Partida Rol por web

Narya se aleja un poco, casualmente, y Viktor y Eisen la siguen con la mirada. Notan que, mientras Daga y John conversan con la dama, el clérigo se aleja dando temblorosos pasos apartando a todos rudamente en dirección a las habitaciones. Asimismo, Marcus ha cambiado de objetivo, dirigiéndose hacia el Adepto, pero Malek sigue en el bar con los dos hombres.

-Pues buena suerte, supongo que nos veremos allí- dice Malek perdiendo el interés en intentar sacar algo de ellos- Mientras tanto bebamos un rato, y ya que estamos... ¿os apetece una partida de cartas?- pregunta mientras saca una baraja del interior de su chaqueta.

El hombre sale al balcón, arrebujado fuertemente en su capa. De debajo de la misma extrae un botellín metálico y comienza a darles grandes sorbos. Repetidamente lanza miradas al interior; lo que te obliga a disimular a que observas una pintura en el lateral del salón. 

Un hombre de la tripulación, cercano, te comenta: Si piensa en salir, señorita, no olvide una capa protectora. Todo allí afuera es ácido y puede causarle graves lesiones en la piel. Si no tiene una, podemos proporcionarla para usted. Tampoco es que la vista sea nada agradable, lamentablemente...

Uno de ellos parece a punto de aceptar, pero el otro lo corta secamente. En otro momento. Luego de la cena, por ejemplo. Sospecho que nos veremos mucho las caras, con solo este lugar para estar y más de un día por delante.

-Después de la cena, entonces. Os tomo la palabra.

Terminando la bebida, Malek se levanta de la mesa y se dirige a la ventana junto con Eisen y Victor.

     Con una sonrisa contesto a Octavia. - Entonces, querida estamos aquí por similares razones... La reacción del abad coge a Daga un poco por sorpresa. - ¿Que le ocurre al abad Tamas? ¿Se habrá incomodado por algo que hemos dicho? Mira a su compañero y le pone la mano en el brazo. - Jhon, quizás el abad se haya indispuesto. Acércate y ofrécele tus servicios como medicae. Vuelvo a mirar a Octavia y continúo con una sonrisa de complicidad. - Estas travesías pueden jugar malas pasadas a los estómagos de los no acostumbrados.

Justo cuando Daga empezaba a hablar o incluso antes deque dijera nada, se levanto hacia el abad diciendo:
-Discursible señorita Octavia, el deber me llam - luego continuo andando detrás de Tamas..

-Abad se encuentra bien, si necesita algo haga me lo saber y le atenderé gustoso -dijo al abad educadamente

Marcus esboza una amplía sonrisa.-Si, es verdad me ha pillado, no soy de Solomon señor,vengo de otro mundo...algo mas verde que este.-De nuevo sonríe al hombre y asiente sus palabras,es verdad que incluso a un tipo como Marcus le llaman la atención las reliquias del pasado,la curiosidad por aprender que fue en las aventuras de los Haarlocks y que maravillas encontraron en sus viajes.-No le niego que yo también tengo interés en las maravillas de los Haarlocks,tengo interés por ver que maravillas hallaron en sus viajes.-Marcus se sorprende ante el comentario de las aguas de Solomon y recuerda que tuvo ganas de beber agua,ahora sabia que no era buena idea.-Oh...pobre del que la beba no?..jajaja....-Marcus Inició su tradicional costumbre al hablar y re-encendió la varilla de hace unos momentos,le dio una calada corta y miro al hombre.-Bueno,lo que me trae aquí es que soy siervo del señor Ezekiel Sunder y escolto a la señorita Castillo a la subasta...como podrá usted apreciar por mi aspecto y mis ropas no soy exactamente un hombre de negocios  señor Lanus.-Dice Marcus mientras señala su rostro tatuado, sus ropas y arma al cinto.-pero incluso con todo esto...soy un hombre con algo de sabiduría y gusto por el aprendizaje Señor Lanus...Por cierto que le ocurre a vuestro siervo?...estas bien chaval?Quieres algo de beber para relajarte o una varilla?...no soy peligroso pese a mi aspecto.-Marcus esboza una sonrisa afable y sincera hacia el joven asustadizo, un rasgo común en el hombretón.

Jhon persigue al Abad camino a sus habitaciones, pero los clérigos le cortan el paso asegurándole que solo está indispuesto y  que no requiere de sus servicios. A pesar de la insistencia del Medicae, le es físicamente seguirlo hasta sus habitaciones privadas. 

Así es que Daga, Eisen, Malek, Jhon y Viktor vuelven a encontrarse. Narya se encuentra un poco más allá, observando algo en el balcón. 

Marcus intercambia unas palabras con el hombre regordete, y este señala al grupo. A los pocos minutos la dama con sus guardias y la figura encapuchada se disculpan y abandonan el lugar en dirección a su sección de los dormitorios. Pronto los dos hombres de la barra que conversaran con Malek la siguen, conversando en voz baja.

- El muchacho solo está nervioso, eso es todo. Soy un estudioso, y él mi asistente. Me maravilla la oportunidad de observar estos tesoros pero todos han venido acompañados de gente... ehem, ruda, si me permite la palabra.

Lanus parece apenas bajo control, y el muchacho tiembla como una hoja. Marcus sorprende su mirada asustada a sus armas; es evidente que no espera volver con vida a su hogar. Tal vez sea posible, dice Lanus señalando con un gesto al grupo de acólitos que ya se ha reunido, encontrar una manera de granjearme la amistad de usted y sus amigos, Samuel? No nos vendría mal la compañia de un grupo tan numeroso y bien... ehem, previsor.

Por fin nos vamos reuniendo poco a poco todos los compañeros de la misión tras nuestras respectivas aproximaciones a los diferentes componentes del pasaje. En voz baja y en confidencial entonación les sugiero: Compañeros, si me permitís la observación, sería conveniente hablar fuera, con la marea y similar nuestras voces no serán audibles, no me fio de los camarotes, podrían tener ladrones de voz o similar... Mi aproximación no había ido nada bien, y era difícil identificar las causas del completo recelo de aquella mujer a la que me había acercado. Pero sin duda su rechazo había sido total, y sus gestos rápidos y amenazantes no dejaron lugar a dudas. Haber insistido podía haber provocado que desenvainara el arma que se le perfilaba bajo sus ropajes.

     Parece que todos los pasajeros se retiran a sus respectivos camarotes, así que es un buen momento para poner las ideas en común. Ahora que han podido reunirse, Daga se dirige a sus compañeros en la lengua de los acólitos. - Bueno, veamos que ha podido averiguar cada uno. Aunque la idea de Viktor no es mala, no creo que corramos peligro mientras usemos nuestra lengua secreta. Parece que mas de un grupo de pasajeros está, como nosotros, de incógnito actuando bajo tapadera. Ya tengo claro al menos 2 objetos de la subasta con los que debemos hacernos... mira alternativamente a unos y a otros. - ¿Alguna información útil por vuestra parte?

Unos de los motivos por los Jhon habia ido a buscar al caballero era para averiguar si había ingerido algún tipo de veneno, tenia esa impresión por los gestos de expresión facial.
En su legua secreta se comunico con ellos. -ninguno de vosotros se va a libras de un pequeño chequeo medico, todos hemos bebido algo y siempre hay que ser precavidos ante estas situaciones.

Por mi parte ninguna, la actitud de la mujer fue tajante. No permitió ninguna aproximación, ni tan si quiera entablar conversación, estaba totalmente centrada en la mujer. Un desastre, me dijo de un modo muy cortes, que o me largaba ahora mismo o me haría filetes con el arma que abultaba bajo sus ropas. Digo tras un carraspeo empleando nuestra lengua secreta. Pero veo que tu si que has obtenido información, estupendo. Es algo muy importante saber que se van a traer entre manos...

Las palabras de nuestro doctor me sentaron como un jarro de agua fria. Joder, era cierto que habia tomado algo, aunque tan solo fuera un sorbo podria costarme bien caro. Mierda... Tienes razon Jhon. Totalmente dispuesto, cuando tu digas.

     Daga procede a explicar lo que sabe. - Resumiendo. El abad Tamas es obviamente un impostor. No pertenece al clero y aunque afirma lo contrario, oculta alguna agenda propia. Dice buscar una "mujer de oro", la cual supongo que sea algún tipo de estatua o similar. Hace una pausa de unos segundos para que todos analicen la situación. - La mujer noble dice llamarse Octavia Nile y aunque, como el abad, se hace la tonta, también está aquí por razones ocultas. Ella busca un salero de plata. Ambos objetos nos interesa conseguir en la subasta, pues seguro que ocultan algún tipo de secreto.

Si es eso lo que realmente buscan en verdad, porque o son muy tontos y no van a llegar a ningún lado, o son lo suficientemente cautos para ocultar a los primeros desconocidos que se encuentren lo que buscan en esta subasta. No sabría muy bien a cuál de las dos descripciones acogerme tratandose de estos tipos tan extraños... Lo cierto es que si algo me ha enseñado es que hay dos tipos de enemigos extremadamente peligrosos, los descabezados y encolerizados adoradores, y aquellos que usan el cerebro, y de los dos los segundos son los más peligrosos. Quizás sea más importante lo que no hayan dicho que lo que sí han mencionado. Comento reflexionando sobre mi breve encuentro con aquella mujer que ni siquiera aceptó el toque de copa contra copa, muy cauta ahora bien pensando en los venenos. La verdad es que ya ha sido todo un logro en si mismo tu contacto con los sujetos. Le comento a mi compañera mostrándome contento por sus éxitos. Toda información será bien venida.

-Como bien dice daga, ambos ocultan algo, sus formas de actuar no son las propias de quienes dicen ser, también es posible que busquen algo diferente a lo que nos dicen, es lo que en mi planta llamamos el técnica del tecnomarine. No si habéis visto alguna vez a un tecnomarine en combate, mientras miras su peligroso servo-brazo de atraviesa con la espada de su mano. -luego veis como teclea el placa en el brazo en busca de algo -Si sentís algo de esto avisarme - poco a poco os va enseñando lo que pone en ella...

     Daga asiente con la cabeza ante los comentarios de Viktor. - Por supuesto me preocupa mas lo que no han dicho que lo que me han contado... pero sería de necios ignorar cualquier dato que obtengamos. Si pujan por esos objetos en la subasta corroborarán mi sospecha. La chica parecía mas astuta, pero el "abad" no parecía mas que un necio. Ella me pareció la competencia mas peligrosa de los dos. Tras las palabras de Jhon, toma la placa de datos, comienza a leerla y después le mira con escepticismo en sus ojos. - Muchos de estos síntomas los padezco muchas veces al oír tus ocurrencias... contesta con una media sonrisa.

-Yo por mi parte no he logrado sonsacar nada de esos tipos, pero por su aspecto tampoco esperaba nada mas. Sugiero que estemos atentos a esa mujer de oro y ese salero de plata y pujemos por ambos, si no son nada en especial no nos resultare especialmente difícil hacernos con ellos, y si todos pujan por ellos sabremos que son mas de lo que aparentan.

-Y tranquilo Jhon, me dejare hacer la revisión, pero no creo que encuentres nada raro.- responde Malek a la preocupación de su compañero.