Partida Rol por web

Marcus rie levemente ante el comentario de Lanus.-Si no se preocupe, soy un tipo un tanto rudo,el resto de compañeros no lo son,aunque por seguridad han aprendido que llevar una pistola en una colmena te puede salvar la vida...espero que me entienda.-...Tranquilo bolita,hoy no te mataré....Piensa mientras sonríe al comentario de Lanus y mira al joven.-Tranquilo la mayoría están aquí.-Le dice al joven con voz bromista cuando le da un toque con la bota a la pesada y gran bolsa que había a sus pies,su gesto se vuelve serio y fuma mientras sopesa las palabras del hombre.-espero que comprenda señor que no soy quien para asegurarlo pero si lo desea le preguntaré a la señora Castillo si desea conversar mas cómodamente el tema con usted señor...Si me disculpa voy a consultarlo con la señora.-Marcus se levanta con tranquilidad se coloca bien su capa y le tiende una mano al hombre en señal de despedida.-Espera un momento por favor.-Tras aquello recoge su bolsa y camina hacia el grupo,mientras camina silva para llamar la atención del grupo y le hace un gesto con la mirada a Daga mirando a un lado,cuando llega a su altura le comenta en voz baja.-Aquel señor de atrás, se hace llamar Lanus y parece ser un Acólito interesado en la subasta y tal vez sepa algo de ella y de lo que en ella pueda haber....le he dicho que eres mi jefa y representamos a Ezekiel como dijiste,me he presentado ante el como samuel y está interesado en nuestra compañía debido a nuestra fuerza ¨Militar¨ de la que el no dispone....vamos,parece interesado en estar cerca nuestra si vuelan las balas...le he dicho que comprobaría si deseabas tratar con el....si quieres intenta sacarle mas información que yo..no creo que te sea difícil.-Marcus conversaba con Daga mientras lanzaba miradas a Lanus,hacia leves reverencias de respeto hacia Daga y sonreía al hablar para que Lanus no sospechara.

     - ¿Busca nuestra protección? Contesto a Marcus en la lengua secreta. -¿Crees que pueda tener algo que ofrecernos? Una oportunidad de sacar mas información no se puede pasar por alto. Quizás averigüe algo útil y sino siempre puedo decirle que no nos interesa... Tras meditarlo unos instantes, continua hablando con Marcus. - Está bien. Dile que hablaré con él. Espero que no esté intentado sacarnos información a nosotros. En estos momentos y visto lo visto podría imaginarme cualquier cosa....

Marcus asiente y borra la sonrisa de su cara.-Está bien, le comunicaré tu decisión...-Marcus camina de nuevo hacia Lanus,pero esta vez con un paso mas militar y dando pequeñas zancadas se planta delante de Lanus,Tras carraspear le transmite el mensaje.-Señor,la señorita Castillo acepta hablar con usted,acompañenos y converse con mi señora.-Tras transmitir el mensaje Marcus da media vuelta a la espera de Lanus y comienza a caminar hacia Daga.

No, muy amable, no será necesario, esperaré en la reconfortante estancia. Le digo al hombre que me había aconsejado la protección contra ambientes hostiles. Bueno, parece que solo quiere... vete tú a saber que, ponerse chuzo... pero no estamos para esos trotes, creo que será mejor volver con los compañeros y ver que se cuece. Vuelvo junto a mis compañeros y escucho como comentan sus exploraciones de la situación.

Yo tampoco he sacado nada en claro, nada especialmente extraño. Comento cuando vuelvo junto a ellos. A fuera hay un hombre, extraño, si... se dedica a darle sorbos a un bote metálico y a mirar hacia atrás con recelo. Quizás sea alguna clase de producto para mantener un aspecto que no es el suyo. Pero es imposible de comprobar... Me apoyo en la pared y escucho con atención lo que comentan de aquel tipo que quiere alquilar "nuestros servicios". Sub-contratas, lo que faltaba...

El hombre se acerca, arrastrando los pies. Sus ojillos, vivaces tras unos anteojos de fino alambre, los observan sin perder detalle. Rápidamente identifica a Daga como la "señora Castillo" y hace una floritura con su mano derecha. En la izquierda lleva aún una pluma.

Detrás de él camina un muchacho con un libro de grandes dimensiones, abierto. A simple vista, solo es un escritorio andante. Y uno bastante asustado.

- Estimada señora, vuestro hombre me ha invitado a hablar con usted. Tal vez le ha referido mi problema... aunque en realidad no es un problema. Pero viendo la calaña de las personas que a atraido esta subasta, no le negaré que contar con la buena gracia de un grupo tan... capaz como el vuestro ayudaría a nuestro bienestar.

     Daga contesta al hombre con cortesía, pero le escruta con una mirada que dice a las claras que no se fía de nadie. - Los intereses de nuestro señor priman sobre otras consideraciones... pero si lo que pide es razonable, podríamos intentar llegar a un acuerdo. Antes de tomar una decisión me gustaría saber mas de usted, de los motivos por los que ha emprendido este viaje y de la causa de su asistencia a la subasta. Se toma una pausa para que sus palabras calen en el anciano. - Perdone que sea tan directa, pero como le he dicho, representamos a nuestro señor en este asunto y no me gustaría darme cuenta a deshora de que he estado prestando ayuda a un competidor. Supongo que lo entenderá. Por supuesto, lo que mas le preocupaba a la asesina era saber si el tipo era lo que aparentaba, si era una amenaza, qué quería exactamente de ellos y qué podía ofrecer a cambio...

     La verdad que no estaba de humor para perder el tiempo. No habían conseguido la información suficiente del resto de embarcados y para colmo, este hombre la había interrumpido justo cuando Narya parecía haber dado con algo interesante... en fin, quizás pudiesen sacar algo en limpio de esto.

El medico del grupo ignoro al hombre de los anteojos fue directo al chaval, al escritorio andante, que era lo que parecia.
-Como te llamas chaval le dio un momento para contestar...
-Veo miedo en tus ojos, que es lo que te asusta, eres libre de hablar delante mio -luego clavo la mirada en el hombre que hablaba con daga, indicando con su mirada que se arepentiria si aquel pobre chaval estaba sustado por su culpa
-Nadie te hara daño mientras este yo aqui -sus palabras fueron sueves y delicadas, intentando dar confianza a aquel pobre chaval.

Con el semblante muy serio, y mi equipo totalmente negro flotando a cada paso tras de mí, me situó junto a Daga, observando la situación, mostrando que aquella mujer, nuestra jefa a ojos del resto, estaba bien cubierta y protegida. Tranquilo, no lo abordes, todavía no es el momento, si hay que hurgar en su mente llegará el momento. Veo como nuestro doctor especialista se acerca al chaval que acompaña al sujeto y le comenta algo. La cara del joven muestra una expresión como si le hubiera aplicado alguna de las pesadillas a través de la psique... Intento fijarme en todos los detalles que rodean a aquellos dos tipos, amo y esclavo, tan centrados en su conversación...

El hombre hace señas al joven para que se adelante, con una sonrisa. Tendrán que disculpar a Jules, es un buen chico pero nunca salió de casa y está un poco, digamos... sorprendido por todo esto. 

El joven asiente. Solo espero que nadie comienza a disparar a diestro y siniestro, señor. Quisiera volver a casa con vida, dice mientras hace rápida y reflexivamente la señal del aquila con una sola mano mientras sostiene el libro con la otra.

- Señora, agrega Lanus dirigiéndose a Daga, soy un estudioso. He leido sobre los tesoros de los Haarlock durante toda mi vida, sobre sus viajes y exploraciones. Los ahorros de mi vida apenas me han conseguido un lugar en esta subasta, pero no creo que pueda comprar más que algún recuerdo sin valor, si es que algo así exista. Mi interés... es ver con mis propios ojos leyendas como el Saltero de Plata, o el Espejo Gris. Cosas maravillosas que provienen de los rincones innotos del Sector... su voz se vuelve soñadora.

     Un salero de plata... ahora si ha captado mi atención. - Y lo que quiere es acompañarnos y cubrirse vajo nuestra ala para estar mas seguro ¿No es así? Daga se fija en la expresión y gestos del hombre para intentar encontrar la mentira en sus palabras, pero o es bueno ocultando sus intenciones o ella no ve duda en lo que dice. - En ese caso no veo problema en que nos acompañe. Yo misma soy una gran entusiasta del arte en general y mas aún si cabe si hablamos de los tesoros del gran Erasmus Haarlock. Me gustaría si puede ser que me hablase de esas maravillas de las que habla y así este viaje servirá para ampliar mi cultura a la par que cumplimos las órdenes de mi maestro. La asesina le muestra su sonrisa mas encantadora. Y le habla en tono de complicidad. - Considérelo un pago simbólico a nuestra ayuda, si le parece bien, claro está. Parece que al fin hemos dado con una vía de información prometedora, o al menos eso parece...

Lanus inclina la cabeza en una pequeña reverencia. Será mi placer, señora.

Lanus asiente y se retira a las habitaciones, excusándose con pequeñas reverencias. El lugar queda vacío, a excepción de algunos hombres de la tripulación.

El grupo entonces toma como propia una pequeña mesa, mientras deja pasar el tiempo hasta la cena, trazando planes sobre cómo continuar.

Finalmente sirven la cena, algo sencillo para paladares acostumbrados a manjares pero se nota que es una comida refinada para el cocinero del Cygnan Martyr. Incluso tal vez un poco errado el punto de cocción de los muslos de gyxn y los vegetales, pero en general sabroso y abundante.

Lanus Cisten se acomoda cerca del grupo, dirigiéndoles una sonrisa tímida de vez en cuanto. Los demás lo ignoran, evidentemente no consideran al erudito ni un oponente ni una amenaza, y por lo tanto nadie importante. Los dos hombres con los que hablara Malek en la barra conversan quedamente entre sí, atentos pero sin relacionarse con nadie. Octavia y el Abad cenan en silencio también, concentrados en sus propios asuntos. Sus servidores cenan ligeramente apartados; los clérigos entre comentarios soeces por lo bajo que flotan hasta sus oidos por sobre el tintineo de los cubiertos; el personal de Octavia en un silencio sepulcral.

- Disculpen - dice Lanus al grupo tratando de no levantar la voz - ¿Podría sentarme a cenar con ustedes junto con mi acompañante?

     Daga no deja pasar la oportunidad de compartir unas palabras con Lanus. - Por su supuesto. Acompáñeme en la cena señor Cisten. le hace un gesto y le señala la silla que está junto a ella. - Quizás Jhon pueda ocuparse de que Jules quede atendido. Cuanto antes pudiera comenzar a obtener información, mejor para la misión.