Partida Rol por web

La digna Corte

8 de Mayo. Año 1622. Por la mañana.

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24/01/2015, 19:30
Director

Partió Inés del Alcazar Real tras una reunión que en verdad había sido harto corta. Mientras ella volví a sus terrenos Madrid todavía dormía el sueño de los perezosos, que aun tardarían en levantarse para darse cuenta de que las políticas de la corte se habían movido otro tanto y todos los que atendían al futuro de Inés atenderían también esa mañana. Las cosas cambiaban pronto en cuanto la grandeza de Inés intervenía.

Encontró en los jardines a su dueña y a su nuevo mayordomo, en tranquila plática. Encontró a Alonso como siempre habría de encontrarlo, con su sembraste cínico y lento, de ojos grises de una viva dureza, leales como son leales los ojos de los mastines que guardan el rebaño. Su dueña parecía, y ahora reparaba en ello Inés, menos feliz y más cansada de que costumbre. 

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25/01/2015, 21:05
Doña Inés Mª de Osuna

Los intereses de Inés estaban en jaque, y aunque la perspectiva se le antojase llena de dicha había cosas que discutir y parlamentar, y mucho que pensar. Encontró coincidente y conveniente que ambas personalidades estuviesen ya reunidas, pues era algo que les concernía casi tanto como a ella aun por razones diferentes.

-Buena mañana tengan sus mercedes -saludó con notable entusiasmo. Ya había dado comanda para que dispusiesen un carruaje para ir a los jardines de Madrid a pasear, pero antes era su voluntad darle las nuevas a los suyos-. Me gustaría, si no es molestia, darles un comunicado respecto a la visita al Alcázar Real. Que no es seguro más que posible, y desearía escuchar su más sincera opinión al respecto. Por parte de ambos.

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30/01/2015, 16:28
Director

Se notó a Elvira un deje de nerviosismo en la sonrisa que le dedicó a Inés, por otro tan cálida como siempre, aunque, como ya se ha dicho, más cansada.

- Claro, su grandeza. – Dijo, con tranquilidad para Inés, con voz dulce.

Alonso por su parte la miro, expectante. 

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30/01/2015, 16:56
Doña Inés Mª de Osuna

Con el mentón ligeramente apuntando hacia arriba (que siempre había de ser así pues poca gente había de más corta estatura que Inés) y los brazos rígidos a ambos lados, dijo: 

-Como valoración de mis dotes de mando y fortaleza, y dada la impresión causada en el Conde-Duque, se me ha ofrecido el cargo de Embajadora y Virreina en las Filipinas.

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31/01/2015, 22:24
Alonso Quintas

Alonso Quintas ladeo ligeramente la cabeza, pensativo.

- Puedo aventurar que un análisis de la situación a corto plazo, medio plazo, e incluso a largo si se siente la grandeza optimista, podemos sacar de los expertos que tenemos en nómina y de un servidor. Si; definitivamente podemos analizar esa cuestión. El primer escollo es la pedida de influencia política en la capital del mundo, esta nuestra Madrid. Pero, con sinceridad y perdón, no es muy poderosa ahora mismo. Más aún con el terrible error realizado en Flandés en términos estratégicos globales. No es un escollo muy grande, nuestro poderío siempre ha estado en el dinero, y ese se puede guardar mejor que el de influir en un monarca, por otro lado, difícil de influenciar. Los puntos fuertes es ganar una influencia política concentrada y ajena, pero sustantiva; es un virreinato poderoso. Y las posibilidades de expansión económica allí son incalculables… Podría salir todo tan bien… aunque también mal. No se, necesitaría unos días para plantear la cuestión mejor a su grandeza. 

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31/01/2015, 22:37
Elvira Prados

Elvira Prados abrió los ojos con fuerza y empezó a palidecer, amenazándose con desmallarse mientras Alonso hablaba. 

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01/02/2015, 15:33
Doña Inés Mª de Osuna

A medio discurso el interés se fue diluyendo hasta el punto en que su opinión, desde un profundo respeto, resultaba insignificante. Su expresión se contrajo extendiendo los brazos hacia Elvira, sujetándola por la cintura y el codo al tiempo que exigía que su médico hiciese acto de presencia de inmediato.

Debía haberlo imaginado; se conocían de largo como para saber que de embarcarse a las Filipinas lo haría esta vez sin ayuda. Y en aquel momento no comprendió la profunda desazón que aquel pensamiento le causaba.

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02/02/2015, 16:28
Elvira Prados

Hubo terror y alarma en los ojos de Elvira. Retrocedió separándose de Inés, evitando que ésta la tocase. Ella era la dueña, Jesucristo, puesta en su puesto de gran honor y honra para sustentar y fortalecer a Inés, y no al revés como si se tratase de una adolescente llorona.

- ¡No se preocupe su grandeza que estoy bien!

El gesto de Inés le había vuelto la serenidad.

- Es este maldito cambio de clima.

Alonso por su parte, sólo callaba, mirando fijamente. 

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02/02/2015, 20:35
Doña Inés Mª de Osuna

La reacción de su dueña, aunque comprensible, le devolvió un bofetón de culpabilidad por desmerecer su posición en público. La una sabía de las flaquezas de la otra y al contrario, pero ello no merecía ser predicado ante los ojos de nadie. Elvira, siempre regia como una vara de instrucción, se recompuso de inmediato y así lo hizo su grandeza.

-Eso ya lo dije nada más pisar Bilbao, que con este sol de justicia lo mismo da verano que invierno. Y ni una gota de agua. Por eso he mandado ya que se prepare el carruaje para pasear: un poco de aire fresco por los parques de Madrid para que nos aireemos ambas. Es que no hay comparación -comentó volviéndose hacia el Señor Quintas- de climas, digo. Y de nada, en realidad, que los de allá casi parecen de otro continente. En fin. ¿Dónde está el mozo de cuadras? A ver si va a tener la ocurrencia de poner a mi alazán a tirar del carro, el zagalín.

Y quejándose de todo y nada, sacando un abanico para espantar el mal trago, empezó a caminar hacia otro lado como si aquello jamás hubiese acontecido.

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10/02/2015, 15:12
Director

No movió Alonso mientras iba a llamar al Mozo de cuadras para que les trajese el carruaje. En ningún momento pensó en volver, tenía muchas gestiones que hacer y harto cosas en las que pensar.

Elvira sonrió afectuosamente a Inés.

- Pues decidme chiquilla… ¿Cómo es conocer quien actúa y obra en palabra del Rey? ¿Es un caballero el hombre más poderoso de la cristiandad por debajo de nuestro señor Felive IV?

 

- Tiradas (1)
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11/02/2015, 22:34
Doña Inés Mª de Osuna

Inés le devolvió en gesto secretamente, de modo que quedase solo entre ambas.

-Un caballero de los que esgrimen pluma cual certera espada, avispado como sólo podría serlo quien gobierna el mundo desde un despacho. Mano de hierro y listo como el demonio. ¿De qué otra manera se podría dirigir un Imperio como este? Y aun así, entre vuestra merced y yo, diré que no me ajusta del todo su actitud. Hablaba con palabras sinceras y sin florituras, y aun así siempre parecía guardar un doblez en todo lo que decía. Casi preferiría tener delante a un francés.

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16/02/2015, 19:49
Elvira Prados

- Y los franceses también les gustaría solo tener franceses delante. Pero para su desgracia tienen al Conde de Olivares y a la última nación de cristianos de Europa.

Dijo su dueña con mas fe en la educación que le habían enseñado que convencimiento real de la situación. 

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16/02/2015, 20:00
Director

El carruaje llegó a ellas, majestuoso y tan limpio que parecía nuevo, con el escudo de la familia Osuna resplandeciendo en la puerta (medio campo de gules con un castillo de plata y medio campo de plata con una banda de dragantes con una doncella a cada lado).  El cochero era un hombre anciano y soberbio, con una cuidada barba, que se aplicaba a dirigir el carruaje evitando que repararan en él. A su lado estaba Felipe García, engalanado y de cuero, a lo soldado (llevando coleto, algo técnicamente ilegal en la villa). Llevaba espada, pistola y un sombrero sobrio y vistoso por lo negro que era.

El inglés bajo del carruaje e hizo una reverencia a Inés.

Había también un criado más, sin importancia. 

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19/02/2015, 14:51
Doña Inés Mª de Osuna

La Grande hizo un cabeceo hacia su dueña a modo de interlocución sin añadir nada más. Aguardó con actitud a que el carruaje llegase a su altura, devolviendo un breve saludo al medio inglés antes de montar.

-A los jardines del Retiro -indicó a media voz, dándole dos golpecitos cortos a la puerta dando señal de que estaban listas para el paseo.

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27/02/2015, 16:49
Director

Los jardines del Retiro, patio de recreo de la florinata de la nobleza y del mismo Rey Felipe IV, que andaban paseando y disfrutando de las diversas zonas de descanso en un aparentar continuo. La zona boscosa y fresca era ideal para esconderse de los problemas, o para crear nuevos, porque sería necio suponer que todo quien fuera allí estaba distrayéndose de los asuntos del gobierno. Que más de una guerra se ha perdido entre las conversaciones entre carruajes y el sonido de las bolsas.

Su dueña andaba fingiendo que no le pasaba nada, pero al menos era obvio que el frescor que entraba por el carruaje le sentaba bien. Había un silencio cortés difícil de romper y, de fondo, el ruido de los demás carruajes, de las demás casas nobles. Todas esas casas nobles con cara, lengua, boca, oído y ganas de conocer a Inés de Osuna. 

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03/03/2015, 16:06
Doña Inés Mª de Osuna

No era la primera vez que Inés se paseaba por aquel lugar, aunque de eso hacía ya tanto tiempo que ni ella misma lo recordaba. Curiosa e impaciente por aquel nuevo ambiente, envuelto de misterio y la apropiada y dañina cortesía de la Corte Real, la Grande se veía dividida entre tomar la iniciativa o no hacerlo. Decidió que, por una vez, y ya que el aire exterior parecía estar aliviando las tensiones tras lo sucedido, iba a dejar transcurrir el tiempo haciendo lo que los nobles españoles mejor sabían: nada más allá de disfrutar el mero acto de vivir.

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04/03/2015, 13:11
Elvira Prados

Se apreciaba ya el ir y venir de los carruajes, todos hermosos y construidos de los mejores materiales. Había allí y allá personas paseando y algún corro de charla informal. Madrid vivía.

- Me han recomendado una fuente especialmente hermosa, ¿le gustaría a su merced ir?

Sonrió Elvira aun con cierta tensión en su rostro.

 

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04/03/2015, 20:50
Doña Inés Mª de Osuna

-Nada me complacería más en este momento -respondió de buena gana. Después de un mes a la deriva en un barco, el agua estancada le parecía una delicia-. Elvira, ¿recuerda mucho de cuando vivíamos aún en Madrid?

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05/03/2015, 11:59
Elvira Prados

Un ligero rubor cubrió las mejillas de Elvira.

- Era una época convulsa… Mis hermanos estaban combatiendo en los tercios y yo me encontraba sola aquí con mi señora madre. La juventud chiquilla, pasa muy rápido. Por fortuna la madurez transcurre lenta y nos permite el lujo de recordar. – Se mantuvo un momento pensativa – Fue en Madrid, antes de la gran aventura allá en el extranjero, donde tuve mis amigos, mis actos de rebeldía, mis actos de contrición y un amor que no llegó a lo que debía porque a veces el mundo es decente pero injusto.

Se quedo otro segundo en silencio.

- Esta villa me da un poco de miedo, no sé si quiero volver a vivirla… quizás llegué a olvidar como era antes y eso sería tan desagradable… Por otro lado… irnos tan pronto…

El carruaje se detuvo, ya habían llegado. Que decir que tanta locuacidad en la ama de Doña Inés era extraña. 

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05/03/2015, 15:51
Doña Inés Mª de Osuna

Con la adoración que solo pertenece a maestro y pupilo, la Grande de España escuchó con atención plena cuanto su dueña quiso compartir. Era ya Inés lo suficiente mayor como para interesarse, y también como para creer que comprendía. Porque, aunque hubiese padecido todo lo que vuesas mercedes ya conocen, en realidad no dejaba de ser un polluelo apenas echando el vuelo. Eso sí, a la fuerza. Pero por mucho donaire que se diese, no dejaba de haber comenzado a valerse por sus propios medios y dotes desde hacía apenas unos meses.

Orgullosa y agradecida, sintió el impulso de hacerle saber cuánto agradecía su presencia y tesón.

-Elvira, ha sido vuesa persona madre cuando yo ya no tenía; consejera en la penumbra; consuelo en la desgracia; amiga en confidencia; veladora de mis sueños y desvelos. Es una gran persona, y espero que siga siéndolo y alentando a esta familia con tan buen juicio como hasta hoy. –Con delicadeza, se inclinó hacia adelante para poner su mano sobre la de ella apretando con suavidad-. Espero poder devolverle algún día cuanto me ha dado.