Partida Rol por web

Las alborotadas calles de los niveles medios de Arsmetálica estaban siempre tan atiborrados de gente que resultaba prácticamente imposible caminar por ellas. Sin embargo, hoy, la marea humana parecía abrirse para dejar paso a una persona.

Enfundado en su capa escarlata y ayudándose de su bastón para caminar, Raivarios caminaba por esa ruta despejada. Él era un miembro oficial del culto de Marte. Los obreros de la ciudad fundición no eran mas que el aceite que lubricaba la maquinaria que él un día dirigiría.

¡Que me teman! Eso está bien. Ellos son seres inferiores, hechos de débil carne, mientras que yo... ¡Yo he sido elegido para volverme uno con el Dios Máquina!

Su salida al mundo exterior le había puesto de muy mal humor. Su trabajo era la santa tarea de copiar los patrones de diseños de obras tecnológicas de una era olvidada, ¡no ir al mercado a comprar tinta porque tu estúpido ayudante haya sido herido en un tiroteo callejero!

Cuando por fin llegó a su celda, en las profundidades del templo de Marte de la ciudad, dejó sus cosas en una silla y se dispuso a sacarlas. Le encantaba su celda: paredes lisas de metal que desprendían calor residual de la fundición, decoradas únicamente por los tubos y cables que conducían la sagrada energía que alimentaba el alma del templo. Alumbrada solo por su esfera incandescente, daba una impresión sobrenatural y de recogimiento que le ayudaba a desacerse de sus sentimientos humanos. En un laterla se encontraba su cama, deshecha, sobre la que tiró su capa, y se dirigió al otro extremo de la ahbitación a la letrina. Mientras atrabesaba la habitación, dejó en su mesa de trabajo el nuevo bote de tinta.

La mesa ocupaba el centro de la habitación, y al contrario del suelo de esta, donde descansaban en total caos todo tipo de artefactos y armas medio desmontados, su lugar de trabajo siempre estaba impecable y ordenado. Encima de la tabla había un montón de planos que había desarrollado o recuperado, y estaba a punto de terminar su primer compendio de planos, libro que se encontraba sobre estos papeles. El compendio era la obra de 8 años de trabajo, cuando lo entregase seguramente sería ascendido a un cargo donde pudiera desarrollar mejor su potencial. Lo que más deseaba era poder estudiar el fragmento de nave que unas semanas atrás apareció en el extremo norte.

Cuando la fragata que ha ido a buscarla regrese, yo seré el primero de la orden en tocar el fragmento de tecnología. ¡Pobre del que se interponga en mi camino!

Justo cuando se disponía a ponerse a trabajar, unos pasos resonantes en el pasillo llamaron su atención. Cada vez se oían más cercanos, y eso le preocupó.

-¿QUIÉN VIENE A INTERRUMPIR MI TRABAJO OTRA VEZ? ¿ES QUE CREEIS QUE LA TECNOLOGÍA QUE USAIS PUEDE EXISTIR SI NO DEJAIS A LOS MAESTROS DE LAS MÁQUINAS TRABAJAR?

Los pasos se detubieron en seco. Una voz, metálica, resono en el pasillo:

-¿Y ACASO TÚ HAS OLVIDADO EL RESPETO A TUS SUPERIORES?

La sangre se heló bajo la piel de Raivoros. Levantar la voz a uno de sus superiores no era una falta leve, precísamente. Aun estaba pensando una excusa que dar, cuando la persona que había gritado apareció ante su celda. El Maestre estaba de pies en la puerta de su refujio, pero una persona que no portaba el sagrado manto rojo lo acompañaba.

-Esta vez te pasaré la falta, ya que últimamente pareces haber hecho muchos progresos en tus investigaciones. Como creo que tú estás cualificado para la tarea, pienso dejarte como Tecnosacerdote al mando de la misión de reconocimiento de la nave dañada, pero parece que tendrás que esperar, jaja.

La sonrisa que se dibujó en la cara del escriba bajo el respirador se desvaneció en cuanto oyó la risa metálica del Maestre.

¿Esperar?¿Por qué?

La sonrisa se quitó de su cara, el queria ver la nave ahora, pero si un superior le decia que tenia que esperar se tendria que conformar con ser el tecnosacerdote al mando de la misión que investigará la nave, asique nadie se le adelantará.

-Supongo que tendré que esperar para que se prepare el resto del equipo para la investigación de la nave, ¿Para cuando está preparada la misión Maestre?

Dijo Raivaros con tono de sumisión, Ya tenia suficiente con haberle gritado, no queria faltarle el respeto ni cometer ningún tipo de falta ya, a pesar de que no podia evitar sentirse algo disgustado por no poder ver la nave ya algo que a la vez le enfadava pues ese era un sentimiento humano, algo que odia sentir.

Algo se trama el maestre, no me gusta esperar, ademas, ¿quién es este humano de carne devil?

El Maestre volvió a levantar la voz:

-¡¿CÓMO?! ¿Te concedo semejante honor y no me lo agradeces? ¡Muéstrame respeto, novicio! ¡SE ACABÓ! ¡RECOGE TUS COSAS Y MÁRCHATE DE AQUÍ! Este hombre de aquí será tu nuevo señor, asi que trátale lo mejor posible. Él te informará de lo relativo a la misión,... adepto.

Y tras este extraño comportamiento el Maestre se marchó, dejándo a nuestro héroe a solas con el desconocido, sobre el que aun no ha posado su mirada como para fijarse en sus rasgos ni vestimentas.

Recuerdo que el Maestre era excéntrico, pero... ¿tanto?

Raivaros estaba muy confuso, algo extraño pasaba, y mientras observaba como el maestre se iba intento deducir que pasaba y por que su maestre actuaba tan extraño. También miró a hombre y lo observó intentando analizar al hombre que tenia ante él para ver si este le dava alguna pista.

-Bueno, señor, al parecer usted a partir de ahora es mi señor, ¿no?, ¿puede presentarse?.

Comentó Raivaros con una voz metalica sin sentimiento alguno.

¡Un carne dévil mi señor!¡Esto es un insulto!¡No lo acepto, aqui hay gato encerrado.

Nada más pronunciar esas palabras, el nuevo adepto se fijó en su señor y se arrepintió de no haber mostrado más respeto.

Descripción:

"Desde sus dos metros de alto, mira por encima a la mayoría de los humanos. Una pesada capa de anillas negra cae sobre sus anchos hombros, bajo la que se ve una gruesa armadura de combate plateada, con el emblema del águila de dos cabezas negra en el pecho. Su mirada escutrina cada milímitro cuadrado donde se posa y parece capaz de atravesarte hasta ver tu alma.

Su piel blanca, recorrida por multitud de venas azules, contrasta con su oscuro cabello corto, y le da un aspecto frío y terrorífico. Su rostro, siempre serio y alerta, sin una sola arruga a pesar de los años, suele ir cubierto por un yelmo blanco con forma de calavera para evitar ser reconocido por su aspecto real."

Raivoros reconoció el águila de dos cabezas negro como el símbolo de la Inquisición y unas gotas de sudor frío aparecieron en su frente. Si la Inquisición está por medio, está claro que algo no está bien.

Una palabra apareció en su mente: ¿Xenos?

Soy demasiado impulsivo, tengo que tener mas cuidado con como hablo con personas importantes, se nota que hoy no es mi dia, sera mejor que me incline ante él y me disculpe por mi comportamiento.

Raivaros se inclinó ante el inquisidor y con una voz mas humana de lo que el habria querido dijo:

-Perdone mi impertinencima mi señor, no me habia fijado en quién era usted, espero que me disculpe. ¿En que puede serle útil un tecnografo como yo?

Después de hablar, sigió inclinado  con la cabeza gacha esperando una respuesta de hasta ahora el silencioso paladín, hoy no era su dia, por lo que decidió que por ahora permaneceria callado hasta que se le preguntara algo, no queria meterse en problemas y sus deseos por ver la nave incrementavan cada segundo, en ese momento se dió cuenta de una cosa.

Si ahora mi señor es un inquisidor y se que seré el tecnosacerdote al mando de la misión pero... si explorar la nave tiene que experar es porque hay algo mas importante que hacer... aqui pasa algo raro, a partir de ahora tengo que prestar atención, si le fallo a un inquisidor puedo terminar muerto, o quizas peor...

Y así, intentando sacar respuestas para todas las preguntas que tenia en la cabeza, se mantenia con la cabeza baja ante el inquisidor atento a cualquier cosa que este le fuese a decir o fuese a hacer para contestarle o hacer lo que le pidiese lo más rapido que pudiese pues no queria hacerle enfadar.

El hombre que se estaba ante tí siguió mirándote por un rato más sin pronunciar palabra. Te miró fijamente de arriba a abajo, y después recorrió la celda con su mirada.

Finalmente, tras hojear tu trabajo, golpeó tu mesa de trabajo con el puño, y soltó una carcajada. Rápidamente su gesto cambió a una cara de ira y odio hacia tí.

-¿Que en qué puede serme útil un aprendiz de tecnosacerdote bocazas que no respeta a sus superiores y no obedece las órdenes directas? ¡EN NADA! ¡Te han ordenado que recojas tus cosas y me sigas, pedazo de inútil!

Aparta la mesa de un empujón y se dirije hacia tí. Retrocedes un paso pero cuando te quieres dar cuenta la mole humana está encima de tí, te ha agarrado y te levanta del suelo con un solo brazo. El miedo te corroe hasta el alma.

Ya lo das todo por perdido cuando de repente, tu nuevo amo sonrie, y te lanza al otro extremo de la habitación como si no pesaras nada.

-Jaja. Veo que aun no te has cagado encima. Puede que tu Maestre no esté tan loco al fin y al cabo. Me presento: Ante tí tienes al Lord Inquisidor Barbosa, que ha requerido al templo de marte un diezmo de sangre fresca. ¿De verdad quieres inspeccionar la nave que estuvo 42 años en la disformidad? En ese caso, obedece la última orden de tu Maestre. Recoje tus pertenencias.

Aun te encuentras asustado en el suelo cuando Barbosa avandona la sala, despidiéndose con un:

-Cuando estés listo, búscame en el receptorium del templo. Y no vayas presumiendo del nombre que te dió tu Maestre; aun estás a años luz de poder llamarte Acólito de la Inquisición.

Raivaros se levantó y se pruso a prepararse, cogió todo lo necesario para la investigación incluyendo alguna que otra arma, tardó un rato en relagarse y en cuanto terminó se dirigió al recepterium del templo, allí buscó a Barbosa, al encontrarlo se acercó a él y le dijo inclinando la cabeza con miedo de mirarle a los ojos:

-Mi señor, ya estoy listo.

Y después de esto esperó sus proximas ordenes de Barbosa.

Barbosa estaba hablando con 2 hombrecillos cuando llegaste, pero dejaron se callaron en cunato te acercaste a la solitaria esquina en la que se encontraban. Los acompañantes de tu nuevo amo eran bajitos y delgados, y por su aspecto parecían proceder de Sibelius, la "capital" del planeta y lugar de la sede principal de la Inquisición en el sistema.

-¡Por fin apareces! Te has tomado tu tiempo...

El inquisidor se giró hacia los otros dos y dijo:

-Caballeros, les presento a "la semilla", de la que os estuve hablando antes. ¿Qué opinais de él?

Los hombrecillos te miraron un segundo y murmuraron entre sí. Por los implantes cerebrales que llebaban, estaba claro que no eran personas del montón. Además, un Lord Inquisidor se había dirijido a ellos con cierto respeto. Súbitamente un se giró y espetó:

-La verdad, ese mierdecilla no parece gran cosa. Si no fuera una emergencia ni nos lo pensaríamos.

El otro lo apartó de enmedio de un empujón y continuó:

-Tal vez sí sea útil, a su manera... Veo cierto potencial en su alma.

-¡Pero qué dices! Está claro que no sobreviviría ni a la 1º fase.

-¡Cállate, estúpido carcamal! Fuiste tú quien dijo que Artellus no tenía potencial, y medio cóclave te cerró la boca con referencias de pruebas superadas. Parece que definitívamente, un viejo como tú solo sirve para hacer fécula de ....

-¡SILENCIO! -Rugió Barbosa- ¡Ya he oído suficiente! La verdad, no se por qué no os reemplazo de una vez...

Ambos hambres callaron al instante y se pusieron firmes, aunque pudidte ver cómo seguían dandose codazos y pisotones cuando Barbosa se dió la vuelta hacia tí:

-Tú también has oído suficiente. ¿Esas son todas tus cosas? Bien, dales a estos dos inútiles todo aquello que no pueda serte útil en el campo de batalla, y lo llevará a tu nueva habitación en tu nueva ubicación. A cambio ten esto. Considéralo una prueba, la 1ª de muchas que tendrás que pasar. Si no estás en el punto de reunión en la fecha indicada, se te considerará un traidor, asi que si se da ese caso... más te vale haber muerto hace tiempo para que no encontremos tu cuerpo.

Tu señor te dió una carpeta de cartón cerrada con un sello de cera sin escudo antes de dar media vuelta y desaparecer por la puerta del templo.

Raivaros le dió todo aquello que no necesitaria a los dos hombres.

Por su apariencia pueden ser gente importante, asique si me rompen algo supongo que no podria quejarme, espero que no me rompan nada, ahora lo que mas me importa es estar en el lugar donde tengo que estar cuanto antes, me gustaria segir vivo.

Raivaros, depués de darle sus cosas a los hombrecillos abrió el sobre que el inquisidor le dió y luego se dirigió al lugar marcado.

Abres el sello lacrado cuidadosamenta y abres la carpeta. En ella hay varios planos de piezas tecnológicas, pero están boceteadas, como si no se estubiera seguro de su aspecto real. También hay un documento escrito y una placa de datos.

Evidentemente, para tí lo que más te llama la atención son los planos, pero por mucho que les das vueltas no sabes por dónde cogerlos. Los dibujos son muy vagos y salvo algunas notas de medidas no hay nada que pueda ayudarte. Te haces una idea de la forma del aparato, que es una especie de pirámide octogonal diminuta y alargada con una empuñadura.

Te haces un dibujo del objeto y tratas de estudiarlo, pero tampoco consigues descubrir su uso.

¿Qué animal inferior ha dibujado estos malditos planos? O no sabía lo que hacía, o en verdad es un inútil...

El siguiente paso es conectarte a la placa de datos para ver qué archivos hay en su memoria. Mientras los descargas a tu unidad cerebral, hojeas la carta.

"Documento perteneciente a la Inquisición ******357-OP

Complejidad del encargo: mínima

Tipo de encargo: localizar y recuperar

Célula asignada: BBS-SP

Prioridad: mínima

Descripción:

El objeto que se muestra en los archivos adjuntos puede tratarse de un artefacto de alta tecnología. Los informes de inteligencia lo han localizado en la subciudad de Arsmetálica. Debe recuperarse intacto para su estudio y ser entregado al enlace a las puertas del Tricorne, en Sibellus, antes de una semana.

Informadores:

- Mulo, taberna del casquillo oxidado, niveles inferiores de Arsmetálica

Enlaces:

- Archium, Adepto de la Inquisición, escriba del Tricorne

Quemar después de leer, junto a la placa de datos"

Documento Inquisitorial de encargo

Cuando terminas de leer el documento, los archivos de la placa de datos aparecen en tus recuerdos: 3 fotos:

1) Un hombre bastante poco agraciado. En la esquina inferior izuierda pone una "M"

2) Uno de los dos hombrecitos que acabas de conocer. En la esquina inferior derecha pone una "A"

3) Una foto tomada por un servocráneo (mini satélite espía que vuela a escasa altura) pero con inteferencias de frecuencia (bandas grises). Muestran un hombre llevando como colgante el artefacto de los planos.

Eliminó todos las pruebas de su misión, los documentos y la placa de datos, hasta no dejar mas que las cenizas. Después, comenzó su misión.

Mmmm.... El lugar donde está el Mulo no está muy lejos de aquí, iré a hablar con él. Espero que coopere.

Raivaros se dirigió hacia la taberna del casquillo oxidado, tenia solo 3 dias para terminar su misión, ya que necesita 3 o 4 dias para ir a Sibellus. Asique necesitaba encontrar la taberna rapido. Lo unico que sabia de ello era que se encontraba en la zona baja, pero eso seguia siendo demasiado espacio.

No tengo tiempo para pasearme por la zona baja hasta encontrar ese lugar, podria tardar meses. Por lo que me dirigiré a la biblioteca, allí tiene que haber mucha información sobre la ciudad y la mayor parte de la información está en maquinas y no en criaturas de cuerpo devil y mente imprecisa.

Raivaros se dirigió a un transporte rapido (algo como un taxi o un autobus, como se llamen las cosas que se usen en esa ciudad) hacia la biblioteca (supongo que será un lugar cercano y que lo conozco dada mi profesión) con la idea de enchufarse a una maquina y descargarse la información que quiere, donde esta y como se llega a la taberna a la que quiere ir.

Recuerdas que el Adeptus Mechanicus (tu orden) guarda en un inmenso archivador electrónico un mapa actualizado de la ciudad, junto con diseños de la mayoría de los edificios. Es el deber de los novicios aprender el uso de la tecnología y su lenguaje con este sistema mientras lo mantienen al día. Es la fuente de información más segura que puedes encontrar, ya que cosas como las bibliotecas públicas no existen.

Te pones camino de regreso a la sala de máquinas menores, situada varios pisos por encima del receptorium que acababas de avandonar, e intentas buscar una toma de datos funcional que te de acceso al sistema.

Tras un rato buscando, encuentras una toma algo estropeada, lo que te indica que los novicios o son muy descuidados o unos incompetentes integrales. Dado que no tienes mucho tiempo, tratas de acceder desde esa toma, pero te resulta imposible: el sistema ha cambiado mucho desde tus tiempos.

Parece que no podrás acceder al sistema desde una toma normal, pero siempre queda el panel de control central. Claro, que también sucede que siempre hay alguien vijilándolo.

Raivaros enfadado por el mal mantenimiento se dirige al panel central, no tiene tiempo de buscar en otro sitio, tiene que combencer como sea al que esté vigilando, si no, puede que pierda la vida.

Cuando tenga algo de tiempo libre, me quejaré del mantenimiento de este sitio, seguro que fué algún inutil que ya está muerto el que mantiene esto, si no lo esta espero que lo esté pronto.

Mientras se dirige al panel central va buscando otra toma que pueda usar. si no consige encontrar ninguna, cuando llege al panél centrala obserbo bien a quien esté vigilando para saber su rango, y todo lo que necesite saber para hablar con el (es decir, como tengo que dirigirme a él y esas cosas, que ya sabes que no se muy bien como va este mundo XD

Mientras subía por la angosta escalera que conducía a los pisos más altos, donde se encontraba el panel de control, Raivaros encontró una segunda toma.

Esta se encontraba en mejor estado que la anterior, por lo que intentó conectarse a la red de información a través de ella. Sin embargo, a pesar de la mejor calidad de la transmisión del nuevo conector, nada pudo hacer con los datos del nuevo sistema: ¡parece que han cambiado el código por completo!. Puede que gracias a esto no sea capaz de encontrar lo que busca ni a través del panel principal.

Frustrado por su mala suerte, el tecnosacerdote continuó su ascenso hasta llegar a la sala de control. Se trata de una sala circular con un inmenso Holoproyector en el centro, a través del cual se puede interactuar gráficamente con la memoria del sistema. Las pareces de la sala se encuentran rodeadas por teclaso y pantallas, cada una con una función diferente, per todas con el mismo fin: permitir a los iniciados, que aun no han sido bendecidos con el don de conectarse a las máquinas y hablar diréctamente con ellas, desempeñar su función en esta sala.

Cuando entras en la sala hay 3 personas en ella: dos individuos ataviados con batas blancas, que supones que son iniciados, y un hermano Mechanicus, caracterizado por su túnica escarlata como la que tu vistes. Este último está rugiendo órdenes a los otros dos, y recriminándolos por no ser suficientemente rápidos.

No sabe quién es el hermano rojo, ni su rango. De hecho no le suena haberlo visto nunca por el templo.

Por el momento, Raivaros contempla la escena desde la puerta. Parece que aun no se han dado cuenta de su presencia en la sala.

Espero poder consegir la información aqui.

Raivaros carraspeó para que el hermano Mechanicus que se encuentra en la habitación le prestase atención, cando este le hubo prestado su atención, Raivaros comenzó a hablar:

-Saludos hermano, necesito pediros un favor, he de encontrar un lugar con urgencia pero cuando intento conectarme desde alguna toma parece que el código ha cambiado por completo desde la ultima vez que me conecté, ¿podria dejarme buscar el sitio aqui?, es muy urgente y necesito encontrar el lugar.

Raivaros habló con toda la educación que podia a esa persona por si su rango hera mayor que el suyo, y esperó que fuese alguien comprensible por el bien de su vida.

La reprimenda del hermano rojo calló en el instante que escuchó la metálica voz de Raivoros. Lentamente se giró, y escudriñó al que había interrumpido su entretenimiento.

-¡Oh, bendito sea el Dios Máquina! Por fín alguien encuentra valioso mi agotador trabajo. ¿Verdad que es un código interesante? Lo encontré en un antiguo artefacto que llegó a mis manos y me costó años aprenderlo. Permite dar instrucciones hasta 32 veces más precisas, ¡y solo ocupa el doble de espacio de instrucción! Y no solo eso, también he comprobado que este nuevo sistema...

Lentamente fue cainando alrededor del inmenso holograma que se situaba en el centro de la habitación, hasta llegar hasta el desafortunado Raivoros, que apenas podía seguir la velocidad de las explicaciones que daba acerca de su código y las posibles aplicaciones en multitud de objetos y situaciones. Parecía imposible que una persona pudiera hablar tan rápido, y menos pensar semejante discurso. Era más parecido a un ordenador leyendo un archivo de texto.

-.. y modificando el algoritmo base por la permutación de símbolos que te comentaba en el párrafo 3.2, podríamos incluso desarrollar un sistema de intercomunicación con espíritus máquina que hasta ahora se consideraban incomprensibles. En fín, creo que me he ido un poco por las ramas. Mi nombre es Aidar, Tecnosacerdote al mando de todo esto, y encargado de enseñar a estos inútiles algo que les permita ganarse el pan. ¿Quién eres tú, y qué te trae fuera de tu celda? No es común que un hermano rojo venga a visitarme...

Raivaros, algo saturado de información, comenzó a contestar las preguntas de Aidar:

-Saludos hermano, soy Raivaros, un tecnografo, mi maximos respetos por su gran trabajo aqui, le admiro, yo estoy en un largo trabajo que empecé hace años, y he oido que en un bar de las zonas bajas un muy buen mecanico pasa su tiempo libre, y como en el trabajo es imposible pillarle, me gustaria saber donde esta ese lugar para hacerles unas preguntas que me vienen muy bien para mi trabajo, el lugar donde esta ese bar es en las zonas bajas, supongo que porque alli espera que no le molesten. Si me puediera ayudar a encontrar ese lugar se lo agradeceria mucho hermano Aidar.

Odio mentir a un hermano, pero si le digo la verdad la vida de ambos estarian en peligro, que el Dios máquina me perdone.