Partida Rol por web

-De acuerdo, yo me voy a ver si los de la barra tienen algo que decir.- dice Malek con una sonrisa, ya saboreando el alcohol bajando por su garganta.

Acercándose a los dos hombres, el granuja se sienta a su lado intentando poner cara amistosa mientras señaliza al camarero que le ponga algo de beber.

-Buenos días señores, bonitas armas- comenta mientras señaliza a sus pistolas láser bien cuidadas- siempre es bueno ver a alguien que sabe respetar lo que le esta salvando la vida.

Observando el panorama y desagradado por la vision del que se presuponia que era un adepto. En su lengua secreta dijo:
-Me desagrada ese hombre-haciendo una clara insinuacion al adepto -Daga... -dejo un pequeño silencio hasta que esta le miro
-Encargate de entretener a ese gordo, yo me encargo de la mujer-una sonrrisa recorrio la cara de Jhon
-Igual se convierte en un viaje de placer, ademas de trabajo

El hombre de capucha y copa incombustible me llama especialmente la atención. ¿Pudiera ser que ese fuera realmente el jefe del grupo? Quizás debiera... Empleando mi lengua secreta comunico a mis compañeros mi intención de acercarme a aquel hombre para intentar averiguar si también participaría en la subasta. Camaradas, voy a acercarme al tipo de la capucha, yo me encargo de el, no me da buena espina. Capucha y capa negra, al igual que mi equipo negro y mi gabardina negra, joder... dos murciélagos en las sombras, charlando amigablemente, eso sí que no va a pasar desapercibido... Pienso antes de encaminarme a la barra, pedir un Amasec, y acercarme al sujeto.

Acercándome a él con cautela, mantengo una apariencia indiferente, con un toque de hastió por las circunstancias. Vaya aburrimiento... 30 horas... ¿Quién puede quedarse tanto tiempo encerrado en su camarote? !Un suplicio! Comento mientras me llevo la copa a los labios y finjo que doy un sorbo moviendo mi nuez. !Ahh! Pero al menos tenemos buenos refrigerios ¿Verdad señor? !Amasec del bueno! No es sacra, pero bueno... Alzo la copa hacia la suya, con el claro propósito de que la choque con la mía, a modo de saludo. No nos pasemos con la primera aproximación, que al tipo se le ve entretenido observando a la mujer..

Marcus Se estiró cual largo era y bajo su túnica tintineó el metal de su equipo,se cargó el petate al hombro y miró a daga.-El adepto con el chaval o los de la armadura?.-Dijo señalando con la barbilla a ambos Grupos,se rascó la barbilla con aire ausente y acto seguido se dio un par de toques en la pitillera que tenia a la altura del corazón,Sacó una de las preciadas varillas y se la colocó en los labios.-Voy a por los de la Frag.-Acto seguido caminó con aire ausente mientras se daba toques por la ropa en busca del encendedor.-¿Donde mierda?.-Dijo mientras se acercaba con la cabeza baja hacia los dos tipos.-Ajá¡Te encontré...-Dijo mientras lo alzaba con aire triunfante ante sus ojos.-Oh....Estooo,¿Les molesta?.-Se acercó tranquilamente el encendedor a los labios y prendió la varilla,dio una larga calada y mientras echaba el aire le tendió la mano a uno de los tipos.-Samuel,Encantado¿y ustedes?.-Miró a los chavales de arriba hacia abajo y se fijo en sus armaduras.-Buena elección,si señor,Son buenas,fiables,resistentes y fáciles de encontrar,la armadura definitiva a mi parecer.-La mirada de marcus Recorría la armadura y las túnicas de los jóvenes intentando ver que arma escondían.¿Que será...?.

     - Bueno, pues voy a por el representante del clero... Pero recuerda Jhon que no estamos aquí por placer. Con andares decicidos, me acerco al orondo clérigo. Entro en su campo visual y hago el signo del aquila a la vez que una leve reverencia. Con una sonrisa y voz melosa comienzo a hablar. - Bienhallado excelencia. Me regocija ver al fin a un devoto sirvo del Emperador. Que trae las bendiciones de un adepto del Ministorum a una travesía como ésta.

Eisen llevaba pocos pasos andados en el pasillo, cuando se percató de que su compañero y habitual busca líos, Malek, no le seguía, de hecho, no le seguía nadie. 
Retrocedió sobre sus pasos para saber que motivo los había retenido y los encontró conversando con el resto de los pasajeros. Tomando una postura cómoda desde algún rincón, observo con detalle como se resolvía la situación, atento a los gestos del resto del pasaje. 

Siguiendo a Daga, como buen caballero siempre deja a la dama pasar, aunque sea una peligrosa y bella dama.

Un saludo breve y educado, desde un segundo plano, al caballero que acompañaba a la otra dama de la sala, pero en cambio el saludo que ofreció a la mujer que estaba frente a él, cambio total mente. Con una elegante reverencia hacia ella, sin perder el contacto entre sus miradas, que hablaban por si solas. Una mirada como la de Jhon era difícil de resistir, muchas mujeres ya habían caído en la red, cuanto menos el joven medito llamaría la atención de la dama...

-Connor McCloud, para servir al emperador..-deja unos segundos de silencio mientras termina de hacer la reverencia y continua diciendo - y a usted si me lo pide -terminado con una ligera sonrisa.

Malek se acerca a los dos hombres de la barra, se acoda y comienza a hablarles.

Por su parte, John y Daga se dirigen al mismo grupo y hábilmente interrumpen la conversación del clérigo y la dama, comenzando animadas discusiones. Marcus y Victor también van en esa dirección, aunque se separan para acercarse a los guardaespaldas de la mujer y a la figura encapuchada, respectivamente.

La pareja gruñe levemente a modo de saludo. Instintivamente llevan las manos a las armas durante un segundo, apenas un movimiento para dejarlas prestar a desenfundar; sin embargo parecen recordar donde se encuentran y vuelven al inestable reposo en que se encontraban.

- Nada tan exótico como esas, dice uno señalando el bulto de las Pistolas Bolter de Malek. Efectivas, pero ruidosas. Poco sutiles... concluye. Mi nombre es Vymer. Él es Quill, su compañero asiente levemente, mientras toma un sorbo de su bebida. 

Ambos guardias mantienen la postura y el mutismo. Saludan a Marcus con una inclinación de cabeza, pero se mueven levemente para no dejar de observar en todo momento a la mujer, ni al resto de los presentes. Con las manos en la espalda bien podrían ser estatuas. No hacen ningún gesto de tomar la mano de "Samuel".

- Gracias, dice secamente uno de ellos. Disculpe, no nos pagan para confraternizar con el público.

La figura se mantiene en silencio, aunque extiende la mano levemente para acompañar al gesto de Victor. Una fina, blanca y delicada mano de mujer. Su copa no llega a tocar la del psíquico, ni varía su postura. El tiempo es relativo, su voz es suave, delicada, con un tinte resonante. 

Daga y Jhon se incorporan al duo que conversa, y hacen su entrada. La mujer apenas parece contrariada, mantiene una amplia sonrisa. El clérigo, sin embargo, emite un gruñido casi inhumano mientras se rasca la barriga. Apura su copa completamente y uno de los hombres a su espalda corre a traerle otra. Se dedica a mirar sus anillos, mientras la mujer toma la posta y los presenta.

- Encantada, Señor McCloud, señora... me temo que no escuché su nombre. Mi nombre es Octavia Nile, y él es el Abad Tamas, señala al clérigo con un grácil gesto de la mano. Creo que es obvio nuestro propósito... rie suavemente.

- Así es!! El gordo rompe el mutismo tras un profundo trago de su copa. Su aliento destila alcohol. HE RECIBIDO UNA VISIÓN!! Su cara se hincha y colorea, profundas marcas rojas en sus mejillas, papada y frente. Un artefacto maravilloso que debe ser rescatado para el Dios-Emperador!

-¿Ruidosas? ¿Poco sutiles?- repite Malek con una carcajada- Es posible, pero creedme, cuando llega la hora de sacar a estas bellezas lo último que me preocupa es llamar la atención.

La tranquila conversación solo se ve interrumpida cuando el clérigo levanta la voz, diciendo: HE RECIBIDO UNA VISIÓN!!

Aunque nadie parece prestarle mayor atención; pueden ver que su cara se hincha y colorea, profundas marcas rojas en sus mejillas, papada y frente.

Marcus sonríe alegremente.-¿Por que gracias?.-Marcus da otra calada y saca el paquete de LHO.-Chicos tranquilos a mi tampoco,pero a ellos si por protegernos.-Dice mientras señala a la seguridad del lugar,tras un segundo ríe y con una sonrisa pícara les dice.-No tenéis por que actuar,sabéis que aun hablando con un hombre como yo si alguien intenta desenfundar un arma ya le estaréis neutralizando,y vuestras armaduras no se superan por ningun arma que pueda ocultar alguien a bordo de este navío.-les tiende en paquete de LHO.-Así que...¿Os apetece dejar de fingir y fumaros uno,que os apetece?.-Marcus Espera a que alguno relaje la postura y comience a hablar o coja una varilla..Fumando todo es mejor jajaja.....Mientras los estudia con la mirada y una sonrisa en los labios.

El tiempo... El tiempo puede ser medido de muchas maneras, ciertamente, y puede significar infinidad de posibilidades, si tenemos en cuenta todas las variables del cosmos. ¿Cierto? ¿Pero que es el tiempo si nosotros no estamos para gastarlo? Algo efímero, carente de valor quizás... Le digo en un tono de voz bajo y místico, como si compartiera con ella una especie de secreto muy importante. Con un movimiento leve, choco mi copa contra la suya, que se había quedado en un movimiento a medias. ¿Y que es de nosotros sin el tiempo...? ¿...y sin las agradables compañías? Remato con una sonrisa picara.

     La asesina simula contrariedad por su fallo. - Perdonen mis modales. Mi nombre es Delana Castillo. Represento al Capitán Ezekiel Sunder, explorador y comerciante. Imagino que todos nosotros estemos aquí por similares circunstancias. Añade con una sonrisa cómplice. Dicho esto se dirige al abad Tamas. - Señor abad, lo que cuenta es muy interesante. Como fiel sirva de Nuestro Señor Inmortal, tengo mucho interés en todo lo referente a milagros y visiones otorgadas por Su Gracia. Estoy deseando que me cuente los detalles de sus visiones. ¿le importa que le acompañe mientras tomo también un refrigerio? Con esto, hace una seña al barman para que le sirva también una copa. 

Con unos modales muy refinados propios de alguien acostumbrado a manejarse en altas esferas Jhon continua hablando: -Octavia Nile, un dulce nombre para una mujer con dulces ojos. -acto seguido le indica al barman que le traiga algo de beber y señalando a la señorita y al caballero le hace entender que traiga otra de lo mismo para ellos. -sus próximas copas permitirnos que les invitemos. Si no le importa Octavia me sentare a su lado -cuando se sienta -Como ha dicho Delana, representamos al Capitán Ezekiel Sunder, aunque yo solo soy un humilde acompañante -aunque las palabras de Jhon indicaban todo lo contrario, tanto por sus modales como por sus forma de entonar ese "humilde".

Eisen!! no levante tanto la voz, por amor de Dios!!! le digo a mi compañero entregandole una copa que cojo de la mesa y le hago beber un trago para que se calme, ¿qué te ocurre?¿qué visión?