Lo que quedaba del grupo original partió hacia el norte de Delberz atravesando una marea de refugiados que huía de la ciudad ahora que aún se podía, también había aquellos que reforzaban su casa con maderos y objetos punzantes para repeler a los orcos. O los que abrían las alcantarillas y se escondían en las cloacas.
Los hombres de Waldemar aparecieron, llevando bolsas cargadas con comidas, virotes y otros útiles.
Los orcos están en la ciudad hemos visto unos diez dos calles más abajo. He robado un catalejo de un oficial muerto, nos será útil.
Llegaron a la posada donde se habían hospedado, dinero malgastado por una cama que no habían disfrutado, y entraron en los establos maldiciendo su suerte. Dos de los caballos habían desaparecido, el de Von Reinholn y el de Marcus. Había un mozo de cuadra muerto en el suelo con una herida en la espalda hecha por un arma grande.
Tras despojar a los cadáveres de sus escasas pertenencias, de entre las cuales prefirió algunas monedas, una daga y un anillo de plata, Marcus Bolt siguió a su compañero a través de la plaza. Aquella desviación no le gustó para nada ya que temía que alguién lo reconociera y iniciara otra vez una batalla campal u otro escape forzado. Aún así comenzó a urgar entre los escombros a la orden del hechicero, con más prisa que convicción y siempre atento a lo que sucedía alrededor.
- Tenemos que salir de aquí, recuerda que me buscan por asesinato... - Dijo finalmente, dándose por vencido en su tarea y preparado ya para desaparecer de ese condenado lugar.
Motivo: Buscar
Tirada: 1d100
Dificultad: 19-
Resultado: 87 (Fracaso)
Me los quedo, nunca se sabe cuando se va a necesitar un arma extra y algo de moneda de cambio.
¡Maldita sea! ¿Donde están nuestros caballos?. En fin, habrá que actuar en consecuencia.
piensa Maximillian ante la falta de sus corceles.
- Queridos, nos llevamos todos los caballos que encontréis. Y cualquier carreta, carro o vehículo similar que nos permita salir a escape de este condenado infierno.-
les dice a sus compañeros.
pues eso, birlamos cuantos caballos haya en las caballerizas. Y luego a toda castaña hacia Middenhiem.
Sólo hay tres caballos. El de Klins, el de Farmiekh y el de Ibrahm
No había nada en aquel lugar quemado, sólo escombros, piedras derruidas y madera carbonizada, restos de lo que no hace mucho fue una posada. Cubiertos y platos calcinados, pucheros rotos y mesas partidas o chamuscadas. Pero había algo en el aire, tan intenso que incluso Marcus pudo notarlo aunque no podía concretar el qué. Ibrahm sí. Magia. La magia de Nurgle en estado puro, canalizada sin intermediarios. Los restos de una poderosa invocación de poder. ¿Qué había pasado aquí? "..sada del padre de Julia" rezaba un cartel roto. Sólo un padre muy orgulloso pondría semejante nombre a un lugar. ¿Quién era esa Julia? ¿Y dónde estaba el dueño?
- Señor coja el caballo de Ibrahm y salgamos de aquí antes de que desaparezcan los nuestros también - dice Klins empezando a mirar hacía todos lados
¿Es posible que hayan utilizada la magia del Orbe en este lugar? -preguntó en susurros Stinth, sin dirigirse a nadie en particular. Aquello podría resultar ser una pista muy importante en su búsqueda, pero en aquellos momentos no tenían tiempo ni hombres suficientes para indagar más No queda nada, y a saber donde están los que aquí se hospedaban...
He de contarte algo más -añadió de pronto, girándose de nuevo hacia su compañero- Justo antes de separarme de los demás, sentí el poder de un gran hechicero de la luz. Él está aquí, en Delberz -poniendo énfasis en esta revelación, como si fuera algo inconcebible- Debemos salir de la ciudad lo antes posible, no podemos andar buscando al resto del grupo, tardaríamos demasiado.
Ibrahm suspiró cansado, frotando unos ojos que ya empezaban a mostrar los síntomas de la fatiga- He puesto en juego toda mi magia para encontrarte rápidamente, y eso no es algo que se pueda hacer sin consecuencias. Te lo aviso ahora: invocaré un último conjuro para poder reunirnos con Maximillian, y después dejaré el resto en tus manos.
Blanch empezó a canalizar sus energías- De ti dependerá que salgamos de aquí... yo no tengo fuerzas para hacer más -Y no puedo imaginar un lugar mejor que éste, que ha sido tocado por Nurgle, para tejer mi poder pensó, al tiempo que las palabras arcanas salían de su boca sin titubeos.
He encontrado a Marcus. Nos reuniremos en la puerta de Delberz que da al camino hacia Middenheim -murmuró el mensaje que las moscas debían llevarle a Von Reinholn hijo.
Motivo: Canalización
Tirada: 1d100
Dificultad: 61-
Resultado: 37 (Exito)
Motivo: Mensajero nauseabundo (-1 por cuero, +2 por canalización)
Tirada: 3d10
Dificultad: 8+
Resultado: 9, 1, 10
Exitos: 2
Lo siento por el tocho-post o.o (a sido para expiar mi pecados*)
*usar tanta magia :D
¿Qué os parece señor si nos pagáis ahora?
15 Coronas
Un disparo sonó muy cerca, y al instante apareció un oficial a caballo seguido por dos soldados que arrastraban un tercero, atravesaron la plaza y se pararon frente al templo de Shallya. El oficial desmontó y entró en el templo.
Prueba de Esconderse Rutinaria (+10)
- Tomad vuestro dinero, Waldemar. Pero no olvidéis que ahora estáis a mis órdenes. Y recordad que os cubriré de oro si nuestra misión sale bien.-
dice Maximillian pagándole al mercenario el dinero que pide. Instantes después se sube al caballo de Ibrahm y sale de las caballerizas.
- Vamos, dirección Middenheim. Hay que salir de este condenado infierno antes de que se desencadene una matanza.-
Alertado por el sonido de un disparo en la cercanías, Marcus no dudó en buscar un escondite lo más pronto que pudo para evitar ser descubierto nuevamente por los hombres que patrullaban la ciudad buscándolo. Fue así que vino a hallar un buen refugio entre una pila de cajas abandonadas al ámparo de las sombras. Desde allí se limitó a esperar y mantener los sentidos alerta ante cualquier cambio que sucediera a su alrededor.
Motivo: Esconderse +10
Tirada: 1d100
Dificultad: 29-
Resultado: 17 (Exito)
Mascullando de nuevo por aquella presencia indeseada, Stinth buscó frenéticamente un lugar donde esconderse antes de que los guardias se preguntaran que hacía entre las ruinas de la posada No estoy acostumbrado a esto... se lamentó, pero finalmente pudo guarecerse detrás de los restos de una, en otro tiempo, lustrosa pared- ¿Puedes oír lo que dicen? -le susurró a Marcus Quizás sus sentidos sean más agudos dada su... naturaleza.
Motivo: Esconderse (Agilidad/2 +10)
Tirada: 1d100
Dificultad: 28-
Resultado: 27 (Exito)
- No distingo nada entre las voces, todo llega muy apagado de la distancia... - Se excusó por lo bajo el licántropo quién ya se había conformado con ponerse a salvo de otra banda de cazadores y al que poco le interesaba en realidad saber mucho más acerca del motivo que traía a ese oficial al templo de Shallya. Sospechaba que él estaba implicado en la cuestión, y con eso le bastaba para imaginar el resto del turbulento asunto.
Motivo: Escuchar (Percep)
Tirada: 1d100
Dificultad: 38-
Resultado: 87 (Fracaso)
Escondidos entre los escombros de la posada maldita los dos hombres, el blanco y el negro, escudriñaron la noche de Delberz. Los tres soldados se mantenían en la entrada del templo mirando a ambos lados de la calle, nerviosos y con las armas listas, uno de ellos llevaba un arcabuz en la mano, que ahora mismo cargaba.
El oficial salió del templo, y le siguieron varios hombres más, amenazaban con sus armas a otros hombres. Las sacerdotisas salieron detrás de ellos gritando y pidiendo clemencia. No fueron escuchadas, los soldados arrodillaron a los prisioneros y les clavaron sus espadas, después dejaron los cuerpos en la plaza y salieron corriendo hacia el norte.
Motivo: Percepción
Tirada: 3d100
Dificultad: 7-
Resultado: 53, 14, 70
Es que manda huevos, uno un negro, y el otro un albino. Dais la nota. XD. Lleváis mucho más ritmo que los demás, sólo Max postea tanto como vosotros.
Es un alivio no estar entre ellos -comentó con sarcasmo, mirando despreocupadamente los cadáveres que yacían en la plaza. Al instante siguiente, su mente volvía a centrarse en lo que debían hacer a continuación- ¿Crees que tendríamos que ir directamente a las puertas? ¿O es mejor que primero les busquemos un poco por donde les dejé la última vez? -le pidió consejo a su compañero- Lo primero es seguramente más fácil, pero si nos quedamos mucho tiempo esperándoles allí podríamos llamar la atención...
Es para hacerte trabajar más, máster XD
Tomaremos la carretera de Middenheim hasta Sotturn, son diez horas de marcha así que descansaremos en algún lugar apropiado, nuestra exploradora nos dirá dónde. Si no hay ninguna granja, posada o torre disponible deberemos refugiarnos en algún campo. Confío que en Sotturn estemos a salvo, una vez allí compraremos lo que necesitemos, conozco gente allí. ¿Todo bien, patrón?
- Por mí perfecto, pero debemos llegar hasta la ciudad del Lobo Blanco cuanto antes. Espero encontrar a nuestros compañeros entre los refugiados que huyen en esa dirección.-
le contesta Maximillian al mercenario mientras intentan salir de la ciudad.
Entendido.
Los tres sectarios, Maximilan, Klins y Farmiekh tomaron cada uno un caballo y salieron del establo, descendieron las por calles principales, aún despejadas de gente, seguidos de cuatro de los mercenarios, dos de ellos llevaban bultos en sus manos mientras el líder y otro de los mercenarios, un tileano tuerto, abrían la marcha con las espadas desenvainadas. Evitaron un taller de curtidores de cuero ocupado por soldados y pasaron junto al cadáver de un orco enorme, abatido a virotes de ballesta.
Necesitaban cruzar el río para poder llegar a la puerta norte, pero en el puente al que llegaron había una escuadra de soldados disparando a unas toscas barcas que llegaban repletas de orcos, los proyectiles estaban haciendo una carnicería entre los orcos, algunos caían al agua y eran arrastrados por la corriente. Los orcos también disparaban flechas a los del puente y dos soldados yacían moribundos en el suelo. Había arqueros en los dos extremos del puente, y otra pareja se asomaba desde la ventana de un segundo piso de una casa, asomando los amenazadores cañones de los arcabuces.
¿Cruzamos por aquí o buscamos otro puente?
- Mejor será que comencemos nuestro camino hacia las puertas. El grupo ya está partido, pero volveremos a encontrarnos tarde o temprano. Y mejor que eso sea lejos de la mirada de acero de los guardias de la ciudad...- Opinó algo consternado el hombre-lobo, que sentía remordimiento por haber sido probablemente el motivo por el cuál aquellos desgraciados civiles y sacerdotisas habían sido masacrados. Aunque luego recordó el incidente con aquél mutante, y gran parte de la culpa se trasladó hacia ese infeliz y a la imprudencia de la seguidoras de Shallya. Su viaje continuaba de todas formas, y no podía vacilar en ese momento.
- Nos la jugamos con este. No podemos perder tiempo buscando otro puente ya que los orcos podrían echársenos encima. Además, aquí contaremos con la protección de los soldados imperiales.-
dice Maximillian con determinación antes de espolear a su caballo hacia la salvación.
Ya podéis rezar a vuestros miserables dioses para que os protejan. El gran Nurgle velará por nosotros, no hay duda.