres. Malditos fueran, ma las pagarian. Cuando saliera de aqui pensaba cobrarme todas y cada una de las cosas que me hicieran en caprichos y  mujeres. Bueno, lo primero incluia lo segundo. 

Me acerque a la recien llegada para presentarme.

-Shiro Ikume, encantado de conocerla-dicho esto me  sente al lado de la puerta en la parte de atras. Asi podria salir en cuanto sonara el timbre.

Se terminó el desayuno lo más rápido que pudo y salió escopeteada hacia clase tostada en boca, cuaderno, estuche y Damy en mano. Entró a trompicones en la clase, parando en la puerta un poco (aliviada por que no hubiesen empezado aún las clases) para recuperar el aliento perdido durante la carrera hacia el aula. Miró a los presentes y se percató de la chica nueva, por lo que se dirigió a saludarla.

-Hofa be llabo...-

Se dio cuenta de que hablaba con una tostada en forma de oso en la boca y la cogió quitándosela de la boca, sonrojándose bastante.

-Ho...hola, me llamo Niky, encantada! El es Damy, espero que podamos ser tu amiga.-

Le sonrió enseñándole a Damy, su querido acompañante de tela.

-¡Ah! Será mejor que vaya a coger un pupitre que seguro que pronto va a empezar la clase.- 

Miró los pupitres y dejó sus cosas sobre uno de la primera fila justo en frente de la pizarra sentándose en el. Empezó a comerse lo más rápido que pudo la tostada antes de que llegase el profesor. Seguía sin darse cuenta de que llevaba el vestido del revés por completo.

Después de mi, varios de mis compañeros fueron llegando y presentándose a la nueva chica, a la que ahora conozco como Eiko. Me hizo mucha gracia la presentación de Niky, pues la pobre había acabado un poco avergonzada al hablar con la boca llena por una tostada.

Volví mi vista hacia la recién llegada viendo que todos los demás se habían ido a sus respectivos sitios y estaban un poco alejados para hablar.

-Bueno, Eiko, la verdad es que tengo un duda desde que te vi. ¿Los vampiros podéis comer cosas aparte de la sangre?- dije mientras señalaba con un dedo la bolsa de la que ella estaba dando cuenta.

Esperaba que no se lo tomara a mal ni nada por el estilo, era simple curiosidad. De reojo inspeccione la clase mientras me preguntaba mentalmente cuanto faltaría para que llegasen los demás y empezáramos la clase.

Apenas hacia unos minutos que se había despertado y ya estaba corriendo por todo el lugar, aprovechando su agilidad para subirse incluso a algunos armarios para darse mas prisa, era casi una costumbre ser así. Pero aunque se hubiera despertado tarde ya se encontraba arreglada y con el cabello bien recogido en sus trenzas, aquel día prefirió usar unos lacitos verdes, seria algo relajante dentro de las cientos de ideas que tenia para el día.

Al llegar no era la primera, sinceramente esperaba ser la ultima, incluso había una que no había olfateado antes. -Hola nya, si que os levantáis temprano nya. Dijo Sayumi buscando el pupitre mas alejado de la pizarra y al lado de la ventana, imprescindible para ella estar al lado de la ventana, no le gustaba nada sentirse atrapada en cuatro pareces. -Nueva chica nya, Sayumi encantada nya. Se desperezo estirándose en la silla mientras se acomodaba como podía antes de colocar su cabeza entre sus brazos para quedarse mirando a la gente con la cola balanceándose levemente de lado a lado. Aburrida de buena mañana.

El Ángel voló deprisa para llegar al aula antes de que las clase siniciaran. Se sorprendió de ver a una nueva compañera junto con sus desadaptados compañeros, los cuales consideraba iguales y similares. Todo mundo le prestaba atención como era debido y en ello vió que no todas las creaturas del señor estaban perdidas cuando notaba nada de "bullying" en estas gentes "demoniacas" para sus primos alados.

- Chupate esa Gabriel -pensó el ángel al ver la alegría de los otros-.

- Ola que va, y Hola que saluda, Compañeros de clase -dijo entrando por la puerta -Y hola, chica de crepúsculo - Al acto, el ángel tomó asiento al lado de la chica "Nya", estaba esperando las clases, imaginando ¿que clases de clases se imparten entre las clases de esta clase?-.

Me senté en un asiento en la primera fila, al lado de la ventana. La abrí y dejé que entrara un poco de aire.

Pronto aparecieron más compañeros, que se habían retrasado con el desayuno, y saludaban a la nueva chica. Vi que Nicky se había sentado en primera fila también. La saludé con la mano y me senté en la silla. A ver cuando llegaba el profesor, estaba deseando ver qué clases nos daban.

- ¿Creéis que nos enseñaran a hacernos invisibles o a crear golems? No sé si mi magia podría usarse así, pero sería fantástico.

Poco a poco más alumnos fueron entrando saludándome por ser la nueva, algo que me dio vergüenza por ser un poco el centro de atención, "espero que no haya tantos alumnos..." El simple hecho de que se acercaran demasiado causaba un leve rubor en mis mejillas. La presentación de Niky fue algo graciosa por hablar mientras comía, el resto fueron dando sus nombres o simplemente saludando. Miré las diferentes razas que se encontraban en el aula, algunas fácil de identificar y otras no tanto. 

Cuando Kise me hizo la pregunta cogí una de las galletas de la bolsa y la mordí por el medio, mis labios se tornaron de un color rojizo y pase la lengua limpiando los restos del líquido. Mostré la galleta a medio morder, en ella se apreciaba un líquido viscoso de color rojo.

-Los vampiros estamos muertos así que la comida no nos afecta demasiado, me gusta saborear las cosas pero si es con sangre mucho mejor.- dicho esto me comí la otra mitad de la galleta mientras bajaba la mirada un poco sonrojada debido a la mirada de alguien mientras comía.

Iba a ofrecerle galletas pero no era un vampiro y no estaba segura de que quisiera probar la sangre, "a no ser que ya la haya probado..." Me metí un poco en mi mundo pensando si al resto de las razas les gustaba la sangre aun no siendo vampiros.

Después de un buen rato llega el profesor, un hombre que trasmitía el aura de Ángel que es, media aproximadamente 1.70 cm de altura, cabellos blancos con matices azules, pero lo más característico de aquel hombre era su rostro alargado con aquellos gafas impecables y su traje hecho a medida, limpio y muy formal. Lleva consigo un maletín de piel marrón oscuro.

Ese señor dio unos pasos caminando hasta ponerse a una mesa que está justo en frente de la primera fila a un lado cerca de la ventana, era la mesa del profesor.

El Ángel puso su maletín con mucho cuidado y elegancia a su mesa, sin llegar a mirar a sus alumnos, abrió su maletín y comenzó a sacar unos papeles que puso a un lado de manera ordenada. También saco tres bolígrafos, poniéndolos justo al lado de los papeles, parecía un hombre recto, ordenado y perfeccionista.

Acto seguido dejo el maletín a un lado y camino lentamente hasta la pizarra, dando la espalda a los alumnos y escribió algo en ella “Bokaru Ikoma” en letras occidentales, y a su lado su nombre en japonés  “ボカル・イコマ”. También escribió a una esquina, a la parte derecha la fecha del día de hoy “Monday ,06/April/2015” cuando termino de escribir la fecha puso la tiza en su lugar  se giró sacudiéndose  las manos para quitar el rastro de la tiza fijando su estricta mirada a sus alumnos a través de aquellas gafas.

Buenos días, me llamo Bokaru Ikoma pero para ustedes soy el profesor Ikoama, soy el profesor que impartirá Ciencias Sociales, pero en un pasado en este mismo instituto impartí las clases de lenguas, así que no siempre daremos sociales.

Menciono con un tono agradable, tranquilo y muy formal. Miro a los alumnos uno a uno, frunciendo un poco el ceño.

Que son esos atuendos tan vulgares, en mis tiempos los alumnos vestían más formales. ¿¡Donde están las bellas costumbres de este país!? ¿¡donde quedo la costumbre de los uniformes escolares!? Este país va cada vez más en decadencia...

Exclamo muy disgustado con aquello, pero poco podía hacer más que quejarse ya que en el Kyoken no hay uniformes.

Y encima me faltan alumnos… se nota que el Kyoken no es como el de antes, maldito Ryuto… 

Añadió ante la falta de asistencia de algunos y maldiciendo a Ryuto por algún motivo, quizás porque piensa que es un incompetente que no sabe hacer su trabajo.

Tras ese pequeño desliz empezó a analizar a los alumnos cuando llego a Missael, es entonces que se le quedo mirando fijamente, sin apartar sus ojos del chico en ningún momento, parecía querer analizarle detenidamente con aquella mirada fría, calculadora y severa.

Tras el profesor Bokaru, a los pocos minutos de el profesor presentarse, llegaron dos nuevos alumnos. Llegaban agarrados del cuello, haciendo un gancho uno al otro con cara de pillos traviesos los dos, se pusieron frente la clase, justo al lado del profesor.

Ambos alumnos eran completamente iguales, solo unos expertos y de mucha confianza que haya estado con ellos toda la vida podrían diferenciarlos quien es quien a simple vista, ambos median aprox 1.70, muy delgados, de cabello castaño anaranjado con ojos rasgados de color marrón miel

El primero en hablar era al de vuestra derecha, se separó de su gemelo y se inclinó en una reverencia poniendo la mano en el estómago – Me llamo Ken Watanade y desde hoy tenéis el placer de ser mis compañeros de clase …

menciono cuando se enderezo y miro a sus compañeros de manera maléfica, parecía querer planear algo, miro a su hermano y se esperó en pie, con la mano en la cadera mientras miraba a todos como analizándoles, manteniendo una pose relajada pero, como si estuviese ansioso por los movimientos de pies contra el suelo

Acto seguido se presentó el que quedaba, simplemente sonrió amable y gentil a todos – mi nombre es Hiro Watanade, soy el gemelo pequeño, un placer teneros a todos de compañeros – muy diferente a su hermano, más gentil, más amable y más dócil, mostrando su mejor sonrisa amistosa.

Hiro miro a los lados como buscando a alguien y se froto el mentón pensando algo – Falta uno, quizás este en la azotea haciendo campana, no es muy dado de madrugar así que me imagino que Tetsuo habrá ido a dar una pequeña siesta – añadió cuando se fue a sentarse a un pupitre de los del medio, sonriendo a todos

Su hermano le siguió y se sentó a el pupitre de al lado.