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La Compañía Negra 2: La Puerta de Galdan.

La Compañía Negra: Pelotón de Hostigadores.

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01/11/2016, 15:41
Cabo Barril.

Después de que la Heroína dé la voz de alarma, Barril sabe que es cuestión de tiempo que empiecen a disparar a todo lo que se mueva. Es mejor empezar a devolver golpes, así que da órdenes.

- Dolorosos, apartaros de la escala y arrojad lanzas contra las arqueras que disparan, Grito y Cielo en cabeza para subir a la muralla, Desastre y yo os seguimos, Preocupado y Lagrimita cierran la subida. -

Parece que los Hostigadores colocarían su propia escala, más Barril patea el cuerpo de un Doloroso muerto cerca de Preocupado y Lagrimita, despejando el camino hacia la escala de Infantería en su extremo sureste, por si alguno de ellos quisiera tomar la escala ya tendida como puente hacia la muralla.

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01/11/2016, 16:46
Lagrimita, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.

Un último estallido de fuerza bruta nos ha permitido colocar la enorme escala contra el muro. Sin embargo, con el desgaste acumulado y peso añadido de la armadura, no sé si podré trepar rápidamente. Uno de los Dolorosos que está cerca podría ser la ayuda que necesito.

- ¡Tú, me vas a ayudar a subir la Escala! - le digo con voz intensa, mientras dedico mis sentidos a distinguir los proyectiles que salen de la muralla, en un esfuerzo por evitarlos.

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02/11/2016, 08:27
Analista Lengua Negra.

Tras acabar con el Tosco, Lengua Negra retrocedió hacia el armatoste escala.

-Virad, virad. Hacia la izquierda, hacia la izquierda -ordenó en un siseo furioso. Había oído la voz de alarma y sabía que los habían descubierto. Y quizá fuera por su causa. 

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02/11/2016, 18:13
[RIP] Escudo, Pelotón de Exploradores.

Escudo no puede contener las lágrimas mientras Desastre rompe la jaula y lo libera.

- Gracias, Gracias.

Su intención sería lanzarse sobre sus compañeros y abrazarlos, pero Escudo es frío y sabe que su liberación se ha hecho para entorpecer el avance del asalto. Si no puede ayudar intenta quitarse de enmedio para no estorbar.

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05/11/2016, 12:11
Guepardo.

Por fin, tras un agónica procesión por el campo de batalla plagado de muertos vivientes, cargando con una escala que no avanzaba por momentos, los hostigadores habían llegado. Y ahora comenzaba lo más difícil.

- ¡Cabo! ¡Orden de subida! - exclama Guepardo esperando instrucciones, mientras prepara su escudo para protegerse de los proyectiles.

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05/11/2016, 16:54
Piojillo, Jefe de los Campamenteros.

FASE DE BATALLA VIII: ASALTO 04 DE 10:

Aquello era increible, pensaba Piojillo para sí mismo. Justo cuando más falta hacía empujar el armatoste escala y cuando más falta hacía que los guerreros acabasen con los enemigos de delante, el grueso de sus compañeros se afanaban en irse a la parte trasera del armatoste escala y se olvidaban de empujarlo. Con solo un empujón de todos a la vez habrían llegado a la misma muralla, pero mientras unos se afanaban en protegerse a si mismos con sus escudos, lo que hacía que empujasen como era debido, otros pocos empujaban a dos manos, poniéndose en peligro por el bien común. El guerrero k´hlata no lo comprendía y aquello hacía que le hirviese la sangre. Más, si cabe, cuando vió al pobre de segundo guardaespaldas clavar la rodilla en el suelo y caer, muerto, acribillado por las flechas de las arqueras de Galdán.

- ¡¿Qué estáis haciendo?! ¡Todos! ¡Empujad de una vez! ¡Si todos quedáis ahí detrás, al menos empujad como es debido o para cuando lleguemos estaremos todos muertos! - Gritó para aplacar su enfado interior, al ver como sus propios compañeros se comportaban egoístamente, en vez de pensar en el bien común de todo el grupo.

Irónicamente, lo primero que hizo Piojillo, viendo que ninguno de los allí presentes se decidía en empujar, ni tampoco en proteger al grupo de los enemigos que tenían delante, se preparó para soltar el armatoste escala y hacer lo propio. Después de todo, si nadie lo hacía, tendría que ser el mismo. El campamentero solo esperaba que sus gritos de aliento fueran tenidos en cuenta y que todos hicieran un esfuerzo conjunto de una vez por todas, en vez de mostrar la actitud que estaban mostrando.

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06/11/2016, 17:21
Capitán Matagatos.

FASE DE BATALLA VIII: ASALTO 05 DE 10:

Mientras ayudaba a colocar la escala, alzó la voz de forma clara.

-Muy bien, escuchadme todos. ¡Orden de subida! En primer lugar, como vanguardia, Uro, Ponzoña y Campaña. Necesito que subáis y abráis espacio para el resto. Después Guepardo, Caracabra, Matador, Pelagatos y Dedos. Después Rastrojo y Serpiente. Después los heridos. Me quedaré abajo y subiré el último para daros todo el tiempo que pueda si los muertos nos alcanzan. ¡Adelante, por la Compañía!

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06/11/2016, 18:18
Derviche.

FASE DE BATALLA VIII: ASALTO 05 DE 10:

Derviche se acercó hasta Lengua Negra, despues de haber evitado que se comiesen a Loor por el camino.

-Lengua Negra, viene un maldito ejército de muertos, los tenemos detrás, hay que moverse YA-

Jadeaba por el esfuerzo.

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06/11/2016, 20:24
[RIP] Escudo, Pelotón de Exploradores.

Escudo se queda al lado de la escalera, cubriéndose de lo que pueda caer desde la muralla. Responde al Cabo Matagatos:

- Señor, no me importa subir el último con los heridos. No me importa morir ahora que soy libre, pero  no quiero retrasar a ninguno de los atacantes.

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06/11/2016, 20:26
[RIP] Astado, Pelotón de Campamenteros.

- ¡¡ Empujemos con fuerza!! ¡¡ Hay que llegar a la muralla y subir rápido !!

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07/11/2016, 09:49
Analista Lengua Negra.

Asintió a las palabras de Derviche. Envainó su espada y echó el escudo a la espalda, al tiempo que avanzaba hacia el armatoste escala dispuestoa  empujar.

-¿Habéis oído? ¡Empujad ¡EMPUJAD CON TODO LO QUE TENGÁISSSS!

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07/11/2016, 13:19
Matador, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.

Matagatos,he de volver con mi grupo que son menos.

Barril le dijo que ayudase a empujar el armatoste con la muralla y él mismo se ofreció a ocuparse de Romo. Tenia intención de ponerlo lo mas a salvo que pudiese y volver con su pequeño grupo en el que varios compañeros estaban heridos seriamente ademas.

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07/11/2016, 13:34
Cabo Barril.

Barril no podía dar crédito a lo que veía. Los leones que Desastre había entrenado, ¡trepaban por la escala! Estaba tan sorprendido que apenas dio pie con bola a la hora de subirse él mismo a la escala. Finalmente se decidió a esperar que los animales tomaran distancia, mientras animaba a Desastre a trepar. Oyó las órdenes y evoluciones y se dispuso a impartir instrucciones:

- Matador, pon a salvo a Romo en una jaula. - El infante estaba inconsciente y era inviable subir con él a cuestas por la escala. Si conseguían una cabeza de puente en la muralla, podrían accionar el mecanismo que subía las jaulas y así subirle. - Grito, una vez llegues arriba asegura el arpeo en el muro y tiende la cuerda por la escala, para que el que suba se pueda ayudar de ella. -

No podía ver a los muertos que les seguían, pero tenían que estar ya muy cerca, era subir o morir.

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07/11/2016, 13:44
Lagrimita, Escuadra Barril, Pelotón de Infantería.

Lagrimita se estaba impacientando cada vez más. El fuego sostenido que escupía la muralla amenazaba con mermar sus filas, ya bastante huecas. Sabía que su orden en la subida era tardío, pero reconocía que su subida podía ser bastante lenta, y no querría entorpecer a otros. Pero lo que le preocupaba era la jaula que bloqueaba parte de la escala.

- Hermanos, habría que hacer algo con esa jaula. - Ahora que Frontera había salido, sólo era un obstáculo más. - Podríamos echarla a un lado, ¿no? -

Un cálculo del peso del artefacto metálico en sin duda precario equilibrio sobre la escala, le hizo suponer que uno o dos hombres podrían hacerlo.

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08/11/2016, 12:51
Piojillo, Jefe de los Campamenteros.

FASE DE BATALLA VIII: ASALTO 06.

Una lágrima recorrió la cara del Campamentero. Mezclada con el polvo del camino, le dió un aspecto como de pintura de guerra al ir derramándose por todo el lateral, desde el ojo hasta casi su boca. Tal era la tristeza que sintió al ver a un compañero caer por las flechas del enemigo. Ahora tenía que hacer su trabajo. Sabía que cualquiera que cayese podía volver de entre los muertos y volverse contra sus compañeros. Hizo lo que tenía que hacer, ante la mirada temerosa del resto de sus compañeros. Soltó el armatoste escala, ahora estaba solo él al frente y debía ocuparse del enemigo o el posible enemigo, en este caso. Agarró su lanza con ambas manos y la dejó caer violentamente sobre la cabeza inerte del Segundo Guardaespaldas, atravesándola y salpicando sangre coagulada hacía arriba. Incluso se manchó él mismo con la sangre del guerrero caído.

- Era necesario. Espero que si yo caigo hagáis lo mismo por mí. No quiero volver de entre los muertos como una de esas cosas y volverme contra la Compañía. ¡Empujad camaradas! ¡Empujad con fuerza! - Gritó a sus compañeros. En especial a Keropis y Chamán Rojo. Ambos estaban lo suficientemente cerca de él para ver todo lo que había ocurrido en esos segundos. Piojillo pedía al cielo, a sus dioses, que le perdonasen por lo que estaba haciendo. Alzó la mirada y vió a Odio, rodeado por más de sus compañeros convertidos ahora en criaturas abominables. Belleza, el cabo Ridvan, Correcta. Ahora tendrían que ser exterminados pues se convertían en una amenaza para el resto de Campamenteros.

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08/11/2016, 14:51
Derviche.

FASE DE BATALLA VIII: ASALTO 06 DE 10:

La cosa estaba fatal, por detrás venía la muerte en forma de hordas cadavéricas, y por delante una muralla infranqueable, llena de vivos y muertos por doquier. La solución era avanzar rápido como el viento cálido de la sabana, pero Derviche dudaba mucho de que así ocurriese. Eran demasiado lentos.

Las flechas silbaban a su alrededor, y una de ellas impacto en Segundo Guardaespaldas. El bravo guerrero cayó finalmente fulminado. Sus heridas de los anteriores lances le habían pasado factura.

Lleno de sentido común, Piojillo le clavó su lanza en la cabeza.

Miró a su compañero, tras matar a Segundo Guardaespaldas y le asintió, después a Odio y a los cadáveres que lo rodeaban. Antiguos exploradores.

-Lengua Negra- Llamó a su jefe, con un tono diferente a cuando hablaba con él en el campamento. Sin rabia, sin furia, solo determinación inamovible.

Señaló al grupo de los exploradores revividos en formas horrendas y soltó el armatoste-escala.

Negó con la cabeza a su jefe, dándole a entender que iría ella sola, los demás debían empujar.

Fijó a su objetivo con la mirada...

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08/11/2016, 14:59
Cielo, Escuadra Barril, Infantería.

FASE DE BATALLA VIII: ASALTO 06 DE 10:

Al fin la orden de Barril, escalar. Miró alrededor, todo era como debía ser. Infantería llegó la primera y Cielo subiría el primero y derramaría la primera sangre. Se encomendó a su madre. Decidido a ser la muerte encarnada, por fin.

Y trepó, junto a él su hermano Grito. Y sintió la envidia de Derviche, mucho más atrás. 

Estoy donde deberías estar, Jaguar. Llegó la hora de Infantería

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08/11/2016, 15:10
Analista Lengua Negra.

Asintió al gesto de Derviche, tan mudamente como ella. En compensación, empujó con cada resquicio de energía que pudo hallar, mientras la sangre brotaba lenta de su costado, allí donde la flecha había acertado.

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08/11/2016, 20:50
Guepardo.

FASE DE BATALLA VIII: ASALTO 06 DE 10:

Guepardo comenzó a subir la escala, detrás de Uro, cuando se dio cuenta que él pertenecía a la segunda oleada... ¡Y excepto el brutal hostigador no había nadie de la primera, siquiera!

Bajo la vista, temiendo que las flechas hubieran abatido a los hostigadores más fuertes que debían encabezar el asalto. Pero para su sorpresa allí estaban, sanos y salvos. Pululando, no haciendo aparentemente nada excepto incumplir las órdenes de Matagatos.

- ¡Uro, espera! ¡No tan rápido o te quedarás solo y aislado allá arriba! - advirtió al guerrero de la diosa con evidente frustración.

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09/11/2016, 14:43
Uro.

FASE DE BATALLA VIII: ASALTO 06 DE 10

El enorme Cazador de Cabezas trepaba por la aparatosa escala como si le fuera la vida en ello, el escudo a la espalda y el hacha golpeando su pantorrilla, sujeta a su cinturón por una estrecha tira de cuero. De reojo podía distinguir a los primeros soldados de infantería que llegaban ya a la altura de las almenas, donde les esperaban vociferantes las fuerzas del Triplete.

Ya estaban ahí. Lo habían conseguido. Tras meses de inactividad, de sentirse liebres en medio del páramo rodeadas de depredadores al acecho, la Duodécima estaba a escasos segundos de entrar en combate en la misma Puerta de Galdan. Todas las horas pasadas en el campo de entrenamiento, sudando y jadeando bajo los envites de la alocada Derviche, darían fruto al fin tras las almenas que parecían esperarle con los brazos abiertos unos peldaños más arriba.

Diosa, Uro saludarte, oró el Ungido, en silencio y con la sangre hirviendo en sus venas. Ser hora de sangrar. ¡Gloria esperar a Guerrero de Diosa!

Una voz lastimera llegó hasta los oídos del tremendo salvaje, que bajó la mirada durante un instante para distinguir a Guepardo unos metros más abajo.

¡Gloria no esperar a cobardes, medio hombre! —le espetó con una sonrisa fanática dibujada en el rostro, como una cuchillada grotesca que deformaba esa cara siempre severa y taciturna— ¿¡Tú querer que infantería ganar primera sangre!?

Sin esperar respuesta, el Ungido siguió trepando. Trepando hacia la gloria o hacia la muerte. Para Uro, el Guerrero Sagrado de la Diosa, no había diferencia entre las dos.