Partida Rol por web

La Cúpula: Crónicas de Mist Valley

Martes por la mañana

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10/03/2016, 23:54
Mist Valley

9.37 AM

La cafetería de Chad estaba tranquila, sirviendo los desayunos.

Chad cocinaba mientras la agradable Dakota atendía las mesas.

El la más alejada, se sentaba Troy, más conocido como "La Cabra", un viejo al que todos creían solitario y huraño. Daba cuenta de su desayuno sin mirar ni hablar con nadie.

En otra mesa, más visible y junto a las ventanas, se encontraba Josh, que también desayunaba y tomaba café aprovechando un descanso en su taller, mientras observaba como Christyn prácticamente vaciaba un servilletero para hacer figuritas con las servilletas de papel.

No muy lejos, en otra mesa, estaba Victor, concentrado en un cuaderno, escribiendo seguramente alguna canción que le ronde la cabeza, o sacando acordes a su guitarra imaginaria.

En la barra estaba John, tomando un buen desayuno, con pinta de que, igual que llegó la noche anterior para descansar en el hostal que había junto a la cafetería, se iría en cuanto terminara.

Cerca de él estaba Lys, que acababa de entrar, pidiendo cambio para poder usar la máquina de tabaco.

La puerta se abre, y entra Layla, con un paquete a nombre de Chad Samson.

Notas de juego

Post de introducción. Tenéis libertad para hablar o hacer lo que queráis. Rolead al gusto, todo aquello que creéis que ven los demás (vuestro aspecto, vuestros movimientos, etc.) y lo que veáis necesario.

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11/03/2016, 00:05
Chad Samson

Era primera hora de la mañana y el pueblo ya se había puesto en marcha.

Yo por mi parte  empecé un poco antes. Todas las mañana lo hacía. Después de dejar a mi padre  en la granja con Mary y Tobías, me dirigí en mi camioneta al restaurante. Allí, saludé a Dakota que estaba abriendo la reja como todos los días.

Tras saludarla me dirigí a la cocina: Mi santuario. Allí me sentía feliz y en paz. Puse las mano en jarras y comencé  a hacer inventario: Pan, huevos, leche, mermelada... mermelada? ah, si ... allí estaba. Patatas, aceite, pimienta....Bueno, creo que ya esta todo en orden.

Abrí las puertas que separaban la barra y el salón de la cocina. Mire un rato hacia fuera mientras Dakota hablaba con su hijo y le dejaba en una de las mesas con unas pinturas, a la vez que se ponía el delantal.

- ¿No te han dicho nunca que estas muy guapa por las mañanas?- Dije a Dakota mientras se disponía a apuntar los primeros pedidos según iban entrando la gente.

Si esperar mas, me metí para dentro y encendí los fogones para empezar a preparar los desayunos.

Mientras tanto, me puse la radio para escuchar un poco de música mientras cocinaba, hasta que temine cantando esa cancion tan pegadiza ...quizás un poco alto, tengo que reconocerlo. Incluso usaba la espatula de microfono.. todo un show, desde luego.

Me vine arriba en un momento. Solo esperaba que no se escuchara mucho desde fuera....

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11/03/2016, 09:55
Dakota Milles

Un día más en la vida de Dakota y Joey, el frío mañanero ayudaba a espabilarse en cuanto uno ponía el pie fuera del calor del hogar. 
¿Cuánto había dormido esa noche?
No había contado las horas pero al menos no había tenido pesadillas y había resistido 10 minutos enteros antes de comprobar que puertas y ventanas estuviesen bien cerradas.

Pestañeó y se encontró con la mirada de su hijo. Se había quedado a mitad de frase, como siempre que divagaba en sus preocupaciones.

-El plato limpio- dijo dejando junto a su plato unas ceras de colores para que se entretuviese con el mantel- En un rato te traeré algo de zumo- se inclinó sobre el crío y le besó en la coronilla, aspirando el olor dulzón del champú infantil con el que le lavaba por las noches.

Se ajustó el uniforme e intentó sin éxito domar aquellos mechones que se le escapaban del moño mientras se acercaba hasta su jefe, que se colocaba el delantal.
-Deberías lavarte la cara, las legañas no te dejan ver bien-contestó con una sonrisa avergonzada desviando la mirada hacia lo que ya tenía preparado Chad.

Bendito Chad, mucho tenía que agradecerle por haberle dado la oportunidad de trabajar allí.

-Un día de estos toca inventario-pensó en voz alta- hazte un favor y no lo hagas solo, no te cobraré las extras-bromeó palmeándose los bolsillos hasta encontrar su pequeño tesoro salvaculos: la libreta de comandas y un pequeño lápiz con un bugsbunny de goma que se abrazaba a la parte superior del lápiz.

-Buenos días- caminando con premura por la sala, recibía a los clientes según fueron llegando: El viejo Troy, a quien Dakota temía llamar "La Cabra", no tenía confianza con él ni llevaba tanto tiempo en el pueblo como para atreverse a hacer nada que pudiese ofenderle pero sí que se preocupaba que un anciano taciturno pudiese intentar acercarse al crío y ser una mala influencia... aunque lo cierto era que hasta el momento tampoco había sido desagradable con ella como para ponerle en la lista de "ten cuidado"; En la barra un hombre fornido de pelo largo también quería un desayuno y no pudo por menos que recibirle con un "vaya, una cara nueva ¿quiere el desayuno especial?, sí, en realidad es especial porque le añadimos más sirope a las tortitas"; un hombre más joven con la nariz metida en un cuaderno que Dakota ni se atrevió a curiosear por encima del hombro del joven; Josh, haciendo un descanso del pequeño taller, apenas sí había podido intercambiar un "buenos días, ¿una buena dosis de cafeína para llevar el día? Luego no me culpes si no puedes pegar ojo"; Las figuritas de papel empezaban a desbordar la mesa y el servilletero sufría los ataques de Christyn, eso le ponía nerviosa y no se atrevía a llamarle la atención así que de vez en cuando se pasaba por su mesa para preguntar si necesitaba algo más mientras era consciente de que Joey lanzaba miradas furtivas a las figuritas pero no se levantaría a preguntarle si le enseñaba a hacer algunas, esa parte del niño había desaparecido prácticamente antes incluso de saber que podía existir el descaro infantil.

-¿De cuánto necesitas el cambio? Con un poco de suerte tenemos en caja-le dijo a Lys ¿era Lys o así se llamaba la otra chica? El pueblo no era muy grande pero no se hacía con las caras y los nombres de todos.

La puerta se abrió dejando entrar el fresco de la calle y llamó la atención de Dakota que por dentro se preguntó si iban a tener mucho ajetreo aquella mañana.

Oh, un paquete.

Pero no podía ser para ella, absolutamente nadie tenía esa dirección y mucho menos la del trabajo. Te estás poniendo paranoica, pequeña.

-¿Te puedo ayudar?-le ofreció a la repartidora

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11/03/2016, 16:09
Josh Kensington

A pesar de estar sentado con la mirada perdida en el paisaje del otro lado de la ventana mi mente repasaba el trabajo que había dejado a medias. Maldito carburador, ya no hacen los coches como antes. La dulce voz de Dakota me sacó de la nube a la que había subido cuando me saludó al acercarse a tomarme nota.. 

"buenos días, ¿una buena dosis de cafeína para llevar el día? Luego no me culpes si no puedes pegar ojo";

- Buenos dias, la verdad es que no me vendría nada mal, bien cargado y con dos terrones de azúcar .Esbocé una pequeña sonrisa mientras mis dedos tamborilearon sobre la mesa al son de la canción que llegaba a mis oidos. Por dios, antes me gustaba esa canción, a partir de hoy voy a comenzar odiarla.

- Descuida que no lo haré, las reclamaciones las dejo en todo caso para el Pavarotti de la cocina. La dejé a lo suyo, a esas hora tenía trabajo y mesas que atender, así que no la retuve mas conversando. Reparé eso si en su hijo sentado en una de las mesas

- Ey campeón,  Joey, ¿Que pasa muchacho?. Lo saludé y me pregunté porque no estaría perdiendo el tiempo en clase.

Torcí el gesto hacia Crysthine, estaba entretenida haciendo figuritas de papel. Ese vicio suyo pensaba que solo era por sacarme de quicio pues tenía la afición de estropearme los albaranes que agenciaba de mi pequeño despacho.

- A ver si con un poco de suerte haces lo mismo con la cuenta y me libro por hoy de pagar. Pensé en voz alta de una forma que seguro llamaba su atención. Cuando sus ojos me devolvieron la mirada añadí. - ¿Porque no le enseñas a Joey como haces esas cosas?. Bah, te invito a un batido y a un pitufo si lo haces. Enarqué una ceja y una sonrisa traviesa se dibujó en mi rostro. Me gustaba provocar a Crys, lo hacia en el taller a todas horas cuando pululaba por el, o en la calle como era el caso.

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11/03/2016, 17:16
John

John había conducido mil jodidas horas y necesitaba parar para descansar o terminaria teniendo uno de esos accidentes que no cubre el seguro. Se desvio al ver el cartel que indicaba que por aquella zona habia un pueblo, nunca habia pasado por ese lugar, ni sabia que existia pero resulto que tenia un motel muy agradable donde pudo darse una ducha larga y dormir como un angelito de dos metros y mas de cien kilos de peso.

Supuso que sus ronquidos habrian hecho pensar que aquella habitacion habia sido ocupada por un maldito oso, aquella era una de las cosas que su mujer le recriminaba el poco tiempo que pasaban juntos.

Al despertar se estiro, disfrutando de tener toda la cama para el y se rasco las pelotas a gusto, sin escuchar quejas sobre ello. Sin duda habia sido mejor opcion que pasar otra noche en un arcen, durmiendo en la cabina

Se vistio y peso en salir inmediatamente pero el olorcito del cafe recien hecho le atrajo. Cafe de verdad, no esa porqueria descafeinada de sobrecito que su esposa se empeñaba en comprar porque era mas sana. De todas formas era el viaje de vuelta, podia permitirse llegar diez minutos tarde y echar la culpa a un atasco.

Entro y se sento en la barra, miro la carta.- Hola. Quiero unos huevos con salchichas y baicon, por favor.- pidio sabiendo que su aspecto hacia que la gente pensara que era un bruto sin modales o un maton.- y cafe solo con un par de tostadas.

Cuando se lo sirvieron sintio que se le caian las lagrimas de gusto. Ni comparacion con la mierda que servian en otros sitios, le recordaba a la cocina de su madre. Todo delicioso y en su punto.- ¡Joder, que bueno esta esto!.- exclamo demasiado alto mientras devoraba las salchichas.

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11/03/2016, 17:30
Troy "La Cabra" McCollum

Esa noche había sido horrible para Troy. Durante la madrugada, le sobrevino un dolor increíble en la pierna, bastante inusual en los últimos meses, que le impidió dormir en condiciones -Quizás se deba al tiempo, ultimamente está cambiando-pensó.

No era muy asiduo a desayunar en los bares -los bares apestan-, pero no tenía ganas de prepararse el desayuno, y en aquel antro lo servían bastante aceptable -aceptable no quiere decir bueno-, así que optó por visitarlo.

Puso en marcha su furgoneta y se dirigió hacia el local. Si generalmente su cara era de pocos amigos, hoy se llevaba la palma. Aparcó en el descampado y entró por la puerta, saludando a los presentes con un leve gesto de cabeza, sin prestar mucha atención de los que allí se encontraban.

Sentado en la mesa mas alejada y tras ser servido, comenzó a devorar su desayuno, de muy mala gana.

Observó como entró por la puerta un forastero zarrapastroso aparcando su jodido camión cerca de la furgoneta-estoy harto de que esa escoria pase por el pueblo con sus jodidas máquinas-

-¡Camarera, por favor!-vociferó, atrayendo la atención de toda la sala, instantes después de que el camionero diera cuenta en voz alta de lo bueno que estaba su desayuno -¿Sería usted tan amable de retirarme este café, que sabe a mierda de elefante, y prepararme uno en condiciones?-gritó Troy, en tono extrañamente amable y con una sonrisa irónica dibujada en su rostro. 

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11/03/2016, 17:57
Christyn Ambros

Christyn echaba de menos cuando era mas pequeña e iba al cole con otros niños pero su cuerpo se le había puesto grande y como ya sabia leer y escribir no la dejaban entrar. Ya no tenia a nadie con quien jugar y la vida era un poco aburrida, por suerte conocia un monton de juegos para entreneterse.

Aquella mañana vio a Josh entrar a desayunar en el restaurante de Chad y le siguio. Josh era divertido, igual despues la invitaba a jugar con el en el taller, con piezas de lego-metal de esas que servian para montar coches....pero Josh comia muuuuyyyy despacio.

Con un vistazo rapido encontro la solucion al aburrimiento. Servilletas. Cogio unas cuantas y comenzo a doblarlas a su gusto hasta que quedaron como queria.

  Era un poco complicado pero con años de practica y aburrimiento le salian muy bien.

 Se le ocurrio que podia hacer un ramo, como los que llevaban las novias en las peliculas.

Josh la quiso sobornar con un batido.- No soy una niña pequeña Josh, quiero el batido de fresa, como las chicas grandes.- dijo cogiendo mas servilletas para enseñar al niño a hacer lo que ella.

 Entonces entro un hombre que no era el pueblo, grande como un gigante y daba un poco de miedo pero no parecia malo. No podia ser malo y comia huevos con salchichas, los hombres malos comian niños, cachorritos y cosas asi. Entonces el hombre dijo algo que le hizo abrir mucho los ojos.- ¡Josh, ese señor a dicho una palabrota!.- dijo y de inmediato La cabra solto otro, como si fuera contagioso pero en ese ultimo tenia ciertas dudas.- Josh... ¿Caca de elefante es una palabrota tambien?.- susurro esperando para saber si debia o no escandalizarse de nuevo.

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11/03/2016, 22:02
Lys Stray

Treinta y dos horas...Treinta y dos putas horas. "Me aburro", "tenemos que comprar más sombra de ojos negra", "tengo que ir al baño", "¿podemos parar a comer algo?"...así, todo el viaje.

A veces Ally resultaba francamente exasperante.

Siempre parloteando, sin parar quieta ni un solo instante.

Cállate, cállate, cállate..... -Suplicaba Lys en su cabeza.- Toda esta mierda por cuatro bebidas energéticas...No debería haber permitido que se las tomara...

El quejido del motor la hizo salir de sus monólogos mentales.

Venga, no me jodas... Aguanta un poco.

Otro quejido.

"Lys, la moto tiembla raro." -Dijo preocupada su "paquete", gracias a los comunicadores de sus cascos.

Sí, ya lo sé. Estamos a punto de llegar.

"¿No podemos parar en el siguiente pueblo? La niebla de este me encrespa el pelo, y seguro que Larry no se ha duchado todavía."

No contestó. Sabía perfectamente que en esa situación no podría controlar esa frialdad tan natural para ella y tan molesta para el resto, así que guardó silencio.

Para su asombro Ally hizo lo mismo.

"Bienvenido a Mist Valley" Decía el cartel de bienvenida.

Perfecto; Desayuno, tabaco, encargar la pieza que está a punto de ceder y ver al Mórbido.

Hmm, eso no es tan perfecto, pero no está mal.

Aparcó la moto frente a la primera cafetería que vió.

Su paquete se puso pesada con acompañarla, pero al final acabó esperando fuera.

Con su habitual rostro serio y pétreo caminó hasta cruzar la cafetería y llegar al mostrador. Sus botas de plataforma metálica resonaban en el local.

Disculpa. ¿Tienes cambio?

-¿De cuánto necesitas el cambio? Con un poco de suerte tenemos en caja.

Le pasó un billete de veinte dólares.- Es para la máquina de tabaco. -Miró de reojo a la entrada. Seguro que le encantaría desayunar algo decente por una vez.- Póngame también un par de platos de tortitas, por favor. -Le hizo una señal con la cabeza a Ally para que entrara.

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11/03/2016, 23:37
Josh Kensington

Joder, necesito otro café, vaya mierda de día me espera hoy para poner a punto ese cacharro coreano. Espero que el puto viejo de Tod no quiera volver a pagarme con unas gallinas o le corto los frenos.

La pregunta de Christyn me pilló con la boca abierta bostezando de mala manera y tuve que frotarme los ojos un par de veces antes de volver a ser persona y responder.

- Ehm..¿Como dices Christ ?. Había escuchado a medias pero mi mente enseguida ató cabos .

- Nah, ese señor solo esta entusiasmado por su desayuno y lo que dijo no pretendía ser una palabrota. Si supiera lo que se esta comiendo si que tendrias que taparte los oidos. 

Mis ojos danzaron hasta la cabra que estaba de nuevo ganando puntos para el aldeano del año.

- Noo, que va. Es un tipo de abono natural para el campo. Ya sabes como es la gente mayor, no tienen demasiada paciencia, solo tienes que ver lo bien que lo paso cuando me obligas a jugar a la isla del tesoro. Me encanta perder media mañana buscando mi caja de herramientas...

Desvié mi mirada hacia el paquete que había traido la repartidora mientras apuraba mi café y de el pasé a la mujer que estaba junto a la máquina de tabaco. Su aspecto era llamativo cuanto menos, algo que no se veía todos los días en un pueblo como era Mist Valley. 

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12/03/2016, 13:39
Layla Curry

La puerta se abrió y Layla entró en el local, con su uniforme de Fedex, y un paquete de tamaño considerable, pero no excesivamente pesado. Justo antes de traspasar la puerta, comprobó de nuevo la dirección, y tras ello, se acercó a la barra.

-Por favor, ¿Chad Samson? Dijo con su habitual voz agradable, mientras miraba la actividad que tenía aquella mañana aquel bar. Se notaba que era un público habitual, porque las conversaciones parecían entremezclarse entre sí, y a ninguno parecía molestarle en exceso. 

Algunas veces me quedo sorprendida de que haya vida detrás de mi ruta de reparto habitual, aunque esta niebla no la tenga yo en mi ruta, que coñazo, por Dios.

 

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12/03/2016, 20:21
Joey

- Sí, mamá.

Contesta Joey, mientras coge con avidez las ceras para comenzar a pintar en el mantel de papel de la mesa, y tose un poco.

Joey mira a menudo al lugar en el que se encuentra Chrystin. La chica le produce curiosidad. Reconoce en ella un carácter infantil que le resulta gracioso y simpático.

- ¡Hola Josh! ¿Puedo ir a jugar con las herramientas luego? Hoy no voy a clase.

Saluda cuando éste se dirige a él, y después vuelve a toser, mirando a su madre para pedir permiso y luego volviendo a centrar su atención en Chrystin. De vez en cuando baja la vista para dibujar algo, mientras columpia sus piernas en la silla, y sigue tosiendo, y luego vuelve a mirarla. Sólo deja de prestarle atención cuando Lys entra en la cafetería, pues no la conoce, y le resulta la chica más extraña que haya visto jamás en persona.

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13/03/2016, 02:01
Victor Creed

Una tenue luz irrumpe en la habitación obligándome despertar. El resplandor estalla en mi retina y doy un par de vueltas antes de caer de la cama. Al incorporarme, debo esquivar una botella whisky vacía y antes de darme cuenta ya estaba vistiéndome para ir a la cocina. De camino hurgo en mis bolsillos en búsqueda de alguna cajetilla de cigarros, sin embargo tanto mis bolsillos como la alacena se encuentran vacíos. 

Encuentro algo de dinero en una lata, se que debería ir al almacén pero la pereza me supera, entonces recuerdo que hay una cafetería no muy lejos de aquí. De hecho, en este agujero nada queda muy lejos, pero me gusta así.

No me molesto en cerrar con llave, aquí no hay nada de valor y esto es muy distinto a la ciudad. Camino por las nublosas calles de Mist Valley y disfruto del hecho de no poder ver el horizonte. Todo parece tan incierto y de alguna manera "acogedor" por así decirlo. Una eterna y acogedora sensación de soledad.

No recuerdo el porqué, pero hace mucho que no piso la cafetería, miro con recelo a través de la ventana antes de entrar y tan solo como un reflejo inconsciente respiro hondo y aguanto la respiración, tal y como hago siempre antes de afrontar una situación incómoda.

La puerta se cierra detrás de mi. -Un café...- observo fijamente a Chad con mirada crítica, como si desconfiara de este sujeto tan desconocido para mi como el resto de los que moran en el establecimiento. -...tan negro como mi campera en lo posible. Y un tostado de jamón y queso por favor-

Busco un lugar donde dejar caer el peso de mi cuerpo y rápidamente saco mi viejo cuaderno de anotaciones. Creo que hoy estoy inspirado para escribir algo, pero antes de escribir algo la punta de mi lápiz se quiebra sobre el papel. Escucho la conversación entre Chad y Dakota, todo me parece tan superficial y efímero. Este sujeto parece un auténtico cliché tras un mostrador. Pronto descubro que ella me observa sobre el hombro y mis ojos se escapan rápidamente por la tangente. De todas formas debo confesar que me da algo de envidia, me pregunto que habría sido de mi vida de haber tenido una madre cariñosa como ella.

Pero pronto vuelvo a la realidad y recuerdo la gran basura de esta sociedad hipócrita.

Josh es un gran ejemplo de ello, esa gran sonrisa no me engaña. Desea caerle bien a todos pero apuesto a que esconde algo muy sucio. Creo que una sonrisa vale demasiado como para malgastarla a cada segundo, no me sorprende que sea tan hipócrita como el resto. Por otra parte, me asombra el arte que florece entre los dedos de Christyn pues valoro el arte. Sin embargo, esta mujer no parece representar la edad que realmente tiene y eso me resulta chocante. De hecho, me resulta casi tan chocante como el camionero que acaba de ingresar.

Tal vez no debería de juzgarlos sin conocerlos de verdad, tan solo hace unos pocos meses que vivo aquí, pero no puedo cambiar mi naturaleza retorcida. Un grito de auxilio hace eco muy dentro de mi, pero no puedo escucharlo tras una gruesa amalgama de miedo y resentimiento. No debería de confiar en ninguno de ellos, así es mejor.

Mis ojos finalmente se posan sobre la peculiar mujer que acaba de entrar. Llama demasiado la atención para mi gusto y no veo la necesidad de semejante abuso del color negro. Obviamente no es de por aquí, incluso logro vincularla demasiado con el ambiente que solía frecuentar en la ciudad.

Al menos el comentario de Troy refresca mis oídos, al fin alguien que dice algo verdaderamente sincero. Me pregunto cuando llegará mi café, espero que no sea tan asqueroso como este viejo barbudo dice.

Notas de juego

Las críticas negativas que describe mi personaje no están realmente fundamentadas y en lo personal no coincido con ellas. No pretenden de ninguna manera ofender a nadie, es solo un personaje negativo.

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13/03/2016, 11:20
Dakota Milles

Tomó el billete que la extravagante joven y pasó tras la barra, dando un pequeño sobresalto cuando la voz del individuo que había pedido el desayuno contundente.

-El mérito es de mi jefe, si quiere más...-le dijo encogiéndose ligeramente de hombros con desenfado acompañando sus palabras con el sonido de la caja registradora al abrirse con un chasquido metálico-Dos de tortitas, Chad- dijo inclinándose hacia atrás ligeramente para estar más cerca del segundo mostrador que mostraba parte de la cocina. 

Hubo un momento de silencio tras la reclamación del anciano y Dakota sintió como le temblaban las manos.
-Un momento, por favor-dijo desde la barra para seguir atendiendo a la chica del tabaco, tiró de la libreta de pedidos y el viejo Bugs Bunny se meneó en el aire al compás que marcaba su libreta al escribir la comanda-¿De beber nada? ¿Las tortitas con sirope? Podéis elegir entre sirope de arce, caramelo, chocolate o fresa-una vez tuvo algunas monedas en la mano, sujetando los billetes de 10 y 5 dólares-tu cambio- dejó todo el dinero delante de la chica para que contase sin problema que el cambio estuviese bien dado y ladeó la cabeza con el familiar sonido de la tos de Joey obligándola a echarle un ojo rápido. Se dio la vuelta hacia el pequeño mostrador que conectaba la sala con la cocina y tomó el plato del chico del cuaderno además del vaso de naranja que le había prometido a Joey.

-Chad el café tiene algo raro-"algo raro", con las formas y el volumen con las que había hablado Troy de seguro Chad le había escuchado de sobra y ella no se metería en líos sin que el dueño del local comprobase antes el estado del café. Miró hacia la puerta un instante y le indicó a la chica del paquete que se acercase a la barra- te esperan con un paquete, así que aprovecha el paseo- dejó por fin la barra y dejó el vaso de zumo de naranja junto a las ceras de Joey.

-Nada de jugar hoy, sólo descansar- le dejó caer al niño mientras se dirigía a la mesa del escritor.

-El tostado de jamón y queso, el café quizá tarde un poco-suspiró-parece haber algún problema con él, en cuanto esté solucionado le sirvo- el plato hizo un ruido apagado al tocar la madera y esforzándose por no perder la sonrisa, Dakota se dirigió a la mesa del anciano pasando por detrás de Christine y Josh.

-Perdón por la calidad del café-dijo tomando la taza desde el platito- Chad se encargará del problema, no se preocupe.

"Vaya, debe de conocer bien el sabor de la mierda de elefante para reconocerlo en un café", sí habría sido una réplica decente pero Dakota no era así, podía pensar todo lo mal que quisiera pero jamás sería desagradable. No porque fuese demasiado educada sino porque no se lo podía permitir, no en aquel lugar donde podía vivir sin más problemas que un viejo pseudoermitaño al que rehuían los lugareños, no delante de su hijo.

Te dije que fueses agradable, pequeña. 

Los dedos se crisparon alrededor del platito haciendo temblar la taza y amenazando con tirar el contenido de la taza. Inspiró hondo y soltó el aire de golpe, sacudiendo la cabeza ligeramente para espantar los inoportunos recuerdos y recuperar la compostura.

-En seguida le atiende el jefe.-concluyó dándole la espalda para volver a la barra  donde dejó la taza en "la zona de recogida", que básicamente era el lugar donde se ponían los cacharros sucios antes de que acabasen dándoles un buen lavado.

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13/03/2016, 15:36
John

John echo un vistazo a su alrededor. Con algo de cafeina en el cuerpo comenzaba a ser persona de nuevo. Se fijo en la camarera pensando por un momento lo guapa que era y lo sexy te le hacia parecer esa expresion contenida de furia homicida pero al instante se sintio miserable por ello.

El crio que estornudaba era suyo, estaba enfermo y se lo había llevado al trabajo. La camarera no era una mujer, era una madre.- De momento no, gracias.- murmuro algo avergonzado por haberle mirado el culo de reojo y bajo su vista al plato, que es donde deberia haberla dejado desde un principio.- Perdone, si... lo siento...- dijo sin levantar la vista.- ¿Podría ponerme el café con sabor a mierda de elefante un vaso para llevar.?.- pregunto intentando animarle un poco el día a aquella mujer que tenia que lidiar con todo tipo de gente para sacar unos pocos dolares.- ¿Sabe? Pienso decirle a mi esposa que tire la cafetera para comprarnos un elefante....aunque no creo que acepte, le pisaria las petunias del jardín.- bormeo.

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14/03/2016, 02:09
Ally Stray

Poco después de que Lys hiciera una señal a alguien que le esperaba fuera, entra en la cafetería una chica rubia, muy joven y de aspecto inocente, que rápidamente y sin apenas mirar a su alrededor se pega a Lys.

- Lys... vámonos... no me gusta este lugar. Ahí afuera hay algo que me pone los pelos de punta, y no es sólo la niebla. Hay como una especie de electricidad estática... Y tengo un muy mal presentimiento.

Sin embargo después de decir eso, mira el desayuno de John, y hasta su nariz llega el olor de las tortitas, y parece tranquilizarse un poco.

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14/03/2016, 02:25
Christyn Ambros

-No es culpa mia que no encontraras las herramienta antes, te hice un mapa muy bonito con colores y ni lo miraste.- le reprocho Christyn recordando que no habia querido jugar con ella. Cogio unas servilletas y las llevo donde el niño que estaba un poco malito.

Penso que empezaria por enseñarle ha hacer cosas simples, como avioncitos y barcos, seria divertido y podrian jugar un poco.

El hombre grande la hizo reir. La idea de tener un elefante en el jardin para desayunar sus caquitas tenia ese punto escatologico que causaba gracia. Miro un poco a las chicas raras que entraron, la morena no le gusto, era como una bruja de cuento y ademas fumaba, con lo malo que era eso y la peste que echaba. La chica rubia era como una princesa o un hada. La miro y sonrio antes de volver a atender al niño

- Estar malito es un rollo pero podemos jugar a algo. Mira, vamos a hacer avioncitos y luego jugaremos con ellos ¿Vale? Se hace si, primero se dobla aqui, luego asi...

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14/03/2016, 15:10
Lys Stray

No te preocupes. Estás conmigo. No pasará nada. -Le había susurrado al notar su inquietud, obligándose a rodear los hombros de Ally con su brazo encuerado para pegarla a ella.- Hoy desayunaremos aquí.

Guardó silencio al oír el regreso de la camarera.

¿De beber nada? ¿Las tortitas con sirope? Podéis elegir entre sirope de arce, caramelo, chocolate o fresa
 

Dejo nuestra comida en tus manos. Elige lo que quieras.

Cogió su cambio y se separó de la barra dejando a su paquete allí para que pidiera el desayuno mientras se acercaba a la máquina de tabaco.

A Emily le gustaban las de caramelo..

Ese recuerdo vino de improvisto a su cabeza. El aire no quería entrar en su cuerpo.

Se dirigió al baño del establecimiento y apoyó las manos sobre el lavabo, apretándolas como si le fuera la vida en ello.

Al cabo de unos segundos consiguió volver a respirar, dando una gran bocanada.

El corazón le latía desbocado en el pecho.

Se encedió el último cigarrillo que le quedaba.

La pieza tardará en llegar, también tendré que arreglar eso con Larry, así que mejor no llamar la atención más de lo habitual.

Sonreír, parecer una persona normal y no ser una zorra borde y fría... Tendría que esforzarse mucho para conseguirlo.

Recuerda; Tabaco...compra tabaco.

Si... -Murmuró apagando el cigarro al que solo le había dado dos caladas y regresó a la máquina de tabaco.

Aparentemente parecía que había ido al baño, nada más.

Ya con la cajetilla de cigarrillos mentolados en la mano regresó junto a Ally.

¿Y bien? ¿Que vamos a desayunar hoy? La mierda de elefante no me parece tan mala idea. -Comentó sentándose en uno de los taburetes, dedicándole una mirada divertida a la rubia.

Solo entonces, gracias al reflejo de la caja registradora, observó con detenimiento a las personas que llenaban el local.

El jefe, la camarera, su hijo..¿enfermo?, la tía del problema de edad, el grandullón, un emo, el viejo de afable carácter, la cartera y el simpático..

Y para poner la guinda al pastel ellas mismas.

Parece una película mala de las que dan a las cuatro de la mañana.

Miel. Le aliviará un poco la tos. -Dijo sin siquiera mirar a la camarera. Para cuando se dió cuenta de su tono borde de voz ya había hablado.

Carraspeó.

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14/03/2016, 20:11
Chad Samson

Oigo como va llegando mas gente al restaurante y que alguien pregunta por mi. La musica... mierda... quiza estaba demasiada alta. Pienso sonriendo para mi. Da igual, aquí saben como soy.

Me seco las manos y pongo a poca potencia la freidora con las patatas para qeu se vayan haciendo lentamente. Saco la cabeza detrás del ventanuco posterior.

- Si, soy yo..Chad  Samsong. Disculpe un momento, enseguida salgo.- Digo mientras doy un rodeo para salir por el mostrador.

Evidentemente había oído lo del café, así que me dirijo a la mesa de Troy. Mientras con la mano digo a la cartera que espere un segundo.

-Deme un minuto - Digo sonriéndola.

-!Hombre Troy! ¿Que cojones haces por aquí? ¿ Necesitas remaches para el refugio nuclear? - Digo mientras me siento a su lado.- ¿te importa?-

Cojo el cafe de su taza y lo huelo.-Ummm... desde luego huele a mierda de elefante...- Pruebo un trago del café y lo cato como si fuera un excelente vino.- !!Pues tienes razón, Troy!! ¡¡Es pura mierda de elefante!! Pero a los extrajeros como el hombre de la barra parece que le gustan , a si que tiene que ser un manjar!-

Me levanto llevándome la taza de café para dejarla en el fregadero.

-¡Dakota! A partir de mañana quiero un cartel fuera que diga que tenemos "cafe de mierda de elefante de importación", quizá así venga a vernos algún crítico gastronómico y paguen una barbaridad por el.. jajajja.- Comento con una gran risa mientras me dirijo a la cartera.

-Tranquilo Troy, al próximo te invita la casa, pero si vuelves mañana  trae un buen fajo de billetes, pues el café te saldrá por el doble- Digo con ironía y con amabilidad a la vez.

No estaba enfadado en absoluto. No soy de las personas que se enfadan muy a menudo. Solía tratar los temas delicados con bastante cuidado. Pero tampoco iba a dejar que se burlaran de Dakota. Aun así, en este caso, sabía que Troy, bajo su espesa barba sonreiría igual. Mas aun cuando un café le había salido gratis.

Me dirigí a por el paquete de la cartera.

-Buenos días.. señorita... Curry?.- Dije leyendo su tarjeta identificativa.-¿Porque no se toma un descanso? ¡Tenemos café de "importación"! - Digo susurrándola y guiñándola el ojo con un tono de burla, sabiendo que nos había escuchado.- ¿Que ha sido de Somersen? ¿Ya no pasa por aquí?- Pregunto por el anterior cartero -¿ El siempre se tomaba un desayuno cuando venia...porque no se queda un rato?... !La invito a un café!

Cojo el pesado paquete. No se de quien puede ser.. yo aun no había pedido nada, pero luego lo abriría. Por el camino  Paso cerca de Josh y Christyn - Buenos días chicos... No trabajéis demasiado en el taller - Digo a ambos con tono de guasa.

Dejo el paquete encima de la barra  y me dispongo a quitar las patatas de la freidora, para poder ponérselas al hombre  que le gustaba tanto el desayuno.

Cosas como esas hacían que mi trabajo valiera la pena. Desde luego era un  día feliz... como casi todos.

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14/03/2016, 22:23
Dakota Milles

Pasó la mirada desde el gran hombre del desayuno contundente hasta la chica del tabaco y su acompañante.

-Gracias- dijo a media voz tamborileando los dedos sobre la barra. Chad se encargaba del asunto, como siempre y Dakota no hacía otra cosa que agradecer el carácter conciliador de su jefe, sonriendo a medias ante la exigencia del cartel para ponerlo al día siguiente.

Tomó los platos con tortitas para la pareja de chicas y los sirvió empujando el plato ligeramente para acercarlos más a su lado de la barra en vez del de la camarera.
-Más tarde le daré un poco de miel en un vaso de leche-asintió aceptando de buena gana el consejo de la chica de aspecto siniestro sin muestras de ofenderse por el tono hosco de la clienta, ¿qué importancia tenía el tono si las palabras después de todo eran buenas?-Os sirvo en un momento el café, ¿con leche? ¿solo? ¿azúcar o sacarina? ¡en seguida os lo pongo!-avisó separándose de la barra para tomar la cafetera y salir a sortear mesas hasta la mesa de Troy, sirviéndole una nueva taza que el anciano bien podía beber o abandonar a su suerte. 

No se haría más café y punto.

Dirigió un asentimiento a Chad en un aviso de "café gratis servido" y pasó tras Christine y Joey dejando la mirada en el entretenido par un segundo más de lo normal. ¿Al final Josh le había pedido algo a la chica para tomar? No, no creía haberle oído nada pero lo haría más tarde igualmente, pagándolo de su bolsillo, igual que lo que Joey tomaba durante las horas muertas que pasaba en su trabajo.

Es una buena chica, se dijo aunque seguía pareciéndole atípica y las primeras veces que había coincidido con ella le había resultado un poco complicado hacerse a su situación.

-Problema resuelto-anunció al joven escritor sirviéndole una taza de café solo- si necesita algo, estoy en la barra, le agradeceré que no grite-añadió levantando la cafetera cortando así el chorro de elixir oscuro.

-Perdón por la espera-dijo sorteando a Chad y su paquete para servir al hombre y a las dos chicas, primero les sirvió a ellas según la preferencia para tomar café y después llenó una nueva taza que dejó frente al hombre.

-Las petunias de su mujer tienen suerte de que se preocupe por ellas, aunque-miró a Joey asegurándose de que estaba entretenido y bajó un poco la voz- quizá crezcan más sanas con un elefante en casa, el abono hace milagros- Retiró la cafetera- ¿con leche?- la pregunta, aunque dirigida al último cliente en ser servido la formuló mientras alcanzaba de un estante el sirope de arce y bañaba las tortitas de las chicas, cerca de ellas había dejado las jarritas con leche por si tenía que pasearse por sala con ellas- que os aproveche- les deseó haciendo un barrido visual de la cafetería. Buscó la mirada de Josh e hizo un gesto con la mano, como si levantase de nuevo la cafetera por si quería una nueva taza antes de mirar a los tres clientes más cercanos a ella.

Tres personas de fuera. Cuatro, si se contaba a sí misma como "de fuera"; el 90% del pueblo la consideraría una forastera aunque hubiesen pasado veinte años en vez de un mes de su llegada.

-¿Lleváis... o tenéis mucho camino que hacer?-acabó preguntando recogiendo algunas cosillas con aire distraído- siempre es interesante ver gente nueva-explicó.

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15/03/2016, 02:22
John

John Gruñio.- Oiga, no soy extranjero, como mucho acepto el termino forastero pero soy ciudadano americano... Se que puede parecer por mi aspecto que soy el tipico asiatico pero... ¡Joder! Que bueno esta esto...- dejo de hablar al darse cuenta que cada palabra que decia era una oportunidad menos de llenarse la boca.

Estaba de buen humor. Había dormido bien, estaba comiendo mejor y aun le quedaban muchas horas de poder oir su musica favorita por la carretera sin que nadie le molestara.