Partida Rol por web

La mujer sacaba el poco dinero de la caja y se preparaba para salir mientras contestaba al bombero.

- No, pero las llaves están aquí por si quieren comprobar los daños o la estructura. Vamos Troy.

Les tiende las llaves del almacén situado en el sótano, el cuál el tuyo propio no tiene nada que envidiar, y te hace una señal para que ambos salgáis del lugar.

Mirando hacia dentro de la cafetería, salí por la puerta mirando pasar a todos los vehículos que sonaban.

Policías, bomberos, grúas... La gente en la calle salia también igual de asustada que lo estábamos nosotros.

Algunos se tambaleaban temiendo una nueva replica del terremoto... si había sido un terremoto, claro..

Una vez fuera, mientras veía a los demás, observe el estado de la cafetería por el exterior. Afortunadamente era de una sola planta y robusto. Apenas estaba la cristalera rota y el toldo de la fachada descolgado. Las luces de neón  "Chad´s Palace" estaban apagadas. Seguramente el generador de emergencia no daría para nada mas que los esencial y las cámaras frigoríficas.

- ¿Estáis bien todos? ¿Que ha pasado aquí? - pregunto a Layla cuando la veo correr hasta su furgoneta de reparto.

Corres por las calles mientras aún se agitan. Fuera del bar te puedes dar cuenta de que más que un terremoto parece una agitación violenta del propio aire. La atmósfera es pesada, y se siente la vibración de la electricidad estática.

Apenas dura un minuto, y se detiene. Cristales rotos, estructuras dañadas, algunas grietas en el suelo, árboles caídos. Y el sonido casi inmediato de las sirenas. La gente poco a poco sale de lo que han tomado como refugio a observar los daños de las calles.

La mayoría parecen ilesos o con heridas de poca gravedad.

Sales a la calle y rápidamente ves que la furgoneta, aunque un poco movida del sitio donde la dejaste, está intacta.

Poco después de salir tú ves como Chad sale a vigilar la fachada del restaurante.

No estáis muy lejos el uno del otro cuándo veis pasar varios coches de policía, bomberos y ambulancias. La mayoría se dirigen al centro, pues es la parte más antigua del pueblo y dónde es lógico sospechar que las estructuras hayan sufrido más daño y por lo tanto haya más gente herida, pero los últimos coches de policía que pasan van más despacio, y al pasar cerca de vosotros observáis que los ocupantes vigilan que nadie a su alrededor les llame o necesite su atención.

Al observar el ventanal del restaurante roto, uno de ellos se detiene, y asomándose por la ventanilla el conductor un policía bastante joven os pregunta:

- ¿Está todo el mundo bien ahí dentro? ¿Algún herido?

La ciudad comenzó a ser víctima del excesivo sonido de sirenas y alarmas. Un par de bomberos entraron en la tienda, verificando el estado de la misma y comprobando los daños producidos por la sacudida. Tras unos instantes de examen, invitaron a los presentes a salir del local, ya que corría peligro de desmoronarse.

Troy se acercó a la señora, acompañándola a la salida. Sería una pena que todo el trabajo de su vida, se viera destruido por causa de la naturaleza, que tanta prosperidad nos proporciona. 

-Vamos Ruth, estos señores arreglarán los desperfectos-comento el viejo, intentando animarla.

Corrí tras salir sin perder el tiempo en cerrar la puerta a mi paso del local de Chad levantando la mirada a mi alrededor para ver si el temblor había ocasionado desperfectos notables en el pueblo. Aunque mi mayor preocupación era la de alcanzar a Christyn .

Las sirenas sonando a mi alrededor crearon un clima de incertidumbre que no ayudaba a que uno se relajara. Venían de todas partes lo que me decía que los problemas se habían cebado en multtud de puntos distintos del pueblo.

- ¡Ey, espera!. Dije tras alcanzar a la chica. - Que ya no tengo veinte años. Dije recuperando el aliento. La rodilla me molestaba, una vieja lesión jugando al futbol en el instituto. - Te acompaño, ya verás que tu padre esta bien. Añadí sin dejar de caminar a su lado.

Me acerco al agente un poco preocupado y mirando a mi alrededor.

- Por aquí todo bien . Solo un par de cristales rotos. No se si tendremos electricidad o habrá saltado un automático... de momento tiramos con un generador de emergencia.- Digo mientras me acerco al coche.

- ¿Que demonios ha pasado, agente? ¿Un terremoto? ¿Terroristas?

Miro a mi alrededor y todo esta hecho un caos, pero algo me dice que hay zonas del pueblo que estaba mas afectadas.

Algo en el aire me infundía algo de miedo. De hecho.. no había aire .. no como siempre. Solía tener buen oído y, sobre todo olfato... pero por algún motivo tenia esa extraña sensación que se tiene cuando algo no va bien del todo. No huelo nada no oigo nada, cuando lo normal seria oír los pájaros y oler el aire de las montañas. Sobre todo a esas horas de la mañana.

-Joey, ven,cariño-mientras Chad revisaba el estado exterior de la cafetería Dakota esquivó a una apurada mensajera que tenía sus propios problemas y salía del lugar como alma que lleva el diablo.-Deja que te vea bien, ¿sí?-como toda madre que se preciase hacía preguntas dirigidas a su pequeño pero no esperaba respuesta válida por parte de él así que llevó al niño (o más bien se movió con él) hasta la barra y, después de tirar de las finas mangas de algodón para asegurar tener los brazos cubiertos, pasó las manos bajo las axilas del niño y con un gruñido le levantó como pudo hasta sentarlo sobre el mostrador. Una vez ambos estuvieron a la misma altura le retiró el pelo de los ojos, le tomó la cara y le examinó desde distintas vistas.

-Ha sido un buen susto, ¿verdad?-besó al niño en la frente- pero ya no hay que tener miedo-le aseguró-es como...hmm-desvió la mirada hacia un lado mientras buscaba un buen ejemplo y sus ojos se toparon con el par de chicas-bueno, no hay que tener más miedo.

De miedo ya hemos estado más que servidos.

-¿Nos haces un favor a Chad y a mí, cariño?-pasó una mano por la frente de Joey, su temperatura era normal así que sólo tendría que ocuparse de la tos-desde ahí arriba seguro que ves todo lo que se ha roto, ¿me ayudas a recoger?-sonrió y al hacerlo arrugó la nariz haciendo que algunas de las pecas se uniesen entre sí-¡trabajo en equipo!-levantó un dedo-pero sólo desde aquí arriba, nada de bajarse.

Se giró y miró a su alrededor con un suspiro. A través de la ventana cuyos cristales decoraban el suelo veía a Chad moverse de un lado a otro, se encogió ligeramente de hombros."Bien" no era un término relativo aunque desde luego, hasta donde había visto, no había ocurrido nada malo a las personas que se encontraban allí.

-¿Fuera cómo está el asunto?- preguntó a su jefe, oía las sirenas al pasar y alejarse aunque no había visto la dirección que seguían o si algo en el exterior necesitaba ayuda mejor cualificada que la que podían presentar ahí. Suspiró e hizo un barrido visual de la sala que le permitió hacer una evaluación rápida de por dónde empezar. Se acercó hasta el papel donde antes había estado pintando Joey y echó un vistazo al dibujo, quizá ese dibujo sí que lo quería en su nevera.

Layla salió corriendo a comprobar su furgoneta, que parecía intacta. Abrió la puerta trasera y echó un vistazo a la carga. Todo parecía en su sitio, sin daños. Arrojó los papeles firmados a una balda lateral, y suspiró con tranquilidad.

Menos mal. Todo sigue en su sitio. No me imagino aislada en un lugar tan alejado como este.

Las sirenas se acercaron poco a poco hasta que los pasaron por delante varios coches de policía y bomberos, camino del centro. Uno de ellos se detuvo, para interesarse por el restaurante y sus ocupantes. Chad, el dueño, le atendía con tranquilidad, mientras la repartidora observaba el horizonte. Había una mezcla de niebla, polvo y humo, fruto de la sacudida. Pero el ambiente parecía mucho más cargado de lo normal, porque en el lugar no corría una brizna de aire.

Cuando la policía sigue su camino, se acerca al dueño del bar, tratando de consolarlo por los destrozos del local.

Chad, parece que al final todo ha sido un susto, y todos están bien. Mi furgón está bien. Y su local... ¿Tendrá seguro, supongo, no? Dijo mientras ponía una sonrisa de circunstancias.

El dibujo de Joey es este:

Christyn miro a su espalda y decidio esperar para que su amigo fuera con ella. Estaba muy preocupada por su padre pero no tenia demasiada fuerza y si su papa estaba en peligro necesitaria ayuda.

- ¿Seguro que estara bien?.- pregunto esperando consuelo.- Le quiero mucho, es la unica familia que tengo... no quiero que le pase nada malo.... como a mi mama...

La chica miro al frente continuando la marcha pero estaba nerviosa y muy preocupada.

Mientras  preguntaba al agente, Layla revisaba su furgón.

- Bien.. gracias Layla.. el local... bueno.. de momento tiene cristales rotos. Es  fuerte... creo que resistirá- La digo con una sonrisa, evitando ocultar parte de mi preocupación por lo sucedido. - Supongo que el papel del seguro estará en algún lado- Pienso mientras me rasco la cabeza sin dejar de sonreir.

¿Donde demonios habré puesto ese papel? Pienso para mi. Lo que me faltaba, Haberlo perdido.

-Deberíamos ver como están los demás... Sobre todo los que han salido fuera... No les veo desde aquí...- Sujiero a la mensajera mientras me tapo los ojos del sol que me da de frente.- Los de dentro están bien.. Dakota y el hombre grande ese seguro que se harán cargo... aunque no quiero alejarme demasiado de ellos... Quiza deba cerrar el local unas horas y ver si mi padre esta bien. - Eso me da una idea. Mala ...idea que me llena de preocupación.

-¿Crees que funcionará tu furgoneta? ¿Podrías acercarme a la granja? Está un poco mas allá del final del pueblo... Mi padre esta allí, con unos amigos que le cuidan mientras estoy en la cafetería... Tengo a la vuelta  mi camioneta, pero preferiría dejársela a Dakota por si la necesitase.

Layla escuchaba a Chad mientras hablaba de su bar, del resto de la gente, y de su padre. Por un momento a ella le vino a la mente el suyo propio, y las ganas que tenía de llegar a casa a abrazarlo en ese momento. Se sacudió la cabeza y volvió a la realidad que les acababa de torcer la jornada... Su cara mantenía una tímida sonrisa pero algo la decía que algo no estaba bien en aquel lugar.

Esto, si, supongo... No habrá problema en acercarte, Chad. Avisaré a la Central de que ha habido un incidente en Mist Valley y supongo que entenderán el retraso en el resto de la ruta.  Venga, sube e indícame. Si le hubiese ocurrido algo, cuanto antes lleguemos, mejor. Y, si está bien, Dios lo quiera así, pues te quedarás tranquilo. 

Se encaminó al furgón mientras buscaba en su bolsillo el móvil para comunicarse con la Central y le indicaba a Chad con un movimiento de brazo que la acompañase. Sacó la llave, y la introdujo en el contacto. El furgón respondió con un ronco rugido, que indicaba que su motor diesel acababa de despertar.

Rápido, no perdamos tiempo. Indícame el camino.

Con el susto, parecía que a Joey de le había olvidado la tos, o quizás es que el niño respiraba tan superficialmente que no le hacía falta toser. No se queja cuando su madre le hace un cacheo completo buscando algo roto, no parece dolerle nada ni sentirse mal, y está tan concentrado en mirar a su alrededor con los ojos muy abiertos que le parece estupenda la idea de mirarlo todo desde allí.

- En la calle hay un árbol caído. - Dice mientras señala con su bracito por uno de los ventanales. - Y se han derramado los sobres de sal.

Al comprobar que ya nada se mueve y todos parecen estar bien, Ally se relaja y afloja un poco el abrazo sobre Lys para secarse las lágrimas con la manga.

Observa a Layla salir en pos de su furgoneta.

- Lys, ¿estará bien la moto? ¿Y Mórbido? Quizás deberíamos llamarle.

Camináis rápido hasta la casa de Chrystin, y al llegar veis que su padre está fuera, algo gruñón pero bien. Está sentado en el porche mientras un enfermero le venda un tobillo.

- Deberíamos ir al hospital y hacer radiografías. - Dice el enfermero. - Podría estar roto.

-¡No pienso moverme de aquí hasta que vea a mi hija! - Dice el padre de Chrystin, casi a la vez que levanta la vista y os ve. - ¡Chrys! ¡Chrys! ¿Estás bien?

- Deberíamos ir a casa a ver si todo esta bien allí. - Dice mientras sale de la tienda. - Espero que mi gato esté bien.

-Tengo aparcada mi furgoneta justo en la puerta, ¿quieres que la acerque a su casa?