Partida Rol por web

Ailush invocando los poderes concedidos por Lathander lanza sobre su compañero Aenghus un conjuro de fuerza de toro, sus musculos se tensan y con fuerzas renovadas su suerte cambia y consigue asestar 3 grandes golpes sobre los hombres lobo terminando con 2 de ellos en el suelo, el ultimo de los hombres lobo ante la escena aterradora del frenesi del guerrero Aenghus huye despavorido.

Mafuso guarda su varita y saca la ballesta.

Ailush le concede fuerza de toro a Aenghus.

Aenghus mata de un golpe al Hombre Lobo 1 y lanza dos ataques contra el Hombre lobo 2, que le quitan 9 y 14 puntos de vida.

Esfurmo lanza sus dos ataques e impacta el segundo quitandole 5 puntos de vida.

Perendior ataca con su ninja-to y falla.

El Hombre Lobo 1 permanece muerto partido por la mitad por un tajo de espadon.

El Hombre Lobo 2 muere por heridas de espadas.

El Hombre Lobo 3 huye y provoca un ADO de Esfurmo.

El Hombre Lobo 4 permanece chamuscado en el suelo frito a proyectiles magicos.

 Ailush da un vistazo a sus compañeros, viendo que Mafuso vuele a estar muy herido. Se le acerca.

 - Deja que me ocupe de esas feas heridas...- Pronuncia una oración, con sus manos a escasos milímetros de las heridas y de ellas aparece un calor agradable y reparador.

El hombre lobo es un animal atemorizado y malherido. Cuando intenta huir, desprotege su pecho ante Esfurmo, que alza su martillo intentando golpearle...

Esfurmo lanza su ataque de oportunidad contra el Hombre Lobo que huye y falla, el hombre lobo al no ser perseguido rapidamente se va adentrando en la maleza del bosque y escapa.

Por un momento nuestros amigos descansan y se recuperan de sus heridas, el combate ha sido duro.

 Cuando el último contendiente escapa del combate, vuestra pelirroja amiga deja escapar un profundo suspiro.

 - Chicos estaís todos bien, dejadme examinar estos mordiscos... pues son muchas las leyendas nefastas que tratan sobre hombreslobo y sus mordiscos, así como de su maldición.

 La frente de la muchacha está perlada en sudor, pero aún así se mueve con presteza, como su fuera impulsada por un resorte, atendiendo a sus compañeros.

Aenghus sale de su trance guerrero. Mira su entorno comprobando que todos estan bien. Las heridas parecen superficiales y Ailush ya ha dado buena cuenta de ellas.

Se sienta mientras deja que las gotas de sudor se deslicen desde la punta de su nariz. Su respiración se normaliza mientras descansa y vuelve a relajarse.

¿Que diablos eran esas cosas?

 Ailush se encoge de hombros un momento. Negando con la cabeza.

 - Imagino que serán hombres lobo, pero nunca vi uno antes, no lo puedo asegurar... Pero nos han puesto en aprietos, espero que cuando nos enfrentemos a los orcos esos no sean tan peligrosos como estos o lo pasaremos muy mal...

Eso espero yo también. Aenghus se termina de mirar las heridas y afila ligeramente su espada a la espera de que empiecen de nuevo la marcha

 Ailush mira las heridas de sus compañeros.

 - Sugiero que busquemos un lugar en el que pasar la noche, esas heridas són bastante serias y yo me sineto cansada ante pedir de forma tan seguida la ayuda de Padre.- Hace una pasa, secándose la frente perlada en sudor.- Si encontramos un lugar en el que hacer un campamento podré atenderos como es debido y estar listos para proseguir la marcha lo más aprisa que podamos.

Aenghus asiente.

Perendior. ¿Quizas podrías encontrar algún lugar resguardado donde acampar?

 Una vez más serena la sacerdotisa comenta.

 - En el detallado mapa, no aparece posada ovilla alguna en el camino, ni granjas ni ningún otro sígno de civilización. Así pues nos tocará pernoctar al raso, talvez si pudieramos seguir el rastro de estos hombrelobo, encontremos un lugar a cubierto. Que os parece?

Finalmente despues de curar las heridas y un poco caminar, abandonando el lugar del encuentro por mayor seguridad, nuestros amigos se disponen a acampar y hacer las respectivas guardias. El sol se oculta a lo lejos, aun hay luz como para seguir, pero las heridas hacen dificil el camino y llaman al descanso del guerrero.

 La sacerdotisa mira los alrededores.

 - Tendrá que servir.- Sentencia al fin.

 Después de dejar su equipo en el suelo, parece cansada, pues no parece que esté en muy buena forma.

 - Propongo que hagamos tres guardias, empezaremos Aenghus y yo. Luego propongo que la haga Perendior, mucho más perceptivo que los demás y finalmente Mafuso y su primo. De este modo los que precisamos de un descanso ininterrumpido, para refrescar nuestras mentes para estar listos mañana, podremos descansar seguidos.- Mira a sus compañeros mientras empieza a sacar de la mochila unas tiras de carne ahumada, pan, queso y tarta de higos secos.- Os parece bien?